Gonzalo Anti New World Order


¿Alguien sabe para qué sirve la ONU?

Vicky Peláez

Columna por Vicky Peláez

“No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”. (Aristóteles 384- 322 AC)

Si alguien preguntara a algún joven, en cualquier punto del planeta, para qué sirve la ONU, estoy casi segura que diría que es un organismo donde los poderosos del mundo deciden dónde y a cual país invadir o iniciarle una guerra.

Muy pocos de estas nuevas generaciones saben que este mes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra sus 66 años y que su principal propósito era ser el máximo garante de la preservación de la paz y la justicia social en el mundo.

Pero nunca lo ha logrado. Con un presupuesto anual de cinco mil 160 millones de dólares y con aportes adicionales de 193 países miembros para diferentes programas, la ONU tiene teóricamente todas las condiciones para cumplir con su agenda de paz, sin embargo la realidad es diferente.

Desde su creación se convirtió en un instrumento de la política exterior norteamericana orientada al dominio del planeta que fue restringida solamente durante la existencia de la Unión Soviética.

Fue famoso el veto de la URSS en cada intento de los Estados Unidos de convertir el mundo en su rancho privado. En los primeros diez años de la existencia de la ONU, el canciller soviético Viacheslav Mólotov fue bautizado inclusive por los norteamericanos como “Mr. Veto”.

El siguiente ministro de relaciones exteriores de la URSS, Andrei Gromiko que estuvo en el cargo de 1957 a 1985 fue también llamado “MR. Nyet”.

Pero el problema era, como dijo el mismo Gromiko, que “yo escuché el NO occidental con mucha más frecuencia que el mío Nyet”. Fue precisamente Gromiko quien promovió la idea de “rasriadka” (distensión) con Norteamérica, de la no proliferación de las armas nucleares, acuerdos de prevención de guerra etc…etc.

Con la disolución de la URSS, Estados Unidos se convirtió en el verdadero y el único amo de las Naciones Unidas amenazando a la organización de reducir su aporte financiero en el caso de no aprobar su agenda. Si tomamos en cuenta que Norteamérica cubre el 25 por ciento del presupuesto de la ONU que crece cada año, mientras que China y Rusia aportan 1.5 por ciento cada uno, igual como el Brasil, entonces podremos imaginar el poder financiero estadounidense sobre las decisiones políticas del supuesto garante de la paz en el mundo.

La llamada “prudencia diplomática” de China y Rusia en los últimos 15 años ha sido interpretado por los EEUU como un signo de debilidad, inseguridad y de la no existencia de una bien definida agenda geoestratégica de estos países debido a su rápido ingreso en el mundo globalizado sin definir claramente su propio espacio en él y sus intereses.

Norteamérica se aprovechó de este vacío e hizo de la ONU una promotora y ejecutora de su proyecto “El Siglo del Dominio Absoluto Norteamericano” que apareció a la luz pública en 1997 bajo el nombre del Project for the New American Century (PNAC). Este dominio se expandió primeramente hacia la Unión Europea que fácilmente se convirtió en un dócil aliado con su brazo armado de la OTAN que funge ahora de las fuerzas armadas de las Naciones Unidas.

Como paso seguido empezó su era de las “guerras preventivas”, “revoluciones de colores”, “caos controlado”, “revoluciones democráticas árabes” y no se sabe que nombres más inventarán para justificar lo injustificable: las guerras.

Así ya en 1997 decidieron con la aprobación del presidente Clinton de empezar una guerra contra Irak y Afganistán. Ya en 1998 los halcones del PNAC empezaron a preparar a la población norteamericana sobre “el caos en los países africanos y árabes”, incluyendo la “rebelión” en Libia.

Para empezar las guerras del Siglo XXI elaboraban un pretexto ficticio y lo presentaban a las Naciones Unidas para que diera su aprobación para una guerra de turno. Los expertos de la ONU no investigan nada o hacen una comedia con su verificación que siempre coincide con los argumentos norteamericanos. Si alguno de los supervisores internacionales se opone a la directiva de las Naciones Unidas lo sacan del caso o lo retiran del servicio. Así “comprobaron” que Irak tenía armas de destrucción masiva, un pretexto suficiente para autorizar la guerra.

Lo mismo pasó con Afganistán, cuyos mujahidines supuestamente “participaron en la destrucción de las Torres Gemelas” y recientemente las Naciones Unidas aceptaron la versión de la OTAN, que  “las bombas de los aviones de Muamar Gadafi masacraron la población civil en Bengasi”.

Un pretexto “sacado de los pelos” pero de acuerdo a lo planificado por el PNAC en los años 1990. Decía el proyecto que “la guerra no terminará en Afganistán sino se expandirá a otros países y producirá muchos cambios en el mundo árabe. Vamos a hacer la guerra con el apoyo de los miembros de la ONU o sin su aprobación. Ni siquiera estamos al comienzo del inicio”.

Por supuesto, la ONU como siempre, al ver  que no existe ni el Niet ruso ni el BU chino sino su “prudente y sumisa abstención” dio su visto bueno al ataque de la OTAN contra Libia de Gadafi. Se olvidó el Secretario General de la ONUBan Ki–moon que había planificado entregar a Gadafi el Premio de la ONUpor el “excelente récord humanitario en Libia”. Pero aquel premio fue reemplazado por las bombas autorizadas por las Naciones Unidas en base de una falsa acusación occidental.

