Quién es Zbigniew Brzezinski y cual es su rol en el Plan de Nuevo Orden Mundial (NWO)

Zbigniew Brzezinski.
15 de Agosto de 2010
Brzezinski, ex consejero del presidente estadounidense Jimmy Carter, encarna la continuidad de la política extranjera de los EEUU, lo que no significa que sea una política de tendencia demócrata o republicana. Gran admirador de Henry Kissinger, Brzezinski siempre ha defendido, alabado y demostrado sumo respeto por los dos conceptos de diplomacia del «maestro», el equilibrio de las potencias llevado a teoría por Metternich y la doctrina «containment» elaborada por George Kennan.
Zbigniew Brzezinski preconiza hoy cómo se debe debilitar y acorralar militarmente a Rusia, y está convencido de que la mejor manera es la desestabilización de sus regiones fronterizas, una estrategia política que mucho interés despertó en el equipo del fallido candidato presidencial estadounidense John Kerry, equipo que reclutó a su hijo Mark Brzezinski como consejero para política exterior.
Según el discurso de George W. Bush durante la campaña presidencial del año 2000, hubiéramos podido esperar que asumiera -según la doctrina de su consejero, «el halcón» Wolfowitz-, una actitud rígida, incluso agresiva hacia la Rusia de Vladimir Putin. En vez de eso, hemos observado un trato inédito en las relaciones políticas mutuas de estas dos grandes naciones. Esto ha sucedido después del 11 de Septiembre de 2001.
Muchos observadores y analistas estiman que existía un acuerdo entre Putin y Bush, por el cual la administración norteamericana se privaría de criticar las operaciones militares rusas en Chechenia a condición de que Putin no se entrometiera en las intervenciones e injerencias estadounidenses en el Medio Oriente.
Esta explicación no da la debida importancia a los hechos del 11 de septiembre de 2001 y al contrario los trata como si fueran una abstracción. Otro tanto sucede con los elementos provenientes del Kremlin con respecto a los mismos sucesos. Podemos añadir que las administraciones republicanas han dado siempre una mayor importancia al Medio Oriente, mientras que la tradición política demócrata en política exterior se centraliza más en Eurasia.
Para elaborar su estrategia frente a la entonces URSS, y más tarde para los Estados del Este, recientemente emancipados de la influencia soviética, el campo demócrata se ha apoyado -desde que Jimmy Carter asumió el poder-, en un hombre brillante, pero sin escrúpulos, y también un acérrimo antirruso: Zbigniew Brzezinski.
La doctrina de este conocido profesor ha logrado adeptos fuera del Partido Demócrata, por el simple hecho de haber definido el imperativo absoluto de la supervivencia y la prosperidad del Imperio: la conquista de Eurasia.
Este catedrático nació en Varsovia en 1928, hijo de un diplomático polaco. Brzezinski emigra a Canadá a la edad de diez años cuando su padre fue destacado en ese país. Obtiene una licenciatura y una maestría en la Universidad Mc Gill de Montreal, y, posteriormente, un doctorado en Harvard en 1953, convirtiéndose en ciudadano estadounidense poco después. Contrae matrimonio con la hija del ex presidente checoslovaco Eduardo Benes.
Entre 1966 y 1968 se desempeña como miembro del Consejo de Planificación Política del Departamento de Estado de los EEUU, donde desarrolla la estrategia de «implicación pacífica» frente y hacia la Unión Soviética, todo esto dentro del marco de la Guerra Fría. En Octubre de 1966 convence al presidente estadounidense Johnson de modificar las prioridades estratégicas de modo que el «deshielo» sea colocado antes de la reunificación alemana.
Durante la campaña presidencial de 1968, Brzezinski preside el grupo de trabajo encargado de la política exterior del candidato demócrata Hubert H. Humphrey, que perdería finalmente ante Richard Nixon.
El inspirador de la creación de la Comisión Trilateral
A principios de los años setenta, Brzezinski se distingue como analista cuando anuncia proféticamente la llegada de actores mayores al escenario del poder mundial. Se trata de Europa y Japón, cuyas economías se han levantado rápidamente después de la Segunda Guerra Mundial.
En un artículo suyo publicado en la revista Foreign Affaire, en 1970, expone su visión de este «Nuevo Orden Mundial»: «Se hace necesaria una visión nueva y más audaz -la creación de una comunidad de países desarrollados que puedan tratar de manera eficaz los amplios problemas de la humanidad. Además de los Estados Unidos de América y Europa Occidental, debe incluirse a Japón (…)
«Un consejo formado por miembros de Estados Unidos, Europa Oriental y Japón que fomentara encuentros regulares entre los jefes de gobierno, pero también entre personalidades menos importantes, sería un buen comienzo». El mismo año, Brzezinski lanza nuevas ideas en su nuevo libro titulado: Between two Ages [1], donde explica que ha llegado la era de reequilibrar el poder mundial, poder que debe pasar a manos de un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre Japón, Europa y Estados Unidos.
La revolución de las técnicas de producción, el cambio de la industria pesada a la electrónica, debía provocar un trastorno de sistemas políticos y una nueva generación de élites en el poder. David Rockefeller, entusiasmado con estos conceptos, lo contrata entonces para crear la Comisión Trilateral y lo nombra director. Esta fue establecida oficialmente en 1973, y reúne a importantes figuras del comercio mundial, de los medios bancarios internacionales, gobernantes y los grandes medios de comunicación europeos, japoneses y norteamericanos.
Cuando ocurrió el primera crisis petrolera, la principal preocupación de estos maestros de las finanzas mundiales fue la de quitarse de encima la responsabilidad de la deuda exterior de los países en vías de desarrollo, dando mayores obligaciones y fortaleciendo el Fondo Monetario Internacional (FMI). También se trataba para los Estados Unidos, debilitados en aquella época por su fracaso militar en Vietnam, de apoyarse en cada extremo geográfico del continente euroasiático, donde tenían gran influencia después la Segunda Guerra Mundial, con la finalidad de mantener y extender su hegemonía.
Esta misión, vista desde afuera, otorga sin dudas a Brzezinski una imagen de defensor de la paz, portavoz de la disminución de la tensión mundial (Guerra Fría) y de las relaciones multilaterales, e incluso -ante los ojos de la extrema derecha-, una apariencia de globalista inspirado en el Marxismo.
Para llevar a cabo los grandes planes de la Comisión Trilateral, lo mejor era que uno de sus miembros llegara a ser presidente de los Estados Unidos.
El presidente Carter y el doble juego
Desde la creación de la Comisión Trilateral, el pastor Jimmy Carter era uno de los que con seguridad formaban parte del equipo Rockefeller-Brzezinski. Había abierto las primeras oficinas comerciales para el estado de Georgia en Bruselas y en Tokio, cosa que hacía de él la imagen modelo o el concepto fundador de la Comisión [2].
