Gonzalo Anti New World Order


Manifiesto de profesionales de la salud mental contra la medicalización de los chicos

Posted in noticia,otros temas de interes,pensamiento,psiquiatria,salud por Gonzalo Fernandez en junio 26, 2011
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Decenas de profesionales de la salud mental en la Argentina suscribieron un «manifiesto» contra «la patologización y medicalización de la sociedad, en especial de los niños y adolescentes», cuestionando el «trastorno por déficit de atención» y otros «etiquetamientos», y rechazando el célebre «DSM» (Manual de «Desórdenes Mentales» producido por la Asociación de Psiquiatras de Estados Unidos).

La declaración cita el «Consenso de Expertos del Area de la Salud sobre el llamado trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad» (2005) para advertir sobre «una multiplicidad de ‘diagnósticos’ psicopatológicos que simplifican las determinaciones de los trastornos infantiles. Son enunciados descriptivos que se terminan transformando en enunciados identificatorios«, ya que «un etiquetamiento temprano, enmascarado como ‘diagnóstico’, puede condicionar el desarrollo de un niño, en tanto él se ve a sí mismo con la imagen que los otros le devuelven de sí, construye la representación de sí mismo a partir del espejo que los otros le ofrecen. Y a su vez será mirado por los padres y maestros con la imagen que los profesionales den del niño«. Por eso, «un diagnóstico temprano puede orientar el camino de la cura de un sujeto o transformarse en invalidante. Esto implica una enorme responsabilidad para aquél que recibe la consulta por un niño«.

«En ese sentido –continúa–, el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales de la American Psychiatric Association), en sus diferentes versiones, no toma en cuenta la historia ni los factores desencadenantes, ni lo que subyace a un comportamiento, obtura las posibilidades de pensar y de interrogarse sobre lo que le ocurre a un ser humano«. «Con el argumento de una supuesta posición ateórica, el DSM responde a la teoría de que lo observable y cuantificable pueden dar cuenta del funcionamiento humano, desconociendo su profundidad y complejidad, así como las circunstancias histórico-sociales en las que pueden suscitarse ciertas conductas. Más grave aún, pretende hegemonizar prácticas que son funcionales a intereses que poco tienen que ver con los derechos de los niños y sus familias«.

Los firmantes señalan que «el DSM en las últimas décadas ha ocupado el lugar de la definición, rotulación y principal referencia diagnóstica de procesos de padecimiento mental. Parte de la idea de que una agrupación de síntomas y signos observables tiene de por sí entidad de enfermedad, una supuesta base ‘neurobiológica’ que la explica y genes que, sin demasiadas pruebas veraces, la estarían causando. El manual intenta sostener como ‘datos objetivos’ lo que no son más que enumeraciones de conductas sin sostén teórico ni validación clínica, obviando la incidencia del observador en la calificación de esas conductas«.

«Así –explican– el movimiento de un niño puede ser considerado normal o patológico según quién sea el observador, tanto como el retraso en el lenguaje puede ser ubicado como ‘trastorno’ específico o como síntoma de dificultades vinculares según quién esté ‘evaluando’ a ese niño«.

«Esto se ha ido complicando a lo largo de los años. No es casual que el DSM-II cite 180 categorías diagnósticas; el DSM-IIIR, 292; y el DSM-IV, más de 350. Por lo que se sabe, el DSM V, en preparación, planteará, gracias al empleo de un paradigma llamado ‘dimensional’, muchos más ‘trastornos’ y también nuevos ‘espectros’, de modo tal que todos podamos encontrarnos en alguno de ellos«.

«Consideramos que este modo de clasificar no es ingenuo, que responde a intereses ideológicos y económicos y que su perspectiva, en apariencia ‘ateórica’, oculta la ideología que subyace, la concepción de un ser humano máquina, robotizado, con una subjetividad aplanada, al servicio de una sociedad que privilegia la eficiencia. Esto también se expresa en los tratamientos que suelen recomendarse en función de ese modo de diagnosticar: medicación y tratamiento conductual, desconociendo nuevamente la incidencia del contexto y el modo complejo de inscribir, procesar y elaborar que tiene el ser humano«.

