Gonzalo Anti New World Order


¡Feliz Día del llamado «Holocausto»!

Nota de los Editores de NuevOrdeN:  las opiniones vertidas en estos artículos no tienen por que ser compartidas necesariamente por el equipo editorial de NuevOrdeN, solo muestran un punto de vista personal.

Usted puede seguir leyendo el “Diario de Ana Frank” y escuchando a los propagandistas del Sistema… o bien pensar por sí mismo tras informarse mejor con la lectura de algunos de estos títulos ( libreriaeuropa@telefonica.net  ):

Las victorias del Revisionismo”, del Profesor Robert Faurisson.

Los mitos fundacionales del Estado de Israel”, del comunista Roger Garaudy.

El “holocausto” bajo la lupa”, del suizo Jürgen Graf.

La mentira de Ulises” del socialista francés, deportado a Buchenwald y Dora, Paul Rassinier.

El Holocausto a debate: respuesta a César Vidal”, de Enrique Aynat.

37 Testigos niegan las cámaras de gas” del austriaco Gerd Honsik.

La mentira de Auschwitz” del alemán Thies Christophersen.

Nuremberg o la tierra prometida”, del francés Maurice Bardeche.

¿Exterminio o catástrofe?”, del vasco Alfonso Chapa.

La industria del holocausto”, del judío Norman Finkelstein.

El mito de los seis millones” del catalán J. Bochaca.

No culpable en Nuremberg”, del norteaemricano C. Whitlock Porter.

¿Murieron Realmente seis millones?”, del británico Richard Harwood.

Auschwitz, el silencio de Heidegger y otros pequeños detalles” del judío francés Dommergue Polacco de Menasce.

«La falsificación de la realidad» (El Mito del «Holocausto» y la conciencia occidental»), del montonero argentino Norberto Ceresole.

Y para quien domine idiomas recomendamos especialmente:

The Hoax of the XX Century”, del ingeniero norteamericano Arthur R. Butz.

An Engineering Report on the Alleged Execution Gas Chambers at Auschwitz, Birkenau and Majdanek, Poland”, del especialista en cámaras de gas norteamericano Fred Leuchter.

Lectures on the Holocaust/Controversial Issues Cross Examined” del químico alemán Germar Rudolf.

Die Lüge spricht zwanzig Sprachen” y un largo etcétera.

«Las pretendidas cámaras de gas hitlerianas y el pretendido genocidio de los judíos forman una misma y única mentira histórica, que ha permitido una gigantesca estafa político-financiera cuyos principales beneficiarios son el Estado de Israel y el sionismo internacional y cuyas principales víctimas son el pueblo alemán, si bien no sus dirigentes, y el pueblo palestino en su totalidad».

Prof. Robert Faurisson (1980), autor de “Las victorias del Revisionismo” (2006).

“Una gran parte de la literatura sobre la Solución Final de Hitler no tiene ningún valor para un erudito. Ciertamente, los estudios sobre el Holocausto están llenos de absurdos, si no de puros fraudes… Viendo las tonterías que se profieren a diario sobre el Holocausto, lo raro es que hayan tan pocos escépticos”.

Doctor Norman Finkelstein, investigador judío y autor de “La industria del Holocausto”.

“Algunos sucesos tienen lugar a pesar de que no sean verdad; otros lo son a pesar de que jamás ocurrieron»

Elie Wiesel (autor judío y Premio Nobel).

Estos días andan celebrando el día del mal llamado “Holocausto”. Rinden pleitesía a la mayor mentira histórico política que recuerda la humanidad y con ello al PODER REAL.

Ciertamente, es motivo para celebrarlo, puesto que se trata de una buena noticia: el llamado “Holocausto” no tuvo lugar. Debería ser suficiente para el alborozo y la alegría general, pero parece que la simple noticia les amarga la existencia. Es comprensible, si se divulga la verdad se les acaba el negocio político-financiero.

La ONU clama a la “conciencia universal”. Como nunca entendí que esa “conciencia universal” se olvidara del auténtico Holocausto de 60 millones de cristianos en la Unión Soviética –en la Bolsa de la vida probablemente la libra de cadáver no se cotiza por igual-; del Holocausto de las mujeres y niños abrasados vivos en las tormentas de fuego de las ciudades alemanas y japonesas; o del Holocausto perpetrado contra su propia población por los regímenes comunistas del sudeste asiático; pensé que debía haber gato encerrado en esto del mal llamado “Holocausto” judío, por su exclusivismo, dogmatismo e intolerancia.

Recuerden, estos días se celebra la “liberación” a mano de los soviéticos (¡una aplastante mayoría habría preferido no ser liberado por según quien!) con todos los crímenes y barbaridades que esta “liberación” produjo.