A estas barbaridades se suman el bloqueo económico contra Cuba, la persecución y las masacres cotidianas de los palestinos por Israel, las guerras en África y todo con la venia de las Naciones Unidas.

¿Para qué sirve la ONU que ha perdido o de repente jamás ha tenido la voluntad de justicia? Entonces, si no se puede salvar es mejor abolirla.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Fuente: RIA Novosti

La evidencia muestra que el ataque terrorista de Noruega fue una bandera falsa

Kurt Nimmo

Antes de los acontecimientos en Noruega, el Departamento de Seguridad Nacional dio a conocer un video de propaganda que caracterizaba a estadounidenses blancos de clase media como  terroristas y  miembros de Al Qaeda blancos, un término diseñado  para combinar la imagen creada por la CIA del grupo terrorista islámico y los «extremistas de derecha» en los Estados Unidos.

El video de la DHS es parte de la campaña histérica del  gobierno «Ve algo, diga algo»  y que en su informe en 2009 que se filtró a los medios de comunicación, designa a los liberales y los defensores de designación de la Segunda Enmienda como terroristas y extremistas de derecha.

El presunto autor del atentado de Noruega  se describe como un extremista de derecha y  antiguo miembro de un partido político popular que se considera a sí mismo como un «partido del pueblo libertario«, con una ideología basada en el liberalismo clásico.

Anders Behring Breivik era a la vez  miembro del Partido del Progreso, de acuerdo con informes de prensa. Fue miembro desde 2004 hasta 2006 y en su partido de la juventud desde 1997 hasta el año 2007.

El Partido del Progreso se  identifica como una organización libertaria populista y su principal objetivo declarado es la reducción de  impuestos y la intervención del gobierno. El CFR dice que el Partido del Progreso y los partidos políticos similares en Suecia y Finlandia representan un movimiento Tea Party europeo en aumento. En los EEUU, el Tea Party se ha opuesto a los rescates de los banqueros por el gobierno y ha hecho un llamamiento para poner fin a la Reserva Federal.

La UE, el FMI y los banqueros internacionales están preocupados por el creciente populismo en Europa. «El aumento del populismo político en Europa, impulsado por la ira pública sobre el impacto de la crisis financiera, amenaza con hacer que la solución de los problemas de la zona euro como la deuda sea cada vez más difícil«,  reportó en Abril Reuters.

Millones de europeos se oponen a que asalten sus arcas para pagar la deuda ideada por los banqueros y convirtiendo un gran número de partidos políticos como el de Verdaderos Finlandeses (The True Finns).

El tablón principal de la campaña de Verdaderos Finlandeses es la oposición a la financiación de un plan de rescate para Portugal. En Abril, el grupo finlandés salió de una relativa oscuridad y se instaló en el centro de la atención política. Su repentina popularidad sorprendió al establishment europeo.

El ataque de falsa bandera de Noruega llega debido al crecimiento del populismo en Alemania, el mayor contribuidor de la deuda artificial en Europa .

Los políticos del establishment en Alemania han rechazado un segundo plan de rescate. «Lo hicimos una vez, y no podemos hacerlo por segunda vez, simplemente no podemos«, dijo Jochen Sanio, presidente del supervisor de mercados financieros aleman BaFin. Sanio dijo que si el gobierno asalta el tesoro alemán de nuevo los «contribuyentes nos colgarán a todos nosotros«.

La UE y la clase política europea están en deuda con los banqueros y sus «libre mercado» – así como la libertad de saquear una y otra vez – las políticas neoliberales han sacado todas las paradas en un esfuerzo por aplastar la resistencia a los rescates sin fin diseñada para romper economías locales y destruir la soberanía nacional.

No es un error que los medios corporativos estén comparando a Anders Behring Breivik y Timothy McVeigh. Horas después del ataque terrorista, la radio y televisión pública de Noruega NRK citando a Tore Bjorgo de la Escuela de Policía de Oslo,  dijo que el ataque se parecía a la explosión del edificio federal en Oklahoma City. El ataque de 1995 atribuido a Timothy McVeigh matando a 168 personas.

Bjorgo mencionó a los Diarios de Turner, la novela «anti-gobierno» escrita por William Pierce Lutero, el ex líder de la organización nacionalista blanco Alianza Nacional. La novela se presentó como evidencia durante el juicio de Timothy McVeigh, el chivo expiatorio puesto por agentes del gobierno para ser acusado del atentado.

El atentado de Oklahoma City fue un caso de bandera falsa usado para lanzar varios aspectos draconianos de la policía estatal en la década de 1990. Tras el ataque, el Congreso aprobó a instancias del entonces presidente Clinton una serie de propuestas de seguridad nacional que construyó la fundación y los antecedentes establecidos por la Ley Patriota en respuesta a los ataques del 11 de Septiembre de 2011.

Además de establecer una base para la llamada legislación antiterrorista, el atentado de Oklahoma City se utilizó para satanizar al movimiento patriota que se formó en respuesta al ataque del gobierno a la Rama de los Davidianos en Waco el 19 de Abril de 1993.

Los ataques de bandera falsa seguido por campañas de propaganda intensa es uno de los varios métodos utilizados por el gobierno para neutralizar la oposición política.

Breivik es, obviamente, un chivo expiatorio de una operación Gladio para destruir a la oposición política que está en contra de los banqueros. Operación Gladio fue una «estrategia de tensión«, ideada por la elite que empleaba el terrorismo – el asesinato y los atentados – para desacreditar a los opositores políticos en Europa. Fue puesta en marcha por la CIA, en parte, con ex-miembros de la policía secreta de Mussolini.