Para su nominación como candidato a las elecciones y la elección presidencial de 1976, Rockfeller puso en funcionamiento sus relaciones en Wall Street y a trabajar a Brzezinski, cuya influencia académica al servicio del candidato demócrata Jimmy Carter fue de gran provecho para que ganara las elecciones. Naturalmente, cuando Carter fue elegido, Brzezinski ocupó el puesto privilegiado de consejero de seguridad nacional [3].
Una vez en su silla, Carter definió como prioridad la reducción del arsenal militar nuclear de los dos bloques (EEUU-URSS). Sin embargo, la crisis de los misiles SS-20 soviéticos apuntados hacia Europa hizo que Carter reaccionara con el despliegue de los mísiles Pershing, lo que arruinó sus esfuerzos, sinceros o no, y puso a ambos bloques en una situación de desconfianza recíproca.
Se puede constatar que en aquella época el campo soviético tenía buenas razones para sospechar que su adversario realizaba un doble juego: la derrota militar de los EEUU en Vietnam les obliga a mantener cierta modestia en el plano militar y estratégico, mientras que Brzezinski preparaba su plan de guerra por mandato, para preparar una trampa y obligar a la Unión Soviética a entrar en un conflicto periférico.
La desestabilización del régimen comunista afgano y el financiamiento y entrega de armas a las primeras milicias jihadistas anticomunistas en 1979 provocaron, como previsto, la entrada del Ejército Rojo en Afganistán. Para ello Brzezinski se apoya en los efectivos servicios de espionaje e inteligencia paquistaníes, el temido ISI.
Cuando la revista francesa Le Nouvel Observateur le realizó una entrevista en 1998, Brzezinski reconoció que el equipamiento de las tropas antisoviéticas de Bin Laden era anterior a la invasión rusa y destinado a provocar su reacción:
Le Nouvel Observateur: El ex director de la CIA, Robert Gates, lo afirma en sus Memorias: los servicios secretos norteamericanos comenzaron a ayudar a los mujaidines afganos seis meses antes de la intervención soviética. En esa época usted era el consejero del presidente Carter y su papel fue clave en este asunto. ¿Lo confirma?
Zbigniew Brzezinski: Sí. Según la versión oficial de la historia, la ayuda de la CIA a los mujaidines se inició en el año 1980, es decir, luego que el ejército soviético invadiera a Afganistán el 24 de Diciembre de 1979. Pero la realidad, mantenida en secreto hasta hoy, es muy distinta: fue el 3 de Julio de 1979 que el presidente Carter firmó la primera directiva sobre la asistencia clandestina a los opositores del régimen pro soviético de Kabul. Aquel día le escribí una nota al presidente en la que le explicaba que en mi opinión aquella ayuda provocaría la intervención de los soviéticos. (…) No empujamos a los rusos a intervenir, pero conscientemente aumentamos las probabilidades de que lo hicieran.
N.O.: Cuando los soviéticos justificaron su intervención afirmando que luchaban contra una injerencia secreta de los Estados Unidos nadie les creyó, sin embargo había un fondo de verdad. ¿No lamenta nada hoy?
Z. Brz.: ¿Lamentar qué? Esa operación secreta era una excelente idea. Tuvo como efecto atraer a los rusos hacia la trampa afgana, ¿y usted quiere que lo lamente? El día en que los soviéticos cruzaron oficialmente la frontera afgana escribí al presidente Carter en esencia: «Esta es nuestra oportunidad de darle a la URSS su Vietnam» (…).
N.O.: ¿Tampoco lamenta usted el haber favorecido el integrismo islámico, haber entregado armas y asesoría a futuros terroristas?
Z. Brz.: ¿Qué es lo más importante ante la mirada de la historia mundial, los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos islamistas excitados o la liberación de Europa Central y el fin de la Guerra Fría?» [4]
(Nota de la redacción de la Red Voltaire: el conflicto en Afganistán desde sus inicios en 1979 ha causado miles de miles de muertos, para algunos observadores un millón de muertos y desplazado gran parte de la población civil del país, en la lamentable condición de refugiado, pero para el Sr. Brzezinski los fines justifican los medios).
Al hablar de «algunos islamistas excitados» en esta entrevista, Brzezinski no subestima el poderío de Al Qaeda, pero caracteriza la realidad de lo que los neoconservadores han erigido en mito a fin de justificar su cruzada mundial. Claro que un miembro del Council on Foreign Relations se cuidaría muy bien hoy de ser tan categórico.
Alianza objetiva con China y apoyo incondicional al Shah de Irán
Si bien Nixon y Kissinger habían jugado decididamente con el miedo al cerco de la Unión Soviética, iniciando un proceso de normalización de las relaciones con China, una parte de los más allegados a Carter desconfiaba de este acercamiento que pretendía Brzezinski.
Al llegar a la Casa Blanca, Carter había afirmado que optaría por el diálogo con la URSS y guardaría distancia con respecto a la República Popular China, pero su secretario de Estado, Cyrus Vance se enfrentó rápidamente a la obsesión antirrusa de Brzezinski y durante todo su mandato Carter tuvo que esforzarse por conciliar los antagonismos de su administración.
Quien hacía las veces de mediador entre estos dos polos era Richard C. Holbrooke, futuro embajador de los Estados Unidos en la ONU y asesor de John Kerry para la política exterior durante su campaña, junto a Mark Brzezinski, hijo de Zbigniew. Según Cyrus Vance y otros partidarios del diálogo, como el renegado demócrata Averell Arriman, la lógica triangular de cerco sólo podía conducir, en el mejor de los casos, a un malentendido con la URSS, cuando no a la guerra.
Preconizaban el diálogo sobre el desarme y la cooperación con la Unión Soviética para neutralizar los conflictos del Tercer Mundo. La normalización de las relaciones con China siguió en marcha. Brzezinski llegó a ultimar un programa conjunto de cooperación estratégica y a mantener buenas relaciones personales con Deng Xiaoping, lo que le vale ser actualmente bien visto entre los chinos.
La misma desconfianza de Brzezinski hacia la URSS se encuentra en su actitud con respecto a Irán, que bajo el régimen del Shah era considerado un baluarte contra la influencia soviética en el Medio Oriente. Así, Brzezinski le aseguró su apoyo al Shah hasta el último momento, y pidió la intervención militar de los Estados Unidos para mantenerlo en el poder incluso cuando una parte de la administración Carter, a la cabeza de la cual se encontraba el secretario de Estado, quería su salida.
Sin embargo, las acciones concretas de Washington fueron dictadas por el punto de vista del Departamento de Estado, y, a pesar de las conversaciones con los generales que derrocaron al Shah para garantizar un régimen moderado al frente del país, fue Khomeini quien ocupó el poder en un ras de mar popular.
Participó con Carter en las negociaciones de Camp David 1 en 1977 y desempeñó un papel en la firma del tratado de paz entre Israel y Egipto sin necesidad de tener que imponer su presencia en el momento culminante de los debates, contrariamente a lo que siempre hizo cuando se trataba de la URSS.
