Gonzalo Anti New World Order


¿Qué es la Comisión Trilateral?

Introducción

Logo de la Comisión Trilateral

¿Quién gobierna en verdad el mundo? se plantea altermundismo, que nos explica que los poderes ejecutivos nacionales han perdido su capacidad de decisión política y se han convertido en meros gestores administrativos.

Yo personalmente no comparto del todo la postura que afirma que el fenómeno llamado globalización ha enterrado definitivamente el concepto de Estado o está en vías de realizarlo en breve. Pero, en todo caso, ya hablaré de eso en otra ocasión; sigamos adelante.

Quién gobierna, entonces, el mundo. No basta decir simplemente las multinacionales pues por muy grandioso que sea su influencia, en la sociedad actual siguen siendo necesarias ciertas instituciones que dicten reglas (se cumplan o no) para repartirse el pastel económico.

Cuando se realizó hace alrededor de una década la campaña “Cincuenta años bastan” se señalaba a las instituciones de Bretton Woods: Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial como regidoras del mundo- la Organización Mundial de Comercio nacería poco después [1]-. Acababa de caer el bloque socialista y se comenzaba a dibujar lo que se ha llamado el Nuevo Orden Mundial.

Hoy, años después, estas viejas organizaciones internacionales y otras similares han aumentado su influencia vertiginosamente. El movimiento contra la globalización capitalista señala como principales responsables del malestar mundial a las siguientes entidades: FMI, BM, OMC, G8 y Foro Económico Mundial [2].

De este repoker neoliberal, las tres primeras deberían ser las que marcasen las pautas y especialmente la tercera ya que es la que tiene una mayor capacidad coercitiva contra los Estados; también es la más nociva: si por una de esas extrañísimas razones que a veces se dan, el BM o el FMI realizan un proyecto mínimamente humanitario, la OMC ya se encarga de destruirlo.

¿Y por qué deberían ser éstas las directoras de la globalización? Porque dentro de la “lógica” capitalista son las más “democráticas” (¡no me quitéis las comillas!). Me explico:

El neoliberalismo, ciertamente, no es democrático y es la capacidad económica la que dicta la influencia y el dominio de cada persona, país, empresa, etc. Sin embargo, FMI, BM y OMC pueden aparentar ante la opinión pública mundial que son asamblearistas y que todos sus países miembros tienen igual capacidad de voto y decisión.

Sin embargo, esto ya no es posible con el G8 ni mucho menos con el Foro Económico Mundial.

El G8 es el grupo de los países más industrializados [3] y aquí descaradamente se trata de una reunión de grandes potencias para repartirse el mundo e imponer su criterio a las demás naciones. Peor aún se nos muestra el caso del Foro Económico Mundial, una reunión de gente rica, simplemente; y si bien no es más que un club de reflexión, es obviala influencia que ejerce.

Precisamente uno de estos clubs, la Comisión Trilateral, tiene un papel muy destacado en el diseño del orden económico y sin embargo no es citada en medios de comunicación, ni oficiales ni alternativos.

No se organizan grandes marchas de protesta cuando se reúne la Trilteral como ocurre con otras instituciones del neoliberalismo, pasa casi desapercibida a pesar de tener una labor activa, muy activa… Tanto, que el repoker la puede tener como compañera para formar un sexteto, e incluso podría encabezarlo.

La Trilateral

En Julio de 1973 nacía oficialmente la Comisión Trilateral tras año y medio de reuniones fomentadas por el Chase Manhattan Bank. Se trataba de una asociación de carácter privado en la que su ideólogo más destacado es Zbigniew Brzezinski [4] que la definió como «el conjunto de potencias financieras e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca«.

La Trilateral se articula atendiendo a las zonas geográficas (de ahí su nombre) que rigen el planeta: América del Norte (EEUU y Canadá), Europa y Japón. Cada una de estas divisiones dispone de un Comité Ejecutivo que elabora las “recetas” económicas para su área de influencia.

¿Y el llamado Tercer Mundo? Ese no tiene ni representación, para los miembros de cada comité es únicamente una zona de rapiña aún mayor que la de sus respectivas áreas; de hecho, según el propio Brzezinski, uno de los objetivos de la Comisión es «el establecimientos de un sistema internacional que no pueda verse afectado por los ‘chantajes’ del Tercer Mundo«. Para este grupo de cleptócratas, los países pobres, sangrados por una ominosa deuda externa, nos son las víctimas sino los verdugos (!).

El órgano máximo de dirección es el Comité Directivo Mundial, presidido por David Rockefeller [5] y en el que están presentes los miembros más destacados de los tres comités regionales.

En 1975 se publicó el ideario político y económico de la Comisión tras reunirse en Kyoto. [6]

A todas las asambleas de la Trilateral asistió la Unión Soviética sin que esto produjera una perturbación para sus miembros ya que «el gran conjunto económico soviético, donde se afirma la concentración de fuertes unidades de producción que, aunque todavía nacionales, operan con fundamentos y capacidad de acción multinacional«. Las multinacionales de la Comisión comerciaron con la URSS de forma masiva incluso en tecnología punta (petroquímica, sistemas electrónicos, equipamento industrial, etc.) pese a la Guerra Fría; a la larga esto produjo que la economía soviética dependiera excesivamente de la Comisión.

El pensamiento político y económico de la Trilateral

La Trilateral fue una pionera en lo que se ha llamado pensamiento único y globalización. En 1975 declaraba en una forma que parecía muy ética y solidaria que «La Comisión Trilateral espera que, como feliz resultado de la Conferencia, todos los gobiernos participantes pondrán las necesidades de interdependencia por encima de los mezquinos intereses nacionales o regionales«. Al año siguiente, el incombustible Brzezinski decía a la prensa: «En nuestros días, el Estado-Nación ha dejado de jugar su papel«. [7]

Con mucha mayor crudeza y por tanto con mayor claridad se ha explicado Rockefeller: «De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado por la soberanía de una elite de técnicos y de financieros mundiales«. Tecnocracia y poder de la oligarquía económica… Por lo menos tenemos que reconocer que es sincero.

¿Un gobierno mundial?

Ciertamente que las decisiones de esta organización no se airean y su impacto mediático es muy discreto pero en absoluto se la puede tildar de cuasi clandestina. Sus conclusiones se dan a conocer así que no podemos hablar de conspiraciones, gobierno en la sombra, sociedad secreta, etc. Sin embargo, habría que señalar que la Trilateral tiene tendencia a lo esotérico: el emblema de la Comisión es una circunferencia periférica dividida en tres fragmentos, de cada uno de los cuales parte una flecha que convergen en el centro; es una copia burda del arcano de la Unidad. ¡¡¡La mística del dinero!!!, seguramente sus miembros se deben considerar a si mismos como diosecillos menores del elenco del Gran Dios Plusvalía.

No obstante, han existido, y quizá existan todavía, organizaciones clandestinas relacionadas con la Trilateral: demos como ejemplo que en 1984 una comisión del Parlamento italiano destapó la relación entre la Comisión y las actividades delictivas de logia masónica Propaganda-Dos.

(Siempre hay rumores sobre contactos de la Trilateral con el ocultismo, la masonería, brujería, magia negra… Pero ahí pisamos terreno poco conocido y es difícil opinar pero no me extrañaría que algunos de los miembros de la organización se vieran a si mismos como socios de un hermandad. No os sorprendáis: recordad que Bush dice hablar con Dios en la Casa Blanca).

Hoy día, los países de la Trilateral, que representan el 10% de la población mundial, acaparan el 80% de los recursos del planeta.

¿Quiénes son miembros de la Trilateral?

Para escribir estas líneas quería una lista lo más al día posible de los miembros de la Trilateral pero lo más actual que encontré fue de 2005 así que decidí pedirla en la página de la Comisión (www.trilateral.org), además siempre es mejor tenerla de primera mano.

Como todo lo que tiene que ver con esta organización, la información de su web es escasa.

La página de la entidad solo ofrece la relación de los miembros más destacados (presidentes, sus suplentes y el Comité Ejecutivo) sin embargo da la posibilidad de solicitar la lista íntegra por correo electrónico. Y eso hice.

La adjunto para que la echéis un vistazo pero para acabar este artículo quiero comentar algunos nombres. Permitidme el pequeño chovinismo de que hable sobre los españoles.

Se encuentran en el Comité Ejecutivo Nemesio Fernández Cuesta, director de RepsolYPF y el abogado y financiero Antonio Garrigues Walter. Y pertenecen además a la Trilateral personajes tales como la banquera Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva Banesto y miembro de la dirección del Grupo Santander; el empresario Alfonso Cortina, presidente de Inmobiliaria Colonial y de la Fundación Repsol-YPF, Abel Matutes, presidente de Empresas Matutes y miembro de la Comisión Europea

Sin embargo también hay sorpresas: figura en la lista Trinidad Jiménez, responsable de exteriores del PSOE. ¡Pues vaya con la ex candidata “socialista” al Ayuntamiento de Madrid! Pero no es la única, también se encuentra el actual ministro de economía, Pedro Solbes. El que fuera secretario general del PSOE y candidato a la presidencia de gobierno, Joaquín Almunia, aparecía en el listado de 2004.

Por la gran superpotencia, Estados Unidos, se encuentran unos auténticos pesos pesados de la política y las finanzas: los citados David Rockefeller, fundador y presidente honorífico de la Trilateral, y Zbigniew Brzezinski; Madeleine K. Albright, ex secretaria de Estado; Richard Perle, ex asistente de la Secretaría de Defensa con el gobierno de Bush hijo y uno de los halcones de Washington; George Tenet, ex director de la CIA; el vicepresidente Dick Cheney, etc.

No pueden faltar en esta lista los creadores de opinión. Pertenecen a la Trilateral, entre otros, Francis Fukuyama y Mario Vargas Llosa; así que no los consideréis como simples portavoces del poder ya que participan de él.

Pero tal vez mejor que seguir, sea que me despida y os invite a leer tranquilamente la lista para que saquéis vuestras conclusiones. Os dejo con lo mejor de lo mejor, un selectísimo grupo de ciudadanos del mundo, alguno de ellos hasta se las da de progresista.

Viendo el abultado número de personajes influyentes que pueden juntarse en una reunión de la Comisión Trilateral, una asamblea del FMI casi parece una francachela. Que esos encuentros pasen tan desapercibidos para que no generen noticias ni protestas hacen que me replantee lo que dije antes: tal vez sí haya que pensar que nos enfrentamos a una asociación cuasi clandestina.

Raúl Calvo Trenado, 9 de Junio de 2006

[1] Una poco de historia. A finales de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, en la ciudad estadounidense Bretton Woods se reunieron 44 países. Allí se firmaron los acuerdos que dieron origen al BM y al FMI y se decidió utilizar el dólar como moneda internacional. El bloque comunista participó en la Conferencia pero no ratificó los acuerdos.
Con el desarrollo de los convenios, se crea en 1948 el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) que será sustituida por la OMC, nacida en 1995.

[2] La otra gran organización contra la que se han dirigido toda clase de protestas es la OTAN, pero esta no es nada más que el brazo armado de estas cinco organizaciones (y de los EEUU, ya he dicho que los Estados todavía tienen importancia).
Sin embargo, una decisión de la OMC puede ser mucho más mortífera que la más sanguinaria de las acciones de la Alianza Atlántica; sin embargo, como revisten menos espectacularidad es más difícil combatirlas en el terreno de la información.

[3] Estados Unidos, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Italia y Canadá.

[4] Brzezinsiki es una de las personalidades más influyentes de los EEUU desde hace décadas. Fue Consejero Nacional de Seguridad con el gobierno de Carter.

Últimamente se ha opuesto a la guerra contra Iraq, no por motivos humanitarios sino porque con más astucia que otros políticos estadounidenses, advirtió que la ocupacaión debilitaría a EEUU.

[5] David Rockefeller, miembro de la famosa familia de banqueros.

[6] Participaron en aquella reunión, entre otros, los dirigentes de las multinacionales: Bechtel, Caterpillar, Coca Cola, Cummins, Exon, Fiat, Gibbs, Hewlett-Packard, Mitsubishi, Nipón, Saint-Gobain, Shell, Sony, Steel Sumitono y Unilever; y los de los bancos: Chase Manhattan Bank, Rothschild y Lehmann.

[7] Entrevista en el New York Times el 1 de Agosto de 1976.

Fuente: KAOSENLARED.NET

Bombas de pulso electromagnético de gran altitud (HEMP)

Increíble los cientos de explosiones nucleares atmosféricas que se produjeron en secreto y sus consecuencias.

