Gonzalo Anti New World Order


115 mentiras sobre los atentados del 11 de Septiembre

Posted in 11 de septiembre,atentados,historia,nuevo orden mundial por Gonzalo Fernandez en julio 17, 2011
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Por David Ray Griffin

Sigue sin haber una versión oficial sobre los atentados del 11 de Septiembre de 2001. No se ha abierto investigación judicial alguna sobre los propios atentados ni la menor investigación parlamentaria. No hay más que una versión gubernamental recogida en un informe presentado por una comisión presidencial. El profesor David Ray Griffin, autor de una obra de referencia en la que estudia ese informe, encontró en ese texto 115 mentiras aquí enumeradas.

Red Voltaire – 4 de Noviembre de 2006

Derrumbe del edificio n°7 del World Trade Center Este edificio no fue impactado por ningún avión y su derrumbe presenta las características de una demolición controlada. (cf. video). La comisión investigadora ni siquiera abordó el tema.
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Para cada mentira nos referiremos a los análisis que hace el profesor David Ray Griffin en su obra Omisiones y manipulaciones de la Comisión Investigadora. Las cifras que aparecen entre paréntesis se refieren a las páginas de la edición original estadounidense de ese libro.

1. Omisión de la prueba de que por lo menos 6 de los supuestos secuestradores aéreos (entre ellos Waled al-Shehri, acusado por la Comisión de haber apuñaleado a una azafata del vuelo UA11 antes del choque del avión contra la torre norte del World Trade Center) están vivos actualmente (19-20).

2. Omisión de pruebas sobre Mohamed Atta (como su pronunciada inclinación por la bebida, por la carne de puerco y las exhibiciones eróticas privadas o lap dances) que contradicen las afirmaciones de la Comisión de que Atta se había convertido en un fanático religioso (20-21).

3. Confusión voluntariamente creada alrededor de las pruebas que demuestran que Hani Hanjur era tan mal piloto que nunca hubiera sido capaz de lograr estrellar un avión de pasajeros contra el Pentágono (21-22).

4. Omisión del hecho que las listas de pasajeros (flight manifests) que se hicieron públicas no contenían ningún nombre árabe (23).

5. Omisión del hecho que nunca, ni antes ni después del 11 de Septiembre, se ha visto que un incendio haya provocado el desplome total de un edificio con estructura de acero (25).

6. Omisión del hecho que los incendios de las Torres Gemelas no fueron ni extremadamente extensos ni especialmente intensos y que ni siquiera duraron mucho tiempo comparados con otros incendios ocurridos en rascacielos (con estructuras) similares sin que estos últimos se desplomaran (25-26).

«Omissions et manipulations de la commission d’enquête sur le 11 septembre» (Omisiones y manipulaciones de la Comisión investigadora) es el libro del profesor estadounidense D. Ray Griffin, en version francesa y disponible en la librería electrónica de la Red Voltaire.

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7. Omisión del hecho que, dada la hipótesis que el incendio provocó los derrumbes, la torre sur, que fue golpeada después que la torre norte y afectada por un incendio de menor intensidad, no debería haber sido la primera en desplomarse (26).

8. Omisión del hecho que el edificio n°7 del World Trade Center (contra el cual no se estrelló ningún avión y que sólo sufrió pequeños incendios muy localizados) también se desplomó, hecho sobre el cual la Agencia Federal para el Manejo de Situaciones de Emergencia (FEMA) confesó que no podía ofrecer ninguna explicación (26).

9. Omisión del hecho que el derrumbe de las Torres Gemelas (y el del edificio n°7) presenta al menos 10 características de haber sido producto de una demolición controlada (26-27).

10. Afirmación según la cual el núcleo de la estructura de cada una de las Torres Gemelas era «un pozo de acero vacío», afirmación que niega la presencia de 47 columnas de acero macizo que eran en realidad el centro de cada torre. Según la teoría del «apilamiento de pisos» (the «pancake theory») que explica los derrumbes, varias decenas de metros de esas columnas de acero macizo debieran haber quedado en pie (27-28).

11. Omisión de la declaración de Larry Silverstein [el propietario del WTC], declaración según la cual el propio Silverstein en coordinación con los bomberos decidió «demoler» –en lenguaje técnico (to «pull»)– el edificio n°7 (28).

12. Omisión del hecho que el acero de los edificios del WTC fue rápidamente recogido del lugar de los hechos y enviado al extranjero por vía marítima ANTES de que pudiera ser analizado en busca de huellas de explosivos (30).

13. Omisión del hecho que el edificio n°7 había sido evacuado antes de su derrumbe, lo implica que la razón que se dio oficialmente para acelerar lo más posible la recogida del acero [en aquel lugar] (porque podía haber sobrevivientes bajo los escombros) no tenía ningún sentido en el caso de este edificio (30).

14. Omisión de la declaración del alcalde R. Giuliani quien dijo que se le advirtió de antemano que el WTC iba a derrumbarse (30-31).

15. Omisión del hecho que Marvin Bush, hermano del presidente estadounidense, y su primo Wirt Walker III eran los directores de la compañía encargada de garantizar la seguridad del WTC (31-32).

16. Omisión del hecho que el ala oeste del Pentágono, [la misma que fue impactada el 11 de Septiembre], era precisamente, por diversas razones, la que menos posibilidades tenía de ser blanco de los terroristas de al-Qaeda (33-34).

17. Omisión de toda discusión tendiente a determinar si los daños que sufrió el Pentágono correspondían realmente con los daños que podría haber provocado el impacto de un Boeing 757 desplazándose a varios cientos de kilómetros por hora (34).

18. Omisión del hecho que existen fotos que demuestran que la fachada del ala oeste no se derrumbó hasta 30 minutos después del impacto y que el orificio de entrada es demasiado pequeño para el diámetro de un Boeing 757 (34).

19. Omisión de todo testimonio contradictorio sobre la presencia o la ausencia de pedazos visibles de un Boeing 757, ya sea dentro o fuera del Pentágono (34-36).

20. Ausencia total de discusión tendiente a determinar si el Pentágono disponía de un sistema de defensa antimisiles capaz de derribar un avión de pasajeros, aún cuando la Comisión sugirió que los terroristas de al-Qaeda decidieron no atacar una central nuclear precisamente porque pensaron que esta dispondría de ese tipo de defensa (36).

21. Omisión del hecho que las imágenes provenientes de diferentes cámaras (incluyendo las de la gasolinera que se encuentra frente al Pentágono, confiscadas por el FBI inmediatamente después del impacto) podrían ayudar a determinar qué fue realmente lo que impactó el Pentágono (37-38).

22. Omisión de la alusión del secretario de Defensa D. Rumsfeld a «un misil [utilizado] para golpear [el Pentágono]» (39).

23. Aprobación aparente de la respuesta, totalmente insatisfactoria, a la pregunta tendiente a saber por qué los agentes del Servicio Secreto permitieron que el presidente Bush permaneciera en la escuela de Sarasota cuando, según la versión oficial, deberían haber pensado que un avión secuestrado podía tener esa misma escuela como blanco (41-44).

24. Fracaso en explicar por qué el Servicio Secreto no pidió una escolta de aviones de caza para [el avión presidencial] Air Force One (43-46).

25. Afirmaciones según las cuales en el momento en que el cortejo presidencial llegó a la escuela [de Sarasota], ninguno de los asistentes sabía que varios aviones habían sido secuestrados (47-48).

26. Omisión del informe según el cual el secretario de Justicia John Ashcroft había recibido una advertencia para que dejara de viajar en líneas aéreas comerciales antes del 11 de Septiembre (50).

27. Omisión de la afirmación de David Schippers de que, basándose en informaciones provenientes de agentes del FBI sobre posibles ataques en el sur de Manhattan, él había tratado infructuosamente de transmitir dicha información al secretario de Justicia John Ashcroft durante las 6 semanas anteriores al 11 de Septiembre (51).

28. Omisión de toda mención sobre el hecho que agentes del FBI afirmaron tener conocimiento de los blancos y fechas de los ataques [terroristas] mucho antes de los hechos (51-52).

29. Afirmación, mediante una refutación circular que da la cuestión por resuelta, de que el desacostumbrado volumen de compras de acciones en baja antes del 11 de Septiembre no implica que los compradores supieran de antemano que los ataques iban a producirse (52-57).

30. Omisión de los informes según los cuales el alcalde [de San Francisco] Willie Brown y ciertos responsables del Pentágono fueron advertidos de que no debían tomar el avión del 11 de Septiembre (57).

31. Omisión del informe según el cual Osama ben Laden, que ya en aquel entonces era el criminal más buscado por Estados Unidos, fue atendido en Julio de 2001 por un doctor estadounidense en el hospital estadounidense de Dubai y que recibió allí la visita de un agente local de la CIA (59).

32. Omisión de los artículos que sugieren que, después del 11 de Septiembre, el ejército estadounidense permitió deliberadamente la fuga de Osama ben Laden (60).

33. Omisión de informes, entre ellos el que reportaba la visita del jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita a Osama ben Laden en el hospital de Dubai, que entran en contradicción con la versión oficial de que la familia de Ben Laden y su país han renegado de este (60-61).

34. Omisión del resumen de Gerald Posner sobre el testimonio de Abu Zubaydah, según el cual tres miembros de la familia real saudita (que murieron los tres misteriosamente con sólo 8 días de intervalo) estaban financiando a al-Qaeda y conocían de antemano la realización de los ataques del 11 de Septiembre (61-65).

35. Desmentido de la Comisión sobre el descubrimiento de una prueba del financiamiento de los sauditas a al-Qaeda (65-68).

36. Desmentido de la Comisión sobre el descubrimiento de una prueba que demuestra que dinero perteneciente a la esposa del príncipe Bandar, la princesa Haifa, fue entregado a agentes de al-Qaeda (69-70).

37. Desmentido, que simplemente ignoró la diferencia existente entre vuelos privados y vuelos comerciales, sobre el hecho que el vuelo privado en el que varios sauditas viajaron el 13 de Septiembre desde Tampa hasta Lexington violó los reglamentos sobre el espacio aéreo establecidos en aquella fecha (71-76).

38. Desmentido sobre la autorización extendida a varios sauditas para que salieran del territorio de Estados Unidos poco después del 11 de Septiembre sin que esas personas fuesen sometidas a una investigación apropiada (76-82).

39. Omisión de la prueba que demuestra que el príncipe Bandar obtuvo una autorización especial de la Casa Blanca para los vuelos de los sauditas (82-86).

40. Omisión de la afirmación de Coleen Rowley según la cual responsables del Cuartel General del FBI habían visto el memo de Phoenix del agente Kenneth Williams (89-90).

