Supersoldados del futuro inspirados en Iron Man
Investigadores del Ejército de EEUU trabajan para desarrollar una armadura de alta tecnología que daría a los soldados «fuerza sobrehumana», al más puro estilo de las películas de acción Iron Man.
Este tipo de armadura avanzada, llamado ‘Tactical Assault Light Operator Suit’ (Talos), será un exoesqueleto de protección avanzada que permitirá al soldado llevar equipo pesado y un potente ordenador, así como un sistema de monitorización de los signos vitales, explica el Ejército de EEUU.
«Algunas de las tecnologías consideradas para Talos incluyen una armadura avanzada, equipos que permitan que el soldado sepa dónde está en todo momento en el campo de batalla y comunicarse con el comando, y un sistema de suministro de energía y esqueleto externo altamente móvil«, explica el Ejército .
El Comando de Operaciones Especiales de EEUU (US Special Operations Command, SOCOM), que supervisa los comandos de élite de la Armada -‘Navy SEAL’- y el Ejército -los ‘Rangers’-, han hecho un llamamiento a los investigadores para que desarrollen una «armadura inteligente de combate».
Los proyectos podrán presentarse hasta septiembre de 2014. A continuación, el mando militar y los funcionarios del Pentágono decidirán cómo proceder teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias crecientes, dijo el portavoz del comando del Ejército para investigación, desarrollo e ingeniería, Roger Teel.
Esta futura armadura de combate también podría utilizar una suerte de «blindaje líquido» (parecido a lo que aparece en la película ‘Terminator’) pero esta tecnología todavía está en sus primeras etapas de desarrollo, afirmó Teel.
Se trata de la posible utilización de un líquido que se convierte en sólido con una carga magnética o eléctrica, de acuerdo con el proyecto desarrollado por científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Hombres-máquina para el combate
Este proyecto forma parte de una tendencia de la investigación se centra en la interfaz hombre-máquina para multiplicar las capacidades de cada soldado.
Esta iniciativa fue impuldasa por el almirante William McRaven, jefe del Comando de Operaciones Especiales que se hizo famoso cuando lideró la incursión para matar a Osama bin Laden en mayo de 2011.
El almirante afirmó en julio que se sentía «muy unido» al proyecto. «Me gusta pensar que el último miembro de un comando caído en el campo de batalla será el último, y creo que podemos hacerlo».
El proyecto será desarrollado conjuntamente por universidades, científicos que trabajan para agencias federales y empresas de tecnología, dijo James Geurts, jefe de adquisiciones. No obstante, aún es demasiado pronto para estimar el coste, agregaron los líderes militares del proyecto.
Un dato más: aunque reconocen que Talos recuerda a la armadura de Tony Stark en ‘Iron Man‘, el Ejército insiste en que la armadura del futuro, a diferencia del superhéroe, no será capaz de volar.
Fuente: El Mundo
La oscura relación entre Hollywood y el Ejército de EUA (el control mental militar del cine)
Publicación: 25/10/2011
Autor: pijamasurf
Hollywood y el Pentágono han copulado en la oscuridad desde los inicios de la industria del cine y de paso han copulado con tu mente con una incesante —a veces sutil, a veces explícita— propaganda, que es lo que sustenta la demencia planetaria que permite que vivamos en guerra.
Parte fundamental del entretenimiento es que el producto final no revela lo que hay detrás: esto es lo que ha sido llamado “la magia del cine”. No vemos los monumentales sets (maquetas, animaciones digitales o cartón); no vemos a los cientos de personas que participan para lograr una toma; no vemos, en lo absoluto, las cámaras, las luces, los micrófonos y toda la tecnología que permite que la imagen con todo su brillo y poder entre a tu mente. Pero tampoco vemos, a menos de que seamos muy atentos, la ideología y la propaganda que motiva, de raíz, los programas y películas de “mero entretenimiento” que millones de personas ven todos los días.
Como expondremos aquí, basándonos en datos verificables, todos somos objeto de una operación propagandística de control mental, que tiene uno de sus frentes más claros y mentalmente más invasivos en la relación entre el Ejército de Estados Unidos y Hollywood, tanto, que es apropiado hablar de estas industrias como una sola de Entretenimiento-Militar (o Military-Entertainment Complex, como se le llama en inglés).