Los firmantes entienden el diagnóstico «a partir de un análisis detallado de lo que el sujeto dice, de sus producciones y de su historia. Desde esta perspectiva el diagnóstico es algo muy diferente a poner un rótulo; es un proceso que se va construyendo a lo largo del tiempo y que puede tener variaciones. Todos experimentamos transformaciones y, en los niños y adolescentes, estructuraciones y reestructuraciones sucesivas determinan un recorrido en el que se suceden cambios, progresiones y retrocesos. Las adquisiciones se van dando en un tiempo que no es estrictamente cronológico. Por eso los diagnósticos dados como rótulos pueden ser nocivos para el desarrollo psíquico de un niño, en tanto lo deja siendo un ‘trastorno’ de por vida«.

«El sufrimiento infantil suele ser desestimado por los adultos y muchas veces se ubica la patología allí donde hay funcionamientos que molestan o angustian, dejando de lado lo que el niño siente. Es frecuente así que se ubiquen como patológicas conductas que corresponden a momentos en el desarrollo infantil, mientras se resta trascendencia a otras que implican un fuerte malestar para el niño mismo«.

En ese marco, afirman, «predomina la medicalización de niños y adolescentes: con una pastilla suelen silenciarse conflictivas y acallarse pedidos de auxilio que no son escuchados como tales. Práctica que es muy diferente a la de medicar criteriosamente, cuando no hay más remedio, a fin de atenuar la incidencia desorganizante de ciertos síntomas mientras se promueve una estrategia de subjetivación que apunte a destrabar y potenciar, y no sólo suprimir. Un medicamento debe ser un recurso dentro de un abordaje interdisciplinario que tenga en cuenta las dimensiones epocales, institucionales, familiares y singulares«.

Firman: Beatriz Janin, Juan Vasen, Gisela Untoiglich, Leon Benasayag, Juan Carlos Volnovich, Alicia Stolkiner, Hugo Urquijo, Virginia López Casariego, Gilou García Reinoso, Ana Berezin, Juan José Calzetta, Gabriela Dueñas, Carina Kaplan, Osvaldo Frizzera, Elsa Kahansky, José Kremenchusky, Silvia Morici, Mabel Rodríguez Ponte, María Cristina Rojas, Rosa Silver, Luis Horstein, Ruth Kuitca, Miguel Tollo, Susana Toporosi, Pedro Boschan, Jorge Cantis, Gabriel Donzino, Ruth Harf, Alicia Hasson, Norma Filidoro, Alicia Levin, Isabel Lucioni, Graciela Rajnerman, Mariana Rodríguez Ponte, Sara Suzman de Arbiser, Jaime Tallis, Flavia Terigi, Felisa Widder, Alicia Fernández, Enrique Carpintero, Alejandro Vainer, César Hazaki, Alfredo Caeiro, Carlos Barzani, Susana Ragatke, Marina Rizzani, Isabel Costa, Rosalía Schneider, Cecilia Kligman, Ricardo Gorodisch, Eduardo Müller, José Cernadas, Magdalena Echegaray, Mónica Favelukes, Griselda Santos, Clara Schejtman, Alicia Gamondi, Elina Aguiar, Mercedes Cicalese, Alicia Grillo, Nilda Neves, Mirta Pipkin, Marina Blasco, Irene Chelger, Alfredo Tagle, Daniel Slucki, Mariana Wikinski, Graciela Guilis, Marcos Vul. Se reciben adhesiones de profesionales e instituciones en www.forumadd.com.ar.