En los próximos días, podemos esperar más acontecimientos de bandera falsa. Estos serán utilizados por los medios corporativos para presentar a los opositores de la estafa bancaria como terroristas asesinos de niños. Para la élite global, los asesionatos en masa culpando de ellos a los opositores políticos es un instrumento legítimo en su plan para acabar con la economía nacional e instalar un gobierno mundial totalitario y un sistema bancario de corte neofeudal.

Fuente 1: Infowars

Fuente 2: Chemtrail Sevilla

Fuente 3: Movimiento Anti NWO

Más allá de Obama: ¿Alguien se preguntó porqué EEUU domina el mundo?

(IAR Noticias) 05-Junio-2011

EEUU no domina el mundo por formulaciones doctrinarias político-diplomáticas o eventuales discursos «democráticos» o «militaristas» de sus presidentes, sino porque impone al resto de los países la lógica de su poderío militar y económico, indestructible, salvo por un estallido nuclear del planeta.

Por Manuel Freytas (*)
manuelfreytas@iarnoticias.com
Informe especial

1) El discurso impuesto como realidad

La prensa mundial y los analistas del sistema han puesto de «moda» el análisis de los procesos económicos, militares y políticos de EEUU partiendo de los discursos del empleado (el presidente de turno en la Casa Blanca) y no de la dinámica funcional del patrón (los intereses de la estructura capitalista sionista que controla al presidente de EEUU).

En los medios de comunicación del sistema la interpretación del rol del presidente de EEUU está generalmente disociado de los intereses estratégicos (planetarios) del poder capitalista que representa la Casa Blanca.

La costumbre mediática de analizar los discursos del gerente USA despojados de la realidad estructural totalizada de la empresa capitalista imperial que controla la Casa Blanca, dio como resultante que las mayorías planetarias crean que los EEUU se manejan exclusivamente por la voluntad y la decisión de sus presidentes de turno.

Este falsa percepción (inducida por el propio poder imperial) se traslada a las mayorías que hablan y «comentan familiarmente» sobre los presidentes USA como si fueran personajes de la farándula , ignorando por completo la realidad estructural y funcional del poder estratégico de dominación imperial de EEUU que los controla.

Esta disociación conceptual entre el poder imperial central y los discursos de su presidente de turno, posibilitó recrear la mística del «nuevo sueño americano» y generar una expectativa de «reciclamiento democrático» del Imperio USA en la figura y en los discursos de Barack Obama.

Obviando la realidad estratégica del dominio hegemónico geopolítico-militar-nuclear de EEUU (cuya dinámica se nutre y retroalimenta con la conquista militar permanente de países y la depredación de recursos estratégicos a escala global) la prensa mundial y sus analistas edificaron en la figura y en los discursos de Obama una «nueva alternativa mundial» con EEUU renunciando a su status de potencia imperial dominante.

Con el acceso de Barack Obama a la presidencia de EEUU, se desarrolló una campaña mediática destinada a hacer creer a las mayorías mundiales que la primera potencia capitalista imperial, empantanada en Irak y Afganistán, con su sistema financiero pulverizado por la crisis y por una recesión económica de efectos imprevisibles, se podía recrear a sí misma generando nuevas expectativas y cambios «democráticos» de política a nivel mundial.

Como sostiene Henry Kissinger, Barack Obama proclamó desde su discurso «una especie de orden mundial sin una potencia dominante en el que la potencia que puede dominar dirige a través de la automoderación«.

De acuerdo con el histórico gurú del sionismo imperial, en el discurso de Obama «el liderazgo estadounidense deriva de la disposición a escuchar y de afirmaciones inspiradoras. La acción común surge de convicciones compartidas. El poder emerge de un sentido de comunidad, no de la acción unilateral, y se ejerce mediante la asignación de responsabilidades según los recursos de un país«.

Desde el punto de vista de la realidad estratégica imperial, el Nuevo Orden Mundial «multilateral» proclamado por Obama sólo se trata de ilusionismo fabricado para incautos.

La construcción conceptual y discursiva de un EEUU «automoderado» que rompe con la «unilateralidad militarista» de la era Bush, ya choca con la realidad de la gestión de Obama en la Casa Blanca.

Durante sus primeros 90 días de gobierno, y mientras reafirmaba en sus discursos la «renuncia de EEUU a su rol de potencia imperial dominante«, Barack Obama decidió profundizar la ocupación militar enviando más tropas a Afganistán, elevar el presupuesto militar estadounidense a niveles récord, e imponer (a través del G-20 y el FMI) un nuevo plan de endeudamiento para hacer pagar la crisis financiera imperial a los pueblos de Asia, África y América Latina.

En Marzo pasado, el gerente imperial ordenó el primer bombardeo a Libia que hoy se encuentra despedazada y balcanizada bajo los ataques aéreos constantes de la OTAN que junto con el Pentágono ensayan un nuevo tipo de invasión contra un país petrolero.

Esta es la mejor prueba de que las políticas estratégicas de supervivencia imperial del Estado USA están por encima de la voluntad personal (o del discurso electoral «democrático«) del eventual gerente que ocupe la Casa Blanca.

Como ya está probado en forma histórica y estadística: En EEUU, la potencia locomotora del capitalismo sionista a escala global, no gobiernan los presidentes o los partidos, sino la élite económica-financiera (el poder real) que controla la Reserva Federal, el Tesoro, Wall Street, el Complejo Militar Industrial y Silicon Valley.