Vuelve la amenaza rusa frente a la hegemonía norteamericana
En 1989 Brzezinski abandona la Universidad de Columbia, donde enseñaba desde 1960, para dedicarse a la elaboración del plan de estatus independiente de Ucrania, lo que marca el inicio de su compromiso con vistas a prevenir el resurgimiento de Rusia como superpotencia. Por el contrario defiende la integración de Rusia al sistema de Occidente y el «pluripartidismo geopolítico» en el espacio de la ex Unión Soviética.
Por otra parte, desarrolla «un plan para Europa» que pasaría por la extensión de la OTAN a las repúblicas bálticas. Sus esfuerzos darán frutos varios años más tarde, especialmente con la integración de las tres repúblicas bálticas a la OTAN en 2002. Durante los años 90 es igualmente el emisario especial del presidente de los Estados Unidos para la promoción del mayor proyecto de infraestructura petrolera del mundo, el oleoducto Bakú-Tbilissi-Ceyhan.
Dicho proyecto representa para él la mejor concretización de sus ambiciones tendentes a impedir el renacimiento de Rusia. Paralelamente preside desde 1999 el Comité Norteamericano para la Paz en Chechenia (American Committee for Peace in Chechnya), instalado en los locales de Freedom House, cargo desde el que pretende intervenir en las negociaciones de paz entre el gobierno ruso y los independentistas dirigidos por Mashkadov.
Sin embargo, estas actividades, cuidadosamente revestidas de buenas intenciones «a lo demócrata» tienen cada vez más dificultades para disimular la realidad subyacente: la de un apoyo encubierto a los independentistas para mantener una guerra periférica, como en Afganistán, a fin de debilitar a Rusia y mantenerla alejada de las ganancias generadas por los recursos del Mar Caspio.
La materialización de la doctrina Brzezinski en el sentido de que «Una potencia que domine Eurasia controlaría dos de las regiones más avanzadas y económicamente productivas del mundo» pasa por la extensión de la OTAN hacia el Este, en lo que trabajó activamente la administración Clinton. ¿Pero cómo venderles esta necesidad de la OTAN a los europeos? «La entidad europea, situada en el borde occidental de Eurasia, y en la proximidad más inmediata de África, está más expuesta a los riesgos inherentes al desorden global creciente que una América políticamente más unida, militarmente más poderosa y geográficamente más aislada (…).
Los europeos estarán más inmediatamente expuestos al riesgo en caso de que un imperialismo chauvinista anime nuevamente la política exterior rusa», explicaba Brzezinski en la revista National Interest en 2000 [5]. Esto tiene el mérito de la claridad: el despliegue de las fuerzas de la OTAN alrededor de Rusia era una medida preventiva. Si Rusia reacciona poniéndose a la defensiva, ello constituiría la prueba de que aspira a restaurar su imperio y a una vuelta al totalitarismo.
Trabajando al mismo tiempo como consultante para BP-Amoco y Freedom House, Brzezinski está encargado en Azerbaiyán de redorar la imagen del dirigente Heidar Alyiev. Para ello no vaciló en calificar al dictador como un «tipo simpático» en una entrevista al New York Times [6]. Como justificación al apoyo anglosajón a la dictadura de Aliyev, Brzezinski argumenta que tras siete décadas de gobierno comunista no puede esperarse que Azerbaiyán y las demás repúblicas de la antigua Unión Soviética adopten la democracia en un lapso tan corto.
Si bien la represión política bajo el régimen de Aliyev tuvo una tendencia a acentuarse durante estos últimos años a medida que disminuían las expectativas sobre las riquezas del Caspio, Azerbaiyán no dejó por ello de pasar del estatus de país «no libre» al de «parcialmente libre» en la clasificación de Freedom House [7].
Al mismo tiempo, en 1999, la secretaria de Estado y discípula de Brzezinski, Madeleine Albright, invitaba a Heidar Aliyev a la celebración del aniversario de la OTAN. Siempre en la misma perspectiva de implantación de la OTAN para permitir a los intereses occidentales, sobre todo petroleros, implantarse en la región, Georgia, Azerbaiyán y Ucrania organizaron ejercicios militares conjuntos el 16 de Abril de 1999 auspiciados por el programa «Asociación para la Paz», de la OTAN [8].
Además de sus actividades de consultante para BP-Amoco y Freedom House, Brzezinski apoya o presta su nombre a todo un sistema de fondos y de ONGs (organizaciones no gubernamentales) que apadrinan a las castas, a los intelectuales y a las élites de la antigua órbita soviética.
Por iniciativa del Comité Norteamericano para la Paz en Chechenia, del que Brzezinski es presidente, tuvo lugar una reunión entre los principales líderes del movimiento checheno entre los días 16 y 18 de Agosto de 2002, en Lichtenstein, encuentro que se realizó dos meses después del realizado entre Bassaiev y Maskhadov, donde se estableció el acuerdo sobre la dirección común de las «Fuerzas Armadas de la República Chechena de Ichkeria».
Los participantes concluyeron que Chechenia no podía seguir incluida en Rusia, que era necesaria una amplia autonomía y que se imponían negociaciones con Maskhadov. La toma de rehenes de Beslán, reivindicada por Bassaiev, ¿forma parte del proceso de reivindicación de independencia de Chechenia o del proceso de desestabilización de Rusia? [9].
Podemos hacernos algunas preguntas a partir del hecho de que la principal consecuencia de esta acción fue el ascenso de las tensiones entre Osetia del Norte y la vecina Inguchia, es decir, una «balcanización» cada vez más importante de la región
Hoy Zbigniew Brzezinski es sobre todo activo en el seno del CSIS, pero sigue siendo el cerebro del programa demócrata en política exterior, de lo que da fe la obsesión del candidato Kerry, y sobre todo de su compañero de candidatura John Edwards, en lo referente a Rusia.
Según los consejos de Mark Brzezinski, eligieron adoptar como primera prioridad la cuestión del desarme nuclear de Rusia, cuando esta ha recuperado su capacidad de producción de petróleo de antes del derrumbe de la URSS y cuando el Estado ruso se beneficia ampliamente del precio actual del crudo, lo que recientemente le ha permitido duplicar su presupuesto de defensa. La cuestión del peligro del vetusto arsenal nuclear ruso no es por lo tanto algo de actualidad, contrariamente a lo que pretende John Kerry.
Su objetivo es otro, más vinculado a la estrategia de subordinación de Rusia defendida desde hace varias décadas por Zbigniew Brzezinski, pero es más difícil de ahora en adelante convencer a la opinión mundial de que Rusia encarna el mal absoluto y de que si no es subordinada volverá al totalitarismo [10].
Para ello hay que provocar su reacción de igual forma que en Afganistán en 1979, pues contrariamente a los Estados Unidos, está a buen resguardo de problemas de suministro energético para las próximas décadas. Así, verificamos una deriva en el discurso de Brzezinski, que calificaba recientemente a Vladimir Putin de «Benito Mussolini ruso», en entrevistas concedidas al Wall Street Journal et au Novaya Gazetta.