El 9 de Julio de 1962, los Estados Unidos realizaban una prueba nuclear en el espacio exterior con el nombre en clave Starfish Prime: hicieron estallar una carga termonuclear de 1,44 megatones propulsada mediante un cohete Thor a 400 km sobre el Océano Pacífico. Por aquellos tiempos ya se sabía que las explosiones atómicas a gran altitud no pueden causar daños directos en tierra, pero presentan unas propiedades especiales que fueron un secreto absoluto durante más de treinta años, hasta el extremo de convertirse en un arma clave para la guerra nuclear sin que el público tuviera ningún conocimiento de ello. Los físicos sí que se lo imaginaban aunque, naturalmente, no dispusieran de los medios para realizar el experimento, que caía dentro de las atribuciones exclusivas de sus compañeros al servicio de las fuerzas armadas. Aunque a partir de 1981 se publicaron numerosos artículos en Science y otras revistas científicas revisadas por pares, fue sólo tras el final de la Guerra Fría –cuando sus posibilidades eran ya un secreto a voces en el mundo académico– que se empezó a hablar públicamente de la cuestión.

«Eran los daños causados por el EMP, tanto como los debidos a la explosión, el fuego y la radiactividad, lo que ensombrecía todos los estudios detallados sobre la posibilidad de recuperarse después de una guerra nuclear. Sin disponer de esencialmente nada eléctrico o electrónico, incluso en remotas áreas rurales, parecía sorprendentemente difícil que América pudiese recuperarse. La América posterior al ataque, en todos estos estudios, quedaba anclada a principios del siglo XX hasta que pudieran adquirirse en el extranjero equipos eléctricos y componentes electrónicos. Por razones obvias, todo el tema EMP era alto secreto y los seguimientos del Congreso se efectuaban a puerta cerrada. De hecho, esta es la primera sesión de seguimiento a puertas abiertas que recuerdo». – Dr. Lowell Wood, director de los Laboratorios Nacionales Lawrence Livermore, en audiencia ante el Congreso de los Estados Unidos, el 7 de Octubre de 1999.

No se lo dijeron a nadie, pero Starfish Prime modificó el campo magnético de la Tierra –específicamente, el cinturón interior de Van Allen– y creó un cinturón de radiación a su alrededor que dañó tres satélites. Durante muchos años, hubo que construir los satélites artificales con mayor blindaje debido a este hecho. De manera más notoria, ocurrieron cosas extrañas en las Islas Hawaii, situadas a casi mil quinientos kilómetros de distancia: se fundieron misteriosamente trescientas farolas del alumbrado urbano, se dispararon cientos de alarmas contra robo e incendio aunque no hubiera llegado ni la más mínima vibración, y el enlace interinsular de microondas de una compañía telefónica se quemó. Estas averías fueron reparadas rápidamente, sin dar ninguna explicación.

La Unión Soviética protestó, como era de esperar, aunque sólo uno de sus satélites había resultado afectado marginalmente. Lo que no dijeron los rusos es que ellos tenían ya preparada sus propias pruebas para apenas tres meses después, relacionadas con el estudio de la Defensa Antibalística de Moscú: la serie K, que se hizo estallar en Kazajistán entre Octubre y Noviembre de 1962, con cinco cargas de hasta 300 kilotones. La tercera prueba de la serie, denominada poco imaginativamente K-3, detonó el 22 de Octubre a 290 kilómetros de altitud, no muy lejos de la vertical de Jezkazgan, mientras el resto del mundo andaba ocupado con la Crisis de los Misiles de Cuba. Los científicos soviéticos monitorizaban muy discretamente una línea telefónica aérea de 570 km para medir los efectos de aquella energía secreta que parecía hacer cosas a los sistemas eléctricos a distancias enormes; para ello, la habían dividido en varios sectores de 70 u 80 km., instrumentados independientemente.

Se puede imaginar su estupor cuando los 570 km quedaron fritos con corrientes de 1.500 a 3.400 amperios, con todos sus fusibles y disyuntores a gas, y con ellos toda la red de líneas secundarias. No sólo eso: también se incendió violentamente la central eléctrica de Karaganda, mientras 1.500 km de cables eléctricos subterráneos entre Astana y Almaty quedaban fuera de servicio, además de una cantidad incontable de daños menores. De nuevo, aquella energía secreta invisible e imperceptible había demostrado su capacidad de dañar gravemente la infraestructura civil y militar a distancias enormes mediante la sobrecarga masiva de los sistemas eléctricos y electrónicos radicalmente indispensables para cualquier forma de sociedad tecnificada.

Al año siguiente, los Estados Unidos y la Unión Soviética firmaron el Tratado de Limitación Parcial de las Pruebas Nucleares, prohibiendo todos los ensayos excepto los subterráneos, que después suscribiríamos hasta 123 países. La razón fundamental de este tratado fue reducir la cantidad de lluvia radiactiva que estaba ya contaminando toda la Tierra debido a las 331 pruebas atmosféricas norteamericanas, las 200 soviéticas y las decenas de Francia, el Reino Unido y China. Y eso estuvo bien. Aunque también hubo otra razón menos confesable: mantener esta fuerza secreta en la oscuridad, lejos del alcance de cualquier futura potencia nuclear.

Pero, ¿de qué se trataba? ¿Qué clase de fuerza extraordinaria es esta que puede destruir el sustrato más básico de la civilización tecnológica contemporánea a lo largo y ancho de todo un continente, después de una explosión nuclear en el espacio exterior que ni siquiera llega a verse y mucho menos notarse desde tierra? Porque este arma sólo deja como prueba de su presencia unas luces multicolores bellísimas, muy altas en el cielo, que son en realidad auroras boreales: las luces del fin del mundo. Por eso la llaman la bomba del arco iris.

El pulso electromagnético de gran altitud (HEMP).

Cuando se produce un pico súbito de energía electromagnética, durante un periodo muy corto de tiempo, decimos que se trata de un pulso electromagnético. Podríamos afirmar que, por ejemplo, un rayo o un relámpago causan pulsos electromagnéticos naturales.

Ya en 1945, durante las primeras pruebas nucleares en Nevada, se blindaron por partida doble los equipos electrónicos porque Enrico Fermi se esperaba alguna clase de pulso de estas características generado por aquellas bombas atómicas primitivas. A pesar de este blindaje, numerosos registros resultaron dañados o destruidos. Lo mismo les ocurrió a los soviéticos y los británicos, que llamaban a este efecto radioflash.

Lo que ocurre es que, en una bomba atómica que estalla cerca del suelo, el pulso electromagnético es pequeño, tiene poco alcance y en general queda dentro del área de destrucción térmica y cinética ocasionada por el arma, con lo que no se detecta a primera vista. Pero en un explosivo atómico que detona fuera de la atmósfera terrestre, en el espacio exterior, este efecto es muy distinto y resulta amplificado a gran escala por el propio campo magnético natural terrestre. ¿Cómo es esto posible?

Buena parte de la energía de una carga atómica se libera en forma de rayos gamma instantáneos. Los rayos gamma no son otra cosa que una forma de energía electromagnética de alta frecuencia; esto es, fotones como los que, a frecuencias menores, componen la luz, las ondas de radio o los rayos X. Su emisión es característica en los procesos que afectan al núcleo de los átomos o las partículas subatómicas que los forman. En una explosión nuclear, por tanto, se producen masivamente.

Dentro de la atmósfera terrestre, los rayos gamma resultan absorbidos rápidamente por los átomos del aire, produciendo calor; parte de la devastadora energía termocinética que caracteriza a las armas atómicas se debe precisamente a esta razón. Pero fuera de la atmósfera terrestre, esta absorción no se produce, porque no hay aire ni nada digno de mención que se cruce en su camino: a efectos macroscópicos, viajan por el vacío. Y siguen haciéndolo a la velocidad de la luz, hasta volverse imperceptibles en la radiación de fondo. Algunos de los objetos más lejanos que conocemos son los brotes de rayos gamma, en el espacio profundo, precisamente porque esta radiación puede desplazarse sin muchas molestias a lo largo y ancho de todo el universo.

Sin embargo, en una detonación próxima a la Tierra, la parte de esta radiación gamma que enfoca hacia el planeta viaja a la velocidad de la luz hasta alcanzar las capas exteriores de la atmósfera. Si se ha producido lo bastante cerca (típicamente, entre cien y mil kilómetros), esta esfera de radiación gamma en expansión no habrá llegado a disiparse mucho y billones de estos fotones de alta frecuencia chocan con los átomos del aire, a entre 20 y 40 km de altitud, cubriendo la extensión de un continente e incluso más. Entonces, se producen dos efectos curiosos.

El primero es que los átomos de la atmósfera resultan excitados y se ponen a liberar gran cantidad de electrones libres de alta energía, por efecto Compton. A continuación, estos electrones resultan atrapados por las líneas magnéticas del campo terrestre y se ponen a girar en espiral en torno a las mismas. El resultado es una especie de «dinamo» gigantesca, del tamaño del planeta, con un «bobinado» (los electrones libres capturados) que gira a la velocidad de la luz.

No giran mucho tiempo, pero da igual. Como consecuencia, se produce un inmenso pulso electromagnético que carga de grandes cantidades de electricidad el aire circundante y la tierra que está a sus pies. Estas cargas eléctricas ionizan intensamente la atmósfera, causando las bellísimas auroras boreales que dan nombre a la bomba del arco iris, y a continuación se abalanzan sobre todo lo que esté a su alcance con un potencial de decenas e incluso cientos de miles de voltios/metro. Especialmente, sobre los sistemas eléctricos y electrónicos.

Típicamente, el pulso así generado tiene tres componentes, denominados –de manera igualmente poco creativa– E1, E2 y E3. Ninguno de ellos tiene la capacidad de dañar de manera significativa a la materia corriente o a las personas. El E3 es un pulso muy lento, con decenas a cientos de segundos de duración, ocasionando un efecto parecido al de una tormenta geomagnética muy severa; tiende a deteriorar o dañar las grandes líneas eléctricas y sus transformadores. El E2 es muy parecido al ocasionado por el relámpago, y resulta fácilmente neutralizado por los pararrayos y otras protecciones similares contra embalamientos energéticos. El E1, en cambio, es brutalmente rápido, casi instantáneo, y transporta grandes cantidades de energía electromagnética; por ello, es capaz de superar las protecciones corrientes contra rayos y otras sobrecargas, induciendo corrientes enormes, miles de amperios, en los circuitos eléctricos y electrónicos que quedan a su alcance: miles de kilómetros de alcance.

El resultado es sencillo: los circuitos, simplemente, se fríen de modo instantáneo por todo el continente. Esto sucede sobre todo en aquellos que están conectados a antenas (pues una antena capta tanta energía electromagnética del aire como puede) y a líneas que actúen de antena (por ejemplo, los propios cables de la red eléctrica). Pero se ha documentado también muchas veces en circuitos apagados y desconectados, pues el pulso es lo bastante intenso para inducir corriente en su interior.

Los microchips de alta integración en los que se basa toda nuestra tecnología presente, desde las grandes instalaciones industriales y energéticas hasta los aparatejos que nos compramos continuamente, son especialmente frágiles ante el componente E1 del pulso electromagnético, que quema con facilidad las uniones P-N por embalamiento térmico, tanto más cuanto más pequeños sean sus componentes. La subsiguiente dislocación de los sistemas SCADA, los controladores PLC y otros elementos clave de los sistemas que garantizan los servicios de la civilización actual puede poner fácilmente a una sociedad contemporánea de rodillas durante las primeras fracciones de segundo de un ataque así, incluso mucho antes de que empiece la guerra de verdad… en caso de que haga falta después de algo así.

Se ha documentado que esta clase de circuitos pueden quedar dislocados con pulsos de 1.000 voltios/metro y la mayoría de ellos resultan destruidos por debajo de 4.000 voltios/metro. Un arma nuclear detonando en el espacio para generar pulsos electromagnéticos puede barrer fácilmente un continente entero con un potencial de entre 6.000 y 50.000 voltios/metro, incluso con potencias explosivas muy bajas, por debajo de 10 kilotones, menos que la primitiva bomba de Hiroshima. Aunque la documentación pública al respecto es ciertamente críptica, parece como si el componente E1 fuese en gran medida independiente de la energía total liberada por el arma (a diferencia del E3, que es directamente proporcional).

Debido a la distribución característica de las lineas del campo magnético terrestre, y dado que la generación del pulso es totalmente dependiente de las mismas, su intensidad está relacionada con la latitud. El pulso tiende a ser débil cerca del ecuador e intenso en las latitudes intermedias donde se hallan Europa, Estados Unidos, China, Japón y las áreas más habitables de Canadá y Rusia. Su impacto sería mucho más notorio en sociedades altamente urbanas e industrializadas y menor en las zonas agrícolas subdesarrolladas o en vías de desarrollo. Las ciudades, que dependen de una infinidad de servicios garantizados por estas tecnologías y son prácticamente inhabitables en ausencia de los mismos, sufrirían de manera particular. Toda gran urbe depende de sus suministros y su pujanza económica; la capacidad del pulso electromagnético inducido para desarticular los suministros y suprimir la actividad económica les resultaría letal.

