La oscura relación entre Hollywood y el Ejército de EUA (el control mental militar del cine)
Publicación: 25/10/2011
Autor: pijamasurf
Hollywood y el Pentágono han copulado en la oscuridad desde los inicios de la industria del cine y de paso han copulado con tu mente con una incesante —a veces sutil, a veces explícita— propaganda, que es lo que sustenta la demencia planetaria que permite que vivamos en guerra.
Parte fundamental del entretenimiento es que el producto final no revela lo que hay detrás: esto es lo que ha sido llamado “la magia del cine”. No vemos los monumentales sets (maquetas, animaciones digitales o cartón); no vemos a los cientos de personas que participan para lograr una toma; no vemos, en lo absoluto, las cámaras, las luces, los micrófonos y toda la tecnología que permite que la imagen con todo su brillo y poder entre a tu mente. Pero tampoco vemos, a menos de que seamos muy atentos, la ideología y la propaganda que motiva, de raíz, los programas y películas de “mero entretenimiento” que millones de personas ven todos los días.
Como expondremos aquí, basándonos en datos verificables, todos somos objeto de una operación propagandística de control mental, que tiene uno de sus frentes más claros y mentalmente más invasivos en la relación entre el Ejército de Estados Unidos y Hollywood, tanto, que es apropiado hablar de estas industrias como una sola de Entretenimiento-Militar (o Military-Entertainment Complex, como se le llama en inglés).
Esta estrecha relación se basa en una conveniente dependencia entre ambas industrias. Por una parte Hollywood necesita de los “juguetes” del Ejército para filmar cualquier escena de guerra o incluso del género futurista (usando tecnología que dé verosimilitud); por otra parte, el Pentágono necesita de la difusión, del marketing de Hollywood para promover un perenne estado de guerra, convencer a los ciudadanos de enlistarse en la milicia o mostrarse complacientes con un Estado que tolera que sus contribuciones sean usadas para financiar la monstruosa máquina bélica. La publicidad directa, el Ejército lo ha notado, no es tan efectiva como la glorificación de la guerra y la empatía que logran, con todo el arte dramático, los magos del show business, los forjadores de sueños del bosque sagrado de Hollywood. Además existe un lazo profundo entre los grandes estudios de Hollywood, sus dueños y los dueños de las grandes compañías como General Electric, NBC y Universal, que también tienen participación en la industria militar. Un negocio redondo.
Cuando podríamos pensar que la sociedad está cansada de la guerra, se viene, necesariamente para dinamizar esta economía neuropolítica, una cuantiosa camada de cintas que exaltan el espíritu de la guerra y lo incrustan en la profundidad de la psique de los ciudadanos —que a fin de cuentas son los que pagan, lo mismo los boletos de cine que los misiles y aviones de guerra.
David Sirota, cuyo trabajo encomiamos por dar a conocer en el mainstream la colusión entre Hollywood y el Pentágono, advierte que se aproxima una serie de películas cuyo objetivo es ensalzar a los Navy Seals y, claro, reforzar la ideología pro-guerra. El director Peter Berg acepta incluso que en su próximo tributo cinematográfico a los Seals contó con la aprobación del Pentágono. “La idea de una vieja cinta de combate, en la que la política está muy clara —apoyamos a estos hombres— fue más atractiva para ellos”, dijo Berg, haciendo notar que la película será “un desinhibido tributo a la valentía de los Seals”. Saquen los violines, las gotas perladas de su sudor en close-up, los lentes de nightvision y las ráfagas de artillería de última generación.
La renombrada dierctora Kathryn Bigelow (primera mujer en ganar el Oscar al mejor director y esposa del agente de la industria militar, James Cameron) es la elegida para dirigir la oda fílmica a la captura de Osama bin Laden. La película hará uso de información clasificada brindada por la CIA y evidentemente contará una historia para que se regodee el Pentágono. “La misión fue un triunfo estadounidense, tanto heroico como apartidista, y no hay ninguna base para sostener que nuestra película representará esta enorme victoria de otra forma”, dijo Bigelow, endulzando los bigotes de los peces gordos del Pentágono.