41. Omisión del hecho que el agente del FBI en Chicago Robert Wright afirma que el Cuartel General del FBI cerró su investigación sobre una célula terrorista y trató posteriormente de intimidarlo para impedir que publicara un libro en el que relata sus experiencias (91).

42. Omisión de la prueba que demuestra que el Cuartel General del FBI saboteó el intento de Coleen Rowley y de otros agentes [del FBI] de Minneapolis de obtener una orden de búsqueda para conseguir la computadora de Zacarias Moussaoui (91-94).

43. Omisión de las tres horas y media de testimonio que prestó ante la Comisión la ex traductora del FBI Sibel Edmonds que, según una carta que ella misma hizo pública y que dirigió al presidente [de la Comisión] Kean, revelaba serias disimulaciones por parte de responsables del FBI en relación con el 11 de Septiembre y dentro del propio Cuartel General del FBI (94-101).

44. Omisión del hecho que el general Mahmud Ahmad, jefe del ISI [los Servicios de Inteligencia pakistaníes], se encontraba en Washington una semana antes del 11 de Septiembre y que se reunió allí con el director de la CIA, George Tenet, así como con otros altos responsables estadounidenses (103-04).

45. Omisión de la prueba que demuestra que Ahmad, el jefe del ISI [los Servicios de Inteligencia pakistaníes] ordenó el envío de 100.000 dólares a Mohamed Atta antes del 11 de Septiembre (104-07).

46. Afirmación de la Comisión de que no encontró prueba alguna de que algún gobierno extranjero, incluyendo al de Pakistán, haya financiado a agentes de al-Qaeda (106).

47. Omisión del informe según el cual la administración Bush presionó a Pakistán para que Ahmad fuese destituido de su cargo de jefe del ISI después de la divulgación de la información que revelaba que este había ordenado el envío de dinero del ISI a Mohamed Atta (107-09).

48. Omisión de la prueba que el ISI (y no sólo al-Qaeda) se encontraba detrás del asesinato de Ahmad Shah Massud (el comandante de la Alianza del Norte en Afganistán) que se produjo precisamente después de un encuentro que duró una semana entre responsables de la CIA y del ISI (110-112).

49. Omisión de la prueba que demuestra que el ISI está implicado en el secuestro y posterior asesinato de Daniel Pearl, periodista del Wall Street Journal (113).

50. Omisión del informe de Gerald Posner según el cual Abu Zubaydah afirmó que un oficial militar pakistaní, Mushaf Ali Mir, que mantenía estrechos vínculos con el ISI y con al-Qaeda sabía de antemano de los ataques del 11 de Septiembre (114).

51. Omisión de la predicción que hizo, en 1999, Rajaa Gulum Abbas, agente del ISI, de que las Torres Gemelas «se derrumbarían» (114).

52. Omisión del hecho que el presidente Bush y otros miembros de su administración se refirieron repetidamente a los ataques del 11 de Septiembre como «oportunidades» (116-17).

53. Omisión del hecho que el Proyecto para el Nuevo Siglo AmericanoThe Project for the New American Century»), muchos de cuyos miembros se convirtieron en figuras claves de la administración Bush, publicó en el año 2000 un documento que decía que un «nuevo Pearl Harbour» ayudaría a conseguir fondos para una rápida transformación tecnológica del aparato militar estadounidense (117-18).

54. Omisión del hecho que Donald Rumsfeld, quien fue presidente de la comisión del US Space Command y había recomendado aumentar el presupuesto destinado a este, se valió de los ataques del 11 de Septiembre, en la tarde de ese mismo día, para garantizar esos fondos (119-22).

55. No se mencionó que las tres personas responsables del fracaso de los esfuerzos por prevenir los ataques del 11 de Septiembre (el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el general Richard Myers y el general Ralph Eberhart) eran también los tres principales promotores del US Space Command (122).

56. Omisión del hecho que Unocal había declarado que los talibanes no podían garantizar la seguridad adecuada para emprender la construcción de sus pipelines (para petróleo y gas) a partir de la cuenca del Caspio y a través de Afganistán y Pakistán (122-25).

57. Omisión del informe según el cual representantes de Estados Unidos dijeron durante un encuentro, en Julio de 2001, que ya que los talibanes rechazaban su proposición de construir un oleoducto, una guerra contra ellos comenzaría en Octubre (125-26).

58. Omisión del hecho que en su libro, publicado en 1997, Zbigniew Brzezinski escribía ya que para que Estados Unidos pueda mantener su predominio global es necesario que ese país controle el Asia central, con sus vastos recursos petrolíferos, y que un nuevo Pearl Harbour sería útil para obtener el apoyo de la opinión pública estadounidense a esos designios imperiales (127-28).

59. Omisión del hecho que miembros claves de la administración Bush, entre ellos Donald Rumsfeld y su delegado Paul Wolfowitz, se esforzaron durante muchos años por desatar una nueva guerra contra Irak (129-33).

60. Omisión de los apuntes de las conversaciones de Donald Rumsfeld correspondientes al 11 de Septiembre que demuestran que este estaba decidido a utilizar los ataques como pretexto para desatar una guerra contra Irak (131-32).

61. Omisión de la declaración que aparece en el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, según la cual «la necesidad de una fuerte presencia estadounidense en el Golfo va más allá del tema del régimen de Sadam Husein» (133-34).

62. Afirmación según la cual el protocolo de la FAA (Federal Aviation Agency) sobre lo sucedido el 11 de Septiembre requería un largo proceso de aplicación que tenía que pasar por varias etapas de la cadena de mando cuando el propio Informe Oficial [de la Comisión] cita pruebas de lo contrario (158).

63. Afirmación según la cual en aquellos días sólo dos bases de la fuerza aérea estadounidense del sector noreste del NORAD (North American Aerospace Defense Command o Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte) mantenían cazas en alerta y, en particular, que no había aviones de combate en alerta en las bases de McGuire y de Andrews (159-162).

64. Omisión del hecho que la base Andrews de la fuerza aérea estadounidense tenía varios aviones de caza en alerta permanente (162-64).

65. Aceptación de la doble afirmación según la cual el coronel Marr, del NEADS (North East Air Defense Sector), tenía que comunicarse telefónicamente con un superior para que este lo autorizara a enviar aviones de caza desde [la base] de Otis y que necesitó 8 minutos para realizar esa llamada (165-66).

66. Aprobación de la afirmación según la cual la pérdida de la señal del transpondedor de un avión hace prácticamente imposible la localización de la nave por los radares militares estadounidenses (166-67).

67. Afirmación según la cual la intercepción de Stewart Payne no demostró que el tiempo de respuesta del NORAD en el caso del vuelo AA11 fue extraordinariamente lento (167-69).

68. Afirmación según la cual los cazas de la base de Otis se mantuvieron en tierra durante 7 minutos después de haber recibido la orden de despegue porque no sabían adónde volar (174-75).

69. Afirmación según la cual las fuerzas armadas estadounidenses no sabían del desvío del vuelo UA175 hasta las 9h30, momento exacto en que este vuelo se estrelló contra la torre sur del WTC (181-82).

70. Omisión de toda explicación sobre (a) la razón por la cual un informe anterior del NORAD, según el cual la FAA notificó a los militares el desvío del vuelo UA175 a las 8h43, se considera ahora como falso y (b) cómo fue que ese informe, si era falso, pudo ser publicado y se mantuvo como válido durante cerca de 3 años (182).

71. Afirmación según la cual la FAA no estableció la teleconferencia sino a partir de las 9h20 de aquella mañana (183).

72. Omisión del hecho que un memo de Laura Brown, de la FAA, afirma que la teleconferencia se estableció sobre las 8h50 y que trató precisamente sobre el desvío del vuelo UA175 (183-84, 186).

73. Afirmación según la cual la teleconferencia del NMCC, (Centro de Mando Militar o National Military Command Center) no comenzó antes de las 9h29 (186-88).

74. Omisión, en la afirmación de la Comisión de que el vuelo AA77 no se desvió de su trayectoria antes de las 8h45, del hecho que la hora mencionada en informes anteriores fue las 8h46 (189-90).

75. Fracaso en mencionar que el anuncio de la caída de un jet en Kentucky, poco después del momento en que el vuelo AA77 desapareciera del radar de la FAA, fue tomada lo bastante en serio por los responsables de la FAA y de la unidad antiterrorista del FBI como para que estos la enviaran a la Casa Blanca (190).

76. Afirmación según la cual el vuelo AA77 voló durante cerca de 40 minutos por el espacio aéreo estadounidense en dirección a Washington sin ser detectado por los radares militares (191-92).

77. Fracaso en explicar, si el anterior informe del NORAD según el cual se le informó a este –a las 9h24– que la trayectoria del vuelo AA77 era «incorrecta», cómo fue que ese informe erróneo pudo salir a la luz, o sea que se trata de saber si los responsables del NORAD mintieron o si fueron «embaucados» durante cerca de tres años (192-93).

78. Afirmación según la cual los aviones de combate de Langley, que según dijera primeramente el NORAD fueron enviados a interceptar el vuelo AA77, fueron realmente desplegados como respuesta a un informe erróneo de un controlador (no identificado) de la FAA de las 9h21 de que el vuelo AA11 se encontraba aún en vuelo y que se dirigía hacia Washington (193-99).

79. Afirmación según la cual los militares no fueron contactados por la FAA sobre el probable secuestro del vuelo AA77 antes del impacto contra al Pentágono (204-12).

80. Afirmación de que Jane Garvey no se sumó a la videoconferencia de Richard Clarke hasta las 9h40, o sea después del impacto contra el Pentágono (210).

81. Afirmación de que ninguna de las teleconferencias logró coordinar la FAA y las respuestas de los militares a los secuestros porque «ninguna [de las mismas] incluía a los responsables adecuados en el seno de la FAA y del Departamento de Defensa», aunque Richard Clarke dice que su propia videoconferencia incluía a la directora de la FAA Jane Garvey, al secretario de Defensa Donald Rumsfeld y al general Richards Myers, jefe interino de las Fuerzas Armadas (211).

82. Afirmación de la Comisión según la cual esta no sabía qué miembros del Departamento de Defensa participaron en la videoconferencia con Richard Clarke cuando el propio Clarke afirma en su libro que se trataba de Donald Rumsfeld y del general Myers (211-212).

83. Aprobación de la afirmación del general Myers de que él se encontraba en el Capitolio durante los ataques sin mencionar el informe contradictorio de Richard Clarke, según el cual Myers estaba en el Pentágono y participó en la videoconferencia con Clarke (213-17).