Recordemos también un hecho raramente mencionado pero fundamental por su contundencia: en Auschwitz (enero de 1945) la mayor parte de los presos decidió unirse a los alemanes en la retirada hacia Occidente. Prefirieron irse con sus carceleros que unirse a los soviéticos, quienes aprovecharon los campos alemanes para economizar y reciclar las instalaciones y seguir usándolas durante años, esta vez sí, para el aniquilamiento de los vencidos y los disidentes políticos.

Se nos permite dudar de la existencia de Dios pero no de la existencia de este supuesto “Holocausto”. Como la historia no habría de tener necesidad de la policía, los jueces o los fiscales para ser creída (en ese caso se trataría de un dogma religioso y no de un hecho histórico realmente acontecido), ofrecemos al público interesado aquellos autores heterodoxos que no creen en la versión oficial y aportan argumentos definitivos para esclarecer los hechos y diferenciar lo verdadero de lo falso.

Hoy queremos completar los libros ofrecidos más arriba con cuatro ideas refrescantes, que no gustarán, pero nada, a los de la Comisión de Festejos (por eso ordenan regularmente, cual policía del pensamiento, el secuestro y la destrucción de los mismos, expresión brutal de su inseguridad argumental y muy digna de ellos).

No contaron que para reprimir hacen falta dos, uno lo suficientemente tonto como para perseguir las investigaciones, las opiniones y las ideas y otro que se deje reprimir. En sus cálculos se les olvidó esto último.

Como quiera que siguen celebrando estos festejos impidiendo conocer al público la otra versión de los hechos, aportamos nuestro granito de arena al libre debate y el contraste de pareceres, en este pequeño espacio de libertad que nos empeñamos en mantener abierto para evitar que, paso a paso, se nos nieguen nuestros más esenciales derechos civiles.

Pedro V.

ESTOS SON LOS HECHOS Y SON PARA SONREIR…

El llamado “HOLOCAUSTO” para incrédulos

Sobre esta cuestión, como historiador, me remito a los hechos. Luego, las interpretaciones quedan en manos de cada cual. Y los hechos son, como mínimo, para sonreir… pues estos hechos nos llevan a sospechar que se trata de un Holocuento para tontitos:

1. En 1939, existían unos 15.700.000 [1] judíos en el mundo. Tras la Segunda Guerra Mundial, este número había alcanzado la cifra de 18.000.000 [2] Lo que significa que, si de los 15.000.000 de judíos originales en el planeta antes de la conflagración, 6.000.000 fueron gaseados o convertidos en pastillas de jabón, tendrían que haber quedado vivos no más de 9.000.000. Pero como nos encontramos con que la población alcanzó los 18.000.000 tras la contienda, la población judía del planeta fue capaz de crecer y ¡doblar dicha población en menos de nueve años! ¡Semejante milagro biológico sorprendió tanto a científicos como a pediatras del mundo entero!

2. De buen principio se habló de SEIS MILLONES, de los cuáles 4.000.000 habrían sido “gaseados” en Auschwitz. De repente, en 1990, se descubrió que sólo habían sido 1,5 millones los gaseados en Auschwitz, una diferencia de 2,5 millones como si nada. Pero curiosamente, la cifra mágica de SEIS MILLONES permaneció, a pesar de que no se encontró cifra alguna que sustituyera a los no fallecidos de Auschwitz. Los caminos de “lo políticamente correcto” tienen sus propias leyes, como es sabido…

3. Al mismo tiempo, el Director del Museo de Auschwitz, el polaco Dr. Franciszek Piper, tras retirar las placas conmemorativas de los 4 millones y sustituirlas por unas nuevas haciendo “rebajas de enero”, anunció que las así llamadas “cámaras de gas[3] habían sido ¡construidas por los soviéticos DESPUÉS de la guerra!

4. Pero hay más. La Cruz Roja Internacional, que tuvo acceso a los mismos y los supervisó, informó que habían fallecido únicamente 300.000 personas de las más diversas nacionalidades en todos los campos alemanes, y por las más diversas causas, incluyendo vejez, bombardeos aliados, enfermedades y muerte natural. De todos ellos apenas la mitad eran judíos (unos 150.000). La mayoría de ellos fallecieron a causa de las epidemias de tifus desatadas con el aniquilamiento de las infraestructuras alemanas, a causa de los bombardeos de destrucción masiva aliados, que causaron muchas víctimas, incluyendo no sólo las de muchos presos, sino también las de enfermeras, médicos y el mismo personal de administración de los campos.