Esto último nos hace observar un hecho singular: las armas de pulso electromagnético podrían ser una opción extraordinariamente interesante para países que se sientan en condiciones de inferioridad tecnológica o industrial respecto a un adversario. En un intercambio de bombas del arco iris, el bando más tecnificado e industrializado sufriría daños y dislocaciones de sus infraestructuras esenciales mucho mayor que el bando menos dependiente de la tecnología avanzada. Si las armas nucleares tienen en general una capacidad igualadora importante, las de pulso electromagnético llevan esta capacidad al extremo. Hipotéticamente, una nación agrícola atrasada y anclada a principios del siglo XIX no sufriría ningún daño por un ataque de estas características, mientras que una nación sofisticada, urbanita y avanzada sufriría pérdidas inmensas y correría grave riesgo de aniquilación.

Efectos del HEMP

«Los automóviles modernos dependen de los semiconductores y los microprocesadores; la posibilidad de que sufran daños catastróficos es, por tanto, extrema. Ninguno de los sistemas militares desprotegidos que hemos sometido a pruebas soportaba más de 10.000 voltios por metro […] Las tormentas solares, de potencia muy inferior a esta distancia, han provocado cortes de electricidad muy severos. Existen múltiples razones para creer que las partes de nuestros sistemas de comunicaciones basadas en semiconductores, es decir su práctica totalidad, serían extremadamente vulnerables a un ataque EMP. Es razonable afirmar que muchos, si no todos los sistemas informáticos modernos expuestos a campos EMP de 50.000 voltios por metro, desde los portátiles hasta los grandes sistemas, dejarían de funcionar como mínimo. Y la mayoría de ellos se quemarían. Cualquier arma nuclear de cualquier tipo [generará EMP si se detona a la altitud adecuada]». – Dr. Lowell Wood, op.cit.

Durante un intenso ataque de pulso electromagnético de gran altitud (HEMP) un ciudadano corriente sólo notaría al principio que se ha ido la luz. Su sorpresa aumentaría al mirar su reloj (digital) de pulsera, querer usar el teléfono, encender su portátil o descubrir que al menos una parte de los coches y camiones han dejado de funcionar repentinamente y están formando grandes atascos: nada parece estar operativo. En muchas ciudades, que dependen de bombas para el correcto funcionamiento de la red de aguas potables, la presión de los grifos comenzaría a descender (y en otros puntos aumentar, hasta el extremo de reventar las tuberías). El personal de mantenimiento o emergencias que acudiera a reparar las averías e incendios descubriría que sus propios instrumentos están dañados y al menos una parte de sus vehículos inutilizados.

Así reducido ya al estado de un campesino del siglo XIX sin saberlo, es posible que nuestro amigo o amiga pasara sus primeras horas esperando a ver si vuelve la corriente, leyendo a la luz de las velas, jugando con los niños o bajando al bar (donde no funciona ni la cafetera, ni la cocina) para echar la partida sin luz. En este momento, su vida sería aún parecida a quienes experimentaron algún gran apagón como esteeste o este otro. Quienes trabajen o estudien lejos de sus casas tendrían muchos problemas para regresar, y es probable que debieran hacerlo a pie.

Puede que su nerviosismo comenzara a aumentar a la mañana siguiente, al descubrir que todo sigue sin funcionar, que los alimentos del refrigerador comienzan a estropearse y que los cajeros automáticos continúan muertos. Trata de conseguir una radio a pilas, se dirige a la comisaría más próxima o a la junta de distrito a preguntar. Nadie sabe gran cosa. Corre el rumor de que ha habido una guerra. Los supermercados y la mayoría de comercios, desprovistos de cajas registradoras, suministros diarios y controles de stock y personal están en su mayoría cerrados a cal y canto; sólo quedan abiertos algunos pequeños comerciantes, vendiendo el fondo de almacén y sacando las cuentas con lápiz y papel. Se pasa por el trabajo, donde le dicen que no hay nada que hacer hasta que vuelva la luz. Los niños siguen yendo al colegio (si viven cerca), pues para dar clase sólo se precisa tiza y pizarra, pero los profesores andan un poco confundidos.

Cuando pasa por delante de un hospital, se encuentra con largas colas en las puertas de urgencias. Aparentemente, tienen problemas para atender a los enfermos, y no digamos ya cuando se precisa una intervención quirúrgica. Oye decir que se les están agotando los medicamentos más utilizados. Un poco asustado, busca una farmacia abierta para adquirir los fármacos que usa la familia. No se los quieren vender sin receta, y de todas formas algunos ya no quedan. Por todas partes hay vehículos inútiles empujados malamente sobre las aceras y arcenes. Gracias a eso pueden circular ahora unos pocos trastos viejos, anteriores a la era de las centralitas digitales y el encendido electrónico. Pasa un arcaico Land Rover de la Guardia Civil, pidiendo por megafonía a viandantes y vecinos que permanezcan en sus casas siguiendo instrucciones de la Delegación del Gobierno.

Nuestro ciudadano se asusta y decide regresar al hogar. Cuando pasa por cerca de la estación del tren, observa que allí tienen luz eléctrica. Al asomarse, descubre que han conectado una locomotora diésel-eléctrica del año de la tos, a modo de generador. Las modernas máquinas computerizadas para los AVEs y Alaris y demás redes de velocidad alta, en cambio, parecen estar inutilizadas.

En unos pocos días, a nuestro ciudadano ya no le queda comida, ni medicamentos, y el agua potable es de dudosa salubridad. La electricidad sigue sin regresar, pues las fábricas que debían construir los repuestos para hacer millones de reparaciones a gran escala también están destruidas. Se habla de que van a evacuar a la gente al campo. Pero, ¿en qué campos van a meter a los millones de habitantes de las ciudades? Desde la terraza, ve cómo se van formando las primeras colas de refugiados. Sólo entonces comprende que su vida y la de los suyos ha cambiado para siempre, propulsados a un mundo antiguo donde, realmente, ya no sabe cómo sobrevivir.

«Esto no son hipótesis. Este es el tipo de daño que vemos en los transformadores durante las tormentas geomagnéticas. Una tormenta geomagnética es una variante muy suave, muy sutil, del llamado componente lento del EMP [E3].

Así que cuando estos transformadores quedan sometidos al [E3], básicamente se queman, no debido al propio EMP sino a la interación del EMP con la operación normal del sistema eléctrico. Los transformadores se queman y cuando se queman así, señor, ahí se quedan y no se pueden reparar. Deben reemplazarse, como usted apuntó, desde fuentes extranjeras. Los Estados Unidos, como parte de su ventaja competitiva, ya no producen grandes transformadores eléctricos en ningún lugar. Toda la producción está deslocalizada en el exterior.

Y cuando quiere usted uno nuevo, lo pide, y entonces hay que fabricarlo y entregarlo. No se almacenan. No hay inventario. Se fabrica, se embarca y se entrega por medios muy lentos y complejos porque son objetos muy grandes y masivos. Vienen despacio. El retraso típico desde que ordena usted uno hasta que lo tiene en servicio es de uno a dos años, y eso es si todo sale estupendamente [y tiene usted dinero para pagarlo.]» – Dr. Lowell Wood, en otra comparecencia ante el Senado de los EEUU, 2005.

Uso militar del HEMP: destruyendo la civilización a continentes

«Los soviéticos planificaron un ataque EMP muy extenso contra los Estados Unidos y otros objetivos […] Un ataque así causaría billones [europeos] de dólares en daños infraestructurales […] A finales de la Guerra Fría […] sólo la Unión Soviética tenía la capacidad de montar ataques EMP contra los Estados Unidos, y muy probablemente lo haría como el primer golpe de una lucha a muerte realizada con medios técnicos protegidos contra EMP. Las respuestas indicadas a cualquier ataque EMP eran bien claras. La capacidad soviética máxima para imponer esos ataques existe todavía en las fuerzas estratégicas de la Federación Rusa, y predigo sin duda ninguna que seguirá existiendo durante muchas décadas […] Cualquier país que disponga de un arma nuclear del tipo de las utilizadas en la II Guerra Mundial [y un cohete capaz de transportarla al espacio] puede realizar un ataque EMP.» – Dr. Lowell Wood, op.cit. (1999)

Se ha postulado insistentemente que las armas de pulso electromagnético y otras aún más esotéricas como las de oscurecimiento constituirían el compás de apertura de la guerra nuclear. Un país así atacado a escala continental sufriría grave desarticulación de sus sistemas defensivos, y muy especialmente en sus radares y telecomunicaciones radioeléctricas. Pero, si bien todos los medios militares que se pueden proteger suelen estar protegidos, su efecto sobre la infraestructura civil resultaría tan devastador que un atacante podría optar por utilizar únicamente esta técnica para asestar un golpe terrible sin iniciar una guerra nuclear a gran escala.

Un solo cohete con una sola cabeza detonando en el espacio exterior, lejos de cualquier sistema antimisil del presente o del futuro próximo, puede provocar con facilidad esta clase de efectos a mayor o menor nivel. Hace tiempo que los científicos rusos y chinos publican abiertamente artículos sobre las posibilidades de construir armas de «súper-EMP«, diseñadas específicamente con objeto de llevar esta clase diferente de destrucción a sus límites teóricos máximos. Para potencias que disponen desde hace décadas de tecnología de armas nucleares avanzadas, misiles balísticos y cohetes espaciales, el coste de tales opciones es ridículamente bajo. Incluso países mucho más atrasados como Corea del Norte podrían llevar a cabo un ataque de este tipo con éxito, lo que seguramente explica algunas realidades presentes de la política internacional.

Curiosamente, un ataque de pulso electromagnético sólo se puede realizar una vez, y luego hay que esperar a que la atmósfera se descargue para repetirlo: cuando el aire está altamente ionizado por la detonación precedente, los siguientes pulsos «se ponen a tierra» y no hacen gran cosa. Por este mismo motivo se prefieren armas de fisión de una sola etapa en vez de armas de fusión multietápicas, o se corre el riesgo de que el pulso generado por la pequeña carga iniciadora debilite los efectos de las siguientes etapas.

Por su capacidad para causar grandes daños en un área inmensa a un coste ridículo, de manera difícilmente evitable y con la hipotética posibilidad de desarticular por completo la sociedad atacada durante un periodo de tiempo indeterminado, es muy probable que este tipo de armas se utilizaran en cualquier conflicto que escalara al nivel nuclear.

Armas de pulso electromagnético no nucleares

Se han postulado diversas armas electromagnéticas de alcance reducido, con el propósito de realizar ataques selectivos contra una instalación o vehículo determinados. Ya en 1951, Andrei Sajárov y su equipo propusieron en la URSS un cierto generador por compresión de flujo mediante bombeo explosivo, que fue reproducido poco después en el Laboratorio Nacional Los Álamos estadoundense. Los generadores Marx usados en la investigación de los efectos del pulso electromagnético constituyen otra posibilidad, aunque son caros y voluminosos para una aplicación militar en el campo de batalla. Un dispositivo llamado vircator puede convertir con facilidad la energía producida por estos generadores en fuertes pulsos locales, con un alcance de decenas o cientos de metros.

No se ha documentado con claridad el uso de este tipo de armas en guerras reales, probablemente porque están envueltas en un velo de secreto, los sistemas militares suelen estar protegidos contra pulsos y las redes eléctricas civiles se suprimen con más facilidad y de manera más selectiva mediante el uso de bombas de grafito.

Defensa contra pulsos electromagnéticos

Es conceptualmente sencillo proteger una instalación o equipo contra pulsos electromagnéticos, y en ocasiones hasta barato: si la defensa se implementa en la fase de diseño, puede llegar a encarecer el producto final en cantidades tan bajas como un 5% (aunque en otros casos llegue a superar el 100%). Sin embargo, esto sólo es aplicable a determinadas instalaciones y dispositivos, y una protección fuerte contra pulsos electromagnéticos militares presenta numerosos problemas de índole práctica (y económica).