Ahora veamos que esta connivencia, como brazo de propaganda, es tan vieja casi como la industria del cine y mucho más sutil y poderosa que lo hecho por Goebbels.
FUEGO AMIGO: UNA BREVE HISTORIA DE AMOR ENTE HOLLYWOOD Y LA INDUSTRIA MILITAR
David L. Robb documenta en su libro Operation Hollywood la enorme cantidad de películas que han sido subvencionadas y avaladas por la industria militar. Esta sociedad, que a fin de cuentas hace su merchandising sobre la mente de las masas, se sella cuando Estados Unidos entró a la Primera Guerra Mundial, estableciéndose paralelamente el Comité de Información Pública que formula las pautas a seguir para promover el apoyo doméstico. En 1917 el diario de la industria del cine, Motion Pictures News, proclama: “Todo individuo trabajando en la industria ha prometido proveer afiches, películas, tráilers y negativos para esparcir la propaganda necesaria para la inmediata movilización de los grandes recursos de la nación”.
La ganadora del primer Premio de la Academia a la Mejor Película, Wings (una especie de proto Top Gun de 1927), contó con todo el apoyo del Pentágono.
Con la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial la colaboración se expandió niveles inéditos. Los estudios de Hollywood produjeron, a la velocidad de las palomitas de maíz, una serie de dramas de guerra para exaltar el heroismo del esfuerzo estadounidense en combate. Numerosas películas se produjeron, pero quizás la más conocida sea el documental Why We Fight, presentado en siete entregas (1942-1945), obra del brillante director Frank Capra (italiano de origen), quien en cierta medida jugó el mismo papel que Leni Riefenstahl en la Alemania Nazi.
En los años 50 la milicia trabajó con Lassie para mostrar nueva tecnología militar y produjo “Mouse Reels” para el Mickey Mouse Club: uno de los programas mostraba a unos niños visitando el primer submarino nuclear (eso es lo que se llama formar futuros). Al respecto el periodista David Robb descubrió un memorándum del Pentágono, de esa misma época, en el que sea hacía notar que la producción mediática enfocada en los niños “es una excelente oportunidad para introducir a una nueva generación a la Marina nuclear”.
Los niños siguen siendo el blanco del Pentágono. Como afirma David Sirota en su nuevo libro Back to Our Future, buena parte de la industria de los videojuegos fue subsidiada en el inicio por contratistas militares, de donde se entiende por qué la mayoría de los primeros juegos tuvieron una inclinación marcial (Atari Combat, Misile Command, Contra, etc.) Y si bien esto es algo que aún prevalece, será el tema de un artículo próximo.
Sin embargo, la influencia del Pentágono no se limita a películas de guerra o videojuegos. La comedia disparatada Stripes, con Bill Murray, fue drásticamente alterada en su preproducción, evitando mencionar las bases militares y la influencia del Ejército de Estados Unidos en América Latina.
Jurassic Park III (2001) recibió dos helicópteros Seahawk, cuatro vehículos anfibios de asalto y ochenta miembros de la fuerza naval para redar una playa al final de la película (porque además, por si lo anterior no bastara, en la nueva gama de películas de Navy Seals se obliga a los soldados a ser actores). Esto se dio bajo el acuerdo de hacer “product placement” militar. Un beauty shot muestra el logo de la Fuerza Naval durante el momento cumbre del rescate de los protagonistas y se incluyó una línea de diálogo donde se agradece a los marines (esos héroes de la forzada imaginaria pop).