Fuente 1: Página 12

Fuente 2: 1984

Artículos relacionados:

Implantes de microchips, control de la mente y cybernética

Rauni-Leena Luukanen-Kilde, MD – Former Chief Medical Officer of Finland

6 de Diciembre de 2000

El implante de microchips, el control de la mente, y la cibernética Por Rauni-Leena Luukanen-Kilde, Doctor en Medicina Ex Ministro de Salud de Finlandia 6 de Diciembre de 2000. En 1948 Norbert Weiner publicó su libro titulado La cibernética, definido como una teoría del control y la comunicación neurológica ya en uso en los pequeños círculos de la época. Yoneji Masuda, «Padre de la Sociedad de la Información», en 1980 expresó con preocupación que nuestra libertad está siendo amenazada, al estilo Orwelliano, por la tecnología cibernética totalmente desconocida para la mayoría de las personas. Esta tecnología conecta los cerebros de las personas, mediante microchips implantados, con satélites controlados por supercomputadoras terrestres. Los primeros implantes cerebrales fueron insertados quirúrgicamente en 1974 en el estado de Ohio, EEUU y también en Estocolmo, Suecia. En 1946 se insertaron electrodos cerebrales en cráneos de bebés sin el conocimiento de sus padres. En la década del ’50 y el ’60, se realizaron implantes eléctricos en cerebros de animales y seres humanos, sobre todo en EEUU, mientras se realizaban investigaciones acerca de la modificación de conducta, y el funcionamiento cerebral y corporal.

Se utilizaron métodos para el control de la mente (CM) con el objeto de modificar la conducta y las actitudes humanas. La posibilidad de influir sobre las funciones del cerebro se volvió una meta importante para el ejército y los servicios de inteligencia. Los implantes cerebrales de hace treinta años, según las radiografías, tenían un tamaño de un centímetro. Los implantes posteriores se redujeron al tamaño de un grano de arroz. Estaban hechos de silicio, y más tarde de arseniuro de galio. En la actualidad son suficientemente pequeños como para poder insertarse en el cuello o la espalda, y también de manera intravenosa en diferentes partes del cuerpo durante una cirugía, con o sin el consentimiento del paciente. Actualmente es casi imposible detectarlos o quitarlos. Resulta técnicamente posible implantar un microchip en un recién nacido, con el cual se podría identificar a la persona por el resto de su vida. Estos planes están siendo secretamente tratados Estados Unidos sin ningún tipo de difusión pública de las cuestiones privadas involucradas.

En Suecia, el Primer Ministro Olof Palme autorizó en 1973 el implante de prisioneros, y el ex-Director General de Estadísticas, Jan Freese reveló que pacientes ambulatorios habían sido implantados a mediados de los ’80. La tecnología allí empleada es revelada en el informe estatal sueco 1972:47, Statens Officiella Utradninger (SOU).

Los seres humanos implantados pueden ser rastreados en todas partes. Sus funciones mentales pueden ser monitoreadas a distancia mediante supercomputadoras e incluso se las puede alterar modificando sus frecuencias. En los experimentos secretos se han incluido, como conejillos de india, a prisioneros, soldados, pacientes enfermos mentales, niños discapacitados, personas sordas y ciegas, homosexuales, mujeres solteras, ancianos, niños en edad escolar, y cualquier grupo de personas consideradas «marginales» por los experimentadores de élite. Las experiencias publicadas realizadas con reclusos en la Prisión Estatal de Utah, por ejemplo, son alarmantes. Los microchips actuales funcionan por medio de ondas de radio de baja frecuencia que permiten rastrearlos. Con la ayuda de satélites, la persona implantada puede ser localizada en cualquier parte del planeta. Dicha técnica fue, entre otras, testeada en la guerra de Irak, según el Dr. Carl Sanders, el inventor del biochip de interfase de inteligencia controlada (intelligence-manned interface), inyectada en las personas. (Anteriormente, durante la Guerra de Vietnam, se inyectaron chips Rambo en los soldados, diseñados para aumentar el flujo de adrenalina en el torrente sanguíneo.) Las supercomputadoras de 20 mil millones de bits por segundo de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional americana) ahora podrían «ver y oir» lo que los soldados experimenten en el campo de batalla mediante un Sistema de Monitoreo Remoto (SMR). Cuando se coloca un microchip de 5 micromilímetros (el diámetro de un cabello es de 50 micromilíimetros) en el nervio óptico del ojo, éste toma neuroimpulsos desde el cerebro que albergan las experiencias, olores, imágenes, y la voz de la persona implantada. Una vez transferidos y guardados en una computadora, estos neuroimpulsos pueden proyectarse nuevamente en el cerebro de la persona mediante el microchip a ser reexperimentado. Mediante el Sistema de Monitoreo Remoto, un operador de computadora en tierra puede enviar mensajes electromagnéticos (codificados como señales) al sistema nervioso, afectando el desempeño del «objetivo». De esta manera, mediante el Sistema de Monitoreo Remoto se puede inducir a personas saludables a que vean alucinaciones y oigan voces.