Uno de estos problemas sustanciales radica en que, para proteger una instalación o equipo contra esta clase de ataque, la única aproximación verdaderamente eficaz consiste en encerrarlo en una caja o jaula de Faraday. Sin embargo, una jaula de Faraday perfecta resulta más fácil de decir que de hacer, sobre todo cuando hablamos de instalaciones voluminosas como una central eléctrica o telefónica, una estación de transformación, una refinería o una planta industrial. Entre otras cosas, requiere un costoso mantenimiento constante, para evitar que la humedad, la oxidación o incluso cosas como pequeños corrimientos de tierra que generen grietas en el subsuelo dejen un «paso libre» al pulso.

Otro problema importante radica en que las propias redes (eléctrica, telefónica, incluso la de aguas y alcantarillado…) pueden transportar el pulso con facilidad al interior de la instalación o dispositivo. Todo contacto con el exterior debe estar defendido con componentes dieléctricos, fusibles o disyuntores ultrarrápidos –raros y caros, pues como ya hemos mencionado las protecciones contra el rayo no sirven contra el componente E1 del pulso– o, incluso, mediante el uso de equipos totalmente autónomos situados dentro de la jaula.

Resulta especialmente complicado proteger los dispositivos provistos –externa o internamente– de antenas o de cableados o circuitos que actúen como una antena, dado que la naturaleza de las mismas es precisamente captar tanta energía electromagnética de la atmósfera como sea posible. Esta clase de aparatos quedarán destruidos con facilidad durante un ataque de esta naturaleza, e incluso pueden llegar a incendiarse o estallar. Prácticamente todos los equipos electrónicos que utilizamos cotidianamente y las redes que los alimentan son susceptibles de actuar como una antena.

Investigación de los pulsos electromagnéticos

Los procesos y efectos de los pulsos electromagnéticos de gran altitud se estudian fundamentalmente por dos vías. Una de ellas son los generadores Marx, capaces de inducirlos localmente sobre los equipos que se desea poner a prueba. De esta forma, se pueden descubrir sus efectos sobre cada aparato específico y sobre las protecciones que se les puedan haber implementado. Pese a que estos equipos son costosos y muy voluminosos, son numerosos los países que han trabajado con los mismos: Estados Unidos, la URSS y luego Rusia, China, el Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, Suiza e Italia.

Para comprender la manera como se generan estos pulsos y otros fenómenos similares de utilidad tanto civil como militar se utilizan las instalaciones del tipo del HAARP, tan del gusto de los conspiranoicos (aunque nunca sean capaces de acertar a qué se dedican realmente, y desde luego no tiene nada que ver con los terremotos).

Que esta demostrado por científicos como pueden provocar los terremotos con el haarp, como con distintas armas de geoingeniería.

Tanto el HAARP norteamericano (con su potencia de 3,6 MW… hay cadenas de radio que emiten más energía) como la instalación rusa de Sura (190 MW, 53 veces más) o el EISCAT europeo (cerca de un gigavatio total) y algunos otros de menor potencia son equipos de calentamiento ionosférico por radiación electromagnética. Estas instalaciones permiten simular de manera limitada el bombeo de rayos gamma y X en las capas exteriores de la atmósfera característicos de una carga nuclear EMP (y también de un montón de fenómenos naturales, como la radiación solar).

Sin que el mundo lo supiera, las principales potencias han dispuesto durante más de cuarenta años de un arma capaz de acabar con la civilización tecnológica moderna en apenas una fracción de segundo. En vez de corregir discretamente esta debilidad, la evolución de las sociedades y los mercados hacia unas tecnologías cada vez más delicadas y una economía donde se tienden a presionar todos los costes a la baja han magnificado el riesgo de que un ataque así suprima radicalmente los medios técnicos de una nación moderna y la envíe de vuelta al siglo XIX… en un tiempo donde ya nadie recuerda cómo se sobrevivía en el siglo XIX. Al igual que ocurre con las armas nucleares, no hay manera de desinventar el pulso electromagnético; sólo queda protegerse contra él. La pregunta es si queremos. Si queremos pagarlo, claro.

Fuente: Explayandose’s Blog (Nuevamente gracias David por la difusión) ^^

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Quién es Zbigniew Brzezinski y cual es su rol en el Plan de Nuevo Orden Mundial (NWO)

Zbigniew Brzezinski.

15 de Agosto de 2010 

Brzezinski, ex consejero del presidente estadounidense Jimmy Carter, encarna la continuidad de la política extranjera de los EEUU, lo que no significa que sea una política de tendencia demócrata o republicana. Gran admirador de Henry Kissinger, Brzezinski  siempre ha defendido, alabado y demostrado sumo respeto por los dos conceptos de diplomacia del «maestro», el equilibrio de las potencias llevado a teoría por Metternich y la doctrina «containment» elaborada por George Kennan.

Zbigniew Brzezinski preconiza hoy cómo se debe debilitar y acorralar militarmente a Rusia, y está convencido de que la mejor manera es la desestabilización de sus regiones fronterizas, una estrategia política que mucho interés despertó en el equipo del fallido candidato presidencial estadounidense John Kerry, equipo que reclutó a su hijo Mark Brzezinski como consejero para política exterior.

Según el discurso de George W. Bush durante la campaña presidencial del año 2000, hubiéramos podido esperar que asumiera -según la doctrina de su consejero, «el halcón» Wolfowitz-, una actitud rígida, incluso agresiva hacia la Rusia de Vladimir Putin. En vez de eso, hemos observado un trato inédito en las relaciones políticas mutuas de estas dos grandes naciones. Esto ha sucedido después del 11 de Septiembre de 2001.

Muchos observadores y analistas estiman que existía un acuerdo entre Putin y Bush, por el cual la administración norteamericana se privaría de criticar las operaciones militares rusas en Chechenia a condición de que Putin no se entrometiera en las intervenciones e injerencias estadounidenses en el Medio Oriente.

Esta explicación no da la debida importancia a los hechos del 11 de septiembre de 2001 y al contrario los trata como si fueran una abstracción. Otro tanto sucede con los elementos provenientes del Kremlin con respecto a los mismos sucesos. Podemos añadir que las administraciones republicanas han dado siempre una mayor importancia al Medio Oriente, mientras que la tradición política demócrata en política exterior se centraliza más en Eurasia.

Para elaborar su estrategia frente a la entonces URSS, y más tarde para los Estados del Este, recientemente emancipados de la influencia soviética, el campo demócrata se ha apoyado -desde que Jimmy Carter asumió el poder-, en un hombre brillante, pero sin escrúpulos, y también un acérrimo antirruso: Zbigniew Brzezinski.

La doctrina de este conocido profesor ha logrado adeptos fuera del Partido Demócrata, por el simple hecho de haber definido el imperativo absoluto de la supervivencia y la prosperidad del Imperio: la conquista de Eurasia.

Este catedrático nació en Varsovia en 1928, hijo de un diplomático polaco. Brzezinski emigra a Canadá a la edad de diez años cuando su padre fue destacado en ese país. Obtiene una licenciatura y una maestría en la Universidad Mc Gill de Montreal, y, posteriormente, un doctorado en Harvard en 1953, convirtiéndose en ciudadano estadounidense poco después. Contrae matrimonio con la hija del ex presidente checoslovaco Eduardo Benes.

Entre 1966 y 1968 se desempeña como miembro del Consejo de Planificación Política del Departamento de Estado de los EEUU, donde desarrolla la estrategia de «implicación pacífica» frente y hacia la Unión Soviética, todo esto dentro del marco de la Guerra Fría. En Octubre de 1966 convence al presidente estadounidense Johnson de modificar las prioridades estratégicas de modo que el «deshielo» sea colocado antes de la reunificación alemana.

Durante la campaña presidencial de 1968, Brzezinski preside el grupo de trabajo encargado de la política exterior del candidato demócrata Hubert H. Humphrey, que perdería finalmente ante Richard Nixon.

El inspirador de la creación de la Comisión Trilateral

A principios de los años setenta, Brzezinski se distingue como analista cuando anuncia proféticamente la llegada de actores mayores al escenario del poder mundial. Se trata de Europa y Japón, cuyas economías se han levantado rápidamente después de la Segunda Guerra Mundial.

En un artículo suyo publicado en la revista Foreign Affaire, en 1970, expone su visión de este «Nuevo Orden Mundial»: «Se hace necesaria una visión nueva y más audaz -la creación de una comunidad de países desarrollados que puedan tratar de manera eficaz los amplios problemas de la humanidad. Además de los Estados Unidos de América y Europa Occidental, debe incluirse a Japón (…)

«Un consejo formado por miembros de Estados Unidos, Europa Oriental y Japón que fomentara encuentros regulares entre los jefes de gobierno, pero también entre personalidades menos importantes, sería un buen comienzo». El mismo año, Brzezinski lanza nuevas ideas en su nuevo libro titulado: Between two Ages [1], donde explica que ha llegado la era de reequilibrar el poder mundial, poder que debe pasar a manos de un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre Japón, Europa y Estados Unidos.

La revolución de las técnicas de producción, el cambio de la industria pesada a la electrónica, debía provocar un trastorno de sistemas políticos y una nueva generación de élites en el poder. David Rockefeller, entusiasmado con estos conceptos, lo contrata entonces para crear la Comisión Trilateral y lo nombra director. Esta fue establecida oficialmente en 1973, y reúne a importantes figuras del comercio mundial, de los medios bancarios internacionales, gobernantes y los grandes medios de comunicación europeos, japoneses y norteamericanos.

Cuando ocurrió el primera crisis petrolera, la principal preocupación de estos maestros de las finanzas mundiales fue la de quitarse de encima la responsabilidad de la deuda exterior de los países en vías de desarrollo, dando mayores obligaciones y fortaleciendo el Fondo Monetario Internacional (FMI). También se trataba para los Estados Unidos, debilitados en aquella época por su fracaso militar en Vietnam, de apoyarse en cada extremo geográfico del continente euroasiático, donde tenían gran influencia después la Segunda Guerra Mundial, con la finalidad de mantener y extender su hegemonía.

Esta misión, vista desde afuera, otorga sin dudas a Brzezinski una imagen de defensor de la paz, portavoz de la disminución de la tensión mundial (Guerra Fría) y de las relaciones multilaterales, e incluso -ante los ojos de la extrema derecha-, una apariencia de globalista inspirado en el Marxismo.

Para llevar a cabo los grandes planes de la Comisión Trilateral, lo mejor era que uno de sus miembros llegara a ser presidente de los Estados Unidos.

El presidente Carter y el doble juego

Desde la creación de la Comisión Trilateral, el pastor Jimmy Carter era uno de los que con seguridad formaban parte del equipo Rockefeller-Brzezinski. Había abierto las primeras oficinas comerciales para el estado de Georgia en Bruselas y en Tokio, cosa que hacía de él la imagen modelo o el concepto fundador de la Comisión [2].

Para su nominación como candidato a las elecciones y la elección presidencial de 1976, Rockfeller puso en funcionamiento sus relaciones en Wall Street y a trabajar a Brzezinski, cuya influencia académica al servicio del candidato demócrata Jimmy Carter fue de gran provecho para que ganara las elecciones. Naturalmente, cuando Carter fue elegido, Brzezinski ocupó el puesto privilegiado de consejero de seguridad nacional [3].

Una vez en su silla, Carter definió como prioridad la reducción del arsenal militar nuclear de los dos bloques (EEUU-URSS). Sin embargo, la crisis de los misiles SS-20 soviéticos apuntados hacia Europa hizo que Carter reaccionara con el despliegue de los mísiles Pershing, lo que arruinó sus esfuerzos, sinceros o no, y puso a ambos bloques en una situación de desconfianza recíproca.

Se puede constatar que en aquella época el campo soviético tenía buenas razones para sospechar que su adversario realizaba un doble juego: la derrota militar de los EEUU en Vietnam les obliga a mantener cierta modestia en el plano militar y estratégico, mientras que Brzezinski preparaba su plan de guerra por mandato, para preparar una trampa y obligar a la Unión Soviética a entrar en un conflicto periférico.

La desestabilización del régimen comunista afgano y el financiamiento y entrega de armas a las primeras milicias jihadistas anticomunistas en 1979 provocaron, como previsto, la entrada del Ejército Rojo en Afganistán. Para ello Brzezinski se apoya en los efectivos servicios de espionaje e inteligencia paquistaníes, el temido ISI.

Cuando la revista francesa Le Nouvel Observateur le realizó una entrevista en 1998, Brzezinski reconoció que el equipamiento de las tropas antisoviéticas de Bin Laden era anterior a la invasión rusa y destinado a provocar su reacción:

Le Nouvel Observateur: El ex director de la CIA, Robert Gates, lo afirma en sus Memorias: los servicios secretos norteamericanos comenzaron a ayudar a los mujaidines afganos seis meses antes de la intervención soviética. En esa época usted era el consejero del presidente Carter y su papel fue clave en este asunto. ¿Lo confirma?