Esta estrecha relación se basa en una conveniente dependencia entre ambas industrias. Por una parte Hollywood necesita de los “juguetes” del Ejército para filmar cualquier escena de guerra o incluso del género futurista (usando tecnología que dé verosimilitud); por otra parte, el Pentágono necesita de la difusión, del marketing de Hollywood para promover un perenne estado de guerra, convencer a los ciudadanos de enlistarse en la milicia o mostrarse complacientes con un Estado que tolera que sus contribuciones sean usadas para financiar la monstruosa máquina bélica. La publicidad directa, el Ejército lo ha notado, no es tan efectiva como la glorificación de la guerra y la empatía que logran, con todo el arte dramático, los magos del show business, los forjadores de sueños del bosque sagrado de Hollywood. Además existe un lazo profundo entre los grandes estudios de Hollywood, sus dueños y los dueños de las grandes compañías como General Electric, NBC y Universal, que también tienen participación en la industria militar. Un negocio redondo.
Cuando podríamos pensar que la sociedad está cansada de la guerra, se viene, necesariamente para dinamizar esta economía neuropolítica, una cuantiosa camada de cintas que exaltan el espíritu de la guerra y lo incrustan en la profundidad de la psique de los ciudadanos —que a fin de cuentas son los que pagan, lo mismo los boletos de cine que los misiles y aviones de guerra.
David Sirota, cuyo trabajo encomiamos por dar a conocer en el mainstream la colusión entre Hollywood y el Pentágono, advierte que se aproxima una serie de películas cuyo objetivo es ensalzar a los Navy Seals y, claro, reforzar la ideología pro-guerra. El director Peter Berg acepta incluso que en su próximo tributo cinematográfico a los Seals contó con la aprobación del Pentágono. “La idea de una vieja cinta de combate, en la que la política está muy clara —apoyamos a estos hombres— fue más atractiva para ellos”, dijo Berg, haciendo notar que la película será “un desinhibido tributo a la valentía de los Seals”. Saquen los violines, las gotas perladas de su sudor en close-up, los lentes de nightvision y las ráfagas de artillería de última generación.
La renombrada dierctora Kathryn Bigelow (primera mujer en ganar el Oscar al mejor director y esposa del agente de la industria militar, James Cameron) es la elegida para dirigir la oda fílmica a la captura de Osama bin Laden. La película hará uso de información clasificada brindada por la CIA y evidentemente contará una historia para que se regodee el Pentágono. “La misión fue un triunfo estadounidense, tanto heroico como apartidista, y no hay ninguna base para sostener que nuestra película representará esta enorme victoria de otra forma”, dijo Bigelow, endulzando los bigotes de los peces gordos del Pentágono.
Ahora veamos que esta connivencia, como brazo de propaganda, es tan vieja casi como la industria del cine y mucho más sutil y poderosa que lo hecho por Goebbels.
FUEGO AMIGO: UNA BREVE HISTORIA DE AMOR ENTE HOLLYWOOD Y LA INDUSTRIA MILITAR
David L. Robb documenta en su libro Operation Hollywood la enorme cantidad de películas que han sido subvencionadas y avaladas por la industria militar. Esta sociedad, que a fin de cuentas hace su merchandising sobre la mente de las masas, se sella cuando Estados Unidos entró a la Primera Guerra Mundial, estableciéndose paralelamente el Comité de Información Pública que formula las pautas a seguir para promover el apoyo doméstico. En 1917 el diario de la industria del cine, Motion Pictures News, proclama: “Todo individuo trabajando en la industria ha prometido proveer afiches, películas, tráilers y negativos para esparcir la propaganda necesaria para la inmediata movilización de los grandes recursos de la nación”.
La ganadora del primer Premio de la Academia a la Mejor Película, Wings (una especie de proto Top Gun de 1927), contó con todo el apoyo del Pentágono.