Terminada las luces artificiales de la campaña electoral, demócratas y republicanos dejan de agredirse y se complementan en un diseño de política estratégica de Estado en defensa de los intereses de las grandes corporaciones económicas que marcan el accionar de las políticas internas y de la conquista de mercados encubierta en las «guerras preventivas» contra el «terrorismo«.

Y en la práctica, esas políticas imperiales (y su continuidad en el tiempo) no tienen nada que ver con el discurso y los nuevos preceptos «doctrinarios» expresados por el gerente de turno en la Casa Blanca, en este caso Obama.

2) El poder militar imperial

Como primer concepto estratégico, es necesario aclarar que EEUU no domina el mundo ni se constituyó en primera potencia imperial capitalista con los discursos de sus presidentes eventuales, sino con el aparato aparato nuclear-militar más poderoso del mundo, siete flotas con poder atómico surcando los océanos y cerca de mil bases militares rodeando los puntos estratégicos del planeta.

A la hora de controlar el mundo del capitalismo trasnacionalizado, EEUU no utiliza discursos presidenciales sino estrategias de dominación enmarcadas en la supremacía mundial de su poderío militar y económico.

La actual proyección global del poder militar EEUU, se divide en cinco comandos regionales distribuidos en los cinco continentes: el Joint Forces Command (USJFCOM) para la región de América del Norte; el Southern Command (USSOUTHCOM) para América del Sur; el Pacific Command (USPACOM) para Asia y Oceanía; el European Command (USEUCOM) para Europa y África; y el Central Command (USCENTCOM) para las regiones del noreste y cuerno africano, Península Arábiga, Golfo Pérsico y Asia Central.

El 1 de Octubre de 2007 entró en operaciones el USAFRICOM, o AFRICOM, un Mando Combatiente Unificado del Pentágono, responsable de las operaciones militares de EEUU en relación con las 53 naciones africanas (excepto Egipto). Pasó a ser totalmente autónomo y operativo el 30 de Septiembre de 2008.

EEUU posee el mayor arsenal de armas de destrucción masiva del mundo, y es el único que ha utilizado alguna vez armas nucleares en la práctica, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de Agosto de 1945). En la actualidad el arsenal nuclear USA cuenta con 534 misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de los modelos Minuteman III y Peacekeeper; 432 misiles balísticos de lanzamiento submarino (SLBM) Trident C4 y D5 (desplegados en los 17 submarinos clase Ohio) y aproximadamente dos centenares de bombarderos nucleares de largo alcance, entre los que se cuentan 16 «invisibles» del tipo B-2. El total de cabezas nucleares desplegadas podría oscilar, según fuentes militares, entre 5.000 y 10.000.

Exceptuando Rusia, el poder nuclear-militar de EEUU supera al de todas las superpotencias capitalistas juntas.

Con un presupuesto que ya supera los US$ 800.000 millones las fuerzas armadas combinadas del Pentágono superan los dos millones de efectivos, esparcidos en los cinco continentes, equipados con la mejor tecnología del mundo, con el mejor entrenamiento y la mejor paga profesional de todo el planeta.

EEUU cuenta con cerca de 1000 bases militares distribuidas en todo el mundo y un despliegue operativo de sus fuerzas armadas que abarca a más de 180 países de Europa, Asia, África y América Latina.

Su estructura de poder naval cubre todos los océanos y mares del mundo con siete flotas operativas cuyas unidades de combate (buques, submarinos y aviones) están equipadas con poder nuclear.

Ese poder hoy no está al servicio de los discursos «democráticos» de Obama, sino (como siempre lo estuvo) al servicio de la expansión de los bancos y corporaciones imperiales que extraen su mayor tasa de rentabilidad capitalista de las políticas de conquista militar que sostienen el edificio de la primera potencia imperial.

3) La línea de continuidad histórica

Hay una línea de continuidad histórica que rige la política militar del imperio rector (más allá del discurso de sus presidentes):

Con la administración del demócrata James Carter, en la década del setenta, se estableció la llamada «Doctrina Carter» que estipuló que cualquier movimiento por parte de un poder «hostil» que pretendiera ganar el control de la región del Golfo Pérsico, – y consecuentemente sobre los enormes recursos energéticos de la misma – deberá ser considerado como un ataque contra los intereses vitales de EEUU justificando el uso de la fuerza militar para rechazarlo.

Durante la administración del republicano Ronald Reagan, en Enero de 1983, las Rapid Deployment Joint Task Forces (RDJTF) se convirtieron en el US Central Command (USCENTCOM), cuya misión abarca la proyección estratégica del poder militar de EEUU sobre los recursos energéticos gasíferos del Golfo Pérsico, el Cáucaso y Asia Central que contienen más del 70% de las reservas mundiales.

El republicano George Bush (padre de W), en 1991 lanzó la primera guerra contra Irak que tuvo como misión reposicionar estratégicamente las fuerzas militares de EEUU en el Golfo Pérsico con proyección hacia las regiones petroleras de Cáucaso y el Asia central.

Con el demócrata Bill Clinton, el aparato militar de EEUU profundizó su avance y extendió su cadena de bases en el Asia Central y en el Cáucaso, se posicionó en el territorio del ex imperio soviético de Europa del Este con el bombardeo y posterior control de Yugoslavia, y sentó las bases de la invasión a Irak con los bombardeos preventivos a ese país.