Se sabe bien que películas como Rambo y Top Gun aumentan el reclutamiento militar. Según la Fuerza Naval, el estreno de Top Gun hizo que aumentara hasta 400% el número de jóvenes que se enlistaron para la aviación naval. Tanto se entusiamó el Ejército por dicha película que incluso organizaron eventos de reclutamiento en las salas de cine —pretendiendo vorazmente canalizar la fresca inspiración pro militar de la cinta. “Los chicos salían de la sala con los ojos tan grandes como platillos y decían ‘¿Dónde firmo?’”, declaró el mariscal David Georgi (“¡Hey! ¡Tú puedes ser el próximo Maverick!”). Incluso hoy en día, como parte de ese tenebroso feedback, se nombran misiones militares con personajes y códigos de la película Top Gun y otras fantasías militares de los ochenta, implantando estos memes en las psiques de “Los lobeznos que han crecido y han ido Irak”, según se refiere el Ejército a esa generación.
Asesores especiales militares reciben un nombramiento especial para asegurarse que los directores no intenten introducir innovaciones fuera del guión que se alejen de las directrices del Pentágono. El mariscal David Georgi, asesor de la película Clear and Present Danger, le dijo a Robb: “Siempre está en la mente de los productores intentar darle un giro a la película en la dirección original que nos habían presentado […]. Es mi trabajo como consejero técnico asegurarme que la película no se desvíe sustancialmente de la versión aprobada” (Operation Hollywood, p. 38).
Esta intereferencia es tal que hoy en día ni siquiera la tratan de ocultar. La Oficina de Entrenimiento de la Fuerza Aérea incluso tiene su propio sitio web Wings over Hollywood y la CIA nombró en el 2001 a su asesor oficial para la industria del cine.
Después del 11 de septiembre el principal asesor político de George W. Bush, Karl Rove, se reunió con los jefes de las grandes casas productoras para obtener su apoyo en la guerra contra el terror.
En junio de este año, Michelle Obama reunió a 500 productores, escritores y actores en Los Ángeles para pedirles que incorporaran más historias militares familiares al entretenimiento como parte de la iniciativa de la Casa Blanca ”Joining Forces”.
Entre las películas más recientes que han contado con el apoyo de equipo militar se encuentran los blockbusters Trasnformers 3 y Battle of Los Angeles (una película en la que el Ejército lucha contra unos OVNIs, algo que podría ser parte de la nueva gran agenda de programación predictiva del Pentágono: extraterrestres y transhumanismo).
En contraste, hay que resaltar las películas que no recibieron apoyo de la industria militar porque sus directores se negaron a modificar la historia: The Last Detail (1973), Apocalypse Now (1979), An Officer and a Gentleman (1982), Born on the Fourth of the July (1989) y Forrest Gump (1994).
Por otra parte, como señala David Robb, la manera preferencial en la que el Pentágono apoya a ciertas películas y a otras no es una violación de la Primera Enmienda de Estados Unidos, en la que se hace manifiesto no solo el derecho a la libre expresión, sino también que el gobierno no deberá favorecer una expresión sobre otra. La infraestrcutura militar de Estados Unidos le pertenece a los ciudadanos, por lo cual, en teoría, no debería de comportarse como una corporación privada en la que se puede escoger, arbitrariamente, con qué empresa se trabaja. En todo caso se debería de licitar el uso de su tecnología a cualquier película y no solo a aquellas que aceptan glorificar sus intereses.
Hoy en día un manojo de compañías controlan el cine en Estados Unidos, principalmente Disney, AOL-Time Warner, Sony, General Electric, News Corporation y Seagram. Los intereses de estas compañías generalmente están alineados con los de la industria militar y sus contratistas, como parte de una gran obra (sangrienta) de ficción planetaria. Como dijera Rupert Murdoch en el 2003, después de la invasión de Irak, una ocupación exitosa bajaría los precios de petróleo y beneficiaría la economía: “Esto sería más grande que cualquier reducción de impuestos en cualquier país”.
