Propiedades medicinales del Anís verde
Se llama también Matalahuva, Matafaluga, Matalahuga, Pimpinela. Planta de Europa, norte de África y América del Sur. Se recolecta cuando sus semillas o granos han llegado a la madurez. Conviene conservarlas en envases de cierre hermético, tanto para protegerlo de la humedad como para evitar que se volatilicen sus principios aromáticos. Se emplean las semillas y los granos.
El Anís es tónico, estimulante y carminativo; estimula las secreciones de los bronquios, del estómago, del intestino y de las glándulas mamarias (galactógeno); combate los gases intestinales y calma los cólicos. Su acción específica se desarrolla en los catarros crónicos del estómago e intestinos, escasez de leche de las madres lactantes, digestiones débiles e inapetencia, contracciones nerviosas del estómago e intestinos. Facilita la expulsión de los gases. Es útil en el asma y la bronquitis. También conviene a las mujeres embarazadas, a las que facilita el parto.
El polvo de Anís que se obtiene triturando la semilla combate el insomnio.
Contra el escorbuto se toman, cada 2 horas, 2 gotas de aceite de Anís en una cucharadita de agua.
En dolores de vientre y cólicos se fricciona el vientre de los niños y adultos con aceite de Anís; lo mismo se hace en los dolores de cabeza.
La tisana de Anís, bebida y al propio tiempo aplicada externamente en forma de lociones, fricciones y baños, fortifica los nervios, rejuvenece el espíritu y facilita el trabajo intelectual.
Cantidad: La tisana, cocimiento de semillas, se prepara a razón de 8 gramos de éstas en un litro de agua. En infusión de semillas, se preparan a razón de media cucharadita por taza.
Dosis: De 2 a 4 tazas al día. Esta dosis no debe excederse. El Anís es una planta muy recomendable, pero no debe abusarse de ella.
Fuente: Libro «Consejero de Medicina Natural I: Plantas», por Carlos Kozel.
Páginas 190 – 191 – 192