Invasión soviética de Afganistán (1979)
A finales de Diciembre de 1979, el Ejército Rojo de la URSS invadió Afganistán con 110,000 tropas terrestres, después de aceptar la petición del PDP (Partido Democrático Popular), de que interviniera en su ayuda, pues la movilización muyahidines provenientes de Pakistán, Arabia Saudí, Irán e incluso Argelia, armados y asesorados por la CIA, amenazaba la estabilidad y viabilidad del gobierno. El Presidente Carter suspendió sus vacaciones navideñas y volvió a Washington para mantener consultas urgentes con sus colaboradores. Brzezinski recomendó a Carter que pidiese al Senado que postergara el estudio del tratado SALT II, cancelara la venta de cereales a la URSS, suspendiera los privilegios pesqueros de los barcos soviéticos, y congelara los intercambios económicos y culturales.
Apoyó la venta de armamento moderno a Pakistán, y aseguró el acuerdo con Arabia Saudita para financiar operaciones de ayuda encubierta a los muyahidines afganos. Cabe resaltar que la intervención de los muyahidines, financiados por Arabia Saudí Osama Bin Laden a título personal y la CIA y entrenados por esta última, comenzó bastante antes de la invasión soviética. Así, el 3 de Julio de 1979, bajo supervisión del Consejo de Seguridad Nacional de Brzezinski, se había firmado ya la primera directiva sobre la asistencia clandestina a los opositores del régimen izquierdista de Kabul. Sin embargo, hay que subrayar que incluso la CIA había reconocido el carácter popular y autónomo del PDP y nunca se refirió al PDP como “agente de Moscú”.
Revolución en Irán (1979-1980)
Ante la inminente revolución iraní, dentro de la Administración Carter, Zbigniew Brzezinski fue el máximo valedor de la estrategia de apoyar hasta el último momento al ya debilitado Sha de Persia. Llegando a sugerir una intervención armada de EEUU para mantenerlo en el poder. Una vez consumada su caída, la estrategia de contraataque se basaría en presionar a Saddam Hussein a atacar a Irán.
En la primavera de 1980, Brzezinski indicó que Washington estaba dispuesto a cooperar con Saddam. Le aseguró que EEUU no se opondría si se apoderaba del suroeste de Irán. También convenció a los Gobiernos amigos de Kuwait y Egipto para que aconsejaran a Iraq que atacase Irán.
Para Brzezinski, los acontecimientos confirmaban una correlación de fuerzas mundiales, y obligaban a EEUU a involucrarse en una guerra encubierta de proporciones multicontinentales contra la infiltración soviética en Oriente Medio y América Central.
Últimos años
Zbigniew Brzezinski es miembro de la junta directiva de Council on Foreign Relations, Atlantic Council, National Endowment for Democracy, Center for Strategic and International Studies, y Amnistía Internacional. Es actualmente profesor en la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies de la Universidad Johns Hopkins.
Su hijo Mark Brzezinski es un abogado que trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional durante la Administración Clinton, y ha integrado el equipo de asesores en política exterior de la campaña presidencial del Senador Barack Obama. Su otro hijo, Ian Brzezinski, ha asesorado a la campaña presidencial del Senador John McCain.
Fue requerido en 2006 ante una audiencia del Senado de Estados Unidos, donde explico que se podría dar un atentado terrorista como el del 11 de Septiembre, para iniciar la guerra contra Irán, afirmó esto: «Un escenario posible para un enfrentamiento militar con Irán implica que el fracaso iraquí alcance los límites americanos; seguido de acusaciones americanas que hagan a Irán responsable de ese fracaso; después, por algunas provocaciones en Irak o un acto terrorista en suelo americano, [acto] del cual se haría responsable a Irán. Esto pudiera culminar con una acción militar americana «defensiva» contra Irán que sumergiría a una América aislada en un profundo lodazal en el que estarían incluidos Irán, Irak, Afganistán y Pakistán«.
Notas
[1] Between two Ages: America’s Role in the Technetronic Era, por Zbigniew Brzezinski, editorial Harper, 1971. Édition française : Révolution technetronique, editorial Calman-Lévy, 1971.
[2] Es igualmente la Comisión Trilateral la que llevará al presidente francés Giscard d’Estaing a escoger como primer ministro a uno de sus miembros, Raymond Barre, profesor de Economía y sin experiencia política.
[3] Brzezinski llama junto a sí a Madeleine K. Albright (cuyo padre sirvió en Checoslovaquia durante el gobierno del suegro de Brzezinki, Eduard Benes), y a los dos teóricos del conflicto o Choque de civilizaciones Bernard Lewis et Samuel P.Huntington.
[4] Le Nouvel Observateur No. 1732, del 15 al 21 de Enero de 1998, p.76.
[5] Citado en «Bribing Montenegro – It didn’t work», por George Szamuely, antiwar, 15 de Junio de 2000.
[6] «Freedom spells B-A-K-U», Counterpunch Magazine, 1999.
[7] Ver: «Freedom House, quand la liberté n’est qu’un slogan», Voltaire, 7 de Septiembre de 2004 artículo en francés que será pronto publicado por la Red Voltaire.
[8] «U.S. and NATO goals in the Balkans», por Lenora Foerstel, International Action Center, 1999.
[9] «Beslán: La responsabilidad del ataque genocida apunta a los anglosajones» por Marivilia Carrasco, Agencia IPI y la redacción de Voltaire, 19 de Septiembre de 2004.
[10] «115 atlantistas contra Rusia» por Thierry Meyssan, Voltaire, 26 de Noviembre de 2004.
Fuente: 1984
Exclusivo: Matías Rojas, el Chileno que increpó a David Rockefeller
En exclusiva, el autor del video más visto en las últimas horas explica a El Observatodo como y porque decidió encarar a uno de los hombres más poderosos del planeta.
En ningún medio tradicional se informó de la llegada a Chile de uno de los hombres más poderosos e influyentes del planeta. David Rockefeller. Así pudo pasar casi inadvertido en el aeropuerto de Santiago, a su llegada al país, para pasar unos días en casa de su amigo Agustín Edwards Eastman, fundador del diario «El Mercurio».
Casi inadvertido. Porque armado con su cámara, Matías Rojas, un joven chileno de Curicó, de solo 17 años, lo esperaba pacientemente en el hall del terminal aereo. Un tanto nervioso esperó el momento justo en que el millonario llegara hasta el auto que lo esperaba, puso REC a su cámara y le gritó en su propia cara lo que miles, o quizás millones de personas quisieran gritarle a Rockefeller.
«Hey, Rockefeller, scumbag!» gritó Matías al millonario, quien a partir de ahí se dio cuenta que este joven chileno no era un fan suyo ni menos quería darle la bienvenida. El video fue subido a YouTube, y en menos de 24 horas ya tiene más de 100 mil visitas y mas de mil comentarios… y sigue en aumento.
El Observatodo conversó de manera exclusiva con Matías Rojas y quiso conocer porque se decidió a encarar a Rockefeller y cual es el mensaje que quiso dar con esta proclama.
El Observatodo: Primero que todo, ¿como y porque decidiste encarar a David Rockefeller?, uno de los hombres mas poderosos e influyentes del planeta?. ¿Que te motivó a hacerlo?.