84. Fracaso al mencionar la contradicción entre el testimonio de Clarke sobre los movimientos de Rumsfeld de aquella mañana y las declaraciones del propio Rumsfeld (217-19).

85. Omisión del testimonio del secretario de Transporte Norman Mineta ante la propia Comisión, testimonio según el cual el vicepresidente Cheney y las demás [personas presentes] en el refugio subterráneo habían sido advertidas a las 9h26 de que un avión se acercaba al Pentágono (220).

86. Afirmación según la cual los responsables del Pentágono no sabían que un avión se estuviera acercando a ellos antes de las 9h32, las 9h34 o las 9h36, o sea sólo minutos antes que el edificio fuera impactado (223).

87. Aceptación de dos versiones que se contradicen entre sí sobre el aparato que impactó el Pentágono: una que describe la ejecución de una espiral de 330 grados hacia abajo (un «picado a gran velocidad») y otra en la que no se menciona esa maniobra (222-23).

88. Afirmación según la cual los cazas provenientes de Langley, que supuestamente recibieron la orden de despegar rápidamente para proteger Washington del «vuelo fantasma AA11» no estaban en lo absoluto cerca de Washington porque fueron enviados hacia el océano por error (223-24).

89. Omisión de todas las pruebas que sugieren que lo que impactó el Pentágono no fue el vuelo AA77 (224-25).

90. Afirmación según la cual la FAA no informó a los militares sobre el desvío del vuelo UA93 antes de que este se estrellara (227-29, 232, 253).

91. Doble afirmación de que el NMCC no monitoreó la conferencia iniciada por la FAA y no pudo por consiguiente conectar a la FAA con la teleconferencia iniciada por el NMCC (230-31).

92. Omisión del hecho que el Servicio Secreto dispone de medios que le permiten tener conocimiento de todo lo que hace la FAA (233).

93. Omisión de toda investigación sobre las razones que llevaron al NMCC a comenzar su propia teleconferencia si, como dijo Laura Brown –de la FAA–, eso no forma parte del protocolo standard (234).

94. Omisión de toda investigación sobre por qué el general Montague Winfield no solamente fue reemplazado por un «bisoño» (a rookie), el capitán Leidig, como director de operaciones del NMCC sino que abandonó además el mando cuando estaba claro que el Pentágono se encontraba ante una crisis sin precedente (235-36).

95. Afirmación según la cual la FAA notificó (de forma errónea) al Servicio Secreto, entre las 10h10 y las 10h15, que el vuelo UA93 se encontraba todavía en vuelo y se dirigía hacia Washington (237).

96. Afirmación según la cual el vicepresidente Cheney no dio la autorización para disparar hasta las 10h10 (varios minutos después de la caída del vuelo UA93) y que esa autorización no fue transmitida a la fuerza aérea hasta las 10h31 (237-41).

97. Omisión de todas las pruebas que indican que el vuelo UA93 fue derribado por un avión militar (238-39, 252-53).

98. Afirmación según la cual [el zar del contraterrorismo] Richard Clarke no recibió el pedido de autorización de fuego hasta las 10h25 (240).

99. Omisión del testimonio del propio Clarke, que sugiere que este recibió el pedido de autorización de fuego hacia las 9h50 (240).

100. Afirmación según la cual Cheney no bajó al refugio subterráneo del PEOC [o CPOU (siglas correspondientes a Centro Presidencial de Operaciones de Urgencia]) hasta las 9h58 (241-44).

101. Omisión de los múltiples testimonios, entre ellos los de Norman Mineta [secretario de Transporte] ante la propia Comisión, testimonios según los cuales el [vicepresidente] Cheney se encontraba en el CPOU antes de las 9h20 (241-44).

102. Afirmación según la cual la autorización para derribar un avión civil tenía que ser otorgada por el presidente (245).

103. Omisión de informes según los cuales el coronel Marr ordenó derribar el vuelo UA93 y el general Winfield indicó que él mismo y otros [oficiales] esperaban en el NMCC que un caza alcanzara el vuelo UA93 (252).

104. Omisión de informes que indican que había dos aviones de caza en el aire a varios kilómetros de New York y tres a sólo 320 kilómetros de Washington (251).

105. Omisión del hecho que había por lo menos 6 bases militares con cazas en estado de alerta en la región noreste de Estados Unidos (257-58).

106. Aprobación de la afirmación del general Myers de que el NORAD había definido su misión solamente en términos de defensa contra amenazas dirigidas [hacia Estados Unidos] desde el extranjero (258-62).

107. Aprobación de la afirmación del general Myers de que el NORAD no había previsto la posibilidad de que un grupo de terroristas pudiera utilizar aviones de pasajeros secuestrados como misiles (262-63).

108. Fracaso en poner en perspectiva la significación del hecho, presentado en el propio Informe, o en mencionar otros hechos que prueban que el NORAD sí había efectivamente previsto la amenaza que podía representar la posible utilización de aviones de pasajeros secuestrados como misiles (264-67).

109. Fracaso en explorar la implicaciones de la cuestión de saber cómo pudieron influir la maniobras militares («war games») programadas para aquel día en el fracaso de los militares en los intentos por interceptar los aviones de pasajeros secuestrados (268-69).

110. Fracaso en discutir la posibilidad que el desarrollo de la Operación Northwoods haya favorecido los ataques del 11 de Septiembre (269-71).

111. Afirmación (presentada para explicar por qué los militares no recibieron la información sobre los aviones secuestrados con tiempo suficiente para lograr interceptarlos) según la cual el personal de la FAA falló inexplicablemente unas 16 veces en la aplicación de los procedimientos normales (155-56, 157, 179, 180, 181, 190, 191, 193, 194, 200, 202-03, 227, 237, 272-75).

112. Fracaso en mencionar que la proclamada independencia de la Comisión se vio fatalmente comprometida por el hecho que su director ejecutivo, Philip Zelikow, era prácticamente miembro de la administración Bush (7-9, 11-12, 282-84). (ndt: era colaborador cercano de Condoleeza Rice)

113. Fracaso en mencionar que la Casa Blanca trató primeramente de impedir la creación de la Comisión [Oficial de Investigación sobre los Ataques Terroristas del 11 de Septiembre] y que obstaculizó después el trabajo de esta, como lo hizo al asignarle un presupuesto extremadamente restringido (283-85). (ndt: Presupuesto estimado en 15 millones de dólares cuando el film de ficción «Vuelo 93» de Paul Greengrass costó 18 millones y «World Trade Centre» de Oliver Stone costó CUATRO VECES MÁS, o sea 60 millones de dólares. En lo tocante al primer punto, la creación de la Comisión no se produjo hasta después de 441 días de los ataques y el presidente Bush propuso que fuera presidida por Henry Kissinger… para luego retractarse ante las violentas críticas de la opinión pública contra esa proposición).

114. Fracaso en mencionar que el presidente de la Comisión, la mayoría de los demás miembros de la Comisión, y por lo menos la mitad del personal de la misma tenía serios conflictos de intereses (285-90, 292-95).

115. Fracaso de la Comisión, la cual se vanagloriaba de que la presentación de su informe final había tenido lugar «sin disensión», en mencionar que esto fue posible únicamente porque Max Cleland, el miembro de la Comisión más crítico en cuanto a la actuación de la Casa Blanca –juró incluso «que no sería cómplice de un tratamiento parcializado de las informaciones»–, tuvo que renunciar a su puesto dentro de la Comisión para poder aceptar un cargo en el Banco Export-Import y que la Casa Blanca dio a conocer su nominación para ese cargo únicamente después que las críticas emitidas por Cleland se hicieron especialmente directas (290-291).

Terminaré precisando que concluí mi estudio del texto que he dado en llamar «el informe Kean-Zelikow» escribiendo lo siguiente: Finalmente, el Informe de la Comisión Investigadora sobre el 11 de Septiembre, lejos de evacuar mis dudas en cuanto a una complicidad oficial, no hizo más que confirmarlas. ¿Qué podría llevar a los responsables encargados de la redacción de ese informe final a montar una superchería de tanta envergadura si no el intento de enmascarar enormes crímenes? (291).

Fuente: Red Voltaire
Dos obras del profesor David Ray Griffin han sido publicadas en francés: Le Nouveau Pearl Harbor  y Omissions et manipulations de la commission d’enquête sur le 11 Septembre. La traducción de ambos títulos estuvo a cargo del comandante Pierre-Henri Bunel y fueron publicadaas en 2006 por las ediciones Demi-lune.

Documental «Loose Change» (Segunda Edición), subtitulado en español

Posted in 11 de septiembre,atentados,censura y opresion,historia,lavado de cerebros,nuevo orden mundial,otros temas de interes,pensamiento por Gonzalo Fernandez en junio 26, 2011
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Aspartame, una epidemia ignorada

Por Sylvia Ubal

La toxicidad del ASPARTAME a menudo se manifiesta por medio de desordenes que afectan el sistema nervioso central y daños al sistema inmunológico y sus aminoácidos se encuentran combinados con otros elementos que facilitan la asimilación y evacuación. Pese a que la patente ya fue caducada en Estados Unidos, sus componentes están incorporados a miles de productos a través del todo el mundo.

El aditivo alimenticio más polémico y dañino de la historia

La historia del ASPARTAME es parecida a un capítulo de los Expedientes X, producido por Michael Moore, en el que intervienen más los abogados que los médicos o los nutricionistas.

Se remonta a 1965, cuando James Schlatter, quien trabajaba para G.D. Searle, Centro de Arbitraje y Mediación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en la búsqueda de un remedio para la úlcera, probó accidentalmente el dipéptido (una estructura de proteínas) que estaba desarrollando y se dio cuenta de su alta dulzura, 180 veces mayor que el azúcar. Sin embargo pasaron varios años hasta que la empresa lo pudo sacar al mercado.

El principal obstáculo para lograrlo se dio en 1973, cuando un equipo médico encontró que el producto podía generar tumores cerebrales, según las pruebas que se hicieron con animales. Esto llevo a la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) a descartar la comercialización del ASPARTAME. Sin embargo allí apareció en escena Donald Rumsfeld (la persona que inventó la invasión a Irak y también quería imponer el Tamiflu contra la Gripe Aviar), que trabajaba para G.D. Searle y quien siempre se ha movido en la puerta giratoria entre lo privado y lo público.

La FDA continuó rechazando su aprobación hasta que en 1981 el Presidente Reagan tomó cartas en el asunto, despidió al Comisionado de la FDA que no aprobaba el ASPARTAME y designó a su amigo y de Donald Rumsfeld, el Dr. Artur Hull Hayes Jr. como nuevo Comisionado. En ese momento fue aprobada la licencia para la venta del ASPARTAME, a través de procedimientos políticos más que técnicos.