Con el republicano George W Bush, y bajo el precepto doctrinario de la «guerra contraterrorista«, EEUU invadió militarmente dos enclaves estratégicos para su proyecto de apoderamiento de los recursos energéticos del Golfo Pérsico y del Asia Central: Irak y Afganistán.

Al demócrata Barack Obama, le toca la misión de ampliar y extender el dispositivo del control geopolítico militar sobre los corredores energéticos euroasiáticos con la ocupación militar de Pakistán, el reposicionamiento del poder de EEUU en el Caucaso, y la profundización del control sobre la «llave petrolera» del Golfo Pérsico destruyendo el poder militar de Irán.

Como se puede apreciar, esta realidad emergente de las necesidades estratégicas (reales) de supervivencia del Imperio militar norteamericano no tiene nada que ver con el discurso «democrático» (irreal) de Obama que compran y venden a diario la prensa de mercado y los analistas del sistema.

4) El poder económico imperial

El poder militar de EEUU, y a modo de columna vertebral, sostiene y garantiza a su vez (en carácter de «policía mundial«) la supremacía global y el orden vigente de su poder económico imperial expandido a escala planetaria.

Hay que que precisar que EEUU no cifra su poder de potencia económica hegemónica en los discursos de sus administradores (presidentes) de turno en la Casa Blanca, sino en la imposición imperial vigente del dólar como moneda de transacción y de reserva a escala mundial que le permite a Washington (el emisor del dólar) controlar los procesos tanto de los mercados internos como de los mercados internacionales del sistema capitalista a escala planetaria.

Un 80% de las transacciones internacionales, un 70% de las importaciones mundiales y la casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, según el Banco Mundial y el departamento de Comercio estadounidense.

Según el Banco Internacional de Pagos, el banco central de los bancos centrales, el dólar continúa siendo la «moneda favorita de los bancos centrales» y representa un 55% de sus activos y pasivos en moneda extranjera.

EEUU, la primera economía mundial, Europa, la segunda economía mundial, China, la tercera economía mundial, y Japón la cuarta economía mundial, realizan la mayoría de su comercio en dólares (además de yenes y euros).

Si la divisa estadounidense colapsara, colapsarían EEUU, la Unión Europea, China, India, Japón y Corea del Sur, (los mayores vendedores y compradores del mundo), que juntos suman más 70% de la economía mundial.

Y hay un tercer factor que cierra el círculo geométrico del poder imperial de EEUU: Las primeras 200 corporaciones comerciales, industriales, financieras y tecnológicas del planeta (que dominan los procesos económicos productivos y los comercios exteriores de los países a nivel mundial) cotizan en Wall Street, valorizan sus activos en dólares y depredan el planeta protegidas bajo el «paraguas lobbista» de las embajadas USA.

Además, las más poderosas corporaciones económicas imperiales adquieren bonos del Tesoro de EEUU como «refugio» ante la crisis global, y la mayoría abrumante de los países subdesarrollados o emergentes de Asia, África o América Latina tiene sus reservas en dólares y también adquieren papeles del banco central norteamericano para escapar del colapso económico.

Esta realidad, estadística y verificable, y no el discurso de los presidentes de turno en Washington, es lo que determina las bases estratégicas del poder imperial de EEUU asentado sobre el poder nuclear-militar y la supremacía económica global con el dólar como moneda patrón.

En resumen, EEUU no domina el mundo por medio de eventuales formulaciones doctrinarias político-diplomáticas de «unilateralidad» o «multipolaridad«, o por los eventuales discursos «democráticos» o «militaristas» de sus presidentes, sino porque impone al resto de los países la lógica de su poder militar y económico, indestructible, salvo por un estallido nuclear del planeta.

En este escenario ¿quién puede pensar lógicamente que EEUU va a resignar «mansamente» su rol de potencia dominante, a desaparecer como Imperio regente del sistema capitalista, sin utilizar antes el poder militar destructivo más poderoso del planeta?

¿Y quien pude pensar, sin pecar de insano mental, que EEUU va a renunciar a su dominio militar, a su condición de potencia económica capitalista dominante, para convertirse en una Estado «democrático» que respeta el derecho de los demás por la simple voluntad del doble discurso de Obama?.

Solamente la ignorancia generalizada sobre quién es el empleado (Obama) y quién es el patrón (la estructura de poder imperial que controla la Casa Blanca) permite a la prensa del sistema poner a Obama y a sus discursos marketineros como si fueran el centro decisivo del poder imperial.

Fuente: IAR Noticias

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

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Carta INWO «BIll Clinton»

Posted in cartas inwo,otros temas de interes por Gonzalo Fernandez en noviembre 27, 2010
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Carta INWO "Bill Clinton"

Bill Clinton da +3 en cualquier intento de control de cualquier Grupo Gubernamental que forma parte de los EEUU. Tiene +8 para el control directo de cualquier Grupo Gubernamental.

En cualquier momento en materia de alineaciones de Clinton, tira un dado. Del 1 al 3, el es liberal en este momento. Del 4 al 6, no lo es.