5. Pero incluso estas muertes eran demasiadas para las autoridades alemanas. Fuera por humanidad o porque se les morían los trabajadores necesarios en época de guerra -como se sabe, pertenece al género idiota matar a los obreros que uno necesita-, el 8 de diciembre de 1942, Heinrich Himmler, responsable máximo de todas las instalaciones de prisioneros, hizo llegar a todos los centros de internamiento una orden taxativa, conminando a las autoridades responsables a que: “El índice de defunciones en los campos debe ser reducido a cualquier costo”.

6. En todos los territorios de la Europa ocupada por los alemanes no habían más de 2,4 millones de judíos. Pero después de la guerra 3,8 millones de judíos “sobrevivientes” reclamaron indemnizaciones económicas al gobierno alemán. Es decir que había más de un “vivo” –con su doble sentido– en este grupo. Una tragedia, pues los restos de los 6 millones se habían perdido por el camino. Y un buen negocio… (ver para ello el libro del judío Norman Finkelstein “La industria del holocausto”).

7. Fue un milagro, desde luego, según los “testigos oculares”. Veamos un ejemplo: de acuerdo con el “New York Times” del Domingo 4 de Enero de 1987 , el celebrado superviviente Elie Wiesel recordó personalmente “el día en que los soviéticos llegaron a Auschwitz”. Pero en otro discurso en el Club de la Prensa Nacional en Washington D.C., reproducido por la Agencia Telegráfica Judía el 11 de abril de 1983 , tenía recuerdos totalmente diferentes, puesto que afirmaba que él “era uno de los supervivientes del campo de Dachau, liberado por el ejército norteamericano” el 15 de abril de 1945. Así que se convirtió en el único prisionero de la guerra con la discutible distinción de haber sido liberado dos veces en dos campos diferentes, en oriente y occidente, durante la II Guerra Mundial… [4]

8. No podemos dejarnos en el tintero recordar que el famoso “caza-nazis” Simon Wiesenthal murió serenamente a la edad de 96 años, a pesar de haber sido, según la BBC-News, superviviente (es decir un superman que sobrevive todos los intentos de “gaseamiento”) de 12 campos de la muerte (que evidentemente funcionaban defectuosamente)…

9. En 1948 apareció una historia de una pobre niña judía indefensa, asesinada por los “Nazis”. La historia había sido escrita por esa niña con bolígrafo, un instrumento que no apareció sino en los años posteriores al fin de la guerra. ¿Cómo se llama? Ah, sí, “El Diario de Ana Frank”, que estos días es celebrado de nuevo públicamente. Los niños de los colegios probablemente no tendrían una educación madura si alguien no les pusiese a su disposición esta story (que no History). Sobre esta cuestión pueden ustedes leer una Carta Periódica de Pedro Varela, un resumen de los dimes y diretes sobre esta desgraciada niña, que le costó una condena de cinco años de prisión… Decididamente, hay que hacer caso a lo “políticamente correcto”, ¿no?.

10. Por lo demás, como afirma el historiador y documentalista británico David Irving, nunca, nadie, ha encontrado jamás hasta el día de hoy un documento de Adolf Hitler ordenando el exterminio de pueblo judío.

11. Tampoco han sido encontradas jamás las famosas «pastillas de jabón» y mucho menos han sido puestas bajo el análisis científico de un laboratorio.

12. Pues bien, ¿cuando empezó este negocio de los SEIS MILLONES? Hemos de volver la vista a un tal Illya Ehrenburg [5], un simpático judío de cara amargada, Jefe de la Propaganda Soviética durante la II Guerra Mundial –el mismo que conminaba a las tropas del Ejército Rojo a que violaran dos millones de mujeres alemanas- que más tarde vivió y murió en Israel. Fue él quien acuñó esta cifra mítica el 22 de diciembre de 1944 [6], es decir ANTES de que a decenas de miles de judíos internados, en enero de 1945, las autoridades alemanas les ofrecieran la posibilidad de escoger entre ser “liberados” por los comunistas o marcharse en la retirada con sus carceleros “nazis”. ¿Qué hicieron la mayoría de presos de Auschwitz, entre ellos Anna Frank y su padre Otto Frank ante la llegada de los “liberadores”? No se lo pierdan, decidieron marcharse con los alemanes…

[1] The American Jewish Committee cita una cifra de 15,688,259.

[2] New York Times de propiedad judía, del 22 de Febrero de 1948, usa la cifra de 18,700,000.

[3]  Cuando la Cruz Roja entrevistó a miles de prisioneros liberados al final de la guerra, preguntándoles si habían visto “cámaras de gas”, la respuesta fue universalmente negativa. De acuerdo con el Documento de la Cruz Roja IRC Document #9925, de Junio de 1946: «Los detenidos mismos no han hablado de ello.»