El ASPARTAME o Nutrasweet, es una amarga dulzura

El ASPARTAME está compuesto por tres elementos: ácido aspártico (40%), fenilanalina (50%) y metanol (10%), los dos primeros son aminoácidos (los mismos que aparecen en las proteínas) y el último es un alcohol que puede ser tóxico al consumirse en altas cantidades

Según lo señala el doctor H. J. Roberts, autor del libro La enfermedad del ASPARTAME, una epidemia ignorada, «todos los componentes señalados sufren un cambio químico al estar a una temperatura determinada, transformándose en ÁCIDO FÓRNICO, el que llega a ser letal en un momento y que va afectando al ser humano con una gran serie de trastornos, que finalmente pueden provocar la muerte«.

La toxicidad del ASPARTAME a menudo se manifiesta por medio de desordenes que afectan el sistema nervioso central y daños al sistema inmunológico y sus aminoácidos se encuentran combinados con otros elementos que facilitan la asimilación y evacuación. Al presentarse en la forma que salen del laboratorio, se produce la acumulación de residuos en el intestino (en forma de metanol), y en otros casos la fijación de ácido aspártico en el plasma sanguíneo, que a su vez genera excitotoxicidad, es decir, produce el deterioro de las neuronas, lo que da origen a enfermedades tales como la apoplejía y dolencias neurológicas y degenerativas como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, la fibromialgia, artritis, fatiga crónica, trastornos de ansiedad, lupus sistémico, la enfermedad de Parkinson, depresión, diabetes, linfomas o hipotiroidismo.

La toxicidad del metanol produce síntomas semejantes a los de la esclerosis múltiple; y de esta manera, algunas personas han sido diagnosticadas con esclerosis múltiple por error. La esclerosis múltiple no representa una sentencia de muerte, en cambio la toxicidad por metanol sí lo representa

El caso del lupus sistémico, es casi como el de la esclerosis múltiple, y es ocasionado por el consumo de ASPARTAME, especialmente en los habituados a la Diet Coca y Diet Pepsi, Sodas Light. Existen muchas personas adictas a estos productos que suelen tomar de tres a cuatro latas o más por día, estas personas no saben que el ASPARTAME es el culpable y continúan con un consumo que es capaz de amenazar su vida.

Edulcorantes que pueden causar la muerte

Estos productos se venden como sustitutos del azúcar y pueden provocar efectos tóxicos que pueden llegar a ser mortales. Así lo señala un mensaje que circula en Internet y sin embargo ¿Por qué no sale en la prensa?

Por los intereses económicos de las grandes compañías transnacionales y porque los gobiernos «hacen la vista gorda» en aras de cumplir los tratados comerciales y sólo intervienen cuando ya han muerto miles de personas y no hay como «tapar el sol con el dedo«. Desgraciadamente este veneno se demora un tiempo en matar silenciosamente, pero por su causa están muriendo «dulcemente» más personas en el mundo y sufriendo toda clase de problemas neurológicos.

Y pese a que la patente ya fue caducada en Estados Unidos, sus componentes están incorporados a miles de productos a través del todo el mundo. Y, por tanto, el negocio sigue adelante. Obviamente hay millones y millones de dólares en juego y las industrias trasnacionales no se detienen.

El ASPARTAME se puede encontrar en más de 5,000 productos y como aditivo en más de 150 marcas internacionales, los productos «Light» como sodas de dieta, Diet Coca y Diet Pepsi, bebidas atléticas, goma de mascar, café, , bebidas del tipo Kool-Aid, gelatinas, vitaminas para niños, antibióticos, postres, lácteos congelados, yogur, y muchos otros productos alimenticios

El ASPARTAME es el aditivo alimenticio más polémico de la historia. La evidencia más reciente indica que este dulcificante artificial nunca debió haber sido lanzado al mercado y menos aun permitir que permanezca en la cadena alimenticia.

Si usted y su familia quieren vivir más y mejor o si alguien sufre síntomas tales como espasmos, dolores punzantes, entumecimiento de piernas, calambres, vértigo, mareos, diarrea, dolores de cabeza, dolor articular, depresión, ataques de ansiedad, trastornos al hablar, impotencia y problemas sexuales, visión borrosa o pérdida de memoria, es necesario que usted le haga «la cruz» en forma inmediata a todos los productos que contengan estos componentes: NUTRA SWEET, SUGAR FREE, EQUAL, SPOONFREE.

Pero si desea productos «Light«. La sucralosa es el único endulzante en bajas calorías que se fabrica a partir del azúcar. Se lo usa en todo el mundo como ingrediente en alimentos procesados y bebidas de bajas calorías y como endulzante de mesa de venta libre en los supermercados y tiendas. Su nombre comercial «Splenda«, aunque es algo costoso, está siendo utilizado por productos de consumo masivo como algunas bebidas light y aguas minerales saborizadas. Según el Dr. H.J. Roberts del Instituto de Investigación Médica de Palm Beach, hace más de 20 años que los estudios científicos han demostrado su seguridad.

Además hay alternativas naturales que se encuentran en el mercado y que también se han abierto paso, entre las más destacadas encontramos: la Miel de Abejas, la Melaza, los azúcares de Remolacha, la Malta, la Miel de Agave y la Fructosa. Todas estas son ampliamente compatibles con la química del organismo y generan beneficios adicionales tanto en el aspecto nutricional como en la salud.

Si podemos preocuparnos por nosotros y nuestras familias y tomar las medidas correspondientes, estaremos sin duda prolongando la vida de nuestro grupo familiar.

Fuente 1: Ecoportal

Fuente 2: 1984

La familia Bush y la Alemania nazi

Posted in 11 de septiembre,atentados,historia,otros temas de interes por Gonzalo Fernandez en noviembre 30, 2010
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Por Webster G. Tarpley, Anton Chatkin

El Ministerio de Guerra de los Estados Unidos incorporó en el pasado, expertos en guerra biológica y en armas de destrucción masiva nazis, quiénes tuvieron la oportunidad de ensayar y probar su «especialidad» sobre los millones de civiles cuando estuvieron bajo las ordenes de Hitler.

El Ministerio de Guerra de los Estados Unidos incorporó en el pasado expertos en guerra biológica y en armas de destrucción masiva nazis, quiénes tuvieron la oportunidad de ensayar y probar su «especialidad» sobre los millones de civiles cuando estuvieron bajo las ordenes de Hitler o adherían a sus tesis durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante medio siglo, estos nazis aceptaron de trabajar en el más grande secreto en Fort Bragg (Estados Unidos), en la NASA, en el complejo militaro-industrial, en el lobby del armamento y en la CIA.

Fueron ellos los que desarrollaron los conceptos de «Guerra contra el Terrorismo» y la «Lucha contra los Estados Irresponsables«. Desde 1981 George Bush padre dirigió en persona todas la operaciones secretas de la CIA, bajo el nombre de código «Contra-terrorismo«.

En 1942, Allen Dulles, abogado y amigo intimo de la familia Bush, recibió la misión de impedir a la prensa que cite o mencione el nombre de la familia Bush después que se constatara oficialmente que «grandes partes del imperio Prescott-Bush operaron para la Alemania nazi durante el segundo conflicto mundial, contribuyendo de esta manera al esfuerzo de guerra nazi» [1].

Un año después, fue nombrado a la dirección de la OSS (Servicio Secreto predecesor de la CIA). Un encuentro tuvo lugar en Suiza con el adjunto de Himmler, Karl Wolf [2].

Juntos elaboraron un proyecto para hacer pasar los nazis a los Estados Unidos.

El primer proyecto de la CIA fue el Displaced Persons Act, una campaña de emigración que hizo entrar medio millón de europeos en los Estados Unidos entre 1948 y 1952. Entre estos emigrantes se encontraban 10,000 criminales de guerra nazis [3].

Oficiales superiores de la Cruz de Hierro húngara, la Legión búlgara, de la Organización de nacionalistas Ucranianos de Stephan Bandera, de la Legión lituaniana y la Brigada rusa blanca. La mayoría de estas facciones creó divisiones de WaffenSS que salvajemente masacraron a comunistas, judíos y otros ciudadanos [4].

El húngaro Laszlo Pasztor representaba en Berlín al gobierno fascista de Hungría de Ferenc Szalas durante la segunda guerra mundial. En 1972, George Bush padre, era en esa entonces presidente del Concejo Nacional de los Republicanos, él nombró a Pasztor al cargo de presidente del Concejo Republicano de Nacionalidades. [5]

Pasztor abre las puertas a los criminales nazis de Europa del Este. Por ejemplo a Nicolás Nazarenko, oficial de las WaffenSS en Rumania y especialista en «interrogatorios» a los prisioneros políticos. [6]

Abre la puerta también a Radi Slavoff, quién fue portavoz de Iván Docheff, fundador de la Legión búlgara. O a Florian Galdau, capellán de la Guardia de Hierro rumana, que se vanagloriaba de haber ayudado a entrar a los Estados Unidos miles de criminales de guerra rumanos. Walter Melianovich por su lado representa a la Asociación Americano-Bielorusa, que canta las hazañas de los verdugos de la Unidad WaffenSS de rusos blancos [7].

Este pequeño club de adeptos fue en 1988 el alma de la campaña electoral de George Bush padre para las presidenciales.

Slavoff es presidente de los «Búlgaros para Bush«, Galdau de los «Rumanos para Bush» y Melianovich de los «Ucranianos para Bush«… [8]

Proyecto Paperclip: guerra biológica y de destrucción masiva

Dulles y sus amigos del Ministerio de Guerra desarrollaron y pusieron a punto un segundo programa «top-secret«: el proyecto «Overcast«, rebautizado más tarde proyecto «Paperclip«. El objetivo era buscar y reclutar para la industria de guerra norteamericana, los científicos nazis, los especialistas en aeronáutica, en guerra biológica y química, en investigación nuclear y tratamiento del uranio.

Un documento con fecha del 2 de Junio de 1953 señala que en esa época, al menos 820 nazis ingresaron a los Estados Unidos vía la Operación «Paperclip«. Entre ellos, el general-mayor nazi Walter Emil Schreiber. Este hombre experimentó sobre los prisioneros el gas gangrene, el virus del tifus, ciertas drogas, el agua helada, las cámaras de baja presión. El general-mayor Schreiber fue asignado a la Escuela de Medicina de la Fuerza Aérea en Texas. El general mayor Kurt Blome, otro especialista en guerra biológica que experimentó con la vacuna de la peste fue contratado por el Departamento de Química del Ejército de los Estados Unidos. [9]

Werner Von Braun, ingeniero que trabajó para Hitler fue enviado a Fort Bliss en Texas. Von Braun junto con Walter Dornberger fueron contratados por el abogado de la familia Bush, Allen Dulles, para que trabajaran en la industria bélica norteamericana, así como a muchos otros miles de criminales nazis. Dornberger trabajó en Bell Aircraft (Bell Textron), Von Braun fue nombrado director de la Marshall Space Flight y de la NASA.