R: Decidí que era mi deber como ciudadano chileno, informado de todo lo que este multimillonario representa en términos sociales y políticos, el dar la cara y manifestar mi repudio. Pienso que cada chileno debe proteger la justicia en este mundo, hacer valer sus derechos como dueños de esta tierra y expresar su desacuerdo con la ideología globalista y destructora del Sr. David Rockefeller, así como de cualquier otro agente de la élite destripadora de nuestra soberanía.
El Observatodo: Con esto, ¿cual es el mensaje que quisiste dar?
R: Quise, número uno, dejar plasmado un ejemplo de convicción por la verdad y la justicia ante el pueblo chileno. Número dos, quise hacerle saber a este tipo de personas que no están a salvo de nuestra furia, como humanidad conciente, por lo que están haciendo. Y finalmente, número tres, mi deseo era generar polémica, forzar a los medios oficiales a admitir la visita de David Rockefeller y llevarlos a cubrir su interesante, si no sospechosa, estadía veraniega en Chile.
El Observatodo: Hay que tener agallas (por decirlo de manera educada) para hacer lo que hiciste. ¿No tuviste miedo de ser agredido por guardias o guardaespaldas?
R: Siempre hay un grado de miedo, pero sentí que había que hacerlo. Me sorprendió ver la reacción de los guardaespaldas presentes, casi sin inmutarse. Uno, o están muy acostumbrados a este tipo de asalto verbal; dos, no estaban preparados con guardaespaldas rudos; o tres, les da prácticamente lo mismo, han despertado y no quieren ser cómplices. Creo que es una mezcla de los tres. De hecho, uno de ellos reía mientras lo confrontaba.
El Observatodo: ¿Que sentiste al tenerlo frente a frente?
R: Mucha impotencia por decirle todo lo que sentía. Luego la bola de nieve rodó por un minuto. Al inicio, presumo, pensó que era un fan de él, e incluso me saludó, pero una vez que me escuchó expulsándolo verbalmente del país, su rostro cambió. Al momento en que lo traté de asesino y volvió a reir, me alteré aún más. Y para qué hablar de cuando me encontré por sorpresa con Agustín Edwards. No tenía idea de que estaba ahí en persona para recogerlo.
El Observatodo: Hay mucha gente en YouTube que está comentando y felicitandote por lo que hiciste. ¿Que sientes respecto a eso?
R: Me siento honrado por haber sido unas de las pocas personas en confrontarlo y por dejar el nombre de nuestro país «bien parado«. Debiese ser un ejemplo, repito, que comunique a estos elitistas que un país como Chile no se vende ante nadie y que no servirá como reserva para sus recursos o refugio ante el colapso económico inminente que se avecina.
El Observatodo: Tuviste enfrente también a Agustin Edwards. ¿Que representa para ti?
R: Independiente de la corriente política que compartas, Agustín Edwards es cómplice de conspirar con células de inteligencia extranjeras para influenciar la gestión política local chilena (principalmente en el período previo al golpe de Estado en 1973). He leído a muchas personas tratándome de «comunista» por hacer lo que hice. Yo les diría que la Fundación Rockefeller y el consorcio petrolero del Sr. Rockefeller ha estado involucrada en financiar ambos bandos del espectro político. La élite a la cual pertenece este señor está dispuesta a colaborar con cualquier modelo dictatorial que exista. Volviendo a Edwards, «El Mercurio» también sirvió como filtro para culpar injustamente al ciudadano pakistaní Mohammed Saif Ur Rehman Khan e instalar la idea de un terrorismo islámico en Chile, mediante el acceso a dudosa documentación de células chilenas «de inteligencia» en el país. El imperio mediático de Agustín Edwards es un brazo más de las sombras de élite. Un ejemplo de eso es la presidencia de un ancestro de Agustín, llamado Agustín Edwards McClure, en la Liga de Naciones durante 1922-23. Nótese que la familia Rockefeller, una vez que la Liga de Naciones falló, hizo lo posible por promover la Organización de Naciones Unidas (ONU), e incluso donó los terrenos que actualmente sirven para sus cuarteles generales en New York. La historia se repite.
El Observatodo: ¿Crees representar a cierto sector de la juventud que se interesa en temas mas alla de farandula o temas inocuos?.
R: Por supuesto. La gran mayoría de la juventud actual está tan contaminada con banalidades que hoy en día sus niveles de prioridad están prácticamente arruinados. No obstante, aún hay esperanza, y mi intención es también crear consciencia, para que al menos se pregunten, «¿Quién es este anciano en silla de ruedas?«, «¿Quién es este viejo con cara de diablo?«. Mi mejor apodo para él y para muchos es Duendefeller y calzó perfectamente cuando lo tuve enfrente.
El Observatodo: ¿Como supiste de la fecha y hora en que llegaba Rockefeller?.
R: Por Internet. Todo se sabe por Internet estos días. Yo me pregunto, ¿Por qué los medios oficiales no cubren esta extraña reunión? ¿Por qué un ciudadano común y corriente debe ir y confrontarlos, y hacerle saber a todo Chile que un multimillonario banquero, culpable de haber financiado genocidios de millones de personas, vacaciona en el país?
El Observatodo: Una pregunta (que no es nuestra en realidad, jaja) ¿No sentiste ganas de hacer otra cosa, como lanzarle un zapato, tal como pasó con Bush en Irak?.
R: Creo que usar violencia física para confrontar a estos tipos es rebajarse a su nivel. Yo tengo la verdad, desde sus propias bocas, y es suficiente. Además, el violentar físicamente contra ellos les da una excusa para coartar nuestras libertades bajo la excusa de «dar seguridad a la nación«. Actualmente, eso es lo que está ocurriendo en Estados Unidos con los disidentes del gobierno y el consorcio bancario global, o Nuevo Orden Mundial.
El Observatodo: ¿Chile es parte de este nuevo orden?
R: Por supuesto. No necesariamente por tener un protagonismo escaso en la arena mundial, Chile no significa nada para la élite. En realidad, tenemos un ejemplo de que la élite planea utilizar Chile y Latinoamérica como reserva para sus secuaces: el imperio ecológico de Douglas Tompkins, la compra de tierras por parte de Ted Turner y otros. El propio abogado de Tompkins (Pedro Pablo Gutierrez) admitió en la prensa hace un par de años que la compra de tierras se financia con dinero de la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller. No basta investigar más allá para saber que el Sr. David Rockefeller ama el sur de Chile. Si no fuese así, él no estaría aquí perdiendo el tiempo y vacacionando en el Lago Ranco con Agustín Edwards.
El Observatodo: ¿Militas en algun movimiento social, partido politico?.
R: Hasta ahora he querido mantenerme alejado de alguna etiqueta política, pero sí pertenezco a un grupo sin distinción política, ni étnica, ni ideológica. Aún no hay nombre, pero hay deseos pocos de adherirse a WeAreChange, una organización anti-tiránica que comenzó con la exposición del 9/11 como un fraude en los Estados Unidos y que tiene
sus chapters en todo el mundo. A nuestro grupo chileno me gusta llamarlo la Resistencia Anti NWO de Chile, y con eso es suficiente.