Con la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial la colaboración se expandió niveles inéditos. Los estudios de Hollywood produjeron, a la velocidad de las palomitas de maíz, una serie de dramas de guerra para exaltar el heroismo del esfuerzo estadounidense en combate. Numerosas películas se produjeron, pero quizás la más conocida sea el documental Why We Fight, presentado en siete entregas (1942-1945), obra del brillante director Frank Capra (italiano de origen), quien en cierta medida jugó el mismo papel que Leni Riefenstahl en la Alemania Nazi.
En los años 50 la milicia trabajó con Lassie para mostrar nueva tecnología militar y produjo “Mouse Reels” para el Mickey Mouse Club: uno de los programas mostraba a unos niños visitando el primer submarino nuclear (eso es lo que se llama formar futuros). Al respecto el periodista David Robb descubrió un memorándum del Pentágono, de esa misma época, en el que sea hacía notar que la producción mediática enfocada en los niños “es una excelente oportunidad para introducir a una nueva generación a la Marina nuclear”.
Los niños siguen siendo el blanco del Pentágono. Como afirma David Sirota en su nuevo libro Back to Our Future, buena parte de la industria de los videojuegos fue subsidiada en el inicio por contratistas militares, de donde se entiende por qué la mayoría de los primeros juegos tuvieron una inclinación marcial (Atari Combat, Misile Command, Contra, etc.) Y si bien esto es algo que aún prevalece, será el tema de un artículo próximo.
Sin embargo, la influencia del Pentágono no se limita a películas de guerra o videojuegos. La comedia disparatada Stripes, con Bill Murray, fue drásticamente alterada en su preproducción, evitando mencionar las bases militares y la influencia del Ejército de Estados Unidos en América Latina.
Jurassic Park III (2001) recibió dos helicópteros Seahawk, cuatro vehículos anfibios de asalto y ochenta miembros de la fuerza naval para redar una playa al final de la película (porque además, por si lo anterior no bastara, en la nueva gama de películas de Navy Seals se obliga a los soldados a ser actores). Esto se dio bajo el acuerdo de hacer “product placement” militar. Un beauty shot muestra el logo de la Fuerza Naval durante el momento cumbre del rescate de los protagonistas y se incluyó una línea de diálogo donde se agradece a los marines (esos héroes de la forzada imaginaria pop).
Se sabe bien que películas como Rambo y Top Gun aumentan el reclutamiento militar. Según la Fuerza Naval, el estreno de Top Gun hizo que aumentara hasta 400% el número de jóvenes que se enlistaron para la aviación naval. Tanto se entusiamó el Ejército por dicha película que incluso organizaron eventos de reclutamiento en las salas de cine —pretendiendo vorazmente canalizar la fresca inspiración pro militar de la cinta. “Los chicos salían de la sala con los ojos tan grandes como platillos y decían ‘¿Dónde firmo?’”, declaró el mariscal David Georgi (“¡Hey! ¡Tú puedes ser el próximo Maverick!”). Incluso hoy en día, como parte de ese tenebroso feedback, se nombran misiones militares con personajes y códigos de la película Top Gun y otras fantasías militares de los ochenta, implantando estos memes en las psiques de “Los lobeznos que han crecido y han ido Irak”, según se refiere el Ejército a esa generación.
Asesores especiales militares reciben un nombramiento especial para asegurarse que los directores no intenten introducir innovaciones fuera del guión que se alejen de las directrices del Pentágono. El mariscal David Georgi, asesor de la película Clear and Present Danger, le dijo a Robb: “Siempre está en la mente de los productores intentar darle un giro a la película en la dirección original que nos habían presentado […]. Es mi trabajo como consejero técnico asegurarme que la película no se desvíe sustancialmente de la versión aprobada” (Operation Hollywood, p. 38).
Esta intereferencia es tal que hoy en día ni siquiera la tratan de ocultar. La Oficina de Entrenimiento de la Fuerza Aérea incluso tiene su propio sitio web Wings over Hollywood y la CIA nombró en el 2001 a su asesor oficial para la industria del cine.
Después del 11 de septiembre el principal asesor político de George W. Bush, Karl Rove, se reunió con los jefes de las grandes casas productoras para obtener su apoyo en la guerra contra el terror.
En junio de este año, Michelle Obama reunió a 500 productores, escritores y actores en Los Ángeles para pedirles que incorporaran más historias militares familiares al entretenimiento como parte de la iniciativa de la Casa Blanca ”Joining Forces”.