Von Braun elaboró durante la segunda guerra mundial en Peenemunde el proyecto de los cohetes V2 alemán, el cual estaba dirigido por el general Walter Dornberger. Se estima que la fabricación de dichos cohetes como sus instalaciones fue responsable de la muerte de 20.000 prisioneros de los campos de concentración de Dora y de Nordhaussen. El ejército norteamericano hizo transportar a los Estados Unidos varias toneladas de las V2, los documentos técnicos y los 1.200 especialistas alemanes en la materia al final de la Segunda Guerra Mundial [10].

Los Estados Unidos utilizarán esta experiencia adquirida en armas biológicas contra la Grecia, en la guerra de Corea y en la Guerra del Vietnam.

El club de amigos de George Bush padre fue y es muy activo en dichas cuestiones y objetivos. Pasztor, Nazarenko y Melianovich hacen parte del lobby estadounidense del armamento «Coalición para la Paz por la Fuerza» del Concejo de Seguridad Norteamericano (ASC). La ASC es una iniciativa militaro-industrial lanzada principalmente por la Aircraft Industries Association, Standard Oil, Honeywell, US Stell y la United Fruit, todas estas grandes multinacionales norteamericanas. La ASC era partidaria abiertamente para «una ofensiva nuclear sorpresa contra la Unión Soviética» durante la Guerra Fría. Después del 11 de Septiembre, este lobby ha alcanzado al fin su objetivo: la Cámara y el Senado de los Estados Unidos aprueban hacer uso del arma atómica en primer lugar y antes que nadie y esto de manera unilateral como política oficial del Gobierno. [11]

Operación Sunshine: especialistas de la guerra contra el terrorismo

La obra maestra y clave de Allen Dulles fue la Operación Sunshine.

Reinhard Gehlen era jefe de la red de espionaje alemán en Unión Soviética (Fremde Heere Ost), o sea el más alto oficial del espionaje nazi de Hitler. Trabajaba en el «Frente del Este«. Gehlen obtenía sus informaciones interrogando ferozmente a los prisioneros de guerra. Tortura, malos tratos y asesinatos ordenados por Gehlen costaron la vida a 4 millones de prisioneros de guerra soviéticos [12].

Gehlen propuso a los norteamericanos una alianza contra el comunismo y les remitió una lista de los agentes nazis. El 22 de Agosto 1945, el avión personal del general Smith los lleva a los Estados Unidos.

Durante diez años, la CIA gastó al menos 200 millones de dólares y pagó a 4,000 agentes clandestinos, para que las redes de Gehlen sigan funcionando a tiempo completo y a favor de los Estados Unidos [13].

El nazi SS Sturmbannfuhrer Alois Brunner era un experto en deportación de «terroristas«: comunistas, dirigentes sindicales y judíos. Fue el arquitecto en persona de los ghettos y los convoyes hacia los campos de concentración. Se le considera directamente responsable de la muerte de 128.500 personas [14].

La CIA hace trabajar a todos estos expertos de la «lucha contra el terrorismo» en sus locales de Fort Bragg. Es allí que George Bush padre dirigió (¿¿dirige??) él mismo y en persona todas las operaciones secretas de la CIA, bajo el nombre de código «Contra-terrorismo» [15].

Durante medio siglo, estos nazis trabajaron en el más grande secreto en Fort Bragg, en la NASA, en el complejo militaro-industrial, el lobby del armamento y en la CIA.

Después de la desintegración de la Unión Soviética en 1989, gritaron victoria por primera vez.

Han gritado victoria una segunda vez después del 11 de Septiembre 2001, porque es en estos momentos y debido a la situación y contexto de temor que sus amigos Bush, Cheney y Rumsfeld han decidido de hacer la «guerra preventiva» de la «ofensiva nuclear» de la «represión al terrorismo interior» la esencia de la política oficial de los Estados Unidos de Norteamérica.

Fuente 1: Red Voltaire

Fuente 2: 1984

Webster G. Tarpley

Escritor, periodista, conferencista y crítico norteamericano de las políticas doméstica y exterior de los Estados Unidos. Sus libros más recientes son: Obama, The Postmodern Coup,The Making of a Manchurian Candidate,Barack Obama: The Unauthorized Biography9/11 Synthetic Terror. Es miembro de la Conferencia Eje por la Paz.

Anton Chatkin

Este artículo es un resumen del libro: Bush: The unauthorized biography (Bush la no autorizada biografíade), de Webster G. Tarpley y Anton Chatkin.


[1] Carla Binion, Nazis and Bush family history, Online Journal, 21.12.00

[2] Andreas von Bülow, In Namen des Staates. Piper Verlag, 2002, blz. 377

[3] Christopher Simpson, Blowback: America’s recruitment of nazis and its effects on the Cold War. Collier Books, 1989, pp. 201-202, 215-216

[4] Russ Bellant, Old Nazis, the New Right and the Reagan Administration. Political Research Associates, 1989, pp. 10-11. Ook op www.skepticfiles.org

[5] John Loftus, Mark Aarons. The Secret War Against the Jews. St Martin’s Press, 1997

[6] Christopher Simpson, o.c., pp. 273-274

[7] Russ Bellant, o.c., pp. 10-17

[8] Carla Binion, Nazis and the Republican Party, Online Journal, 28.01.00

[9] Covert Action, Special: nazis, the Vatican, and CIA, 25/’86., pp. 23-26

[10] Simpson, o.c., pp. 27-31. Robert Sherill, www.texas.observer.org

[11] Russ Bellant, o.c., Part II, p. 4

[12] Simpson, o.c., p. 44

[13] Simpson, o.c., p. 53

[14] Simpson, o.c., p. 248

[15] Simpson, George Bush Takes Charge. Covert Action Quarterly, nr. 58.

«Judaísmo y Sionismo: Dos cosas diferentes», por Adrián Salbuchi

Posted in atentados,censura y opresion,historia,lavado de cerebros,masoneria,nuevo orden mundial,religion,sionismo por Gonzalo Fernandez en octubre 19, 2010
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Diez preguntas clave a lo sionistas israelíes

Ha llegado el momento de promover un amplio, abierto, serio, democrático y respetuoso debate sobre estas preguntas fundamentales:

1) ¿Porqué insisten los sionistas en confundir sionismo con judaísmo?

No todo sionista es judio y no todo judio es sionista. George W. Bush, Dick Cheney, Condoleeza Rice, Donald Rumsfeld, Tony Blair, Aznar, John Negroponte, John Bolton, y Colin Powell, para nombrar unos pocos recalcitrantes y muy encumbrados sionistas pro-israelíes NO son judíos.

Simétricamente, Noam Chomsky, Norman Finkelstein, Juan Gelman, Israel Shamir, el Gran Rabino Joel Teitelbaum (ver http://www.jewsagainstzionism.com), y los directores de la revista “Forward” de Nueva York NO son sionistas, aunque SI son judios….

2) ¿Porqué buscan dañar a las comunidades judías en la diáspora?

Como argentino, me preocupa que los sionistas y los israelíes quieran confundir sionismo con judaismo, ya que eso puede atraer injustas reacciones por parte de gente ignorante en contra de las comunidades judias en todo el mundo y en mi país, la Argentina (¡y eso sí nos preocupa!).

Acusar de “antisemita” a cualquier persona que critica a Israel y al Sionismo conforma inadmisible terrorismo intelectual, ya que de esa manera se pretende silenciar todo debate libre y abierto sobre temas complejos y fundamentales, como son los orígenes del Estado de Israel, la veracidad histórica contemporánea, y los objetivos reales del sionismo internacional en todo el mundo, la Argentina incluida.

Sería muy recomendable y saludable que las organizaciones de la comunidad judía en la Argentina condenaran públicamente la barbarie perpetrada por Israel en Palestina y el Líbano.

3) ¿Porqué insisten en acusar de “antisemitismo” a quienes critican al sionismo israelí?

Hablar de “antisemitismo” hoy en día es absurdo e hipócrita. El concepto “semita” conforma una categoría lingûistica originalmente urilizada por intelectuales como el filósofo racista francés del siglo XIX Conde de Gobieneau, quien contraponia “semitas” a “arios”. ¿Es que los sionistas también pretenden que hoy hablemos de “arios”?? ¡Por favor! ¡¡Estamos en el siglo XXI…!!

De todos modos, si los sionistas insisten en hablar de “antisemitismo”, entonces, conviene recordar que los pueblos árabes TAMBIEN son descendientes de Shem y, por ende, “semitas”.

De manera que si hoy el mundo sufre “el flagelo del antisemitismo”, es debido a la persecusión de palestinos, iraquíes y libaneses (mayoritariamente semitas), por las fuerzas invasoras y agresoras de Estados Unidos e Israel – cuyas máximas dirigencias son claramente “arias”. Pues Ehud Olmert, Ariel Sharon, Benjamín Netanyahu, George W. Bush, Tony Blair y Dick Cheney por citar algunos de esos líderes, tienen fisonomías muy “arias”, en nada reminiscentes a los pobres “semitas”….

4) ¿Porqué martirizan a Gaza y a los palestinos?

En 1989 el mundo se liberó del oprobioso Muro de Berlin.

Pocos años después, Israel lo ha reemplazado por el aún más oprobioso Muro de Gaza, de cientos de kilometros de extension y 8 metros de alto, con sus puestos de control militar, sus soldados armados, sus alhambres de púa, y sus constantes vejaciones y agresiones a los palestinos. Así, Israel transformó a Gaza en un gran Campo de Concentración de 500.000 civiles que hoy languidecen sin agua, sin cloacas, sin electricidad, sin trabajo y a la merced de sus violentísimos captores sionistas.

Se nota que las dirigencias israelíes han aprendido mucho de Auschwitz y del Ghetto de Varsovia…

5) ¿Los israelíes esperan realmente que los palestinos y los libaneses no se defiendan de alguna manera?

Solo los Estados Soberanos pueden estructurar fuerzas armadas regulares y legales (por ej., Israel, Gran Bretaña y EEUU).