Zbigniew Brzezinski: Sí. Según la versión oficial de la historia, la ayuda de la CIA a los mujaidines se inició en el año 1980, es decir, luego que el ejército soviético invadiera a Afganistán el 24 de Diciembre de 1979. Pero la realidad, mantenida en secreto hasta hoy, es muy distinta: fue el 3 de Julio de 1979 que el presidente Carter firmó la primera directiva sobre la asistencia clandestina a los opositores del régimen pro soviético de Kabul. Aquel día le escribí una nota al presidente en la que le explicaba que en mi opinión aquella ayuda provocaría la intervención de los soviéticos. (…) No empujamos a los rusos a intervenir, pero conscientemente aumentamos las probabilidades de que lo hicieran.

N.O.: Cuando los soviéticos justificaron su intervención afirmando que luchaban contra una injerencia secreta de los Estados Unidos nadie les creyó, sin embargo había un fondo de verdad. ¿No lamenta nada hoy?

Z. Brz.: ¿Lamentar qué? Esa operación secreta era una excelente idea. Tuvo como efecto atraer a los rusos hacia la trampa afgana, ¿y usted quiere que lo lamente? El día en que los soviéticos cruzaron oficialmente la frontera afgana escribí al presidente Carter en esencia: «Esta es nuestra oportunidad de darle a la URSS su Vietnam» (…).

N.O.: ¿Tampoco lamenta usted el haber favorecido el integrismo islámico, haber entregado armas y asesoría a futuros terroristas?

Z. Brz.: ¿Qué es lo más importante ante la mirada de la historia mundial, los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos islamistas excitados o la liberación de Europa Central y el fin de la Guerra Fría?» [4]

(Nota de la redacción de la Red Voltaire: el conflicto en Afganistán desde sus inicios en 1979 ha causado miles de miles de muertos, para algunos observadores un millón de muertos y desplazado gran parte de la población civil del país, en la lamentable condición de refugiado, pero para el Sr. Brzezinski los fines justifican los medios).

Al hablar de «algunos islamistas excitados» en esta entrevista, Brzezinski no subestima el poderío de Al Qaeda, pero caracteriza la realidad de lo que los neoconservadores han erigido en mito a fin de justificar su cruzada mundial. Claro que un miembro del Council on Foreign Relations se cuidaría muy bien hoy de ser tan categórico.

Alianza objetiva con China y apoyo incondicional al Shah de Irán

Si bien Nixon y Kissinger habían jugado decididamente con el miedo al cerco de la Unión Soviética, iniciando un proceso de normalización de las relaciones con China, una parte de los más allegados a Carter desconfiaba de este acercamiento que pretendía Brzezinski.

Al llegar a la Casa Blanca, Carter había afirmado que optaría por el diálogo con la URSS y guardaría distancia con respecto a la República Popular China, pero su secretario de Estado, Cyrus Vance se enfrentó rápidamente a la obsesión antirrusa de Brzezinski y durante todo su mandato Carter tuvo que esforzarse por conciliar los antagonismos de su administración.

Quien hacía las veces de mediador entre estos dos polos era Richard C. Holbrooke, futuro embajador de los Estados Unidos en la ONU y asesor de John Kerry para la política exterior durante su campaña, junto a Mark Brzezinski, hijo de Zbigniew. Según Cyrus Vance y otros partidarios del diálogo, como el renegado demócrata Averell Arriman, la lógica triangular de cerco sólo podía conducir, en el mejor de los casos, a un malentendido con la URSS, cuando no a la guerra.

Preconizaban el diálogo sobre el desarme y la cooperación con la Unión Soviética para neutralizar los conflictos del Tercer Mundo. La normalización de las relaciones con China siguió en marcha. Brzezinski llegó a ultimar un programa conjunto de cooperación estratégica y a mantener buenas relaciones personales con Deng Xiaoping, lo que le vale ser actualmente bien visto entre los chinos.

La misma desconfianza de Brzezinski hacia la URSS se encuentra en su actitud con respecto a Irán, que bajo el régimen del Shah era considerado un baluarte contra la influencia soviética en el Medio Oriente. Así, Brzezinski le aseguró su apoyo al Shah hasta el último momento, y pidió la intervención militar de los Estados Unidos para mantenerlo en el poder incluso cuando una parte de la administración Carter, a la cabeza de la cual se encontraba el secretario de Estado, quería su salida.

Sin embargo, las acciones concretas de Washington fueron dictadas por el punto de vista del Departamento de Estado, y, a pesar de las conversaciones con los generales que derrocaron al Shah para garantizar un régimen moderado al frente del país, fue Khomeini quien ocupó el poder en un ras de mar popular.

Participó con Carter en las negociaciones de Camp David 1 en 1977 y desempeñó un papel en la firma del tratado de paz entre Israel y Egipto sin necesidad de tener que imponer su presencia en el momento culminante de los debates, contrariamente a lo que siempre hizo cuando se trataba de la URSS.

Vuelve la amenaza rusa frente a la hegemonía norteamericana

En 1989 Brzezinski abandona la Universidad de Columbia, donde enseñaba desde 1960, para dedicarse a la elaboración del plan de estatus independiente de Ucrania, lo que marca el inicio de su compromiso con vistas a prevenir el resurgimiento de Rusia como superpotencia. Por el contrario defiende la integración de Rusia al sistema de Occidente y el «pluripartidismo geopolítico» en el espacio de la ex Unión Soviética.

Por otra parte, desarrolla «un plan para Europa» que pasaría por la extensión de la OTAN a las repúblicas bálticas. Sus esfuerzos darán frutos varios años más tarde, especialmente con la integración de las tres repúblicas bálticas a la OTAN en 2002. Durante los años 90 es igualmente el emisario especial del presidente de los Estados Unidos para la promoción del mayor proyecto de infraestructura petrolera del mundo, el oleoducto Bakú-Tbilissi-Ceyhan.

Dicho proyecto representa para él la mejor concretización de sus ambiciones tendentes a impedir el renacimiento de Rusia. Paralelamente preside desde 1999 el Comité Norteamericano para la Paz en Chechenia (American Committee for Peace in Chechnya), instalado en los locales de Freedom House, cargo desde el que pretende intervenir en las negociaciones de paz entre el gobierno ruso y los independentistas dirigidos por Mashkadov.

Sin embargo, estas actividades, cuidadosamente revestidas de buenas intenciones «a lo demócrata» tienen cada vez más dificultades para disimular la realidad subyacente: la de un apoyo encubierto a los independentistas para mantener una guerra periférica, como en Afganistán, a fin de debilitar a Rusia y mantenerla alejada de las ganancias generadas por los recursos del Mar Caspio.

La materialización de la doctrina Brzezinski en el sentido de que «Una potencia que domine Eurasia controlaría dos de las regiones más avanzadas y económicamente productivas del mundo» pasa por la extensión de la OTAN hacia el Este, en lo que trabajó activamente la administración Clinton. ¿Pero cómo venderles esta necesidad de la OTAN a los europeos? «La entidad europea, situada en el borde occidental de Eurasia, y en la proximidad más inmediata de África, está más expuesta a los riesgos inherentes al desorden global creciente que una América políticamente más unida, militarmente más poderosa y geográficamente más aislada (…).

Los europeos estarán más inmediatamente expuestos al riesgo en caso de que un imperialismo chauvinista anime nuevamente la política exterior rusa», explicaba Brzezinski en la revista National Interest en 2000 [5]. Esto tiene el mérito de la claridad: el despliegue de las fuerzas de la OTAN alrededor de Rusia era una medida preventiva. Si Rusia reacciona poniéndose a la defensiva, ello constituiría la prueba de que aspira a restaurar su imperio y a una vuelta al totalitarismo.

Trabajando al mismo tiempo como consultante para BP-Amoco y Freedom House, Brzezinski está encargado en Azerbaiyán de redorar la imagen del dirigente Heidar Alyiev. Para ello no vaciló en calificar al dictador como un «tipo simpático» en una entrevista al New York Times [6]. Como justificación al apoyo anglosajón a la dictadura de Aliyev, Brzezinski argumenta que tras siete décadas de gobierno comunista no puede esperarse que Azerbaiyán y las demás repúblicas de la antigua Unión Soviética adopten la democracia en un lapso tan corto.

Si bien la represión política bajo el régimen de Aliyev tuvo una tendencia a acentuarse durante estos últimos años a medida que disminuían las expectativas sobre las riquezas del Caspio, Azerbaiyán no dejó por ello de pasar del estatus de país «no libre» al de «parcialmente libre» en la clasificación de Freedom House [7].

Al mismo tiempo, en 1999, la secretaria de Estado y discípula de Brzezinski, Madeleine Albright, invitaba a Heidar Aliyev a la celebración del aniversario de la OTAN. Siempre en la misma perspectiva de implantación de la OTAN para permitir a los intereses occidentales, sobre todo petroleros, implantarse en la región, Georgia, Azerbaiyán y Ucrania organizaron ejercicios militares conjuntos el 16 de Abril de 1999 auspiciados por el programa «Asociación para la Paz», de la OTAN [8].

Además de sus actividades de consultante para BP-Amoco y Freedom House, Brzezinski apoya o presta su nombre a todo un sistema de fondos y de ONGs (organizaciones no gubernamentales) que apadrinan a las castas, a los intelectuales y a las élites de la antigua órbita soviética.

Por iniciativa del Comité Norteamericano para la Paz en Chechenia, del que Brzezinski es presidente, tuvo lugar una reunión entre los principales líderes del movimiento checheno entre los días 16 y 18 de Agosto de 2002, en Lichtenstein, encuentro que se realizó dos meses después del realizado entre Bassaiev y Maskhadov, donde se estableció el acuerdo sobre la dirección común de las «Fuerzas Armadas de la República Chechena de Ichkeria».

Los participantes concluyeron que Chechenia no podía seguir incluida en Rusia, que era necesaria una amplia autonomía y que se imponían negociaciones con Maskhadov. La toma de rehenes de Beslán, reivindicada por Bassaiev, ¿forma parte del proceso de reivindicación de independencia de Chechenia o del proceso de desestabilización de Rusia? [9].

Podemos hacernos algunas preguntas a partir del hecho de que la principal consecuencia de esta acción fue el ascenso de las tensiones entre Osetia del Norte y la vecina Inguchia, es decir, una «balcanización» cada vez más importante de la región

Hoy Zbigniew Brzezinski es sobre todo activo en el seno del CSIS, pero sigue siendo el cerebro del programa demócrata en política exterior, de lo que da fe la obsesión del candidato Kerry, y sobre todo de su compañero de candidatura John Edwards, en lo referente a Rusia.

Según los consejos de Mark Brzezinski, eligieron adoptar como primera prioridad la cuestión del desarme nuclear de Rusia, cuando esta ha recuperado su capacidad de producción de petróleo de antes del derrumbe de la URSS y cuando el Estado ruso se beneficia ampliamente del precio actual del crudo, lo que recientemente le ha permitido duplicar su presupuesto de defensa. La cuestión del peligro del vetusto arsenal nuclear ruso no es por lo tanto algo de actualidad, contrariamente a lo que pretende John Kerry.

Su objetivo es otro, más vinculado a la estrategia de subordinación de Rusia defendida desde hace varias décadas por Zbigniew Brzezinski, pero es más difícil de ahora en adelante convencer a la opinión mundial de que Rusia encarna el mal absoluto y de que si no es subordinada volverá al totalitarismo [10].

Para ello hay que provocar su reacción de igual forma que en Afganistán en 1979, pues contrariamente a los Estados Unidos, está a buen resguardo de problemas de suministro energético para las próximas décadas. Así, verificamos una deriva en el discurso de Brzezinski, que calificaba recientemente a Vladimir Putin de «Benito Mussolini ruso», en entrevistas concedidas al Wall Street Journal et au Novaya Gazetta.

Invasión soviética de Afganistán (1979)

A finales de Diciembre de 1979, el Ejército Rojo de la URSS invadió Afganistán con 110,000 tropas terrestres, después de aceptar la petición del PDP (Partido Democrático Popular), de que interviniera en su ayuda, pues la movilización muyahidines provenientes de Pakistán, Arabia Saudí, Irán e incluso Argelia, armados y asesorados por la CIA, amenazaba la estabilidad y viabilidad del gobierno. El Presidente Carter suspendió sus vacaciones navideñas y volvió a Washington para mantener consultas urgentes con sus colaboradores. Brzezinski recomendó a Carter que pidiese al Senado que postergara el estudio del tratado SALT II, cancelara la venta de cereales a la URSS, suspendiera los privilegios pesqueros de los barcos soviéticos, y congelara los intercambios económicos y culturales.