Entre las películas más recientes que han contado con el apoyo de equipo militar se encuentran los blockbusters Trasnformers 3 y Battle of Los Angeles (una película en la que el Ejército lucha contra unos OVNIs, algo que podría ser parte de la nueva gran agenda de programación predictiva del Pentágono: extraterrestres y transhumanismo).
En contraste, hay que resaltar las películas que no recibieron apoyo de la industria militar porque sus directores se negaron a modificar la historia: The Last Detail (1973), Apocalypse Now (1979), An Officer and a Gentleman (1982), Born on the Fourth of the July (1989) y Forrest Gump (1994).
Por otra parte, como señala David Robb, la manera preferencial en la que el Pentágono apoya a ciertas películas y a otras no es una violación de la Primera Enmienda de Estados Unidos, en la que se hace manifiesto no solo el derecho a la libre expresión, sino también que el gobierno no deberá favorecer una expresión sobre otra. La infraestrcutura militar de Estados Unidos le pertenece a los ciudadanos, por lo cual, en teoría, no debería de comportarse como una corporación privada en la que se puede escoger, arbitrariamente, con qué empresa se trabaja. En todo caso se debería de licitar el uso de su tecnología a cualquier película y no solo a aquellas que aceptan glorificar sus intereses.
Hoy en día un manojo de compañías controlan el cine en Estados Unidos, principalmente Disney, AOL-Time Warner, Sony, General Electric, News Corporation y Seagram. Los intereses de estas compañías generalmente están alineados con los de la industria militar y sus contratistas, como parte de una gran obra (sangrienta) de ficción planetaria. Como dijera Rupert Murdoch en el 2003, después de la invasión de Irak, una ocupación exitosa bajaría los precios de petróleo y beneficiaría la economía: “Esto sería más grande que cualquier reducción de impuestos en cualquier país”.
Lo que vemos, y hay que llamarlo por su nombre, es una sociedad semisecreta, a caballo entre el poder político-militar y el poder de entretenimiento-económico, intercalando posiciones hasta fundirse en un aparato de control único. La sociedad del espectáculo en la que vivimos no es solamente la casualidad del mercado libre y de la naturaleza humana de buscar entretenimiento o de consumir historias. Lo sabían los grandes políticos griegos: el teatro es el perfecto escenario de adoctrinamiento justamente porque los ciudadanos no lo rechazan reempaquetado, glamorizado y supuestamente libre de la ideología política oficial. El cine es el aparato de adoctrinamiento más poderoso inventado hasta la fecha porque simula la realidad al incorporar todas las artes en un mismo flujo, convirtiéndose en una extensión de nuestros sueños, de nuestras imágenes mentales y, por lo tanto, penetra el inconsciente, donde implanta sus semillas. Esta frase de F.Scott Fitzgerald (citado por Jason Horsley) encierra la magnitud de esta brujería:
“La películas nos han robado nuestros sueños. De todas las traiciones esta es la peor”.
Sueños minados, mentes militarizadas. Para que el mundo permita que siga sana y campante la industria de la guerra (algo totalmente demente) se necesita una imperceptible lobotomía de la mente global. ¿De qué otra forma aceptaría un joven ir a morir a una tierra lejana solamente para que los CEOs de las grandes compañis petroleras, de los bancos, de las grandes productoras, engrosen los ceros en sus cheques a fin de año? ¿De qué otra forma odiaríamos a los habitantes de un país que no conocemos y que no nos han hecho nada (solo han agredido un supuesto ideal), que viven a miles de kilómetros, si no somos bombardeados mentalmente para conseguir el efecto de que percibamos a estas personas como malignas y pensemos que debemos destruirlas en pro de la libertad o alguna otra abstracción?
Así que si alguna vez te habías preguntado por qué incluyen balaceras y persecuciones injustificadas en casi todas las películas de Hollywood, ahí tienes tu respuesta. Ahora pide que te regresen un cerebro que pueda estar en paz.
Fuente: Pijamasurf
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¿Armas de ciencia ficción o equipamiento militar de EEUU?