Sin embargo, Palestina NO tiene un Estado, por lo que a su población no le queda otra opción que apoyar una fuerza armada irregular como es Hamas, ante las agresiones de Israel.

Al Líbano no se le ha permitido construir un Estado Soberano, gracias a los largos años de invasion por Israel y otras naciones, con lo que a los libaneses no les queda otra opción de defensa que las milicias irregulares de Hezbollah. Seguramente, ambos reciben armas de Irán y Siria

¿Acaso Israel no recibe armas de EEUU??

¿Acaso no es el Estado de Israel la UNICA potencia que tiene Armas de Destruccion Masiva en el Medio Oriente, gracias a las alrededor de 400 bombas atómicas que Estados Unidos le ha cedido generosamente al Estado de Israel?

¿¿Se puede confiar en el uso que hará Israel de ese poderorísimo y mortífero armamento nuclear??

Palestina y el Libano tienen DERECHO a defenderse del Terrorismo de Estado de Israel. En su condición desesperada, lo hacen como pueden.

Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel han declarado a Hamas y Hezbollah como “organizaciones terroristas”. Conviene recordar, sin embargo, que el orígen de las Fuerzas de Defensa Israelíes (el Ejército de Israel) surge de la fusión en 1948 de tres grandes organizaciones terroristas: los grupos Stern, Irgun y Zvai Leumi que previo al surgimiento del Estado de Israel, perpetraron crímenes terroristas como el asesinato del mediador de la ONU en Palestina, Conde Bernadotte (organizado por la guerrilla a cargo de Ytzakh Shamir, luego primer ministro israelí), y el ataque terrorista con bombas en 1947 contra el Hotel Rey David de Jerusalén, sede de la comandancia militar británica (perpetrado por la guerrilla de Menahem Beghin, luego también primer ministro israelí).

Una de dos: o todos estos grupos – Hamas, Hezbollah y Ejército Israelí – son catalogados como “fuerzas de defensa”; o son todos catalogados como “grupos terroristas”. No se puede tener el chancho y los veinte…

6) ¿Porqué no permiten un estudio serio sobre el “Holocausto”?

Esto resulta fundamental por cuanto hace a una comprensión correcta del origen del problema en Medio Oriente, y del devenir del mundo desde la Segunda Guerra Mundial que culmina con este espantoso “Nuevo Orden Mundial” globalizador que hoy padecemos.

Existe una fuerte corriente de pensamiento revisionista en círculos academicos en Europa y Estados Unidos que sostienen que no ha quedado adecuadamente demostrado que seis millones de judíos murieran durante la Segunda Guerra Mundial a manos de la Alemania y Austria nacionalsocialista.

Las investigaciones serias sobre este complejo tema están hoy vedadas de hecho en buena parte del mundo occidental, y prohibidas por ley en países como Francia, Canadá, Alemania y Austria. ¿A qué se le tiene tanto miedo? ¿A que un estudio serio haría que los números “no cierren”?

El escritor judio estadounidense, Norman Finkelstein, en su libro “La industria del Holocausto” (Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2002) explica muy bien la manera en que el Mito del Holocausto es utilizado por Israel para conseguir permanente apoyo financiero y político de EEUU, sus aliados y de sectores debidamente alineados de la Diáspora judía en todo el mundo.

En el museo del campo de concentración de Auschwitz durante los años en que Polonia estuvo ocupada por la ex-Unión Soviética, hubo una placa que recordaba que ahí habían sido ejecutados “4 millones” de aquellos supuestos 6 millones de judíos asesinados. En los años noventa, sin embargo, tras la caída del Muro de Berlin y posterior libertación de Polonia, esa placa fue discretamente retirada y reemplazada por otra que indica un total de “1.500.000 muertos…” ¿Donde están entonces los seis millones del “Holocausto”?

7) ¿Cómo explican el apoyo irrestricto que Estados Unidos brinda al Sionismo Internacional?

El gobierno de los Estados Unidos de Norte América ha quedado secuestrado por el Sionismo Internacional. Únicamente así se puede comprender el apoyo irrestricto, burdo y permanente que EEUU le brinda al Estado de Israel.

El propio ex-primer ministro israeli, Ariel Sharón declaró durante un acalorado debate en su gabinete que, “Nosotros (los israelíes) controlamos a los Estados Unidos y los estadounidenses lo saben muy bien” (citado por Juan Gelman en «Página 12«, 04Dic03).

Este gravísimo problema mundial ha sido evaluado en un reciente e importante informe de la Universidad de Harvard (publicado en marzo 2006) en el que los profesores John Mearsheimer (de la Universidad de Chicago) y Stephen Walt (decano de la Facultad John F. Kennedy de Gobierno de Harvard) describen “La politica exterior norteamericana y el lobby israelí”, probando de manera contundente la influencia determinante y excesiva que ejercen organizaciones y lobbies pro-sionistas como AIPACAmerican Israeli Political Action Committee – que han logrado torcer la politica exterior de EEUU en contra del propio interés nacional estadounidense y a favor del interés nacional de un Estado foráneo (Israel).

También podemos citar poderosas organizaciones de presión como la ADLAnti Difamation League (controlada por la Logia masónica B’Nai B´Rith) y el PNAC Project for a New American Century, cuyos principales dirigentes integraron e integran el gobierno Bush y son los máximos responsables de la destrucción de Irak y del apoyo irrestricto de EEUU a Israel, entre los que hallamos a Paul Wolfowitz, Richard Perle, Douglas Feith, Colin Powell, Condoleeza Rice, I. Lewis Libby, Paul Bremer, Richard Zoellick, James Baker y Elliot Abrams.

8 ) ¿Está bien que el mundo sea dominado por una ínfima Minoria?

El un sitio oficial israelí (la Jewish Agency for Israel http://www.jafi.org.il) y diversas organizaciones judías en EEUU, hablan de una poblacion judia mundial de menos de 15.000.000 de personas en todo el mundo (de las cuales unas 200.000 viven en la Argentina). O sea, númericamente la comunidad judía representa apenas el 0,2% de la población mundial, y el 0,5% de la poblacion de la Argentina.

¿No resulta antidemocrático que minorias tan ínfimas numéricamente detenten tanto poder mundial?

¿Hasta tal punto que hoy su sector sionista arrastra al planeta entero al borde de una Tercera Guerra Mundial como lo consigna “The Financial Times” de Londres en su edicion del 24 de Julio pasado…?

9) ¿Porqué los sionistas mienten sistemáticamente?

La tragedia que hoy viven El Libano y Palestina empezó porque Israel dice que Hamas y Hezbollah le secuestraron a tres de sus soldados en Gaza y en la frontera con Líbano. Nosotros, sin embargo, decimos que a los soldados no se los secuestra: Solo los civiles pueden ser secuestrados. Los soldados combatientes, a lo sumo, pueden ser capturados – incluso muertos – por el Enemigo; pero NO secuestrados.

Sin embargo, Israel, EEUU y los multimedios planetarios profusamente financiados por el capital usurario financiero mundial, repiten una y otra vez hasta el hartazgo que los tres soldados israelíes fueron “secuestrados”…

Como dice un viejo adagio: “La primera victima de la guerra es la verdad…”.

10) ¿Porqué no se investiga la muy veosímil pista ISRAELI en torno a los atentados de la Embajada / AMIA en Buenos Aires?

Según el periodico judio antisionista neoyorquino “Forward”, el gobierno de EEUU le sigue reclamando a gritos a la Argentina que le entregue una (falsa) “pista iraní” en torno a los dos terribles atentados terroristas que sufrimos en Buenos Aires (marzo 1992 y julio 1994, respectivamente), y que tras 12 y 14 años ni la CIA ni el Mossad han logrado fabricar (a pesar de que un despreciable juez argentino prosionista – Galeano – llegó al extremo de dar una coima de u$s 400.000 a un preso (Telleldin) para que inculpara a la Policia de la Provincia de Buenos Aires para así poder fabricar una falsa pista que condujera a Hezbollah y, por extensión, a Siria e Irán).

Si el gobierno pro-sionista de Néstor Kirchner cede a estas presiones y le regala a EEUU/Israel otra “razón” más para atacar a Irán, entonces nuestro país, la Argentina, se verá directamente involucrado en esta guerra del sionismo en contra del mundo.

¡¡Eso no lo quiere el pueblo argentino!!

A esta altura de los acontecimientos, es preciso investigar la hipótesis de una mucho más verosímil pista ISRAELI en torno a ambos atentados, que fueron perpetrados en momentos de grandes luchas intestinas dentro de Israel. Esa lucha intestina y sorda entre el bando moderado y los fundamentalistas de extrema derecha dentro de Israel, culminó con el asesinato de un gran primer ministro israelí favorable a la paz: Ytzakh Rabin, acribillado a balazos en Israel NO por un terrorista musulmán; NO por un neonazi; sino por Ygal Amir, un joven militante sionista israelí estrechamente vinculado al movimiento ultra-derechista de los colonos, y próximo al Shin-Beth, el servicio de seguridad interna israelí.

La propia y oficial Comisión Shamgar que investigó en Israel el asesinato de Rabin concluyó que el Shin-Beth fue responsable, aunque más no sea por omisión…

Asesinado Rabin en Noviembre 1995, el camino quedó abierto para que que el gobierno israelí quedara ocupado por los genocidas Netanyahu, Sharon y hoy Olmert, y sus partidarios en los partidos políticos ultra derechistas y fundamentalistas, Likud y Kadima….

Insisto: propongo un amplio, abierto, serio, democrático y respetuoso debate sobre estas preguntas fundamentales.
Pues, cuando al final prevalezca la VERDAD, recien entonces se podrá detener el baño de sangre que hoy sacrifica a cientos de miles de musulmanes e inocentes en un verdadero Holocausto – hoy, aquí y ahora – en este afligido planeta.

Adrian Salbuchi
MSRA – Movimiento por la Segunda República Argentina
(Buenos Aires – Argentina)

Fuente: Adrián Salbuchi

Artículo relacionado:

Caballo de Troya: Cómo funciona el “golpe de la CIA” en Irán

IAR Noticias – 15 de Junio de 2010

Una invasión militar de Irán por vía terrestre para derrocar al régimen de los ayatolas (el verdadero objetivo de Washington), le costaría a EEUU y a Israel bajas humanas y pérdidas militares imposibles de mensurar. Esta realidad es la que guía (y guió) el diseño de planes estratégicos orientados a desestabilizar Irán y a generar consenso a eventuales operaciones militares aéreas contra instalaciones nucleares y militares de Teherán. Este objetivo, a su vez, generó el diseño operativo de una «guerra por otras vías» para desestabilizar y preparar el derrocamiento interno del régimen de los ayatolas. Esa es la lógica que conduce a la actual operación «Caballo de Troya» de la CIA con los reformistas.