[4]  En su libro Legend of Our Time, New York, 1982, explica: «Las cosas no son tan simples, Rebbe.  Algunos sucesos tienen lugar a pesar de que no sean verdad; otros lo son a pesar de que jamás ocurrieron».

[5]  Las monstruosas mentiras de este psicópata judío tuvieron éxito al crear un odio anti-alemán que provocó la muerte brutal de millones de personas. He aquí un ejemplo típico, extraído de una octavilla promoviendo el odio entre las tropas soviéticas hacia la población civil, de octubre de 1944, dirigido al Ejército Rojo: “¡Matad! No hay nadie inocente en Alemania, ni entre los vivos ni entre los por nacer. Seguid las palabras del camarada Stalin y aplastad a la bestia fascista en su madriguera. Quebrad el orgullo racial de la mujer alemana, tomarla como vuestro botín legítimo. Matad, bravos soldados del glorioso Ejército soviético”.

[6] En THE AMERICAN HEBREW  de fecha tan temprana como 1919, aparece ya el término “holocausto” y la cifra de 6 millones (¿un número cabalístico?).

Fuente: NuevOrden

66 preguntas y respuestas sobre el Holocausto

Publicado por el Instituto para la Revisión Historica (IHR)

Revisado en Enero de 1995.

1. ¿Qué prueba hay de que los nazis practicaron el genocidio o de que hayan matado deliberadamente a seis millones de judíos?

Ninguna. La única evidencia la constituye el testimonio de «sobrevivientes» individuales. Este testimonio es contradictorio y ningún «sobreviviente» alega haber presenciado de hecho ningún «gaseo«. No hay pruebas concretas de ningún tipo: no hay enormes cantidades de cenizas; no hay instalaciones crematorias capaces de realizar la operación; no hay pilas de ropa; no hay jabón hecho a partir de seres humanos; no hay pantallas para lámparas hechas con piel humana; no hay archivos; no hay estadísticas demográficas.

2. ¿Qué pruebas existen en cuanto a que no murieron seis millones de judíos a manos de los nazis?

Muchas; incluyendo las de naturaleza forense, demográfica, analítica y comparativa -todas concurriendo a probar la imposibilidad de esa cifra que representa una exageración irresponsable de, quizás, un 1000%.

3. ¿Es cierto que Simón Wiesenthal afirmó, por escrito, que «no hubo campos de exterminio en suelo alemán»?

Sí. En «Books & Bookmen» – ejemplar de Abril de 1975- y en «Stars & Stripes» – ejemplar de Enero de 1993 -, Wiesenthal alega que el «gaseo» de judíos tuvo lugar en Polonia.

4. ¿Si Dachau quedaba en Alemania y hasta Simon Wiesenthal dice que no fue un campo de exterminio, entonces ¿Por qué miles de veteranos de guerra en los Estados Unidos dicen que lo fue?

Porque después de que los aliados capturaron Dachau, miles de conscriptos norteamericanos fueron llevados y paseados por Dachau en donde se les mostraron edificios de los que se dijo eran cámaras de gas y porque los medios masivos de difusión, amplia pero falsamente, afirmaron que Dachau era un campo de «gaseo«.

5. Auschwitz queda en Polonia, no en Alemania. ¿Hay alguna prueba de que existiesen cámaras de gas construidas para dar muerte a seres humanos en, o cerca de, Auschwitz?

No. Se ofreció una recompensa de 50,000 dólares a quien aportase tal prueba, y el dinero fue depositado en un banco, pero no apareció nadie con prueba creíble alguna. Auschwitz, capturado por los soviéticos, fue ampliamente remodelado después de la guerra y se reconstruyeron distintos edificios para que pareciesen enormes cámaras de gas. Actualmente, Auschwitz es una gran atracción turística para el gobierno comunista polaco.

6. Si Auschwitz no fue un «campo de exterminio», ¿Cuál fue su verdadera finalidad?

Fue un complejo industrial a gran escala. Tuvo fábricas de caucho y combustible sintético («Buna«) y los reclusos, fueron utilizados como mano de obra. El procedimiento para la obtención del «Buna» también fue empleado en los EEUU durante la Segunda Guerra Mundial.

7. ¿Quién creó los primeros campos de concentración?. ¿Dónde y cuándo fueron empleados por primera vez?