El Observatodo: Ahh, por cierto, hablas bastante bien Ingles. ¿Aprendiste en el colegio? (pregunta capciosa)
R: Francamente no hablaba inglés hasta hace 3 años, cuando comencé a familiarizarme con videos expositores del Nuevo Orden Mundial en Internet. Luego comencé a poner subtítulos a algunos de esos videos y poco a poco logré perfeccionar mi inglés ejercitando el oído y ojeando el diccionario. Nada tan extraordinario, pero al menos el Sr. Rockefeller entendió que ningún chileno quiere verlo cerca de tierras chilenas. Trabajo hecho, y estoy orgulloso.
Fuente 1: El Observatodo
Fuente 2: 1984
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‘La ‘necromanía’ argentina ha relanzado las opciones políticas de Cristina Fernández’
Por Gionata Chatillard
Sólo falta un año para las presidenciales argentinas y el panorama político es más incierto que nunca. La muerte de Néstor Kirchner ha sembrado de dudas los pasillos del poder en Buenos Aires y ha revolucionado el sentir ciudadano a tal punto que ha conseguido relanzar las opciones electorales de la viuda del difunto mandatario, la actual presidenta Cristina Fernández.
«El escenario es muy abierto, es un momento de transición«, explica Luis Majul en Madrid, donde se encuentra para promocionar ‘El Dueño‘ (Editorial Planeta, 2010), una biografía no autorizada de Néstor Kirchner: «Toda la política argentina sigue girando en torno a él. Kirchner murió de manera repentina, sin dejar directrices claras. Eso provocó en la opinión pública un golpe emocional muy curioso, que se explica con la tendencia a la ‘necromanía‘ del pueblo argentino«.
El escritor, periodista y presentador de televisión, nacido en Buenos Aires en 1961, señala que, «antes de la muerte de Kirchner, el 70% de la población rechazaba al matrimonio presidencial«. Pero luego algo cambió. Una multitudinaria despedida en la capital argentina dejó en un segundo plano los escándalos de corrupción del difunto mandatario y los problemas económicos del país. Las lagrimas de los asistentes iban haciendo cada vez más borroso el pasado de Kirchner.
«Es cierto que hubo mucha gente en el velatorio, pero también es cierto que desde el punto de vista audiovisual todo fue aprovechado, hasta el mínimo gesto. Esa escenografía, el intento forzado de convertir a Kirchner en un mártir y la prudencia de los medios de comunicación y de la oposición por el duelo han determinado que, en las últimas encuestas, Cristina aparece como la política argentina con mejor imagen. Algunos sondeos indican que si las elecciones fueran hoy, podría ganar en primera vuelta«.
Pregunta – ¿Por qué ‘El Dueño‘? ¿De qué era dueño Kirchner?
Respuesta – De los negocios públicos y privados más importantes de Argentina. Se trataba de una concentración de poder inusitada. Kirchner es el presidente más rico en la historia del país. Desde que asumió el poder, su fortuna se multiplicó por más de 160.
P – Sin embargo, su discurso político era otro…
R – En Argentina las categorías ideológicas se las ponen los políticos mismos. Los Kirchner dicen que son progresistas de izquierda, pero sus políticas no lo son. Quizá sus iniciativas en materia de Derechos Humanos sí lo sean, pero no lo son de ninguna forma su manera de distribuir la riqueza, su uso discrecional del dinero público y las presiones que han ejercido sobre los medios de comunicación. Éstos son elementos típicos del autoritarismo de derecha. Por eso al Gobierno de los Kirchner no hay que juzgarlo por lo que dice, sino por lo que hace.
P – ¿También en el caso de las relaciones con Venezuela?
R – Tanto Kirchner como Hugo Chávez hacían un discurso progresista de unión latinoamericana. Sin embargo, lo más concreto que había entre los dos países era una relación no sólo de negocios, sino de negocios ilegales. El discurso supuestamente revolucionario y antiimperialista servía para cubrir oscuras actividades comerciales entre el Estado venezolano, el Estado argentino y varios empresarios.
P – Usted dice que «nunca un presidente tuvo más poder político y económico que Kirchner, ni siquiera Juan Perón«. ¿Cómo lo consiguió?
R – Se lo permitieron porque asumió el poder en 2003, en el medio de un desastre institucional que determinó que en Argentina hubiera cinco presidentes en una semana. Asumió el cargo como si fuera un bombero ante una casa en llamas: cogió un hacha, derribó las paredes y destrozó el edificio, pero logró sacar a las víctimas con vida. Ése fue Kirchner: un bombero que se convirtió en una especie de monarca institucional aprovechando el deficiente funcionamiento de las instituciones. Al comienzo adoptó medidas positivas, como las que permitieron investigar a los dirigentes de la dictadura militar. Pero luego empezó a entrar en una dinámica autoritaria y prepotente, e intentó silenciar a los medios independientes.
P – Sin embargo, Kirchner no nació ‘dueño‘…
R – Mi libro puede ser leído como un mapa político de Argentina, pero también como una biografía sobre un niño que nació con el paladar perforado, que sufría de estrabismo, que sufrió las burlas de sus compañeros, que a los 17 años fracasó en su intento de ser maestro y que, a pesar de todo el resentimiento acumulado, logró convertirse en el presidente más rico, más poderoso y más vengativo de la Historia de la República Argentina. Una especie de ‘shakespeariano‘ Ricardo III, ese rey que acumuló poder a partir del rencor y de la impiedad.
P – Además de Cristina, ¿quién puede aspirar a convertirse en el próximo presidente del país?
R – Dentro del ‘kirchnerismo‘, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. Fuera del ‘kirchnerismo‘, el hijo del ex presidente Ricardo Alfonsín, que se llama Raúl y usa los mismos trajes y las mismas corbatas de su padre. Él lo reivindica como un gesto de ahorro personal, pero algunos aseguran que es otro de los símbolos de la ‘necromanía‘ que existe en Argentina. Antes era un desconocido y, a partir de los funerales de su padre, se ha convertido en una especie de clon del fallecido presidente. Además de Scioli, el peronismo no ‘kirchnerista‘ podría presentar como candidato a Mauricio Macri, alcalde de la capital, o al ex presidente Eduardo Duhalde.
P – ¿Ser peronista es una condición ‘sine qua non‘ para llegar a la Casa Rosada?
R – El peronismo no es solamente un partido politico o una ideología, sino el gran paraguas gracias al que cualquier dirigente político llega al poder en Argentina. Si uno se define como peronista tiene ya un buen terreno ganado. El peronismo se confunde con el poder y es tan flexible y volátil que cualquiera puede decir que es parte de este movimiento, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda.
Fuente: El Mundo
Las Torres Gemelas NO cayeron por el impacto de los aviones
Entrevista con el químico Niels Harrit, coautor de un trabajo científico en el que se revela el uso de un explosivo militar en los restos del WTC.
«El derrumbe de los tres rascacielos del World Trade Center no fue causado por el impacto de los dos aviones».