Por Manuel Freytas (*)

El objetivo Irán

Por las líneas geopolíticas de Irán, se trasmiten y retransmiten los teatros de conflicto que atraviesan la escala comprendida entre Eurasia y Medio Oriente, cuyos desenlaces impactan directamente en las fronteras energéticas ubicadas entre el Mar Caspio y el Golfo Pérsico, las claves estratégicas del petróleo y la energía mundial.

De cómo se resuelva el conflicto nuclear con Irán, dependerá el desenlace y la resolución de los conflictos militares latentes en Eurasia y Medio Oriente, las llaves estratégicas que abren o cierran la posibilidad del estallido de una Tercera Guerra Mundial intercapitalista.

En Irán (a diferencia de lo que informa y analiza la prensa del sistema) desde Junio del año pasado no hay un enfrentamiento por un resultado electoral, sino que se utiliza el resultado electoral para dirimir un conflicto más profundo que, por su importancia estratégica, trasciende las fronteras de Irán.

Por las líneas fronterizas de Irán hoy se escriben a corto plazo los ejes matrices y las coordenadas de un desenlace internacional de la guerra intercapitalista por el petróleo y los recursos estratégicos. «Reformistas» y «fundamentalistas» son sólo piezas funcionales de ese tablero en Irán.

Una invasión militar a Irán por vía terrestre para derrocar al régimen de los ayatolas (el verdadero objetivo del eje sionista «Washington-UE-Israel), le costaría a EEUU e Israel bajas humanas y pérdidas militares imposibles de mensurar.

Esta realidad es la que guía (y guió) el diseño de planes estratégicos orientados a desestabilizar Irán por medio de una guerra civil, y a generar consenso a eventuales operaciones militares aéreas contra instalaciones nucleares y militares. Esa es la lógica que conduce a la actual operación «caballo de Troya» con los reformistas.

Si el eje Washington-Tel Aviv decidiera invadir militarmente por tierra a Irán posiblemente el infierno de Irak o de Afganistán, o la ratonera del Líbano en 2006,  lucirían como paseos turísticos comparados con lo que les depararía a sus tropas el gigante islámico de Medio Oriente.

Irán cuenta con un territorio cuatro veces mayor, y tiene un equivalente a casi tres veces la población de Irak.
Al mismo tiempo, el terreno de Irán es mucho más montañoso que el de Irak,  y conforma el teatro ideal para la guerra de guerrillas, en la cual están entrenados alrededor de 500.000 mujaidines voluntarios preparados para ser movilizados en cualquier momento.

Para comparar, basta citar el ejemplo de Líbano en 2006, donde 30.000 soldados israelíes, con tanques, baterías de artillería, helicópteros artillados, cobertura aérea con misiles, bombas «inteligentes» y fuego naval, no pudieron doblegar a los 5.000 combatientes de Hezbolá entrenados por Irán y Siria.

En términos convencionales, las Fuerzas Armadas iraníes son las más numerosas y poderosas del Medio Oriente: cuentan con 1.000.000 de efectivos distribuidos entre el Ejército de Tierra, la Fuerza Aérea, la Marina y el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).

La doctrina  y la estrategia de Defensa militar iraní,  prevé la movilización, en caso de necesidad, de un «Ejército islámico» de 20 millones de personas sobre un total de más de 70 millones de habitantes.

Tanto hombres como mujeres, de 12 a 60 años, reciben preparación militar en las filas de las milicias populares, y en caso de guerra podrían ser incorporados a las Fuerzas Armadas regulares.

El Cuerpo de los Guardianes de la Revolución o Guardia Revolucionaria, considerado como el «ejército ideológico» del régimen, representa “un ejército dentro del ejército” ya que cuenta, además de sus fuerzas terrestres, con Fuerza Aérea y Marina propias, además de la policía y del resto de las fuerzas de seguridad bajo su control.

Además, los Guardianes de la Revolución cuentan con el «Kode«, un cuerpo de elite de 15.000 hombres cuya misión es organizar operaciones especiales en la retaguardia enemiga.

La Guardia Revolucionaria tiene bajo su mando a las milicias voluntarias (mujaidines), que cuentan con unidades de combate y un sistema de movilización permanente en todas las localidades.

Además de su excelente preparación militar, los soldados y mujaidines iraníes están mentalizados en una sólida formación «religiosa-doctrinaria» imbuida en los valores y preceptos del Islam, que los torna inmunes a operaciones de guerra psicológica convencionales (como ya se demostró con Hezbolá en Líbano).

Este escenario preliminar, referenciado por el poder militar y la capacidad de defensa de Irán, fue lo que determinó que el Pentágono, en la época de la dupla CheneyRumsfeld (después de evaluar costos y beneficios) descartara una invasión terrestre al país de los ayatolas.

Caballos de Troya

La realidad de un Irán inexpugnable por tierra, a su vez, determinó la necesidad de diseñar una estrategia de operación encubierta de infiltración en Irán con la finalidad de crear una división interna entre el poder teocrático y conservador de los ayatolas (que detenta el poder real y concentra todas las decisiones) y los sectores «reformistas» que se nuclean principalmente en la Universidad, el Parlamento y medios de comunicación.

El ese escenario, el objetivo del golpe «reformista» en curso  no es otro que el de derrocar al régimen fundamentalista de los ayatolas y restaurar el dominio «occidental» sobre la economía y el petróleo iraní utilizando, a modo de «caballo de Troya«,  no ya a la dictadura de un Cha de Persia, sino a una tercera parte de la sociedad iraní colonizada mentalmente con la sociedad de consumo capitalista.

Después de la invasión de Irak, en el 2003, y luego de consolidar el control sobre los militares y las corporaciones de inteligencia tras el 11-S, el lobby sionista de la Casa Blanca y el Pentágono, cuyos jefes eran el vicepresidente Dick Cheney y el secretario de Defensa, Donald Rumsfel, se dedicó a la preparación de acciones encubiertas para apuntalar eventuales planes de acción militar contra Irán.

Según señalaba por entonces el influyente columnista de New Yorker, Seymour M. Hersh, los estrategas del lobby neocon planeaban complementar los «ataques militares preventivos» contra Irán y Siria, con operaciones encubiertas de la CIA orientadas a fortificar a los grupos opositores internos enfrentados al régimen autocrático de Irán, al que la inteligencia norteamericana continúa señalando como protector principal de los grupos «terroristas» que desarrollan su accionar en Irak y Medio Oriente.

Mediante amenazas constantes y veladas de represalia militar, y acusando a los clérigos de cobijar al «terrorismo de Al Qaeda» en territorio iraní, la Casa Blanca y el Pentágono de Bush intentaron precipitar reacciones sociales masivas de los reformistas del presidente Jatamí contra el régimen teocrático del ayatolah Jamenei.

Intentaban poner una cuña de enfrentamiento armado entre «reformistas» y «fundamentalistas«, con la finalidad de debilitar al régimen iraní y conseguir consenso social y político para un ataque militar a las instalaciones militares y nucleares estratégicas de Irán.

Su objetivo principal estaba dirigido a conseguir que fueran los propios sectores «reformistas» iraníes los que se enfrentaran a los ayatolas «protectores de terroristas«, para promover un «golpe democrático» interno, o una «revolución reformista«, que sirviera  de columna vertebral para derrocar al régimen teocrático instalado con la revolución islámica de Komeini en 1979.

La operación respondía a un diseño general estratégico orientado a armar «caballos de Troya» en el mundo árabe y musulmán, usando como pretexto el combate «democrático» contra el «terrorismo» y las «dictaduras«.

No se trataba de otra cosa (y como  fue plasmado en el discurso de la segunda asunción de Bush) que de la complementación de  la «guerra contra el terrorismo» con el combate contra las «tiranías» mediante «procesos democráticos» instaurados en todo el tablero del mundo árabe y musulmán.

La primera experiencia en 2003

La primera fase del plan para dividir Irán, tuvo una operación inicial de alto impacto en junio de 2003 , cuando durante seis noches consecutivas, miles de estudiantes y militantes del reformismo se lanzaron a las calles a protestar y a pedir «la horca» para el jefe espiritual de Irán, el ayatolah Jamenei, y fueron duramente reprimidos por las milicias y las fuerzas de elite del régimen teocrático que mantiene un férreo control sobre la policía y las fuerzas armadas.

El gobierno y los servicios de inteligencia iraníes señalaban por entonces que la CIA infiltró estos movimientos con la intención de crear un «clima preparatorio» de agitación social, y desde ahí avanzar con cuadros entrenados a un enfrentamiento armado abierto en las calles en un estado de virtual guerra civil.

Desarrollando la misma lógica y metodología que utilizaron contra Saddam Hussein antes de la invasión a Irak, se intentaba crear un clima de revuelta contra el poder teocrático de los clérigos con la finalidad de debilitarlo, y consolidar una alianza con los reformistas que les otorgase consenso social y político para un ataque militar ya planificado por el Pentágono, señalaban por entonces analistas del mundo árabe.

Los halcones neocon del Pentágono creían que una fuerte presión social sobre el régimen iraní podría desatar una revuelta interna contra el gobierno islámico de Teherán, de la misma manera que predecían que Saddam iba a ser eliminado por una sublevación interna antes de la guerra.

Mientras se desarrollaba el plan desestabilizador en Teherán, en junio de 2003, George W. Bush decía sugestivamente por cadena nacional que las manifestaciones en Irán «son una señal «positiva» y «el comienzo de la expresión popular por un Irán más libre».

Durante la primera experiencia subversiva de laboratorio para desestabilizar Irán, y mientras crecía la violencia  en las calles de Teherán, el ayatola Alí Jamenei advirtió a los manifestantes que si no desistían tendrían que enfrentar las consecuencias represivas más duras, recibiendo como respuesta un incremento de los disturbios.

Finalmente, el régimen iraní lanzó sobre los bastiones golpistas una feroz operación represiva combinada de milicias, policías y fuerzas especiales que culminó con un baño de sangre y la muerte de centenares de estudiantes y militantes que -según los «reformistas»- las estadísticas oficiales ocultaron celosamente.

La experiencia bis

Tras los comicios del 12 de junio  de 2009 que consagraron la reelección de Ahmadineyad por el 63% de los votos (y a 6 años de la primera experiencia desestabilizadora con Bush), nuevamente la chispa de la subversión interna fue lanzada a través del candidato reformista derrotado, Musavi, bajo consignas de acusaciones de fraude.