Aparentemente, los primeros campos de concentración en el mundo occidental surgieron en los EEUU durante la Guerra de Independencia norteamericana. Los británicos internaron a miles de norteamericanos, muchos de los cuales murieron a causa de enfermedades y golpizas. A modo de ejemplo puede citarse a Andrew Jackson y a su hermano, este último falleció en uno de esos campos. Más tarde, los británicos erigieron campos de concentración en Africa del Sur para internar a mujeres y niños holandeses durante la conquista de ese territorio (la Guerra Boer). Decenas de miles de estas personas murieron en los infernales campos sudafricanos, cuyas condiciones de internación fueron, de lejos, mucho peores que las de cualquier campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

8. ¿En qué se diferenciaron los campos de concentración alemanes de los campos de reubicación norteamericanos en los que se internaron a japoneses y a alemanes residentes en los EEUU durante la Segunda Guerra Mundial?

Excepto por la denominación, la única diferencia significativa consistió en que los alemanes internaron a personas que constituían, real o supuestamente, una amenaza para la seguridad del esfuerzo bélico alemán, mientras que los norteamericanos internaron a personas exclusivamente a causa de su condición racial.

9. ¿Por qué los alemanes internaron a los judíos en campos de concentración?

Porque consideraron que los judíos constituían una amenaza directa a la soberanía y a la supervivencia de la Nación alemana y porque los judíos aparecían con desproporcionada frecuencia en las organizaciones subversivas comunistas. Sin embargo, no sólo los judíos sino todos los sospechosos de socavar la seguridad nacional estuvieron expuestos o fueron internados.

10. ¿Qué acción a gran escala emprendió el judaísmo internacional contra Alemania ya en 1933?

Un boicot económico internacional contra los productos alemanes.

11. ¿Es cierto que el judaísmo internacional le «declaró la guerra» a Alemania?

Sí. Los medios masivos de difusión del mundo entero aparecieron con titulares que decían: «Judea declara la guerra a Alemania«.

12. ¿Sucedió esto antes o después de que comenzasen a circular rumores acerca de los «campos de exterminio»?

Sucedió casi seis años antes. El judaísmo le declaró la guerra a Alemania en 1933.

13. ¿Cuál fue el primer país en llevar a cabo bombardeos masivos a la población civil?

Inglaterra; el 11 de Mayo de 1940.

14. ¿Cuántas cámaras de gas, para exterminar personas, hubo en Auschwitz?

Ninguna.

15. ¿Cuántos judíos había, antes de la guerra, en los territorios que posteriormente pasaron a ser controlados por los alemanes?

Menos de cuatro millones.

16. Si los judíos europeos no fueron exterminados por los nazis, ¿Qué pasó con ellos?

Después de la guerra, los judíos europeos seguían estando en Europa, con excepción de, quizás, unos 300.000 de ellos entre los cuales están quienes efectivamente murieron por una multiplicidad de causas durante el conflicto, y los que consiguieron emigrar a Israel, los EEUU, la Argentina, Canadá, etc. La mayoría de los judíos que abandonaron Europa lo hizo después y no durante la guerra; lo cual no obsta para que se les incluya en el supuesto Holocausto.

17. ¿Cuántos judíos huyeron al interior de la Unión Soviética?

Más de dos millones. Los alemanes nunca tuvieron a su alcance a esta población judía.

18. ¿Cuántos judíos emigraron antes de la guerra quedando, por lo tanto, fuera del alcance de los alemanes?

Más de un millón (sin contar los que fueron absorbidos por la URSS).

19. Si Auschwitz no fue un campo de exterminio, ¿Por qué su comandante, Rudolf Höss (no confundir con Rudolf Hess), confesó lo contrario?

Con Höss se utilizaron métodos muy eficaces para hacerle decir exactamente lo que sus captores querían escuchar.

20. ¿Existe alguna prueba de que americanos, británicos y soviéticos emplearon la tortura para forzar «confesiones» por parte de oficiales alemanes después de la guerra?

Hay pruebas en abundancia de que la tortura se empleó tanto antes como durante los famosos juicios de Nuremberg y aún después, en otros juicios por crímenes de guerra.

21. ¿En qué medida el mito del «Holocausto» beneficia actualmente a los judíos?

Los sustrae de toda crítica como grupo social. Les proporciona un «nexo común» que permite el control por parte de sus líderes. Es un instrumento útil en campañas de recolección de fondos y permite justificar ayudas económicas a Israel que totalizan más de 10.000 millones de dólares al año sólo por parte de los Estados Unidos.

22. ¿En qué medida beneficia al Estado de Israel?

Justifica los millones de dólares – en concepto de «reparaciones» – que el Estado de Israel ha recibido de Alemania Federal (Alemania Oriental se negó a pagar). Es usado por el grupo sionista israelí para controlar la política exterior norteamericana en sus relaciones con Israel y para forzar al contribuyente norteamericano a aportar todo el dinero que Israel desea. Y estos aportes son cada vez más voluminosos.

23. ¿En qué medida beneficia a algunos clérigos cristianos?