Lo que vemos, y hay que llamarlo por su nombre, es una sociedad semisecreta, a caballo entre el poder político-militar y el poder de entretenimiento-económico, intercalando posiciones hasta fundirse en un aparato de control único. La sociedad del espectáculo en la que vivimos no es solamente la casualidad del mercado libre y de la naturaleza humana de buscar entretenimiento o de consumir historias. Lo sabían los grandes políticos griegos: el teatro es el perfecto escenario de adoctrinamiento justamente porque los ciudadanos no lo rechazan reempaquetado, glamorizado y supuestamente libre de la ideología política oficial. El cine es el aparato de adoctrinamiento más poderoso inventado hasta la fecha porque simula la realidad al incorporar todas las artes en un mismo flujo, convirtiéndose en una extensión de nuestros sueños, de nuestras imágenes mentales y, por lo tanto, penetra el inconsciente, donde implanta sus semillas. Esta frase de F.Scott Fitzgerald (citado por Jason Horsley) encierra la magnitud de esta brujería:
“La películas nos han robado nuestros sueños. De todas las traiciones esta es la peor”.
Sueños minados, mentes militarizadas. Para que el mundo permita que siga sana y campante la industria de la guerra (algo totalmente demente) se necesita una imperceptible lobotomía de la mente global. ¿De qué otra forma aceptaría un joven ir a morir a una tierra lejana solamente para que los CEOs de las grandes compañis petroleras, de los bancos, de las grandes productoras, engrosen los ceros en sus cheques a fin de año? ¿De qué otra forma odiaríamos a los habitantes de un país que no conocemos y que no nos han hecho nada (solo han agredido un supuesto ideal), que viven a miles de kilómetros, si no somos bombardeados mentalmente para conseguir el efecto de que percibamos a estas personas como malignas y pensemos que debemos destruirlas en pro de la libertad o alguna otra abstracción?
Así que si alguna vez te habías preguntado por qué incluyen balaceras y persecuciones injustificadas en casi todas las películas de Hollywood, ahí tienes tu respuesta. Ahora pide que te regresen un cerebro que pueda estar en paz.
Fuente: Pijamasurf
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Las 25 Noticias Más Censuradas 2010/2011 (N° 2): Operación de espionaje de Estados Unidos para manipular redes sociales
Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
Las fuerzas armadas estadounidenses desarrollan un software que les permite intervenir y manipular secretamente los sitios sociales y foros de los medios mediante personajes en línea de identidad falsa para influir en conversaciones vía Internet y diseminar propaganda favorable a Estados Unidos, según informó el diario británico Guardian UK (17 de Marzo 2011), en un artículo firmado por Ian Cobain y Nick Fielding.
Ya está en marcha esta nueva faceta electrónica de la guerra psicológica. Para el alumbramiento artificial de partidarios de Estados Unidos en la red Internet y la posterior gestión y control de su actividad, el Pentágono contrató a una empresa californiana a través del Comando Central (Centcom), que controla las operaciones armadas de Estados Unidos en Oriente Medio y Asia Central, según el diario británico. El plan pretende desarrollar un “servicio de gestión en línea de personas” que permite a un solo militar controlar hasta 10 identidades falsas distintas, de hombre o mujer, por todo el mundo. El contrato de Centcom estipula que cada personaje falso debe tener una personalidad “on line” convincente, más un cierto historial y apariencia política favorables.
Un portavoz de Centcom confirmó un contrato por 2,76 millones de dólares que ya fue otorgado a NTrepid, una sociedad recién registrada en Los Ángeles, pero no quiso decir si el proyecto de gestión de los personajes múltiples ya estaba en ejecución y más bien anunció que no volvería a hablar sobre ningún contrato relacionado con el tema. En NTrepid no hubo nadie disponible para comentar el contrato.
El sistema permite que puedan operar hasta 50 controladores o digitadores de unos 10 personajes falsos cada uno, sin moverse de sus puestos de trabajo en Estados Unidos y “sin miedo a ser descubiertos por adversarios sofisticados”. Es decir, irrumpirán unos 500 internautas falsos, físicamente inexistentes. Siguiendo las pistas que ofrece el propio contrato, el diario británico concluyó que estos manipuladores de Internet trabajarán desde la base aérea MacDill, cerca de Tampa, Florida, sede del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos.