Apoyó la venta de armamento moderno a Pakistán, y aseguró el acuerdo con Arabia Saudita para financiar operaciones de ayuda encubierta a los muyahidines afganos. Cabe resaltar que la intervención de los muyahidines, financiados por Arabia Saudí Osama Bin Laden a título personal y la CIA y entrenados por esta última, comenzó bastante antes de la invasión soviética. Así, el 3 de Julio de 1979, bajo supervisión del Consejo de Seguridad Nacional de Brzezinski, se había firmado ya la primera directiva sobre la asistencia clandestina a los opositores del régimen izquierdista de Kabul. Sin embargo, hay que subrayar que incluso la CIA había reconocido el carácter popular y autónomo del PDP y nunca se refirió al PDP como “agente de Moscú”.

Revolución en Irán (1979-1980)

Ante la inminente revolución iraní, dentro de la Administración Carter, Zbigniew Brzezinski fue el máximo valedor de la estrategia de apoyar hasta el último momento al ya debilitado Sha de Persia. Llegando a sugerir una intervención armada de EEUU para mantenerlo en el poder. Una vez consumada su caída, la estrategia de contraataque se basaría en presionar a Saddam Hussein a atacar a Irán.

En la primavera de 1980, Brzezinski indicó que Washington estaba dispuesto a cooperar con Saddam. Le aseguró que EEUU no se opondría si se apoderaba del suroeste de Irán. También convenció a los Gobiernos amigos de Kuwait y Egipto para que aconsejaran a Iraq que atacase Irán.

Para Brzezinski, los acontecimientos confirmaban una correlación de fuerzas mundiales, y obligaban a EEUU a involucrarse en una guerra encubierta de proporciones multicontinentales contra la infiltración soviética en Oriente Medio y América Central.

Últimos años

Zbigniew Brzezinski es miembro de la junta directiva de Council on Foreign Relations, Atlantic Council, National Endowment for Democracy, Center for Strategic and International Studies, y Amnistía Internacional. Es actualmente profesor en la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies de la Universidad Johns Hopkins.

Su hijo Mark Brzezinski es un abogado que trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional durante la Administración Clinton, y ha integrado el equipo de asesores en política exterior de la campaña presidencial del Senador Barack Obama. Su otro hijo, Ian Brzezinski, ha asesorado a la campaña presidencial del Senador John McCain.

Fue requerido en 2006 ante una audiencia del Senado de Estados Unidos, donde explico que se podría dar un atentado terrorista como el del 11 de Septiembre, para iniciar la guerra contra Irán, afirmó esto: «Un escenario posible para un enfrentamiento militar con Irán implica que el fracaso iraquí alcance los límites americanos; seguido de acusaciones americanas que hagan a Irán responsable de ese fracaso; después, por algunas provocaciones en Irak o un acto terrorista en suelo americano, [acto] del cual se haría responsable a Irán. Esto pudiera culminar con una acción militar americana «defensiva» contra Irán que sumergiría a una América aislada en un profundo lodazal en el que estarían incluidos Irán, Irak, Afganistán y Pakistán«.

Notas

[1] Between two Ages: America’s Role in the Technetronic Era, por Zbigniew Brzezinski, editorial Harper, 1971. Édition française : Révolution technetronique, editorial Calman-Lévy, 1971.

[2] Es igualmente la Comisión Trilateral la que llevará al presidente francés Giscard d’Estaing a escoger como primer ministro a uno de sus miembros, Raymond Barre, profesor de Economía y sin experiencia política.

[3] Brzezinski llama junto a sí a Madeleine K. Albright (cuyo padre sirvió en Checoslovaquia durante el gobierno del suegro de Brzezinki, Eduard Benes), y a los dos teóricos del conflicto o Choque de civilizaciones Bernard Lewis et Samuel P.Huntington.

[4] Le Nouvel Observateur No. 1732, del 15 al 21 de Enero de 1998, p.76.

[5] Citado en «Bribing Montenegro – It didn’t work», por George Szamuely, antiwar, 15 de Junio de 2000.

[6] «Freedom spells B-A-K-U», Counterpunch Magazine, 1999.

[7] Ver: «Freedom House, quand la liberté n’est qu’un slogan», Voltaire, 7 de Septiembre de 2004 artículo en francés que será pronto publicado por la Red Voltaire.

[8] «U.S. and NATO goals in the Balkans», por Lenora Foerstel, International Action Center, 1999.

[9] «Beslán: La responsabilidad del ataque genocida apunta a los anglosajones» por Marivilia Carrasco, Agencia IPI y la redacción de Voltaire, 19 de Septiembre de 2004.

[10] «115 atlantistas contra Rusia» por Thierry Meyssan, Voltaire, 26 de Noviembre de 2004.

Fuente: 1984

La estrategia de la OTAN ante amenazas reales y ficticias

Iliá Krámnik, RIA Novosti, 1 de Enero de 2011 – Al evaluar la noticia de prensa que causó más impacto en la opinión pública rusa el año saliente, las encuestas y sondeos destacaron la nota publicada por el periódico británico The Guardian sobre los planes de la OTAN para la defensa de los tres Estados bálticos y Polonia ante un posible ataque por parte de Rusia.

The Guardian publicó otro de los incendiarios documentos filtrados por el portal WikiLeaks, según el cuál, la Alianza en cualquier momento está lista desplegar en esos países hasta nueve divisiones aliadas de EEUU, el Reino Unido, Alemania y Polonia, incluidas las fuerzas navales y aéreas de la OTAN.

Según cables diplomáticos divulgados, el plan Eagle Guardian destinado primeramente para la defensa de Polonia fue extendido a principios de 2010 a Estonia, Letonia y Lituania a iniciativa de los militares de Estados Unidos y Alemania.

Según expertos rusos, la filtración es muy importante porque es la primera mención de un documento de la OTAN que estipula un plan de acciones concretas, en caso de estallar un conflicto armado entre Rusia y los países del Báltico.

Defensa simbólica

A partir de 2005, tras su ingreso en la OTAN, Estonia, Letonia y Lituania, siguen buscando protección contra la “agresión rusa”.

Según informa The Guardian, mientras que Alemania y otros grandes países miembros de la Alianza Atlántica están interesados en cooperar ampliamente con Moscú en varias esferas, los países bálticos intentan presentar a Rusia como una amenaza permanente para la seguridad.

La Guerra de los Cinco Días entre Rusia y Georgia, tras la ofensiva georgiana contra la población civil de Osetia del Sur en Agosto de 2008, intensificó la rusofobia, y tanto en Rusia como en el Occidente se escucharon alusiones sobre el inicio de una nueva Guerra Fría entre Moscú y Washington.

Entre Rusia y la OTAN todavía persisten serias contradicciones en varios ámbitos, desde el Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa hasta el sistema de defensa antiamisiles.

El conflicto en Osetia del Sur dio un impulso a la OTAN para desarrollar un detallado plan de defensa de los países del Bálticos y Polonia contra una supuesta agresión rusa.

Al mismo tiempo, EEUU inició el despliegue de misiles Patriot en Polonia que fue más bien una acción simbólica que un apoyo real. Según revelan los cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks, “la batería de misiles Patriot desplegados en la base de Morag, al norte de Polonia, pueden emplearse exclusivamente para entrenar a los militares porque no está en disponibilidad operacional ni está dotada con misiles”.

El plan de defensa de los países del Báltico elaborado en 2009 y aprobado a principios de 2010 es también simbólico. El instrumento de defensa más eficaz son los acuerdos entre Rusia y la OTAN que reducen al mínimo la posibilidad de un conflicto armado en Europa.

Amenazas hipotéticas…

Seguramente, tanto la OTAN como Rusia continuarán desarrollando planes de este tipo.  Y mientras que la Alianza Atlántica se concentra en la defensa de Estados bálticos, el ministerio ruso de Defensa delineará  y seguirá  desarrollando estrategias para contrarrestar los elementos del escudo antimisiles estadounidense en Europa del Este ante el supuesto de que  este sistema represente una amenaza para la seguridad rusa.

Los detalles del plan ruso se desconocen pero se puede suponer que en caso del conflicto hipotético entre Rusia y la OTAN los Estados del Báltíco, Polonia y probablemente otros países de Europa del Este se convertirían en teatro de operaciones bélicas.

Habitualmente, tales planes se desarrollan en  base del principio “uno se prepara para lo peor esperando lo mejor”. Hoy en día, nadie en Rusia ni en la OTAN es capaz de desatar una guerra partiendo de intereses nacionales malentendidos o de supuestas pretensiones mesiánicas, porque esta guerra puede destruir a la humanidad.

Por otro lado, no se descarta la posibilidad de que tales personas lleguen al poder, especialmente en la época de crisis cuando se agitan ánimos radicales. Es poco probable que John McCain hubiera desatado  una guerra contra Rusia si le hubieran elegido como presidente de EEUU en los anteriores comicios presidenciales, pero la tensión en Europa seguramente aumentará.

…Amenazas reales

Para evitar que la citada amenaza hipotética pase a ser real, Rusia y la OTAN deben encontrar fórmulas de compromiso y aunar esfuerzos con el fin de contrarrestar otras muchas amenazas reales provenientes de otros territorios.

Como la expansión de procesos de desestabilización en el Oriente Próximo y Asia Central, terrorismo, tráfico ilegal de drogas y de armas, piratería, desastres ecológicos y la proliferación de armas nucleares y de destrucción masiva.

Estas amenazas deberían determinar la estrategia actual de la OTAN y Rusia. La situación en Eurasia depende de los acontecimientos en Asia Central durante los próximos 3 ó 5 años. Tan sólo las acciones conjuntas de Rusia y la OTAN pueden prevenir la expansión del conflicto afgano en la respectiva región.

Prioridades

A diferencia de la época de Guerra Fría, la situación actual es mucho menos controlable. En el pasado, la URSS representada por el Pacto de Varsovia y EEUU (la OTAN) continuaron desarrollando planes de una guerra de envergadura al desatar conflictos a nivel local y regional para utilizarlos como instrumento de influencia y ganar más puntos.

Pero las dos superpotencias inesperadamente crearon un monstruo. Se trata de las numerosos frentes de liberación nacional, movimientos fundamentalistas, etc.

Tras el colapso de la URSS en 1991, Rusia perdió el control de la situación. Hoy en día, los procesos incontrolables desatados en el el Tercer Mundo se han convertido en la amenaza principal para la estabilidad en todo el mundo, dejando atrás a la amenaza hipotética de una guerra entre Rusia y la OTAN.

La retórica hostil al estilo de Guerra Fría sólo distrae la atención de Moscú, Washington y Bruselas de los problemas reales.

Fuente: RIA Novosti

La familia Bush y la Alemania nazi

Posted in 11 de septiembre,atentados,historia,otros temas de interes por Gonzalo Fernandez en noviembre 30, 2010
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Por Webster G. Tarpley, Anton Chatkin

El Ministerio de Guerra de los Estados Unidos incorporó en el pasado, expertos en guerra biológica y en armas de destrucción masiva nazis, quiénes tuvieron la oportunidad de ensayar y probar su «especialidad» sobre los millones de civiles cuando estuvieron bajo las ordenes de Hitler.

El Ministerio de Guerra de los Estados Unidos incorporó en el pasado expertos en guerra biológica y en armas de destrucción masiva nazis, quiénes tuvieron la oportunidad de ensayar y probar su «especialidad» sobre los millones de civiles cuando estuvieron bajo las ordenes de Hitler o adherían a sus tesis durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante medio siglo, estos nazis aceptaron de trabajar en el más grande secreto en Fort Bragg (Estados Unidos), en la NASA, en el complejo militaro-industrial, en el lobby del armamento y en la CIA.

Fueron ellos los que desarrollaron los conceptos de «Guerra contra el Terrorismo» y la «Lucha contra los Estados Irresponsables«. Desde 1981 George Bush padre dirigió en persona todas la operaciones secretas de la CIA, bajo el nombre de código «Contra-terrorismo«.

En 1942, Allen Dulles, abogado y amigo intimo de la familia Bush, recibió la misión de impedir a la prensa que cite o mencione el nombre de la familia Bush después que se constatara oficialmente que «grandes partes del imperio Prescott-Bush operaron para la Alemania nazi durante el segundo conflicto mundial, contribuyendo de esta manera al esfuerzo de guerra nazi» [1].

Un año después, fue nombrado a la dirección de la OSS (Servicio Secreto predecesor de la CIA). Un encuentro tuvo lugar en Suiza con el adjunto de Himmler, Karl Wolf [2].

Juntos elaboraron un proyecto para hacer pasar los nazis a los Estados Unidos.