Correlaciona con la idea expuesta en el Antiguo Testamento en cuanto a que los judíos serían el «Pueblo Elegido» perseguido. También permite que la «Tierra Santa«, controlada por los israelíes, siga siendo accesible a la clerecía.

24. ¿En qué medida beneficia a los comunistas?

Le permite al comunismo ocultar sus propias instigaciones bélicas y sus propias atrocidades; tanto las de antes como las de durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

25. ¿En qué medida beneficia a los británicos?

En la misma forma en que beneficia a la Unión Soviética.

26. ¿Existe prueba alguna de que Hitler haya ordenado o sabido de un exterminio masivo de judíos?

No.

27. ¿Qué clase de gas fue utilizado por los nazis en los campos de concentración?

Zyklon-B; un gas hidrocianúrico.

28. ¿Para qué usos fue – y sigue siendo – producido este gas?

Para exterminar al piojo causante del tifus. Es empleado en la fumigación de habitaciones y vestimenta. Puede ser adquirido, sin dificultad, hasta el día de hoy.

29. ¿Por qué se usó este gas y no otro más adecuado para exterminios masivos?

Si los nazis hubieran querido usar gas para exterminar a seres humanos hubieran elegido algún otro entre los muchos que tenían a su disposición. El Zyklon-B es muy ineficiente, excepto en su uso específico como fumigante.

30. ¿Cuanto tiempo se tarda en ventilar completamente un área fumigada con Zyklon-B?

Aproximadamente unas 20 horas. Todo el procedimiento es sumamente complejo y técnico. Se tienen que usar máscaras antigas y sólo pueden ser empleados técnicos altamente capacitados.

31. Höss, el comandante de Auschwitz, afirmó que sus hombres entraban en las cámaras de gas, para remover los cadáveres, diez minutos después de que los judíos habían muerto. ¿Cómo se explica esto?

No se explica de ningún modo porque, si los hombres de Höss hubieran efectivamente hecho algo así, habrían terminado sufriendo el mismo destino que los judíos.

32. En sus confesiones, Höss afirmó que sus hombres fumaban cigarrillos mientras sacaban a los judíos muertos de las cámaras de gas, diez minutos después de haber terminado la operación. ¿No es explosivo el Zyklon-B?

Lo es, y en alto grado. La confesión de Höss resulta obviamente falsa.

33. ¿Cuál fue exactamente el procedimiento que supuestamente habrían empleado los nazis para exterminar a los judíos?

Las historias van desde dejar caer, a través de una perforación en el techo, contenedores de gas dentro de una habitación atestada de gente, hasta la inyección de gas a través de cañerías que terminaban en las duchas de las instalaciones sanitarias. Se alega que «millones» de judíos habrían muerto de esta manera.

34. ¿Cómo pudo ser ocultado, a judíos que aún no habían sido arrestados pero que estaban destinados a ser exterminados, un plan masivo de estas proporciones?

No hubiera podido ser mantenido en secreto de ninguna forma. El hecho concreto es que no existieron gaseos masivos de este tipo en parte alguna. Los rumores acerca de los mismos provinieron exclusivamente de fuentes judías.

35. Si los judíos destinados a ser ejecutados conocían el destino que les esperaba, ¿Por qué fueron a la muerte sin luchar ni protestar?

No lucharon ni protestaron simplemente porque no existió intención de matarlos. Sencillamente se les internaba y se les obligaba a trabajar. (N.del T.: actualmente, las autoridades israelíes se han dado cuenta de esta grave falla en el mito del «Holocausto» y por ello es que, de unos años a esta parte, paralelamente al «Holocausto«, ha surgido el mito adicional de la «heróica resistencia» supuestamente opuesta al «exterminio«).

36. ¿Aproximadamente cuántos judíos murieron en los campos de concentración?

Entre 300.000 y 500.000.

37. ¿En qué forma murieron?

Principalmente por reiteradas epidemias de tifus que causaron estragos en la Europa sumida en la guerra de aquella época. También murieron de inanición y por falta de atención médica, hacia el fin de la guerra, debido a que todas las comunicaciones por ferrocarril y por rutas terrestres habían sido destruidas por el bombardeo aliado.

38. ¿Qué es el tifus?

Es una enfermedad que siempre aparece cuando muchas personas se hallan encerradas juntas por largos periodos sin higienizarse. La enfermedad es portada por piojos que infectan el cabello y las ropas. Por ello es que las Armadas y los Ejércitos de todo el mundo tradicionalmente han impuesto cortes de cabello bien cortos a sus tropas. Irónicamente, si los alemanes hubieran usado mayores cantidades de Zyklon-B, muchos más judíos hubieran podido salir con vida de los campos de concentración.