El Guardian piensa que el contrato para el software de personajes múltiples pudo haber sido concebido como parte de un programa llamado Voz de Operación Concienzuda (Operation Earnest Voice OEV), que primero fue desarrollado en Irak como arma de guerra psicológica contra la presencia en línea de partidarios de Al-Qaeda y otros insurgentes que resistían la presencia militar y política de Estados Unidos en ese país. Desde su invención, el OEV fue ampliado mediante un programa de 200 millones de dólares para utilizarlo contra jihadistas y otros activistas musulmanes de Paquistán, Afganistán y Oriente Medio. El OEV resultó provechoso, a juicio de Estados Unidos, que ahora lo utiliza intensivamente en varios países del Oriente Medio y más lejos.
Asimismo, y supuestamente, ninguna de las nuevas operaciones planeadas intervendría para manipular sitios web radicados en territorio estadounidense, pues “en casa” sería ilegal usar esa tecnología para “dirigirse a las audiencias de Estados Unidos”. La idea es engañar “desde casa” hacia afuera, dirigiéndose al resto del mundo, en un esquema similar a la hipocresía con la tortura, que no se puede hacer “en casa” porque está prohibida por la ley, pero se aplica en Guantánamo, que está en un limbo “jurídico” porque es un territorio usurpado a Cuba que no ha sido devuelto.
Expertos en propaganda han comparado el proyecto con las tentativas de China de controlar y restringir el libre discurso en Internet, dijo Guardian. El propósito evidente de los militares de Estados Unidos consiste en crear un falso consenso pro-norteamericano en conversaciones en línea, ablandar opiniones incómodas y sofocar comentarios o informes contrarios a sus propios objetivos internacionales. También esos expertos piensan que el plan militar de usar personalidades en línea inventadas podría ser imitado por otros gobiernos de diferente signo, empresas y organizaciones de toda índole, también dispuestas a conducir a los usuarios de medios sociales a interactuar con simples marionetas en su juego de propaganda mundial.
Amenaza a las redes sociales
El comandante Bill Speaks, portavoz de Centcom, según Guardian dijo: “Esta tecnología apoya actividades clasificadas de blogging en los sitios web en lengua extranjera para permitir a Centcom contradecir propaganda extremista violenta del enemigo fuera de Estados Unidos”. Aseguró que ninguna de estas triquiñuelas se haría en lengua inglesa, sino en idiomas como farsi, urdu y pashto. El vocero del Centcom también insistió en que no apuntarán a ningún sitio web radicado en Estados Unidos, sea en lengua inglesa o cualquiera otra, y aseguró que tampoco tienen como blanco a Facebook o Twitter… Pero ¿quién impedirá que las marionetas cibernéticas abran cuentas en esas redes? Y si las abren, ¿quién sancionará el fraude?
Una vez perfeccionado, el software permitiría al personal militar de Estados Unidos trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana, en una locación fija -eventualmente la base aérea MacDill- para intervenir las conversaciones en línea emergentes y acceder a grandes cantidades de mensajes coordinados de blogposts, chateos y otras actividades Internet, como opiniones y comentarios en foros de lectores de los medios digitales formales.
El software de Centcom requiere que cada interventor de las redes trabaje desde un “servidor privado virtual” situado en Estados Unidos, pero que en apariencia parezca estar fuera de ese país para dar la impresión de que los personajes falsos son gente real que vive en diversas partes del mundo. El sistema también tiene capacidad de “tráfico mixto”, que permite a los digitadores de personajes falsos compartir el uso de Internet con gente ajena al Centcom, para obtener así una “excelente cobertura” y una “negación más potente” de su verdadera identidad.