¿Creía que los soldados con capacidades extra humanas, escáneres que ven por debajo de la tierra y aviones espías del tamaño de un colibrí son cosas de videojuegos y películas de acción? No es así. Una agencia especial del Gobierno estadounidense ya los ha diseñado e incluso probado.
La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa, subordinada al Departamento de Defensa, se encarga de hacer realidad el equipamiento bélico aunque parezca de ciencia ficción.
Colibrí espía
Ya existen muchos aparatos de espionaje que son realmente pequeños, pero no todos son tan móviles y verosímiles como el colibrí robot diseñado por la DARPA. El llamado Nano Air Vehicle mide unos 15 centímetros, pesa menos de 30 gramos y tiene una apariencia muy natural. Sin embargo, su uso es limitado, a causa de que el hábitat de estos pajaritos no abarca todo el mundo.
Ver más allá
La civilización humana ya sabe ver muy lejos por medio de los telescopios y ver en la oscuridad con cámaras de visión nocturna. Aunque ver a través de los muros, todavía parecía algo más bien de súper héroes, pero no para la DARPA.
La tecnología HIBR que está desarrollando puede permitir crear mapas exactos de edificios enteros y hasta detectar el desplazamiento de las personas a tiempo real desde fuera, aunque las paredes sean de más de 900 centímetros de espesor. Y por si fuera poco, también están trabajando en un aparato volador capaz de escanear búnkeres subterráneos.
Súper-hombres
Otra aspiración para los científicos es perfeccionar el cuerpo humano. Para eso ya han creado un ‘exoesqueleto’ que haría a los soldados 17 veces más fuertes. Una suerte de armazón sobre los brazos y la espalda alivia el esfuerzo a la hora de subir una carga o dar un golpe fuerte lo que permite al agente hacer más trabajo sin sentir cansancio. El problema es que de momento el aparato necesita una fuente de energía externa y las baterías son muy pesadas.
Pero dotar al soldado del equipamiento más avanzado no sería suficiente si al final se duerme del cansancio o sufre un ataque de nervios. Este ‘defecto’ de los seres humanos también puede arreglarse pronto mediante unas máquinas ultrasónicas de estimulación cerebral. Una tecnología parecida se usa para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. El aparato, instalado en el casco, envía señales directamente al cerebro bloqueando el cansancio y agudizando la atención a pesar de la falta de sueño.
Sería deseable que todos estos inventos y tecnologías nada baratos encontraran su uso con fines pacíficos y no sirvieran para la proliferación bélica en los numerosos conflictos en los que participa el Ejército estadounidense.
Fuente: Russia Today
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Fuerza Aérea de EEUU: Nueva Tecnología “Conductométrica” permite al gobierno saber qué está pensando.
20 de Mayo de 2011 – El gobierno de Estados Unidos no solo quiere saber donde está usted, también quiere saber qué está pensando. A falta de la implantación de un dispositivo en su cerebro que revela cada pensamiento suyo, el gobierno ha optado la próxima mejor cosa -conductometría- una nueva tecnología de vigilancia omnipresente desarrollada para la Fuerza Aérea de EEUU y destinada a ser utilizada en la seguridad pública para «monitorear conductas sospechosas«.
El sistema gira en torno a una cámara que sigue los movimientos faciales biométricamente para construir un perfil psicológico del individuo bajo vigilancia.
«Huntsville, Alabama Photon-X Inc. recientemente recibió un contrato de la Fuerza Aérea para desarrollar dicha cámara«. Con un broche de presión, afirma la empresa, su sensor puede construir una imagen tridimensional de la cara de una persona: la piedra angular de un distintivo de «bio-firma» que puede ser utilizado para el seguimiento a esa persona en cualquier sitio. Con algunas imágenes más, el artefacto puede capturar los movimientos musculares faciales únicos de ese rostro, y convertir esos movimientos en un perfil «conductométrico» que es hasta más preciso.
«El trabajo propuesto ayudará a identificar desmontajes no cooperativos utilizando sensores remotos, a partir de distancias apartadas que antes eran imposibles«, informa Toyon Research Corporation, que también consiguió una subvención de la Fuerza Aérea para el desarrollo de la bio-firma. «Esta información de identidad puede ayudar a analistas de inteligencia conectar a personas específicas a eventos y lugares, y aprender acerca de operaciones insurgentes«.