Documental «Agenda Esotérica: Nada es lo que parece», subtitulado en español

Excelente film elaborado por Ben Stewart y llamado originalmente Esoteric Agenda cuyo tema principal es cómo estamos actualmente desconectada del tiempo real y cómo ese hecho nos ha llevado al caos como sociedad en todas las áreas recuperar esa conexión es vital para cambiar nuestra falsa percepción actual de una realidad basada en la dualidad y polaridad, por una de visión sistémica, basada en la unidad y poder no sólo percibir la interconexión de todo, sino vivirlo en nuestra realidad cotidiana, esa visión holística, integrativa, sistémica y sustentable que tanto nos hablan la sabiduría ancestral y ahora redescubierta por la física cuántica, aseverando que la realidad solo existe debido a la consciencia, y es por ésta misma que puede ser modificada, en tiempo presente, aquí y ahora en cuanto nos demos cuanta de quiénes somos, qué hacemos en este planeta, y tomemos consciencia de cuál es nuestro poder para cocrear la realidad… es momento de despertar…

1. 2012, profecía maya, cierre ciclo fin tiempos, armaggedon apocalipsis, gran sol central, calendario maya, centro galáctico, hunab ku, banda fotónica, fotones, astrología, pacal votan, sabiduría antigua, códices, esclavitud, calendario juliano.

2. 2012, simbología, símbolos, metáforas universales ( grial, bautismo, agua, sangre, adn, amén), alineación, ciclos cósmicos, profecías mayas, origenes ceremoniales religiosos, organizaciones secretas, revelaciones historicas de USA (banco, reserva federal fed, ilegitimidad, impuestos, mesa redonda).

3. Encubrimiento, medios de comunicación, gobierno secreto, conspiraciones, control mental, organizaciones secretas (templarios, masones, illuminati), astrología, símbolos esotéricos, secreta conexión USA e Inglaterra, rituales paganos, equinoccios.

4. Manipulación, medios de comunicación, control mental, sumisión, masas, codex alimentarius, transgénicos, desnutrición, hambruna, control, monopolio mediático, contaminación ambiental, teorías conspiratorias, reducción de la población mundial.

5. Conspiración, reducción de la población mundial (transgénicos, hormonas, azúcar dietética, aspartame), contaminación ambiental (agua, flúor, fluoruros, cáncer, prozac, antipresivos) codex alimentarius, calentamiento global, desarrollo sustentable, agenda 21.

6. Medioambiente, transgénicos, biocentrismo, panteísmo, reducción de la población mundial , holocausto ecológico , conspiración, calentamiento global.

7. Crédito y deuda, agenda 21, protocolo de Kioto, codex alimentarius, alimentos transgénicos, provocada hambruna mundial, conspiración, calentamiento global, fed banco central, colpso financiero, caida de la bolsa, amero, paradigmas, polaridad.

8. Manipulación, medios, información, programación masiva, torres del 11S, líderes y visionarios espirituales y científicos, falsa rebelión y pseudolibertad.

9. Pérdida y reducción de los derechos civiles, genocidio en Timor Oriental, mensajes subliminales y programación mental de la media, a través de símbolos y colores.

10. Conspiraciones, atentados y distorsión de los medios.

11. Física cuántica, ADN, universo holográfico, manifestación, consciencia y energía , programación mental, hemisferio cerebral, supresión femenino, efecto 101 monos, red consciencia, sistema energético humano, guerra del Golfo Pérsico y sanciones de la ONU.

12. Relación ADN, consciencia, emociones para su activación, frecuencia del amor, sistema energético humano y planetario, chakras, incremento de la Resonancia Schumann y Fibonacci, la vibración del amor como evolución y elevación de la consciencia.

13. Conclusión.

EEUU exige un Nuevo Orden Mundial ante las crisis económicas

El siguiente video fue expuesto con anterioridad en el Blog de Tony Molony.

¡Muchas gracias camarada por tu trabajo de difusión informativa!

 

Bill Clinton sugiere a EEUU prepararse para la pérdida del dominio global

Posted in noticia,nuevo orden mundial,otros temas de interes por Gonzalo Fernandez en octubre 2, 2010
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Yalta (Ucrania), 2 de Octubre, RIA Novosti – El ex presidente de EEUU, Bill Clinton, cree necesario que Washington  se vaya preparando para la pérdida del dominio global ante el rápido desarrollo de economías emergentes como China e India.

«Cuando una nación tenga economía superior a la nuestra, dependerá exclusivamente de ella, no de EEUU, el adquirir también un mayor poderío militar«, advirtió Clinton al intervenir anoche en la séptima edición del foro Estrategia Europea de Yalta (YES, por su sigla en inglés) que se celebra en la península de Crimea, en Ucrania.

«Quisiera que, una vez perdido el dominio, aún fuésemos influyentes en el sentido positivo«, señaló el ex presidente al agregar que su intención es tender «puentes de amistad» entre EEUU y otras naciones.

También recomendó a EEUU renunciar a algunos privilegios actuales para seguir adelante. «Temprano o tarde, cualquier sistema alcanza un punto en que prefiere preservar las cosas como están en vez de evolucionar (…) Necesitamos coraje para cambiar una vida muy confortable  a fin de que nuestros hijos y nietos vivan en un mundo que aún cambia para mejor«, dijo.

Fuente: RIA Novosti

Imperio reciclado: Por qué Obama hace lo mismo que Bush

Como lo fue Clinton, como lo fue Bush, Barack Obama, más allá de sus discursos «progresistas», es sólo la pieza ejecutora de intereses estratégicos metidos en un tablero global (el poder imperial USA) que excede las voluntades personales de los eventuales gerentes de turno en la Casa Blanca.

Por Manuel Freytas (*)

El antes y el después

Claramente, y como ya lo reconocen los propios analistas del sistema, Obama tuvo un antes (las promesas en el discurso electoral) y un después (la ejecución práctica de las políticas del Estado imperial USA).