Cada pensamiento, reacción, sonido, y observación visual produce un determinado potencial neurológico, ondas, y patrones en el cerebro y en sus campos electromagnéticos que pueden ahora descifrarse como pensamientos, imágenes y voces. El estímulo electromagnético puede, por consiguiente, cambiar las ondas cerebrales de una persona y afectar la actividad muscular, causando calambres musculares dolorosos experimentados como una tortura. El sistema electrónico de vigilancia empleado por la Agencia de Seguridad Nacional americana puede seguir y ocuparse simultáneamente de millones de personas. Cada uno de nosotros tiene una frecuencia de resonancia bioeléctrica única en el cerebro, del mismo modo que poseemos huellas digitales únicas. Mediante la estimulación del cerebro con frecuencia electromagnética (FEM) totalmente codificada, se pueden enviar al cerebro señales electromagnéticas, haciendo que el «objetivo» experimente los efectos auditivos y visuales deseados.

Ésta es una forma de guerra electrónica. Se implantaron astronautas americanos antes de ser enviados al espacio para poder captar sus pensamientos y registrar todas sus emociones las 24 horas del día. El Washington Post informó en Mayo de 1995 que al Príncipe William de Gran Bretaña se le había implantado un microchip a los 12 años de edad. De modo que, si alguna vez fuera secuestrado, se le podría dirigir una onda radiofónica con una frecuencia específica a su microchip. La señal del microchip se podría enviar, mediante satélite, a la pantalla de la computadora en la central de policía desde dónde se podrían seguir los movimientos del Príncipe.

De hecho se lo podría localizar en cualquier parte del globo. Los medios de comunicación masivos no han indicado que la privacidad de una de una persona implantada desaparezca por el resto de su vida. Se la puede manipular de muchas maneras. Empleando frecuencias diferentes, el controlador secreto de este equipo puede incluso cambiar la vida emocional de una persona. Se lo puede volver agresivo o letárgico. Y hasta se puede influir artificialmente en su sexualidad. Se pueden leer las señales del pensamiento y el pensamiento subconsciente, se pueden afectar y hasta inducir los sueños, todo sin el conocimiento o consentimiento de la persona implantada.

De esta forma se puede crear un soldado cibernético perfecto. Esta secreta tecnología ha sido usada por las fuerzas militares en ciertos países de la NATO desde los ’80 sin que las poblaciones civil y académica supieran nada al respecto. Por ello, existe poca información acerca de dichos sistemas invasivos para el control de la mente en las publicaciones profesionales y académicas. El grupo Inteligencia en Señales de la NSA puede monitorear remotamente la información proveniente de los cerebros humanos mediante la decodificación de los potenciales evocados (3.50HZ, 5 miliwatts) emitidos por el cerebro. Se ha encontrado que prisioneros usados en experimentos tanto en Gothenburg, Suecia y Viena, Austria presentan lesiones cerebrales evidentes.