Por Carlos Martín Tornero
El derrumbe de los tres rascacielos del World Trade Center fue una obra maestra de la demolición controlada. Ésta es la conclusión a la que llegan el Doctor Niels Harrit y otros nueve científicos en el artículo “Material Termítico descubierto en los restos del World Trade Center”, publicado el pasado año en una revista especializada. Tras analizar muestras de los escombros del World Trade Center, descubrieron unas partículas de color rojo y gris que podrían ser nanotermita sin reaccionar, un explosivo de uso militar. Niels Harrit, profesor en la Univesidad de Copenhage, se declara ante todo científico y se desmarca de las llamadas teorías de la conspiración. Harrit, no especula sobre quién colocó ese material allí, con su trabajo reivindica que se lleve a cabo una investigación independiente y exhaustiva de la tragedia del 11-S. Para este doctor en química, los informes oficiales realizados por el Instituto de Estándares y Tecnología -una agencia federal- omiten una explicación científica del colapso de los tres edificios. Los atentados del 11-S siempre se asocian con las Torres Gemelas, sin embargo hubo un tercer rascacielos, el World Trade Center Seven, que se desplomó horas más tarde y del que nadie suele acordarse. Según los informes oficiales este rascacielos con estructura de acero se vino abajo a causa del fuego. Sin embargo para Harrit, esta explicación sería improbable ya que el edificio se derrumbó en perfecta caída libre, sin dañar ninguna construcción contigua, dejando los escombros ordenadamente apilados, siguiendo en definitiva el patrón de una demolición controlada que llevaría meses preparar y que no puede surgir espontáneamente. Cabe mencionar que la BBC retransmitió en riguroso directo que el edificio se había derrumbado cuando aún estaba en pie. Con veinte minutos de antelación, se informa de este hecho dando paso a la corresponsal en Nueva York quien, a pesar de tener a su espalda el rascacielos, en su crónica señala que el WTC7 se había desplomado. La BBC en un comunicado fechado en 2007 reconoció los hechos aclarando que se había tratado de un error y que no disponían de información previa al respecto. Aunque han transcurrido varios años, la discusión sobre qué ocurrió aquel 11-S -día en que EEUU inició su particular guerra global contra el terror– sigue viva en innumerables blogs, sitios web y medios de comunicación en Internet. Niels Holger Harrit es doctor en Fotoquímica por la Universidad de Copenhage y fue investigador post-doctoral en la Universidad de Columbia, Nueva York. Actualmente es profesor de Química en la Universidad de Copenhage y miembro señor del Centro de Excelencia para el Estudio de las Moléculas en la misma universidad. El Dr. Harrit imparte clases de química orgánica, fotoquímica y fotofísica. Sus trabajos han aparecido en las principales publicaciones científicas sobre química del mundo. Ésta es su primera entrevista para un medio en español.
¿Por qué un grupo de nueve científicos en Dinamarca decide llevar a cabo una investigación de los escombros del World Trade Center durante 18 meses?
Hay cierta confusión en este punto. Siete de los nueve autores del artículo sobre la nanotermita son norteamericanos, uno es australiano y otro danés. Además, todos los datos de nuestro trabajo fueron recogidos en Estados Unidos
¿Tienen todos ustedes el mismo perfil profesional y académico?
El perfil académico de mis compañeros no lo he comprobado, le sugiero que les pregunte a ellos directamente. Pero no importa, todos han demostrado ser grandes científicos y experimentalistas.
¿Qué le movió a unirse a este grupo de trabajo?
Me involucré con el grupo cuando Kevin Ryans me mencionó en su artículo “Anomalías medioambientales en el World Trade Center: la evidencia de los materiales energéticos” publicado en The Environmentalist. En aquel momento Steven Jones ya había descubierto unas partículas rojas y grises que podían ser nanotermita.
¿Cómo consiguieron las muestras?
Las muestras fueron aportadas por ciudadanos particulares. Todo el proceso de obtención está explicado con detalle en nuestra publicación.
¿Cómo explicaría a una audiencia no científica lo que descubrieron entre los restos del World Trade Center?
La nanotermita es un material energético. Cuando reacciona, su energía se libera bien como calor o bien como presión, depende de los ingredientes y la forma de preparación de la nanotermita. Si la energía se expande como calor, estaríamos ante una bomba incendiaria. Si la energía se expande como presión, podemos llamarlo artefacto explosivo. No hay duda de que ambos se usaron en la demolición del World Trade Center aunque no sabemos qué rol exacto jugó la nanotermita.
¿Para qué se usa la nanotermita? ¿Se puede encontrar fácilmente en el mercado?
La nanotermita no se puede encontrar en el mercado porque no tiene un “uso normal”, está reservada para uso militar.
¿Podría haber alguna teoría que explicase la presencia previa de la nanotermita en el WTC?
No, la nanotermita no debía haber estado allí, por eso demandamos que se realice una investigación independiente. Así quizá obtengamos alguna explicación por parte de quienes colocaron ese material allí.
¿Qué pudo haber causado el colapso de las Torres Gemelas, según las nuevas evidencias de su artículo?
Nuestro trabajo es simplemente una nota a pie de página. Las evidencias que demuestran el empleo de nanotermita y el que se tratara de una demolición controlada ya eran irrefutables antes de que comenzara nuestra investigación.
¿Y qué papel desempeñaron los dos aviones?
El derrumbe de los tres rascacielos del WTC no fue causado por el impacto de los dos aviones. Sin embargo se usaron métodos diferentes para la demolición de las Torres Gemelas y para el tercer rascacielos.
¿Cómo valora entonces la versión oficial de los hechos?
Los informes del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST: The National Institute of Standars and Technology) son un intento fracasado de encubrir un hecho delictivo y por tanto un crimen. Cientos de científicos han contribuido, unos más y otros menos, al descubrimiento de un gran número de evidencias que contradicen las versiones oficiales. Y, por cierto, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología no ha proporcionado ninguna teoría que explique por qué se derrumbaron las torres, sencillamente lo omite en sus informes.
¿Cree que el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología reconocería algún error como sí lo hizo la BBC cuando retransmitió en directo (con 20 minutos de antelación) que el tercer rascacielos se estaba cayendo mientras aún permanecía en pie?
No, o al menos, no antes de que se inicie un proceso judicial. No sabía que la BBC hubiera reconocido su error pero no pueden negar que así sucedió.
¿Teme que se le critique o que se le malinterprete de algún modo?
En absoluto, mi reputación no me preocupa, salvo en lo que pueda afectar al movimiento global por la verdad y a la gente estupenda que lo apoya. Todos los “9/11 truthers” actúan movidos por una honesta motivación, un impulso interior que les dice que esto es importante y que deben hacer algo. Nadie actúa en beneficio propio. El 11-S me cogió en la Universidad de Copenhage con una educación que me permitía analizar e interpretar los informes técnicos oficiales. Era una cuestión de compromiso para mí informar sobre ellos. Tengo que reconocer que he adquirido cierta visibilidad o cierto “status” entre la gente del movimiento por la verdad del 11-S, pero no porque lo haya buscado sino porque me uní a un grupo de científicos entre los que estaba Steven E. Jones. Este status me impone una responsabilidad. Lo que me preocupa es defraudar a toda esta gente y a las generaciones futuras. Sólo me preocupa la verdad.