El primer proyecto de la CIA fue el Displaced Persons Act, una campaña de emigración que hizo entrar medio millón de europeos en los Estados Unidos entre 1948 y 1952. Entre estos emigrantes se encontraban 10,000 criminales de guerra nazis [3].

Oficiales superiores de la Cruz de Hierro húngara, la Legión búlgara, de la Organización de nacionalistas Ucranianos de Stephan Bandera, de la Legión lituaniana y la Brigada rusa blanca. La mayoría de estas facciones creó divisiones de WaffenSS que salvajemente masacraron a comunistas, judíos y otros ciudadanos [4].

El húngaro Laszlo Pasztor representaba en Berlín al gobierno fascista de Hungría de Ferenc Szalas durante la segunda guerra mundial. En 1972, George Bush padre, era en esa entonces presidente del Concejo Nacional de los Republicanos, él nombró a Pasztor al cargo de presidente del Concejo Republicano de Nacionalidades. [5]

Pasztor abre las puertas a los criminales nazis de Europa del Este. Por ejemplo a Nicolás Nazarenko, oficial de las WaffenSS en Rumania y especialista en «interrogatorios» a los prisioneros políticos. [6]

Abre la puerta también a Radi Slavoff, quién fue portavoz de Iván Docheff, fundador de la Legión búlgara. O a Florian Galdau, capellán de la Guardia de Hierro rumana, que se vanagloriaba de haber ayudado a entrar a los Estados Unidos miles de criminales de guerra rumanos. Walter Melianovich por su lado representa a la Asociación Americano-Bielorusa, que canta las hazañas de los verdugos de la Unidad WaffenSS de rusos blancos [7].

Este pequeño club de adeptos fue en 1988 el alma de la campaña electoral de George Bush padre para las presidenciales.

Slavoff es presidente de los «Búlgaros para Bush«, Galdau de los «Rumanos para Bush» y Melianovich de los «Ucranianos para Bush«… [8]

Proyecto Paperclip: guerra biológica y de destrucción masiva

Dulles y sus amigos del Ministerio de Guerra desarrollaron y pusieron a punto un segundo programa «top-secret«: el proyecto «Overcast«, rebautizado más tarde proyecto «Paperclip«. El objetivo era buscar y reclutar para la industria de guerra norteamericana, los científicos nazis, los especialistas en aeronáutica, en guerra biológica y química, en investigación nuclear y tratamiento del uranio.

Un documento con fecha del 2 de Junio de 1953 señala que en esa época, al menos 820 nazis ingresaron a los Estados Unidos vía la Operación «Paperclip«. Entre ellos, el general-mayor nazi Walter Emil Schreiber. Este hombre experimentó sobre los prisioneros el gas gangrene, el virus del tifus, ciertas drogas, el agua helada, las cámaras de baja presión. El general-mayor Schreiber fue asignado a la Escuela de Medicina de la Fuerza Aérea en Texas. El general mayor Kurt Blome, otro especialista en guerra biológica que experimentó con la vacuna de la peste fue contratado por el Departamento de Química del Ejército de los Estados Unidos. [9]

Werner Von Braun, ingeniero que trabajó para Hitler fue enviado a Fort Bliss en Texas. Von Braun junto con Walter Dornberger fueron contratados por el abogado de la familia Bush, Allen Dulles, para que trabajaran en la industria bélica norteamericana, así como a muchos otros miles de criminales nazis. Dornberger trabajó en Bell Aircraft (Bell Textron), Von Braun fue nombrado director de la Marshall Space Flight y de la NASA.

Von Braun elaboró durante la segunda guerra mundial en Peenemunde el proyecto de los cohetes V2 alemán, el cual estaba dirigido por el general Walter Dornberger. Se estima que la fabricación de dichos cohetes como sus instalaciones fue responsable de la muerte de 20.000 prisioneros de los campos de concentración de Dora y de Nordhaussen. El ejército norteamericano hizo transportar a los Estados Unidos varias toneladas de las V2, los documentos técnicos y los 1.200 especialistas alemanes en la materia al final de la Segunda Guerra Mundial [10].

Los Estados Unidos utilizarán esta experiencia adquirida en armas biológicas contra la Grecia, en la guerra de Corea y en la Guerra del Vietnam.

El club de amigos de George Bush padre fue y es muy activo en dichas cuestiones y objetivos. Pasztor, Nazarenko y Melianovich hacen parte del lobby estadounidense del armamento «Coalición para la Paz por la Fuerza» del Concejo de Seguridad Norteamericano (ASC). La ASC es una iniciativa militaro-industrial lanzada principalmente por la Aircraft Industries Association, Standard Oil, Honeywell, US Stell y la United Fruit, todas estas grandes multinacionales norteamericanas. La ASC era partidaria abiertamente para «una ofensiva nuclear sorpresa contra la Unión Soviética» durante la Guerra Fría. Después del 11 de Septiembre, este lobby ha alcanzado al fin su objetivo: la Cámara y el Senado de los Estados Unidos aprueban hacer uso del arma atómica en primer lugar y antes que nadie y esto de manera unilateral como política oficial del Gobierno. [11]

Operación Sunshine: especialistas de la guerra contra el terrorismo

La obra maestra y clave de Allen Dulles fue la Operación Sunshine.

Reinhard Gehlen era jefe de la red de espionaje alemán en Unión Soviética (Fremde Heere Ost), o sea el más alto oficial del espionaje nazi de Hitler. Trabajaba en el «Frente del Este«. Gehlen obtenía sus informaciones interrogando ferozmente a los prisioneros de guerra. Tortura, malos tratos y asesinatos ordenados por Gehlen costaron la vida a 4 millones de prisioneros de guerra soviéticos [12].

Gehlen propuso a los norteamericanos una alianza contra el comunismo y les remitió una lista de los agentes nazis. El 22 de Agosto 1945, el avión personal del general Smith los lleva a los Estados Unidos.

Durante diez años, la CIA gastó al menos 200 millones de dólares y pagó a 4,000 agentes clandestinos, para que las redes de Gehlen sigan funcionando a tiempo completo y a favor de los Estados Unidos [13].

El nazi SS Sturmbannfuhrer Alois Brunner era un experto en deportación de «terroristas«: comunistas, dirigentes sindicales y judíos. Fue el arquitecto en persona de los ghettos y los convoyes hacia los campos de concentración. Se le considera directamente responsable de la muerte de 128.500 personas [14].

La CIA hace trabajar a todos estos expertos de la «lucha contra el terrorismo» en sus locales de Fort Bragg. Es allí que George Bush padre dirigió (¿¿dirige??) él mismo y en persona todas las operaciones secretas de la CIA, bajo el nombre de código «Contra-terrorismo» [15].

Durante medio siglo, estos nazis trabajaron en el más grande secreto en Fort Bragg, en la NASA, en el complejo militaro-industrial, el lobby del armamento y en la CIA.

Después de la desintegración de la Unión Soviética en 1989, gritaron victoria por primera vez.

Han gritado victoria una segunda vez después del 11 de Septiembre 2001, porque es en estos momentos y debido a la situación y contexto de temor que sus amigos Bush, Cheney y Rumsfeld han decidido de hacer la «guerra preventiva» de la «ofensiva nuclear» de la «represión al terrorismo interior» la esencia de la política oficial de los Estados Unidos de Norteamérica.

Fuente 1: Red Voltaire

Fuente 2: 1984

Webster G. Tarpley

Escritor, periodista, conferencista y crítico norteamericano de las políticas doméstica y exterior de los Estados Unidos. Sus libros más recientes son: Obama, The Postmodern Coup,The Making of a Manchurian Candidate,Barack Obama: The Unauthorized Biography9/11 Synthetic Terror. Es miembro de la Conferencia Eje por la Paz.

Anton Chatkin

Este artículo es un resumen del libro: Bush: The unauthorized biography (Bush la no autorizada biografíade), de Webster G. Tarpley y Anton Chatkin.


[1] Carla Binion, Nazis and Bush family history, Online Journal, 21.12.00

[2] Andreas von Bülow, In Namen des Staates. Piper Verlag, 2002, blz. 377

[3] Christopher Simpson, Blowback: America’s recruitment of nazis and its effects on the Cold War. Collier Books, 1989, pp. 201-202, 215-216

[4] Russ Bellant, Old Nazis, the New Right and the Reagan Administration. Political Research Associates, 1989, pp. 10-11. Ook op www.skepticfiles.org

[5] John Loftus, Mark Aarons. The Secret War Against the Jews. St Martin’s Press, 1997

[6] Christopher Simpson, o.c., pp. 273-274

[7] Russ Bellant, o.c., pp. 10-17

[8] Carla Binion, Nazis and the Republican Party, Online Journal, 28.01.00

[9] Covert Action, Special: nazis, the Vatican, and CIA, 25/’86., pp. 23-26

[10] Simpson, o.c., pp. 27-31. Robert Sherill, www.texas.observer.org

[11] Russ Bellant, o.c., Part II, p. 4

[12] Simpson, o.c., p. 44

[13] Simpson, o.c., p. 53

[14] Simpson, o.c., p. 248

[15] Simpson, George Bush Takes Charge. Covert Action Quarterly, nr. 58.

Estructuras para el control y dominación del mundo

Desde hace 30 años, la National Endowment for Democracy (NED) se encarga de la parte legal de las operaciones ilegales de la CIA. Sin despertar sospechas, ha venido creando una extensa red mundial de corrupción, comprando sindicatos tanto obreros como patronales  así como partidos políticos de izquierda y de derecha para que defiendan los intereses de Estados Unidos en vez de los intereses de sus propios miembros. El analista internacional Thierry Meyssan describe en este trabajo la envergadura de ese dispositivo.

El Nuevo Orden Mundial unipolar, del que nos hemos ocupado en varias de nuestras columnas, que pretende desdibujar fronteras, romper los bloques regionales, desarmar los nuevos ejes geopolíticos que han aparecido en el mundo, particularmente en la Eurasia y la reciente asociación geoestratégica que suscribió nuestro poderoso vecino, el Brasil, con Irán, Rusia y la India, y desmantelar los estados-nación, obedecen a la ostensible declinación de los Estados Unidos en los últimos años.

Pero el poder político y militar, otrora omnímodo e incuestionado del imperio sigue vigente, aunque hoy lo manejan sus corporaciones económicas, tiene mucha más antigüedad de la que uno supone. Diríase que nación ni bien las grandes potencias cancelaron la política de la guerra fría, tras el fin de la Segunda Gran Guerra.

Meyssan describe con prolijidad esa secuencia. En 2006 -dice- el Kremlin denunciaba la proliferación en Rusia de asociaciones extranjeras, algunas de las cuales parecían estar participando en un plan tendiente a desestabilizar el país, plan orquestado por la estadounidense Fundación Nacional por la Democracia (National Endowment for Democracy  NED). En previsión de una “revolución de color”, Vladislav Surkov elaboraba entonces una estricta reglamentación para esas organizaciones no gubernamentales (ONG). En Occidente, aquella reglamentación de orden administrativo fue descrita como un nuevo ataque del dictador Putin y de su consejero en contra de la libertad de asociación. Otros estados que también siguieron una política similar han sido igualmente calificados por la prensa internacional como dictaduras.

El gobierno de Estados Unidos dice trabajar a favor de la promoción de la democracia a través del mundo. Su posición es que el Congreso estadounidense puede subvencionar la NED y que la NED puede a su vez, de manera independiente, ayudar directa o indirectamente a asociaciones, partidos políticos o sindicatos en cualquier país del mundo. Al ser, como su nombre lo indica, no gubernamentales, las ONGs pueden emprender iniciativas políticas que las embajadas no pueden asumir sin violar la soberanía de los estados que las acogen. Esa es precisamente la cuestión. ¿La NED y la red de ONGs financiadas a través de ese órgano son acaso iniciativas de la sociedad civil injustamente reprimidas por el Kremlin o son en realidad pantallas de los servicios de inteligencia estadounidenses, sorprendidos en flagrante delito de injerencia?, se pregunta Meyssan y señala que para responder esa interrogante habría que remontarse al origen de la National Endowment for Democracy y escrutar su funcionamiento. Para ello debemos analizar, primero que todo, lo que significa el proyecto oficial estadounidense de exportación de la democracia.

Historia el analista que los puritanos que fundaron Estados Unidos querían construir una ciudad radiante que alumbraría el mundo. Se veían a sí mismos como misionarios de un modelo político. Pero ¿qué tipo de democracia? Como pueblo, los estadounidenses asumen la ideología de sus padres fundadores. Se ven a sí mismos como una colonia llegada de Europa para fundar una ciudad que obedece a Dios. Ven a su propio país como una luz encima de la montaña, según la expresión de San Mateo que la mayoría de los presidentes estadounidenses han retomado en sus discursos políticos a lo largo de dos siglos. Por lo tanto, Estados Unidos sería una nación modelo, que brilla en lo alto de una colina, iluminando el mundo. Y todos los demás pueblos de la Tierra deberían abrigar la esperanza de poder copiar ese modelo para alcanzar su propia salvación.