Ya no se pedía la «horca» para el ayatola Jamenei como en 2003, sino que se pedía la anulación de las elecciones y la renuncia del «dictador» Ahmadineyad.

«¿La historia se repite? Washington ha renunciado a atacar militarmente a Irán y ha disuadido a Israel de tomar esa iniciativa. Para conseguir «cambiar el régimen», la administración Obama prefiere jugar la carta –menos peligrosa aunque más incierta- de la acción secreta», señala desde Red Voltaire, Thierry Meyssan.

Para el analista francés, «Dichas manifestaciones reflejan una profunda división en la sociedad iraní entre un proletariado nacionalista y una burguesía que lamenta su marginación de la globalización económica. Actuando bajo cuerda, Washington intenta influir en los acontecimientos para derrocar al presidente reelegido».

Tras el derrocamiento del Sha en 1979, y la posterior expulsión de EEUU por la Revolución Islámica del ayatola Komeini, la CIA realizó diversas operaciones de infiltración frustradas para derrocar al régimen nacionalista islámico que controla el poder militar y económico en Irán.

Los sucesivos intentos de la inteligencia norteamericana por desestabilizar al gobierno de Komeini fueron neutralizados sistemáticamente y sus agentes fueron detectados y ejecutados por las fuerzas del régimen nacionalista islámico.

Habiendo fracasado sus operaciones encubiertas en Irán, EEUU decidió invadir militarmente a ese país utilizando a Saddam Hussein y a su ejército por entonces armado y entrenado por la CIA y el Pentágono.

Tras una larga guerra Irak-Irán que abarcó casi toda la década del 80, y produjo un millón de muertos entre civiles y militares, Saddam y el régimen iraní firmaron un final de las operaciones militares, con el cual fracasó el intento de EEUU por reapoderarse del petróleo iraquí.

Posteriormente, y tras la Primera Guerra del Golfo en la década del 90, la CIA retomó sus contactos con el régimen iraní de los ayatolah con el objetivo de organizar la desestabilización del líder iraquí desde territorio iraní.

Desaparecido Saddam Hussein tras la ocupación norteamericana de Irak, se produjo una nueva ruptura de vínculos entre EEUU y el gobierno teocrático del ayatola Jamenei, que ya preveía que el próximo objetivo militar del Pentágono sería Irán.

El laboratorio de Obama

A diferencia de Bush y los halcones, la estrategia de la administración de Obama parece centrarse en una línea más sutil de «guerra por otras vías», explotando el flanco de debilidad interna (la división entre «fundamentalistas» y «reformistas») y disimulando el objetivo con una aparente «neutralidad» en el conflicto.

Ya no se trata de una revuelta abierta contra el poder de los ayatolas, como en junio de 2003, sino de una pulida operación de guerra psicológica en el frente social que utiliza a la oposición «reformista» iraní como un caballo de Troya para  desgastar el poder de los ayatolas y deslegitimar el triunfo de Ahmadineyad en las urnas.

Para tener en claro como se desarrollan (y hacia qué blanco apuntan) los hechos del laboratorio desestabilizador en Irán, hay que partir de un principio: No hay un solo Irán sino que existen «dos Irán».

El primer Irán, islámico confesional, marcadamente antisionista, anti-Israel y anti-EEUU, se representa en el Estado y en el gobierno de los ayatolas que controlan con mano de hierro los dos enclaves estratégicos del poder iraní: la economía y las fuerzas armadas y de seguridad.

El segundo Irán se representa en el sector de los «reformistas» (un segmento de la sociedad formado en la ideología «liberal» y en las pautas de la sociedad de consumo capitalista occidental) cuyo emergente social y su ideología «occidentalizada» son incompatibles con el fundamentalismo religioso del régimen teocrático de los yatolas.

El primer Irán está en guerra contra Israel y EEUU, y el segundo quiere fusionarse con la «civilización occidental» y negociar pautas de convivencia con Israel y EEUU.

Como concepto central hay que precisar que el «Irán reformista» es tan o más enemigo del «Irán fundamentalista» como lo son Israel y EEUU.

Durante siete días el círculo de la operación golpista se cerró con sus cuatro actores principales: El «fraude», la «protesta popular»,  los muertos y la presión internacional para obligar al gobierno de Irán a suspender las elecciones.

En este contexto, el plato está servido para que los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos (principalmente británicos), infiltrados en las usinas «reformistas» de la Universidad y de los medios de comunicación iraníes, completen el escenario para hacerle perder el control de la situación al régimen de los ayatolas.

Esta es la razón central que explica porqué las clases medias y altas «reformistas» iraníes son el natural elemento de infiltración de las potencias sionistas para derrocar a los ayatolas y a su gobierno hoy conducido por Ahmadineyad.

En ese escenario, y como complemento del plan militar, el proyecto estratégico de EEUU, Israel y las potencias sionistas aliadas, no gira alrededor de la destrucción de Irán, sino alrededor del fin de régimen de los ayatolas.

Las líneas matrices

Como ya lo advertimos: El enfrentamiento interno no es solamente una pelea por el control político, sino que es una guerra excluyente entre dos sectores del poder que sólo va a terminar cuando uno suprima al otro, y viceversa.

En primer lugar: Las líneas matrices del enfrentamiento y la división no nacen de la calle, sino que surgen del  propio seno del régimen republicano teocrático y se proyectan como una frontera divisoria con consignas, banderas y radios de acción en la sociedad iraní.

La división y el enfrentamiento entre «reformistas» y «fundamentalistas» en la sociedad iraní (que sólo la contención militar impide que lleguen a un enfrentamiento armado) parte de las cúpulas, donde un sector (el que expresa a los «reformistas» en el entorno de los ayatolas) busca claramente una línea de acercamiento negociador con EEUU y las potencias occidentales, y el otro sector (que expresa la estructura oficial en manos del ayatola Jamenei) desafía el poder de las potencias, amenaza la supervivencia de Israel e intenta proyectar a Irán como potencia nuclear.

Lo que hoy está sucediendo en Irán tiene una importancia estratégica fundamental para el destino del planeta por dos razones principales:

A) Desde el punto de vista geopolítico y militar estratégico, Irán está alineado dentro de uno de los ejes (Rusia, China y las potencias emergentes asiáticas) que disputa una guerra (por ahora fría) por el control del petróleo y de los recursos estratégicos del planeta con el eje occidental EEUU-Unión Europea.

B) Desde el punto de vista geoconómico, Irán es un jugador clave en el tablero de la guerra por el control de los recursos energéticos del denominado «triángulo petrolero» Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente.

El entramado estratégico de las redes energéticas del eje Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente (más del 70% de las reservas mundiales) define no solamente el destino del planeta a corto y mediano plazo sino que también define si el planeta va a llegar a su destino vivo o muerto.

Todos los conflictos que hoy se desarrollan en el planeta (sean de orden político, militar o social) abrevan en forma subsidiaria en esa guerra subterránea intercapitalista por el control de los recursos estratégicos claves para la supervivencia futura de las potencias capitalistas.

Las potencias que no cuenten en un corto plazo con petróleo, gas y recursos como el agua y la biodiversidad (los grandes pulmones verdes) hoy contaminados y amenazados de extinción, tienen pocas posibilidades de supervivir.

EEUU solo puede satisfacer un 25% de sus necesidades energéticas (con recursos que se agotan), y la Unión Europea es totalmente dependiente en provisión de gas y petróleo.

China (al igual que India, Japón y las potencias asiáticas) necesitan del petróleo y el gas (bombeados principalmente por los corredores rusos) para supervivir como superpotencias industriales.

Esta es la razón principal que impulsa una guerra intercapitalista (por ahora larvada) entre el eje de potencias emergentes, por un lado, y el eje de las potencias hegemónicas occidentales, por el otro.

Los países que concentran recursos estratégicos esenciales para la supervivencia de la civilización capitalista (como es el caso de Irán y de las naciones petroleras del mundo islámico) van a ser el teatro de operaciones de esos conflictos que hoy permanecen  latentes y a la espera de un detonante.

Este escenario (con desenlace en un corto plazo) convierte a Irán en un país clave para el futuro inmediato del sistema capitalista donde las potencias buscan posicionarse para supervivir en un planeta donde el petróleo y los recursos estratégicos se agotan.

Un nuevo estallido militar de la guerra energética, tanto en el Cáucaso (con Rusia como protagonista) como en Medio Oriente va a tener a Irán como un protagonista central.

Irán, un gigante que comparte fronteras con Irak, Turquía, Afganistán y Pakistán, que limita al noreste con el Mar Caspio y toca al suroeste sus fronteras con el Golfo Pérsico, se convierte en la caja de resonancia estratégica de cualquier conflicto que estalle en el Cáucaso o en los corredores euroasiáticos del gas y petróleo.

Tanto Pakistán (un gigante islámico con poder nuclear) y Afganistán (dominado por un conflicto armado con los talibanes) conforman una llave estratégica para el dominio y control militar del llamado «triángulo petrolero» (Mar Negro-Mar Caspio-Golfo Pérsico), donde se concentra más del 70% de la producción petrolera y gasífera mundial, un elemento clave para la supervivencia futura de las potencias capitalistas del eje USA-UE.

Irán, que controla el Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 40% de la producción mundial petrolera, además -con su posibilidad de tener un bomba nuclear- pone en peligro la supervivencia del Estado de Israel y la supremacía del control económico, geopolítico y militar estratégico del poder imperial USA-UE en la decisiva región del Medio Oriente y del Golfo Pérsico.

Así como Rusia representa para el eje USA-UE la «barrera» geopolítica y militar a vencer para la conquista de Eurasia y de sus recursos energéticos (vitales para la supervivencia futura del eje USA-UE), Irán es la piedra que hay que remover para complementar el control sobre las rutas y las reservas energéticas del Medio Oriente.

En estas líneas matrices, y no como resultante de una disputa electoral, hay que buscar la resolución de la trama y el desenlace del conflicto iraní que la prensa internacional y sus analistas presentan como una pelea electoral en «fundamentalistas» y «reformistas».

En resumen, por las líneas fronterizas de Irán hoy se escriben a corto plazo los ejes matrices y las coordenadas de un desenlace internacional de la guerra intercapitalista por el petróleo y los recursos estratégicos.

«Reformistas» y «fundamentalistas» son solo piezas funcionales de ese tablero en Irán.

Fuente: IAR Noticias

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

Este artículo fué publicado con anterioridad por el webmaster del sitio Libertaliadehatali’s Blog, en la entrada: Caballo de Troya: Cómo funciona el “golpe de la CIA” en Irán, así que los créditos son suyos. ¡Gracias camarada por tu trabajo!