39. ¿Qué diferencia hay entre 6 millones y 300,000 judíos muertos durante este trágico período?

¡5.700.000! Y aparte de ello -contrariamente a la propaganda del «Holocausto«- no hubo intención deliberada de exterminar a nadie.

40. Muchos sobrevivientes judíos de los «campos de exterminio» afirman haber visto pilas de cadáveres amontonados en fosas y quemados. ¿Cuánto combustible hubiera hecho falta para llevar a cabo esta operación?

Bastante más de lo que disponían los alemanes con la crónica falta de combustible que ya sufrían por aquella época.

41. ¿Pueden los cuerpos humanos ser quemados en fosas?

No. Es imposible que un cuerpo humano se consuma totalmente por las llamas de este modo ya que, en fosas abiertas, no puede ser generado el calor necesario.

42. Los autores que afirman la existencia del «Holocausto» dicen que los nazis eran capaces de cremar un cuerpo humano en cerca de 10 minutos. ¿Cuánto tiempo se tarda en consumir un cuerpo humano, de acuerdo con el testimonio profesional de los operarios de crematorios actuales?

Aproximadamente unas dos horas.

43. ¿Por qué había hornos crematorios en los campos de concentración?

Para disponer, eficiente e higiénicamente, de los cadáveres causados por las epidemias de tifus.

44. Suponiendo un funcionamiento al 100% de TODOS los crematorios en TODOS los campos del territorio controlado por los alemanes, ¿cuál es la cantidad máxima de cadáveres que hubiera sido posible cremar durante la totalidad del periodo en que dichas instalaciones crematorias estuvieron operando?

Unos 430.600.

45. ¿Puede un horno crematorio operar al 100% en forma continua?

No. Un 50% resulta ya una estimación generosa (12 horas por día). Los hornos crematorios deben ser limpiados regularmente y a conciencia cuando están en uso continuo.

46. ¿Cuánta ceniza queda de un cuerpo cremado?

Después de haber pulverizado completamente los huesos, aproximadamente la cantidad equivalente al contenido de una caja de zapatos.

47. Si seis millones de personas fueron cremadas por los nazis, ¿Qué pasó con las cenizas?

Eso es algo que todavía tiene que ser «explicado«. Seis millones de cadáveres producirían literalmente toneladas de cenizas. Sin embargo, no hay pruebas de la existencia de ningún enorme depósito de cenizas de estas dimensiones.

48. Las fotos aéreas de Auschwitz (tomadas por los aliados durante el período en que las «cámaras de gas», supuestamente, se hallaban operando a pleno) ¿Muestran la existencia de cámaras de gas?

No. En realidad estas fotografías ni siquiera muestran indicio alguno de las enormes cantidades de humo que habrían existido en forma constante sobre el campo. Tampoco muestran las «fosas abiertas» en las que se alega que se quemaban cadáveres.

49. ¿Qué disponían, esencialmente, las «Leyes de Nuremberg» alemanas de 1935?

Prohibían el matrimonio y las relaciones sexuales entre alemanes y judíos de un modo similar al de las leyes que existen hoy en Israel.

50. ¿Hay precedentes norteamericanos de esas leyes alemanas?

Varios estados de los EEUU tuvieron leyes que prohibían el matrimonio y las relaciones sexuales entre personas de distintas razas, mucho antes de que surgiesen los nazis.

51. ¿Qué fue lo que informó la Cruz Roja Internacional en relación con la cuestión del «Holocausto»?

El informe de un delegado de la Cruz Roja Internacional que visitó Auschwitz en Septiembre de 1944 señalaba que a los internados se les permitía recibir correspondencia y encomiendas, y que los rumores referentes a las cámaras de gas no habían podido ser confirmados.

52. ¿Cuál fue el papel desempeñado por el Vaticano durante el período en que se dice que fueron exterminados los seis millones?

Si hubiera habido un plan de exterminio, el Vaticano ciertamente se hallaba en posición de conocerlo. Pero, puesto que no existió plan alguno de este tipo, el Vaticano careció de razones para adoptar públicamente una posición contraria al mismo.

53. ¿Qué prueba hay de que Hitler ordenó o supo que se estaba realizando un exterminio de judíos?

Ninguna.

54. ¿Hubo colaboración entre los nazis y los sionistas?

Sí. Ambos estaban interesados en sacar a los judíos de Europa y mantuvieron relaciones amistosas durante la guerra.

55. ¿Qué fue lo que causó la muerte de Ana Frank varias semanas antes del fin de la Segunda Guerra Mundial?

Tifus.

56. ¿Es auténtico el Diario de Ana Frank?