Los principales jefes militares de Estados Unidos ven a este programa como vital para el contra-terrorismo y anti-radicalización, explicó el Guardian. El general David Petraeus, jefe de la CIA desde Septiembre 2011, cuando era comandante del Centcom el año pasado, hablando ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, describió esta operación como un esfuerzo contra la “ideología y propaganda extremistas y una garantía de que serán oídas las voces creíbles en la región”. Agregó que el objetivo militar de Estados Unidos era estar “primero con la verdad”. El sucesor de Petraeus en el Centcom, el general James Mattis, le dijo al mismo comité que el programa “apoya todas las actividades asociadas a degradar la narrativa enemiga, incluyendo el compromiso de capacidad de distribución del producto en Internet”.
En su exposición ante el comité del Senado, según el Guardian, el general Mattis dijo: “OEV intenta interrumpir el reclutamiento y entrenamiento de terroristas suicidas; denegar los refugios seguros para nuestros adversarios; y enfrentar la ideología y propaganda extremista”. Añadió que Centcom trabajaba con “nuestros socios de la coalición” (OTAN) para desarrollar nuevas técnicas y táctica que Estados Unidos podría utilizar “para contradecir al adversario en el ámbito cibernético”.
Según un informe del Inspector General del Pentágono en Irak, el OEV fue bastante manejado por las fuerzas multinacionales OTAN antes que por el Centcom. Al preguntársele si había personal británico involucrado en el OEV, el Ministerio de Defensa (MdD) del Reino Unido dijo que no pudo encontrar “ninguna evidencia”. El MdD rehusó explicitar si estuvo involucrado en el desarrollo de los programas de gestión de personajes falsos: “No comentamos respecto a capacidades cibernéticas”, dijo.
Guerra electrónica + guerra psicológica
El OEV fue discutido el año pasado (2010) en una reunión de especialistas en guerra electrónica en Washington, donde un alto oficial del Centcom dijo a los delegados que su propósito era “comunicar mensajes críticos y contradecir la propaganda de nuestros adversarios”.
La gestión de personajes falsos que se proponen los militares de Estados Unidos haría frente a retos legales si deciden volcarla contra ciudadanos de Estados Unidos, donde ya han sido procesadas judicialmente varias personas que manejaron marionetas cibernéticas, comentó el Guardian. El año pasado sentenciaron con cárcel a un abogado de Nueva York que por personificar a un escolar resultó convicto por “personificación criminal” y hurto de identidad.
No está claro si un programa de gestión de personajes contravendría ley británica, reflexionó el Guardian. “Expertos jurídicos dijeron que podría ofender la Ley de Falsificación de 1981, que indica que ‘una persona es culpable de falsificación si fabrica un instrumento fraudulento con la intención de utilizarlo ella misma u otra para inducir a alguien a que lo acepte como auténtico, y en virtud de su aceptación cometer o no algún acto en su propio perjuicio o de cualquier otra persona”. Sin embargo, esto se aplicaría solamente si un sitio web o una red social puede demostrar haber sufrido como resultado un “perjuicio”, concluyó el Guardian.
Una nota que aparece en la página web del Guardian que reproduce este artículo dice textualmente:
“Este artículo fue enmendado el 18 de Marzo de 2011 para quitar referencias a Facebook y a Twitter, introducidos durante la edición, y para añadir un comentario de Centcom, recibido después de la publicación, que no está apuntando a esos sitios”.
Después de la II Guerra, Estados Unidos siempre aspiró a ganarse la buena voluntad de los pueblos de los países que invade o planea ocupar. Hoy, la guardia pretoriana imperial desparramada por el mundo aspira a imponerse de manera tramposa –de paso, una característica esencial del poder en Estados Unidos- en el ámbito de las ideas, incursionando a fondo en tareas “ideológico-políticas”, mientras cosecha continuos y persistentes fracasos militares históricos en todo el mundo desde el fin de la II Guerra. Lo importante para el complejo militar-industrial no es ganar las guerras, sino simplemente hacerlas siempre y alargarlas al máximo, para sostener la prosperidad artificial de una economía basada en el gasto militar, sempiternamente corroída por las crisis cíclicas del capitalismo imperial y hoy enfrentada a lo que parece el último callejón sin salida. (Obviamente, este último párrafo tampoco aparece en el Guardian: es del autor).