La disminución de la circulación sanguínea y la falta de oxígeno en los lóbulos frontales temporales derechos se producen en los casos en que los implantes cerebrales están usualmente funcionando. Un finlandés empleado para un experimento presentó atrofia cerebral y ataques intermitentes de inconsciencia debido a la falta de oxígeno. Las técnicas de Control de la Mente se pueden utilizar con fines políticos. El objetivo de los controladores mentales en la actualidad es inducir a las personas o grupos «objetivo» a actuar contra sus propias convicciones e intereses. Incluso se pueden programar individuos zombificados para que asesinen y no recuerden nada después del crimen. Se pueden encontrar ejemplos alarmantes de este fenómeno en EEUU Esta «guerra silenciosa» está siendo conducida por agencias de inteligencia y militares contra soldados y civiles ignorantes.

Desde 1980, la estimulación electrónica del cerebro (EEC) ha sido secretamente empleada para controlar personas «objetivo» sin su conocimiento o consentimiento. Todos los acuerdos internacionales sobre derechos humanos prohiben la manipulación no consensuada de seres humanos – incluso en las prisiones, sin mencionar a las poblaciones civiles. Bajo una iniciativa del senador americano John Glenn, en Enero de 1997 se comenzaron a tratar los peligros de radiar a las poblaciones civiles. El control de las funciones cerebrales de las personas con campos y haces electromagnéticos (provenientes de helicópteros y aviones, satélites, camionetas estacionadas, casas vecinas, postes de teléfono, aparatos eléctricos, teléfonos móviles, TV, la radio, etc.) es parte del problema de la radiación que debe ser tratado en los organismos gubernamentales elegidos democráticamente . Además del control electrónico de la mente, también se han desarrollado métodos químicos. Se pueden introducir drogas que produzcan alteraciones mentales y diferentes gases inhalantes que afecten el funcionamiento cerebral de manera negativa en conductos aéreos o cañerías de agua. También se han probado de esta manera bacterias y virus en varios países.

La supertecnología de hoy, al conectar las funciones de nuestro cerebro a través de microchips (o incluso sin ellos, según la última tecnología) con las computadoras por medio de satélites en EEUU o Israel, constituye la amenaza más grave contra la humanidad. Las últimas supercomputadoras son suficientemente poderosas como para monitorear la población del mundo entero. ¿Qué pasará cuándo las personas sean tentadas mediante premisas falsas para que permitan el implante de microchips en sus cuerpos? Una tentación será el documento de identidad en microchip. Hasta se ha propuesto secretamente una legislación obligatoria en EEUU para penalizar la extracción de dicho implante identificatorio. ¿Estamos listos para la robotization de humanidad y la eliminación total de la privacidad, incluida la libertad de pensamiento? ¿Cuántos de nosotros querrían ceder su vida entera, incluidos sus pensamientos más confidenciales, al Gran Hermano? Sin embargo, existe la tecnología para crear un Nuevo Orden Mundial totalitario. Existen sistemas de comunicación neurológicos encubiertos para neutralizar el pensamiento independiente y controlar la actividad social y política en nombre de intereses privados y militares propios.

Cuando nuestras funciones cerebrales ya estén conectadas a las supercomputadoras por medio de implantes de radio y microchips, será demasiado tarde para protestar. Solo se podrá evitar esta amenaza educando al público, utilizando la literatura existente sobre biotelemetría e información obtenida en congresos internacionales.

Una de las razones por las cuales esta tecnología ha permanecido como secreto de estado es el difundido prestigio IV Manual Estadístico de Diagnóstico psiquiátrico elaborado por la Asociación de Psiquiatría Americana e impreso en 18 idiomas. Los psiquiatras empleados por las agencias de inteligencia americanas sin ninguna duda participaron en la redacción y revisión de este manual. Esta «biblia» psiquiátrica encubre el desarrollo secreto de tecnologías para el Control de la Mente rotulando algunos de sus efectos como síntomas de esquizofrenia paranoica. De esta manera, las víctimas sometidas a experimentos relacionados al control de la mente son habitualmente diagnosticadas como enfermos mentales por médicos que se aprendieron la lista de «síntomas» DSM en la Facultad de Medicina. No se le ha enseñado a los médicos que los pacientes pueden estar diciendo la verdad cuando refieren haber sido manipulados en contra de su voluntad o haber sido usados como conejillos de india para formas electrónicas, químicas y bacteriológicas de guerra psicológica.