No. Las pruebas recopiladas por Ditlieb Felderer en Suecia y por el Dr. Robert Faurisson en Francia prueban, definitivamente, que el famoso Diario es una falsificación literaria.

57. ¿Qué pasa con las numerosas fotografías tomadas en los campos de concentración alemanes y que muestran pilas de cuerpos famélicos? ¿Son fotos trucadas?

Las fotografías pueden ser trucadas, sin duda. Pero es mucho más simple agregarle una acotación o un comentario falaz a una foto o a un recorte fotográfico auténtico. Por ejemplo: una pila de cadáveres famélicos ¿Es prueba de que se trata de gente «gaseada» o deliberadamente hambrienta hasta morir? ¿O es que la fotografía muestra a víctimas de una tremenda epidemia de tifus? ¿O a personas que murieron de hambre por la carencia de alimentos en los campos hacia fines de la guerra? Fotografías de pilas de cadáveres de niños y mujeres alemanas, masacradas por los bombardeos aliados, se han hecho circular como fotografías de víctimas judías.

58. ¿Quién instituyó el término «genocidio»?

Raphael Lemkin, un judío polaco, en un libro que se publicó en 1944.

59. ¿Son documentales películas como la del «Holocausto» «Schindler’s List» o «The Winds of War»?

No. Estas películas no son históricas sino basadas en novelas y ficciones basadas en la Historia. Desafortunadamente, es demasiada la gente que las ha tomado como representación fidedigna de lo que realmente sucedió.

60. ¿Cuántos libros se han publicado en los que se refutan afirmaciones de la versión oficial del «Holocausto»?

Por lo menos 60. Y hay más en proceso de elaboración.

61. ¿Qué sucedió cuando el Instituto de Revisión Histórica ofreció 50,000 dólares a cualquiera que pudiese probar que hubo judíos gaseados en Auschwitz?

No se aportó ninguna prueba que mereciese la recompensa ofrecida, pero el Instituto fue demandado por 17 millones de dólares por un sobreviviente del «Holocausto«, quien alega que la oferta le ha hecho perder el sueño, lo ha perjudicado comercialmente y representa una «negación injuriante de hechos establecidos«.

62. ¿Qué hay de cierto en la afirmación de que quienes cuestionan el «Holocausto» son antisemitas o neonazis?

Se trata de una infamia destinada a desviar la atención de hechos concretos y de argumentos contundentes. Entre los investigadores que han refutado los alegatos del «Holocausto» los hay de todas las ideologías: demócratas, republicanos, libertarios, socialistas, cristianos, judíos, etc… No hay correlación entre la refutación del «Holocausto» y el antisemitismo o el neonazismo. De hecho, cada vez son más los investigadores judíos que reconocen abiertamente que las pruebas referentes al «Holocausto» resultan altamente insuficientes.

63. ¿Qué sucedió con los historiadores que cuestionaron la documentación del «Holocausto»?

Han sido objeto de campañas difamatorias, expulsiones de puestos académicos, pérdida de pensiones, destrucción de sus propiedades y violencia física.

64. ¿Ha sufrido el Instituto de Revisión Histórica (Institute for Historical Review) alguna represalia por sus esfuerzos en mantener el derecho a la libertad de palabra y a la libertad académica?

El IHR ha sufrido atentados con bombas cinco veces y ha sido dos veces objeto de demostraciones por parte de representantes de la Liga de Defensa Judía (Jewish Defense League) que portaban banderas israelíes y proferían amenazas de muerte. Amenazas de muerte hechas por teléfono son, prácticamente, un hecho cotidiano. El 4 de Julio de 1984, las oficinas y almacén del IHR fueron completamente destruidos en un delito de incendio.

65. ¿Por qué hay tan poca publicidad sobre el punto de vista de ustedes?

Porque, por razones políticas, el «Establishment» no desea ninguna discusión con profundidad sobre los hechos que rodean el mito del «Holocausto judío«.

66. ¿Dónde puedo obtener más información sobre la «otra cara» de la historia del «Holocausto», así como sobre hechos referentes a otras áreas del revisionismo histórico de la Segunda Guerra Mundial?

Puede escribir a: Institute for Historical Review, Post Office Box 2739, Newport Beach, California 92659, U.S.A., que tiene una gran variedad de libros, casettes y videocasettes sobre importantes cuestiones históricas y que además publica una revista trimestral.

Fuente: Institute for Historical Review, Post Office Box 2739, Newport Beach, California 92659, EE.UU. Publicación en castellano: Revista Revisión, Casilla de Correo No 3.782, CP (1000) Correo Central, Bs As., Argentina.

Link revisionista español.

Internacional.

Fuente: Foros.ABC.es

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