Fotografías:
1) Foto de relleno del Proyecto Censurado
2) El general David Petraeus dijo antes que las operaciones psicológicas en línea de Estados Unidos están dirigidas a “contradecir ideología y propaganda extremistas”. Fuente: CSIS
Fuentes:
-Proyecto Censurado: http://www.mediafreedominternational.org/2011/04/11/us-military-propagating-the-social-media/
-“Revealed: US spy operation that manipulates social media.” Nick Fielding and Ian Cobain, Guardian UK, March 17, 2011:
http://www.guardian.co.uk/technology/2011/mar/17/us-spy-operation-social-networks
-Student Researcher: Michael Smith, San Francisco State University
-Faculty Evaluator: Ken Burrows, San Francisco State University
-Student Researcher: Wend-Kouni Deo-Gratias Nintiema
-Faculty evaluator: Professor Julie Andrzejewski, St. Cloud State University; Mickey Huff, Diablo Valley College
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.
Fuente 1: ARGENPRESS.info
Fuente 2: 1984
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¿Armas de ciencia ficción o equipamiento militar de EEUU?
¿Creía que los soldados con capacidades extra humanas, escáneres que ven por debajo de la tierra y aviones espías del tamaño de un colibrí son cosas de videojuegos y películas de acción? No es así. Una agencia especial del Gobierno estadounidense ya los ha diseñado e incluso probado.
La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa, subordinada al Departamento de Defensa, se encarga de hacer realidad el equipamiento bélico aunque parezca de ciencia ficción.
Colibrí espía
Ya existen muchos aparatos de espionaje que son realmente pequeños, pero no todos son tan móviles y verosímiles como el colibrí robot diseñado por la DARPA. El llamado Nano Air Vehicle mide unos 15 centímetros, pesa menos de 30 gramos y tiene una apariencia muy natural. Sin embargo, su uso es limitado, a causa de que el hábitat de estos pajaritos no abarca todo el mundo.
Ver más allá
La civilización humana ya sabe ver muy lejos por medio de los telescopios y ver en la oscuridad con cámaras de visión nocturna. Aunque ver a través de los muros, todavía parecía algo más bien de súper héroes, pero no para la DARPA.
La tecnología HIBR que está desarrollando puede permitir crear mapas exactos de edificios enteros y hasta detectar el desplazamiento de las personas a tiempo real desde fuera, aunque las paredes sean de más de 900 centímetros de espesor. Y por si fuera poco, también están trabajando en un aparato volador capaz de escanear búnkeres subterráneos.
Súper-hombres
Otra aspiración para los científicos es perfeccionar el cuerpo humano. Para eso ya han creado un ‘exoesqueleto’ que haría a los soldados 17 veces más fuertes. Una suerte de armazón sobre los brazos y la espalda alivia el esfuerzo a la hora de subir una carga o dar un golpe fuerte lo que permite al agente hacer más trabajo sin sentir cansancio. El problema es que de momento el aparato necesita una fuente de energía externa y las baterías son muy pesadas.
Pero dotar al soldado del equipamiento más avanzado no sería suficiente si al final se duerme del cansancio o sufre un ataque de nervios. Este ‘defecto’ de los seres humanos también puede arreglarse pronto mediante unas máquinas ultrasónicas de estimulación cerebral. Una tecnología parecida se usa para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. El aparato, instalado en el casco, envía señales directamente al cerebro bloqueando el cansancio y agudizando la atención a pesar de la falta de sueño.
Sería deseable que todos estos inventos y tecnologías nada baratos encontraran su uso con fines pacíficos y no sirvieran para la proliferación bélica en los numerosos conflictos en los que participa el Ejército estadounidense.