Es tiempo se está agotando para cambiar la dirección de la medicina militar, y asegurar el futuro de libertad humana.

Este artículo fue originalmente publicado en la 36ta edición de la revista en idioma finlandés PEKULA (3er trimestre, 1999). SPEKULA (circulación 6500) es una publicación de estudiantes de medicina y médicos de la Universidad Oulu OLK (Oulun Laaketieteellinen Kilta) de Finlanda del norte. Esta es enviada por correo a todo los estudiantes de medicina de Finlandia y a todos los médicos del Finlandia del norte.

Referencias

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2. Truth Editorial Jan 10 1923
3. National AntiVaccination League
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5. Vaccination Condemned Elben Better Life Research 1981
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7. Daily Mirror 1976
8. New England Journal of Medicine Mar 26 1987
9. Dr R.Nicholson Bulletin of Medical Ethics Aug 1995
10. Mail on Sunday Sep 22 1996
11. D Q Haney Albuquerque Journal Nov 23 1992
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41. Canine Health Census PO Box 1 Longnor Derbys SK17 0JD
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44. Vaccination Social Violence and Criminality Coulter H N. Atlantic 1990
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46. The Abolitionist May 1 1928
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51. Daily Express May 25 1994
52. Dr T.Stuttaford Times Feb 3 1997

Fuente: Vivalavida.org

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Cienciología, la polémica “religión” de Tom Cruise

Cuenta una polémica doctrina. Miles de sus seguidores se desempeñan en una orden religiosa llamada la Organización del Mar y realizan un entrenamiento de alto nivel a bordo de un barco en el Caribe.

No tiene nada de raro que las celebridades promuevan su fe. Lo hizo Madonna con la Cábala, Richard Gere con el Budismo, Mohamed Ali con el Islam y Tom Cruise con la Cienciología. No fue una controversia más cuando Cruise criticó a Brooke Shields por tomar antidepresivos y luego reprendió al conductor de TV, Matt Lauer, por sugerir que el tratamiento psiquiátrico podía ayudar a algunos pacientes. Se trató del más reciente capítulo en una prolongada campaña contra la psiquiatría y la industria farmacéutica que libra esta religión con sede en Los Angeles, inmersa en controversias desde su fundación hace 51 años.

La Cienciología y la psiquiatría ofrecen explicaciones contrarias sobre la fuente de los problemas mentales y las técnicas para tratarlos. La Cienciología fue creada por el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard. En su libro «Dianetics«, de 1950, Hubbard sostuvo que el «tetan» (alma) sufre de «engramas» negativos implantados en esta vida y en innumerables vidas anteriores (La iglesia evita usar la palabra «reencarnación«). Los «auditores» de la Cienciología ayudan a sus clientes a enfrentar sus problemas usando un «e-meter» similar a un detector de mentiras, buscando un estado que llaman «claro» y luego van avanzando por medio de varios niveles del «Thetan operativo«.

La Cienciología sostiene que la psiquiatría «no cumple ninguna definición conocida de ciencia con su mezcolanza de teorías no comprobadas que nunca han producido resultado alguno«. Considera que la dependencia de sicotrópicos es tan peligrosa como los antiguos tratamientos de los electrochoques y las lobotomías. El presidente de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría calificó recientemente de irresponsable que Cruise «disuadiera a las personas con enfermedades mentales a recibir la atención que necesitan«. «La investigación rigurosa, publicada y revisada por sus pares demuestra claramente que el tratamiento siquiátrico da resultados efectivos«, dijeron desde la asociación.

Hubbard murió en 1986, pero su Iglesia ha seguido encontrando partidarios y suscitando controversias legales. A lo largo de las décadas, la Cienciología ha sido blanco -o iniciadora- de un número inusual de ataques legales y retóricos. Estos no sólo han involucrado a psiquiatras sino a ex miembros desafectos y agencias gubernamentales, primero en Estados Unidos y más tarde en otras naciones a medida que las misiones de la iglesia se expandían.