Esta nueva tecnología es el próximo refuerzo del paso infame del programa de análisis de DARPA, el cual pretende ser capaz de identificar terroristas por la forma como caminan. El programa fue ampliamente atacado en el momento de ser un ejemplo indignante de la paranoia enloquecida.
Una demostración en video de la tecnología que aparece en el sitio web Photon-X expone un número de medidas diferentes cambiantes cuando la persona altera su expresión facial de una sonrisa, a ceño fruncido, a enojo.
«El movimiento del rostro de una persona está correlacionada a un modelo muscular facial uniforme, y el movimiento de cada músculo es cuantificado. Al utilizar el Sistema de Análisis Conductométrico, es posible cuantificar datos simples que describen el movimiento lineal de todos los músculos faciales en tiempo real y entonces interpolar estos datos utilizando un sistema psicológico de perfil«, indica el sitio web.
En lenguaje simple, los movimientos de los músculos en su cara alertará al gobierno, a través del proceso de «análisis de la conducta«, de su presencia como un sospechoso individuo que puede estar involucrado en el acto de delito de opinión, o Dios no lo quiera, planear una protesta pública.
«El movimiento de postura corporal, el andar y las micro-expresiones» también son medidos por la tecnología para permitir a los «operadores poder seguir la actividad del usuario en una forma encubierta«, según describe el contrato.
Esto será utilizado para vigilar a las «operaciones de los insurgentes«, que suena como algo que puede ser realizado por el ejército de EEUU en Irak o Afganistán, pero de hecho sabemos que la tecnología también está destinada para aplicarse a la seguridad pública, bancos, corporaciones privadas, escuelas y universidades, casinos, parques temáticos y comercios, lo que significa que el «insurgente«podría ser usted caminando en un centro comercial.
El sistema también está diseñado para ayudar a robots humanoides detectar a personas u objetos, lo que significa que sus actividad sospechosa podría provocar una visita amigable de un androide que lo interrogará en relación a sus intenciones.
Fuente 1: Aporrea.org
Fuente 2: 1984
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El ejército de Estados Unidos tiene su propia ‘App Store’
El ejército de Estados Unidos está preparando su propia tienda de aplicaciones móviles, destinada a sus tropas. Éstas podrán acceder a recursos tales como el rastreo de los soldados amigos, trazado de mapas sobre el terreno o traducción de lenguas. Se perfila así el uso con fines militares de un ‘smartphone’, que pasaría a ser un complemento más del equipamiento de las fuerzas armadas.
La presentación de la tienda de aplicaciones oficial del ejército de Estados Unidos está prevista para el mes de Agosto, en una convención de carácter militar. Aunque ya se van conociendo detalles del proyecto, que trata de incorporar la tecnología móvil -que ha supuesto una revolución en el ámbito comercial y de consumo- a escenarios de guerra. No es la única iniciativa en este sentido, las fuerzas armadas estadounidenses también ha creado una red exclusiva al margen de Internet.
Se trata de una plataforma diseñada para albergar tanto aplicaciones móviles como otras destinadas para ordenadores, e incluso web ‘apps‘. Lo más destacado, sin embargo, es el contenido construido específicamente para funcionar en ‘smartphones’. Actualmente existen 17 ‘apps‘ para Android y otras 16 para iPhone. Para este último terminal ya hay diseñada una aplicación con fines claramente militares, que permite dirigir misiles.
Para acceder a la ‘App Store‘ del ejército de EEUU, denominada Army Marketplace, será necesario ser miembro de la comunidad del Departamento de Defensa. El precio de las aplicaciones será simbólico y los soldados podrán disponer de recursos de apoyo para sus tareas militares. El rastreo de tropas amigas o el trazado de mapas sobre el terreno de combate son dos de las funcionalidades que harán posible las ‘apps‘, así como la traducción de lenguas extranjeras.
La tienda de aplicaciones tiene también un componente de ‘crowdsourcing‘. Está diseñada como una plataforma para apoyar la generación de ideas. Los soldados podrán comentar las aplicaciones y plantear mejoras, pero además tendrán la opción de lanzar sus propias descripciones para la creación de cierto tipo de contenido. Así, los militares explicarán qué necesitan, debatirán entre ellos y contrastarán opiniones.