Fuente: Russia Today
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Revelan diabólicos secretos de RAND Corporation
Por Paul Joseph Watson, Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.
El periodista y autor nacido en Cuba Alex Abella obtuvo acceso exclusivo a RAND Corporation para estudiar sus archivos. Lo que descubrió fue una conspiración impulsada por científicos dementes, conductistas y generales con el propósito de iniciar la Tercera Guerra Mundial y al hacerlo desplumar al pueblo de EEUU. Otrora fue un escéptico con respecto al tema de las teorías de la conspiración y el Nuevo Orden Mundial, pero después de su trabajo con la RAND Corporation ahora está convencido de que este think tank de máximo secreto ha estado controlando entre bastidores al Gobierno estadounidense.
«Todos somos hijos bastardos de RAND y no lo sabemos«, señala Abella mientras describe que RAND comenzó como una organización centrada en la construcción de nuevas armas para los militares pero terminó expandiéndose hacia la política, la ciencia, la historia y la economía y se alió estrechamente con las fundaciones Ford, Rockefeller y Carnegie. La decisión de RAND en los años cincuenta de remodelar el globo hacia un Nuevo Orden Mundial lo cambió todo, con el desarrollo de la «teoría de la elección racional«, que convirtió a la gente de ciudadanos a consumidores, mientras derechos y responsabilidades eran reemplazados por elecciones y las vidas de la gente llegaban lentamente a ser dominadas no por la integridad o por lo que ésta representaba, sino por lo que compraba con su dinero.
El objetivo último de RAND era que los tecnócratas dirigieran todos los aspectos de la sociedad en busca de un Gobierno Mundial administrado por «la fuerza de la razón«, un mundo implacable en el cual la eficiencia fuera rey y los hombres fueran poco más que máquinas, motivo por el cual en RAND estudiaron ciencias sociales, porque no sabían qué hacer para resolver el problema de encarar a la gente y porque los seres humanos no actúan siempre en función de sus propios intereses previsibles. No hay sitio para amor, empatía y generosidad en el Nuevo Orden Mundial que quieren crear RAND y la Fundación Ford, y el patriotismo y el altruismo son enemigos de sus objetivos.
Abella explica que RAND contribuyó positivamente al desarrollo de la estrategia detrás del uso de armas nucleares, y cómo impulsó activamente el uso de armas nucleares contra toda Europa Oriental y China en caso de problemas en Europa Occidental, una política que fácilmente podría haber provocado un catastrófico holocausto nuclear. Los investigadores de RAND creían que bastaría con que 10 millones de estadounidenses sobrevivieran a una guerra nuclear para ganar esa guerra.
Abella señala que RAND veía a las Naciones Unidas como un modelo para un Gobierno Mundial, pero que una nueva organización controlada por EEUU terminaría por sustituir a la ONU para convertirse en el Gobierno Mundial de facto, por lo cual investigadores de RAND como John Williams propugnaron ataques nucleares preventivos contra la Unión Soviética, para asegurar que EEUU fuera el único país con el poder supremo para imponer su voluntad al resto del mundo.
Hablando del tópico de los ataques de bandera falsa, Abella señala que el ataque escenificado del Golfo de Tonkin y la Operación Northwoods planificada, de bandera falsa, se propusieron ambos inicialmente en documentos de RAND, y destaca la inmoralidad total con la que RAND realiza juegos de guerra con sus escenarios, muchos de los cuales son repugnantes desde el punto de vista ético porque impulsan despreocupadamente el genocidio de poblaciones enteras con poca consideración por las consecuencias. Abella explica que RAND es verdaderamente un gobierno fantasma porque sirve de puerta giratoria entre los dos partidos, y cómo RAND es la cuna del complejo militar-industrial y el lugar de nacimiento de la elite tecnocrática contra la cual luchamos actualmente.
Fuente 1: Global Research
Fuente 2: Rebelión.org
Fuente 3: 1984