En el antes, acompañado de una prolija plataforma publicitaria desarrollada a nivel masivo y planetario, Obama impuso un discurso mediático destinado a hacer creer a las mayorías mundiales que la primera potencia capitalista, empantanada en Irak y Afganistán, con su sistema financiero pulverizado por la crisis y por una recesión económica de efectos imprevisibles, se podía recrear así misma generando nuevas expectativas y cambios estratégicos de política (imperial) a nivel mundial.

Los estrategas publicitarios de Obama diseñaron su imagen y su «futura gestión» como si fuera la contracara de Bush: La politica de Estado ya no sería construida sobre la base de la doctrina militar unilateralista (las invasiones preventivas de Bush), sino sobre los ejes de la democracia multilateralista y la negociación diplomática (la negociación diplomática en sustitución de la acción armada).

La tesis discursiva deslumbró, a tal punto, que algunos analistas llegaron a especular con un Estado imperial norteamericano convertido en un «hermano mayor justo y solidario» de todas las naciones del mundo. Así como Lincoln abolió la esclavitud, a Obama (en el discurso) le estaba reservado el rol de abolir el Estado Imperial capitalista y reconvertirlo en un Estado capitalista «humanizado» y solidario.

En el después, tras su asunción el 20 de enero de 2009, el discurso (como en el cuento de la Cenicienta) desapareció y dejó lugar a la realidad (que siempre había estado en el mismo lugar).

Los mismos  que (por «izquierda» y por «derecha«) vendieron a Obama como la contracara de Bush, hoy coinciden en el dictamen:Obama es lo mismo que Bush.

¿Y porqué Obama es lo mismo que Bush? Obviamente, porque hace lo mismo que Bush: Defiende y aplica la «guerra contraterrorista» en todos su niveles, mantiene las ocupaciones armadas en Irak y Afganistán, se prepara para nuevas acciones militares imperiales contra el «eje del mal» en Medio Oriente, Asia y África, y aplica las recetas ortodoxas del capitalismo depredador a nivel planetario y dentro de las fronteras de EEUU.

¿Quién cambió? ¿Obama, o los que edificaron el mito mediático de Obama más allá de la realidad del Imperio?

La realidad puso las cosas en su lugar, y para entender qué empezó con Obama, primero hay que entender qué empezó con Bush.

Qué empezó con Bush

Para entender lo que siguió (Obama) a la era de Bush, hay que entender primero qué fue lo que empezó con la era de Bush en materia de política estratégica del Estado imperial USA.

La administración Bush, tras el 11-S, no solamente instaló un nuevo sistema de control político y social por medio de la manipulación mediática con el «terrorismo«, sino que además inauguró un «nuevo orden internacional« (sustitutivo de la «guerra fría» con la ex URSS) basado en la «guerra contraterrorista« que sirvió de justificación a las nuevas estrategias expansionistas del Imperio norteamericano y de las trasnacionales capitalistas.

En términos geopolíticos y militar-estratégicos, con la utilización de la leyenda mediática de Bin Laden y el peligro del «terrorismo internacional«, a partir del 11-S el Imperio norteamericano (potencia locomotora unipolar del planeta desde la caída de la URSS) sustituía aspectos claves de su supervivencia como Estado imperial.

Las líneas matrices con Obama

Hoy, ya sin Bush y con Obama en la Casa Blanca, el uso «multifunción» de la leyenda mediática de Bin Laden y el «terrorismo internacional«, excede las fronteras de EEUU y se convierte en lógica esencial de preservación política, militar y económica no solamente del Imperio norteamericano sino de todo el sistema capitalista en su conjunto.

Al imponer la «guerra contraterrorista global» nivelada como hipótesis de conflicto central para todas las naciones, EEUU reafirmó su propia doctrina de «seguridad nacional» y agenda de «guerras preventivas» en todo el planeta.

Eso explica porque Obama (tal cual lo hizo Bush) fundamenta su política exterior imperial en la existencia virtual del hoy «eje terrorista» Bin LadenAl Qaeda, creado por la CIA como aliado durante la «Guerra Fría«, para expulsar a los soviéticos de Afganistán en la década del 80.

En primer lugar, el nuevo «enemigo estratégico» tras el 11-S (el «terrorismo«), vino a compensar la figura que había desaparecido con la caída de la Unión Soviética y que entonces legitimaba con su presencia (y en el marco de la Guerra Fría) las guerras de invasión y la carrera armamentista, las cuales engordaban las ganancias de las megacorporaciones del Complejo Militar Industrial y de los bancos de Wall Street, quienes desde siempre habían lucrado con las «reconstrucciones» de los países conquistados.

En segundo lugar, la leyenda mediática de Bin Laden sirvió para justificar una nueva «doctrina de seguridad nacional«estadounidense que tiene al «terrorismo internacional» y a las dictaduras del «eje del mal» que «lo protegen» como el justificativo esencial de las «guerras preventivas» que la maquinaria militar norteamericana lanzó después del 11-S para apoderarse de mercados y de recursos naturales, principalmente petróleo.

En tercer lugar, la leyenda mediática de Bin Laden sirvió a su vez, a la administración Bush (como ahora le sirve a Obama) para establecer un sistema de control político y social (realizado mediante la manipulación de conducta colectiva con el miedo al terrorismo) que fue utilizado tanto dentro de EEUU como fuera de sus fronteras cada vez que Washington necesitaba imponer su estrategia imperial o conseguir consenso internacional.