En declaraciones a Wired, Gregory Motes, jefe de la nueva rama de aplicaciones móviles del ejército, destaca la agilidad de este sistema: «El proceso actual de creación de software en el ejército es muy largo y arduo. Así es como hacemos las cosas. Pero el desarrollo de aplicaciones necesita ser rápido«.
Fuente: El Mundo
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Jefe del Pentágono sueña con bases en Afganistán tras 2014
Estados Unidos está interesado en extender su presencia militar en Afganistán para garantizar la competencia de las fuerzas afganas en hacer frente al terrorismo, declaró el jueves el secretario de Defensa, Robert Gates.
Durante las audiencias en el Comité del Senado para Asuntos de las Fuerzas Armadas, los legisladores preguntaron al jefe del Pentágono sobre una posible propuesta por parte de las autoridades afganas de ofrecer sus bases aéreas a EEUU después de 2014, fecha límite para la retirada completa de las tropas norteamericanas del país asiático.
Gates respondió que está a favor de un pacto con Afganistán para usar conjuntamente instalaciones en el país con el fin de entrenar de tropas y preparar operaciones antiterroristas.
«Creo que eso serviría de barrera a la influencia que Irán efectúa desde el oeste, así como el regreso al poder de los talibanes y otros que vienen desde las zonas fronterizas en Pakistán«, contestó Gates haciendo hincapié en el efecto estabilizador de tal variante.
El presidente afgano, Hamid Karzai, declaró recientemente que EEUU está en el proceso de creación de bases militares permanentes en Afganistán, incluso después del traspaso a las autoridades afganas de la responsabilidad por la seguridad.
Karzai afirmó que Washington necesita tales instalaciones para luchar contra el terrorismo y los extremistas islamistas, mientras que para su país el interés se basa en un interés estratégico para la seguridad y economía del país. Además, también aseguró que las bases no serán utilizadas para intervenciones o ataques contra países vecinos.
Según el mandatario, las partes están en el proceso de negociaciones del marco jurídico para la creación de bases permanentes para el Ejército estadounidense en Afganistán.
Según los planes estadounidenses, la retirada paulatina de las tropas norteamericanas debe comenzar en Julio próximo.
Desde que empezó la invasión de Afganistán encabezada por EEUU en 2001, más de 1.370 soldados y oficiales estadounidenses han fallecido y unos 10.600 han resultado heridos.
Fuente: Russia Today
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Muere preso en Guantánamo: nunca se le formularon cargos, nunca fue a juicio

Awal Malim Gul, quien fue acusado de ser un comandante talibán y de estar asociado a Al Qaeda, falleció el martes por la tarde en la base naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo, informó el Comando Sur del Ejército.
Gul, de 48 años, había estado usando una máquina de ejercicios para simular correr o subir escaleras. Una fuente de la parte legal dijo que el hombre colapsó cuando estaba haciendo ejercicio, pero el Ejército afirmó que fue cuando estaba tomando un baño luego de hacer los ejercicios.
«Otros detenidos en su bloque de celdas llevaron a Gul a una estación de guardia para su atención médica«, dijo el Ejército en un comunicado de prensa.
«Los guardias alertaron inmediatamente al personal médico, los cuales al llegar a la celda lo encontraron inconsciente«, agregó.
Gul fue llevado al área médica dentro del campo donde vivían y fue transferido al hospital de la base, pero no pudo ser revivido, dijo el Ejército.
El afgano había estado detenido sin cargos en Guantánamo desde Octubre del 2002. Es el séptimo preso que muere allí desde que el centro de detención abrió en la base naval estadounidense en Enero del 2002.
Uno murió de causas naturales –cáncer de colon-, y otros cinco aparentemente se suicidaron.
Se estaban haciendo arreglos para repatriar su cuerpo, después de realizarle una autopsia para determinar la causa de su muerte, dijo el Ejército.
Casi 800 hombres han estado detenidos en el centro que aún tiene 172 presos.
Fuente: Aporrea.org