¿Y no cree que le pueden asociar con las teorías de la conspiración?
Soy enemigo de las teorías de la conspiración. Estoy en contra de la teoría oficial de la conspiración.
Su trabajo no debe de haber sido bien acogido en la prensa convencional ni entre el “establishment”. ¿Qué diría a aquellos lectores que no darán crédito a ninguna otra versión que no sea la oficial?
Que se llevarán una dolorosa sorpresa. Sólo hay una teoría de la conspiración y es la de Osama Bin Laden y los 19 secuestradores. Si alguien se la cree, pregúntele por qué. No hay ninguna prueba de que sea cierta, sin embargo tenemos 100 razones para contradecirla. Nuestro descubrimiento de la nanotermita es sólo una de ellas.
Fuente 1: El Impulso
Fuente 2: Libertaliadehatali’s Blog
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Entrevista a Jean Ziegler: «Hay que eliminar Naciones Unidas y fundar algo completamente diferente»
Por María Crespo
Sentado al borde de un sillón bajo un cielo nublado, Jean Ziegler bebe a sorbos un zumo de naranja mientras dibuja un panorama igual de gris del mundo «caníbal» en el que vivimos. Este suizo de 76 años es miembro del Comité Consultivo del Consejo de Derechos del hombre de la ONU y analista de política internacional. Sus ojos parecen cansados, quizá por el peso de las injusticias vistas, pero conservan a pesar de todo un extraño brillo. No es otra cosa que esperanza, porque está convencido de que, a pesar de todo, otro mundo es posible. Acaba de publicar en España su último libro, ‘El odio a occidente‘, un análisis de las tensas relaciones entre el Sur y el Norte, un libro que él pretende que sea «un arma para la insurrección de las conciencias«.
Pregunta: Explica en su libro que los países de Occidente tienen un discurso sobre los derechos humanos y democracia pero después ni ellos mismos se aplican esas normas ¿Por qué Occidente se ha vuelto tan hipócrita?
Respuesta: Bueno, es cierto que las grandes declaraciones de derechos del hombre son europeas, como la Declaración de los revolucionarios franceses de 1789. Además, la Carta de Naciones Unidas, en 1948, vio la luz cuando la organización era mayoritariamente occidental. Por eso Occidente piensa que aquí se inventaron los derechos humanos.
Pero ahora practica un doble lenguaje de forma permanente. Lo desastroso es que Occidente traicione sus valores. Le daré un ejemplo.En enero de 2009, Israel masacró la franja de Gaza. Hubo 1.400 muertos y 6.000 mutilados. Entonces, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU convocó una reunión extraordinaria para firmar una resolución que condenara al Estado de Israel. Pero todos los embajadores occidentales votaron en contra y los bombardeos en Gaza continuaron.
Dos meses después, los mismos embajadores se reunieron para condenar la masacre de Darfur. En esa ocasión, los embajadores de países de los países del Sur votaron en contra del texto porque «si para los europeos es normal que se queme a niños palestinos, no hay ningún motivo que justifique que las tropas internacionales se desplacen a Darfur«. ¿Cuál es el resultado? Las dos masacres continúan. El doble lenguaje de Occidente legitima a los peores dictadores del planeta.
P: Su libro explica cómo los países del Sur han forjado a lo largo de los años un sentimiento de odio hacia Occidente y también afirma que la idea de la revolución está muerta en el Hemisferio Norte.
R: No, no, el libro, a pesar de su título, es un libro de esperanza. Quiere ser un arma para la insurrección de las conciencias. Además, hay dos tipos de odio. El odio patológico y el razonado. El primero es el odio criminal de Al Qaeda y no es a éste al que me refiero. Pero hay también un odio razonado que es un movimiento de emancipación que nace de la memoria herida. Por ejemplo, Bolivia, está floreciendo. Por primera vez en 500 años un indio es elegido presidente.
P: ¿Entonces hoy y ahora, la esperanza está sólo en los Países del Sur?
R: Sí, la esperanza está en esos países. Pero también hay otra dimensión de la esperanza porque una nueva sociedad civil está naciendo: ATTAC, Greenpeace, Acción contra el hambre… Son movimientos sociales totalmente nuevos que surgen más allá de los partidos políticos. Millones de personas aquí están gritando «No queremos vivir en un mundo donde cada cinco segundos un niño muere de hambre».
La FAO ha dicho que la agricultura mundial podría alimentar, sin ningún problema, a 12.000 millones de seres humanos. Es decir: el doble de la población actual. Por lo que hoy un niño que muere de hambre es asesinado. La esperanza es la siguiente: Debe nacer un frente de Solidaridad Mundial entre los pueblos del Sur en vías de emancipación y la nueva sociedad civil aquí. Si eso pasa, podremos acabar con este mundo caníbal, y un mundo nuevo nacerá.
P: Pero si esas son las dos únicas fuentes de la esperanza ¿Cuál es la importancia real de los Objetivos del Milenio?
R: Es una buena pregunta. El balance de lo logrado hasta ahora es desastroso: El hambre ha aumentado, la mortalidad infantil se ha disparado… Ban Ki Moon, en su discurso ante Naciones Unidas, dijo que «eran necesarios 40 millones de dólares«. Es decir, que bastaba con enviar dinero a esos pobres mendigos de África. Pero es que se trata de hacer una reforma estructural. Es un discurso de mercenario. El problema del hambre no se arregla con dinero, es un problema estructural en el que juegan muchos elementos.
P: Pero ¿cómo afrontamos el problema del hambre si las normas internacionales no son obligatorias? ¿Hay que cambiar Naciones Unidas?
R: Hay que eliminar Naciones Unidas y fundar algo completamente diferente. En el preámbulo de Naciones Unidas se dice que los Estados pretendían salvaguardar el interés general de los pueblos. Pero ya no cumplen esa función. La única esperanza es la unión de la sociedad civil de Occidente y los pueblos del Sur. Aunque es cierto que, muchas veces, faltan las normas.
P: Una última pregunta. ¿Qué opina del creciente auge de los partidos de extrema derecha en países europeos, como Suiza o Suecia? y ¿qué opina de la política de expulsiones de rumanos gitanos llevada a cabo por Sarkozy?
R: Creo que la xenofobia y el racismo responden hoy a una angustia real porque estamos en una crisis que ha dejado miles de parados. La reacción equivocada pero casi comprensible, instintiva, es la xenofobia. Tiene que ver con ese doble lenguaje de los gobiernos europeos. Tiene que ver con que un demagogo les diga a los ciudadanos «yo os voy a explicar por qué sentís miedo, por qué hay paro, los gitanos tienen la culpa«. Hay que hacer algo. Sobre todo porque la democracia está en peligro.
Fuente: El Mundo
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