En cuarto lugar, con la leyenda mediática de Bin Laden y el «terrorismo de Al Qaeda» Washington elaboró una nueva «hipótesis de conflicto militar» con la cual funcionan no solamente los ejércitos y policías de los países dependientes (como es el caso de América Latina) sino también los de las potencias capitalistas centrales, principalmente de la Unión Europea, socias encubiertas de las depredaciones y conquistas militares del Imperio yanqui.

En quinto lugar, y a nivel control político social (tanto en países dependientes como en las potencias centrales) la «guerra contraterrorista» sirvió de justificación y de base argumental para la elaboración de legislaciones represivas y de «criminalización» de los conflictos sociales asociándolos con «actividades terroristas«.

Con la «era Bin Laden» el «terrorismo» suple a la lógica del dominio por medio de la guerra militar convencional  y sirve como justificación global de las políticas de sometimiento y control social aplicadas por el sistema capitalista trasnacional con EEUU a la cabeza.

De esta manera, al imponer la «guerra contraterrorista global» nivelada como hipótesis de conflicto central para todas las naciones, EEUU reafirmó su propia doctrina de «seguridad nacional» y agenda de «guerras preventivas» en todo el planeta.

La conformación de acuerdos militares y de «planes contraterroristas» por parte de los Estados (tanto centrales como dependientes), aseguran, a su vez, que los complejos militares y la industria de la guerra sigan funcionando a full movilizando tecnología de punta y capital financiero con asiento en la catedral de Wall Street.

Esto explica porqué, ya con Obama en la Casa Blanca,  Al Qaeda y la «amenaza terrorista» continúan siendo el comodín estratégico que utiliza el Pentágono para justificar sus despliegues en Irak, Afganistán, Pakistán y en los distintos teatros de conflicto y de ocupación militar a escala planetaria.

En un planeta sin guerras inter-capitalistas, ya casi sin conflictos armados (al margen de Irak, Afganistán y Medio Oriente), la leyenda de Bin Laden y el «terrorismo internacional» sirvió (y sirve) para alimentar y justificar las estrategias expansionistas del Imperio norteamericano, para crear nuevos y potenciales mercados a la trasnacionales capitalistas de EEUU y Europa, y para mantener en funcionamiento a los complejos militares industriales que han encontrado en la «guerra contraterrorista» su nueva tajada ganancial en el  negocio armamentista.

Es decir que, desde el punto de vista del dominio geopolítico militar, la leyenda de Bin Laden y el «terrorismo internacional» fue utilizada por Washington para justificar la existencia de un nuevo «enemigo estratégico» (sustitutivo de la Unión Soviética) que fundamentó una nueva doctrina de seguridad nacional ( las «guerras preventivas«) y que se empezó a instrumentar con las invasiones a Afganistán y a Irak.

En resumen, la «guerra contraterrorista» nunca fue una «política de Bush«, sino una estrategia de reestructuración global de los métodos de conquista del estado imperial norteamericano, que se convirtió en línea rectora del sistema capitalista a escala planetaria.

El imperio es uno solo

Al contrario de lo que predican los vendedores de mitos deformantes, no hay un Imperio de Obama, como tampoco lo hubo de Bush o de los distintos gerentes de turno que lo precedieron.

En primer lugar, EEUU no domina el mundo por formulaciones doctrinarias político-diplomáticas o eventuales discursos «democráticos» o «militaristas» de sus presidentes, sino porque impone al resto de los países la lógica de su poderío militar y económico, indestructible, salvo por un estallido nuclear del planeta.

En segundo lugar, y como ya está probado en forma histórica y estadística: En EEUU, la potencia locomotora del capitalismo sionista a escala global, no gobiernan los presidentes o los partidos, sino la élite económica-financiera (el poder real) que controla la Reserva Federal, el Tesoro, Wall Street, el Complejo Militar Industrial y Silicon Valley.

Detrás de cada invasión militar, llegan las petroleras, las armamentistas, los bancos y las corporaciones de Wall Street y los ejércitos privados de seguridad, a cobrar el botín de guerra y a participar del festín capitalista de la «reconstrucción» del país ocupado.

Terminada las luces artificiales de la campaña electoral, demócratas y republicanos dejan de agredirse y se complementan en un diseño de política estratégica de Estado en defensa de los intereses de las grandes corporaciones económicas que marcan el accionar de las políticas internas y de la conquista de mercados encubierta en las «guerras preventivas» contra el «terrorismo«.

Y en la práctica, esas políticas imperiales (y su continuidad en el tiempo) no tienen nada que ver con el discurso y los nuevos preceptos «doctrinarios» expresados por el gerente de turno en la Casa Blanca.

Como ya está probado en forma histórica y estadística: La política exterior y la política interna de EEUU (los niveles de decisión estratégica) no la dirigen los presidentes o los partidos sino el establishment económico-financiero que controla la Casa Blanca y el Congreso a través de sus «lobbies» y operadores que actúan sobre los partidos, los legisladores, los funcionarios y condicionan las decisiones presidenciales.

En resumen, los que ahora descubren que Obama es «igual que Bush» están fomentado otro mito alienante orientado a poner la «persona» (Obama) por encima del «sistema» que determina sus acciones más allá del discurso mediático.

Obama no es lo mismo que Bush, pero sí es la pieza  que sustituyó a Bush en el engranaje estratégico del Imperio capitalista sionista cuyas líneas matrices siguen funcionando, sin ninguna alteración, más allá de los eventuales gerentes que ocupen la Casa Blanca.

Fuente: IAR Noticias

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.