En los últimos años el conflicto con el gobierno alemán ha sido particularmente agitado, aunque la iglesia dice haber conseguido recientes victorias legales. Una batalla épica con el Servicio de Rentas Internas de Estados Unidos se prolongó 39 años y terminó en 1993 con la concesión de la exención impositiva. La cuestión básica del problema era: ¿qué es lo que define una religión? David Bromley, sociólogo en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia, dice que la Cienciología planteó un problema complejo porque «no se encuadraba en el modelo religioso estándar» y que «tenía los elementos de una religión y a la vez de un negocio, y comenzó como terapia de dianética«.

J. Gordon Melton, director de la «Enciclopedia de Religiones Estadounidenses«, dice que «una religión lidia con los interrogantes últimos de la vida más allá de los límites de la ciencia para los que necesitamos respuestas«, y que la Cienciología cumple ese requisito, pero no, por ejemplo, la Masonería. Melton caracteriza la Cienciología como una fe «New Age» afín a la herejía gnóstica expulsada por la cristiandad en sus orígenes. Dice que los gnósticos ven «el alma atrapada en el cuerpo» y que ofrecen los medios para evadirse a un «estatus divino«.

La Cienciología, al parecer, también se asemeja al gnosticismo en que imparte conocimientos secretos a elites. Los críticos en Xenu.net y otras fuentes dicen que a los cientólogos avanzados les enseñan que hace 75 millones de años el gobernante cósmico Xenu paralizó a miles de millones de personas en nuestra galaxia, las apiñó en la Tierra y destruyó sus cuerpos con bombas de hidrógeno, aunque las almas traumatizadas sobrevivieron. La iglesia no discute abiertamente dicha cuestión.

La Cienciología es dirigida por David Miscavige, titular de su Centro Tecnológico Religioso, y el presidente de la iglesia Heber Jentzsch opera como administrador. Otros miles se desempeñan en una orden religiosa llamada la Organización del Mar. El entrenamiento de alto nivel se lleva a cabo a bordo de un barco en el Caribe. La religión desarrolla servicios dominicales y considera las disertaciones grabadas de Hubbard y las 500 mil páginas de sus escritos como escrituras. La teología de Hubbard dice que el ser humano es básicamente bueno y que lo que la gente llama Dios o Ser Supremo «se define correctamente como infinidad» y no es objeto de culto.

La iglesia no reporta sus ingresos. Sus críticos la consideran un negocio comercial y dicen que las donaciones que espera a cambio de las sesiones de auditoría y entrenamiento son exorbitantes. La Iglesia dice que las donaciones van desde los 100 dólares por una auditoría de introducción a los 2.000 por un curso más intensivo; y compara esto con el costo de una educación universitaria. Melton equipara esto con los diezmos que los cristianos pagan durante su vida.

Otra queja común es que los cienciólogos hostigan a los desertores y a los críticos, particularmente por medio de una secreta Oficina del Guardián. La iglesia dice que esa oficina ha sido abolida desde hace tiempo. Miscavige dijo que la Cienciología es «la única religión importante nueva del siglo XX» y «la religión de mayor crecimiento en el mundo«. Esas afirmaciones son debatibles, la iglesia dice tener 4.228 centros en el mundo (426 en Estados Unidos) comparados con solamente 1.855 en el 2.000. Otras 1.002 instalaciones trabajan en alfabetización, rehabilitación de drogadictos o entrenamiento de presos. Aseguran que hay unos 10 millones de cientólogos activos en el mundo, un tercio de ellos en Estados Unidos. Melton, un observador amistoso, considera que esa cifra es exagerada.

Pero el evangelismo continúa, auxiliado por reclutas como Cruise. Mientras, Jentzsch dice que la Cienciología se está tornando menos controversial a medida que la gente aprende más sobre ella y que las hostilidades merman. Y asegura que en Estados Unidos «no hay ninguna demanda planteada«.

Fuente: Clarín