Para los estadounidenses, esa ingenua creencia implica como una verdad que no necesita demostración  que su país es una democracia ejemplar y que ellos tienen el deber mesiánico de extenderla al resto del mundo. San Mateo predicaba que la propagación de la fe debía lograrse sólo mediante el ejemplo de una vida honesta, pero los padres fundadores de Estados Unidos veían el acto de encender su fuego y de propagarlo como un cambio de régimen. Los puritanos ingleses decapitaron a Carlos I de Inglaterra antes de huir hacia Holanda y América. Posteriormente, los patriotas del Nuevo Mundo rechazaron la autoridad del rey Jorge III de Inglaterra y proclamaron la independencia de los Estados Unidos. En consecuencia, sostiene Meyssan, como están imbuidos de esa mitología nacional, los estadounidense no ven la política exterior de su propio gobierno como un imperialismo. Consideran que derrocar un gobierno es perfectamente válido si ese gobierno ambiciona encarnar un modelo diferente del estadounidense, lo cual lo convierte en un gobierno maléfico.

Al mismo tiempo, están convencidos de que, debido a la misión mesiánica de la que están investidos, han logrado imponer la democracia por la fuerza en los países que han ocupado. En las escuelas de Estados Unidos se enseña que los soldados estadounidenses llevaron la democracia a Alemania. Ignoran que los hechos históricos demuestran exactamente lo contrario: el gobierno estadounidense ayudó a Hitler a derrocar la República de Weimar y a instaurar un régimen militar para acabar con la Unión Soviética. Esa ideología irracional les impide cuestionar la naturaleza de sus propias instituciones y lo absurdo del concepto mismo de democracia forzosa. Sin embargo, según la fórmula del presidente Abraham Lincoln, “la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Visto desde ese punto de vista, añade el especialista, los Estados Unidos no son una democracia sino un sistema híbrido en el que el poder ejecutivo está en manos de una oligarquía mientras que el pueblo limita la arbitrariedad de esa oligarquía a través de los contrapoderes legislativo y judicial. En efecto, el pueblo elige a los miembros del Congreso y a algunos jueces pero son los estados miembros de la federación los que eligen el poder ejecutivo, que a su vez designa a los altos magistrados. Si bien los ciudadanos están llamados a pronunciarse sobre la elección del presidente, el voto de la ciudadanía no es más que una consulta, como hubo de recordarlo la corte suprema a raíz de la elección presidencial del año 2000, al pronunciarse sobre el caso Gore vs. Bush. La Constitución de los Estados Unidos no reconoce la soberanía del pueblo ya que el poder se comparte entre el pueblo y los Estados que componen la federación, o sea los notables locales.

Durante los 30 últimos años, la NED -verdadera fachada de la CIA– ha sido portadora de esa contradicción, que se ha concretado en la desestabilización de numerosos estados. Miles de crédulos militantes de ONGs han violado la soberanía de los pueblos con la beatífica sonrisa de quien tiene la conciencia tranquila. En su célebre discurso del 8 de Junio de 1982 ante el parlamento británico, el presidente Reagan denunció a la Unión Soviética como el “el imperio del mal” y propuso prestar ayuda a los disidentes, en la URSS y en otras partes. Su cinismo llegó a tanto que dijo: “Se trata de ayudar a crear la infraestructura necesaria para la democracia: libertad de prensa, sindicatos, partidos políticos, universidades. Los pueblos serán así libres de escoger el camino que les convenga para desarrollar su cultura y resolver sus diferencias por medios pacíficos”.

Concluye Meyssan: el discurso de Ronald Reagan en Londres se produce después de los escándalos que rodearon las revelaciones de los manejos sucios de la CIA, revelaciones provenientes de varias comisiones investigadoras parlamentarias.

El Congreso prohibió entonces a la CIA la organización de nuevos golpes de Estado como medio de conquistar mercados. En la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional busca entonces otras vías que le permitan sortear dicha prohibición.

La comisión bipartidista de reflexión se constituyó antes del discurso de Ronald Reagan, aunque el mandato oficial de la Casa Blanca sólo le fue entregado posteriormente. Ello indica que aquella Comisión no respondía a la pomposa ambición presidencial sino que era anterior. El discurso no es por lo tanto otra cosa que la justificación retórica de decisiones ya tomadas de antemano en líneas generales y destinadas a su puesta en escena por parte de la comisión bipartidista.

(Fuente: Odnako – Rusia. El artículo fue escrito por Meyssan en ese país y compilado por el politólogo boliviano José Dávalos)

Fuente 1: Diario Panorama

Fuente 2: 1984

EEUU quiere invertir $85 mil millones para su complejo de armas nucleares

19 de Noviembre de 2010 – Washington hizo un llamado para invertir más de 85 mil millones de dólares durante la próxima década para modernizar el complejo de armas nucleares de EEUU, expresó la Casa Blanca.

La Casa Blanca indicó que la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA por sus siglas en inglés), la agencia con la tarea de garantizar la seguridad y fiabilidad de las reservas de armas nucleares de EEUU, perdió el 20% de su poder de compra durante la administración de George W. Bush.

La Casa Blanca dijo que estaba comprometida en modernizar el arsenal de la agencia que lo apoya. El presidente Barack Obama pidió 7 mil millones para financiar a la NNSA para el 2011, lo cual representa cerca del 10% de incremento desde el año pasado.

Otros 600 millones de dólares serían añadidos a la medida de financiación para el 2012, los cuales son parte de una propuesta de 85 mil millones de dólares para la próxima década, indicó la Casa Blanca.

La medida de financiamiento propuesta por la Casa Blanca es más de 4.1 mil millones que un plan suministrado a los legisladores estadounidenses a principios de este año.

Este nivel de financiación no tiene precedentes desde que terminó la Guerra Fría”, añadió la Casa Blanca en un comunicado.

Fuente: Aporrea.org

La secta Moon, una secta bien particular

Por Gastón Pardo (*)

La secta Moon mezcla fanática-religioso-política engendrada en plena Guerra Fría para contener al comunismo mundial mediante el control y manipulación de extensas masas de población no ha desaparecido a pesar que lucha ideológica entre las superpotencias de la época (EEUU y la Unión Soviética) no es más de actualidad. La secta Moon se ha reciclado pero continúa trabajando para el Imperio y las obscuras fuerzas que la dirigen.

Las diferentes contribuciones periodísticas de investigación respecto a la secta Moon como aquellas dadas a conocer en fechas pasadas por la revista semanal norteamericana Executive Intelligence Review [1] o nuestro grupo de prensa Red Voltaire, nos ofrecen un panorama desolador de la increíbles alianzas político/religiosas entre las sectas y grupos de poder, en este caso por ejemplo entre aquella dirigida por el «reverendo» Sun Myung Moon y la Liga Anticomunista Mundial que sus acciones tanto en Asia como en América Latina dejaron una secuela criminal.

Lo informó el grupo de prensa EIR (Executive Intelligence Review) en su artículo de Noviembre de 2002 cuyo título era: «Los demócratas se aventuran en el lado oscuro de la Luna«. El texto decía:

«desde los años ochenta en adelante, el aparato asiático y sudamericano de inteligencia de cuyas buenas intenciones hay serias dudas, fue puesto en marcha con dinero sucio y centralizado en torno al perturbado reverendo Sun Myung Moon; gastó cientos de millones de dólares para poner a su servicio a la derecha cristiana de Estados Unidos. Este proceso comenzó con William F. Buckley Jr., vinculado a Richard Viguerie, el llamado mago de la contratación por email, se declaró a mismo en bancarrota hacia 1987 (…)».

Este análisis coincide en lo esencial con el realizado en distintas etapas por el grupo de prensa Red Voltaire.

Este mismo texto añade además: «…La culminación de los esfuerzos de la empresa de espionaje más grande de todos los tiempos, la organización Moon se da en el orden teológico en 1994, año en que el congreso institucionalizó el «Día de los Verdaderos Padres» como una nueva fiesta nacional, designado para ello el cuarto domingo de Julio. El mayor instigador de esta iniciativa legislativa fue el representante republicano Dan Burton (del estado de Indiana, EEUU), que era uno de los fundamentalistas más radicales del Congreso (…) «.

Casi nadie repudió la culminación del esfuerzo por institucionalizar el «Día de los Verdaderos Padres«, con todo y que muchos teólogos, particularmente los católicos, y también judíos e islamistas tienen problemas para asimilar las ideas tan especiales del reverendo Moon en relación a su parentesco divino. Aunque parezca increíble, esta idea fanática religiosa la encontramos dentro de los principales dirigentes de la administración Bush.

De acuerdo a Moon, él y su cuarta esposa Hak Ja Han Moon, son los «Verdaderos Padres del Género Humano«. Moon argumenta que Jesucristo fracasó en su misión redentora, porque permitió ser crucificado antes de tener hijos. Como consecuencia de esta imprevisión la humanidad no pudo librarse del pecado original, que según la palabra de Moon deriva de Eva por haber tenido relaciones sexuales con Satán.

Este mito basado en la teología cristiana, una verdadera historieta de ciencia ficción continúa siendo aceptada. De tal manera, vemos a la Iglesia presbiteriana, a la que pertenece el presidente George W. Bush, que está totalmente sometida al gran designio moonista en EEUU.

El reverendo Moon ha completado su misión con la celebración, una vez al año, de espléndidos y tumultuarios matrimonios en espectáculos impresionantes a los que asisten parejas jóvenes que han sido «casadas» varias veces en años atrás. Cuando llega el novio, se le asigna una chica guapa de Corea o Japón con la que ha de unirse para contribuir a la unificación de las razas.

En un mensaje del Unification Church website, el reverendo Michael Jenkins, cabecilla de la organización Moon en Estados Unidos (que en ese país se denomina la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación de las Iglesias Mundiales), escribió que al menos «que los seres humanos seamos limpiados del pecado original, desde el momento de la concepción no vivimos de acuerdo a nuestra naturaleza«.

Y con el objeto de ser limpiados del pecado original, como estos afirman, debemos renacer. El renacimiento es un método al que se incorpora quien recibe la bendición matrimonial con el reverendo Moon como oficiante. La teología moonista declara que este es el mejor camino para borrar el pecado original y restaurar nuestra verdadera naturaleza a la vez humana y divina, según su extraña teología. Este proceso de limpia está reservado para todos los hombres y mujeres. Sólo después de haber pasado por este proceso de depuración serán dignos de comparecer ante la presencia de Dios.

A continuación dijo que el reverendo Sun Myung Moon está predestinado a completar «la misión salvadora que Jesús fue incapaz de llevar a cabo«. Con este tipo de avances que nada tienen que ver con los evangelios, hacia el final de la década de los años noventa, cada nombre significativo de la derecha cristiana, como Pat Robertson, Tim y Beverly LaHayeGary Bauer, conocido fundamentalista político a favor de la guerra religiosa, también podemos citar a James DobsonRocco ButtiglioneBilly Graham, Robert SchullerElliott Abrams y muchos personajes que fueron absorbidos o que colaboran indirectamente para la organización Moon y desempeñaron funciones subordinadas para captar fondos, sean estos o no provenientes de los tráficos de narcodólares.

Estas ramificaciones o conexiones entre política y religión, entre populosos movimientos sectarios y personajes especialmente entrenados, formados o apoyados por poderosas fuerzas para realizar tal tipo de trabajo de conducción de dichas masas, no nos deja la menor duda que se trata de una inteligente maniobra de manipulación y control del pensamiento o sentimiento, sean religiosos u otros, en el sentido de poder utilizar más tarde a naciones, pueblos enteros con finalidades o intereses geopolíticos bien determinados en el mundo.

Y la pregunta que le hacemos a esa fuerza política de derecha neoconservadora es: ¿Qué es más vergonzoso: haberse asociado con un lunático que dice que Jesucristo fracasó en su misión salvadora y que, además, Dios lo exaltó como «Rey de reyes» y como verdadero padre de la nueva raza rectora; o estar en esa organización a sabiendas de que se dedica al lavado de dinero, una parte del cual se destina al narcoterrorismo internacional?

La otra respuesta sería que a lo mejor estas fuerzas políticas de derechas neoconservadoras fanáticas religiosas se creen ellas mismas estos cuentos. Indudablemente las fuerzas religiosas evangélicas estadounidenses hacen parte de esta estrategia.

Los valores familiares, según Moon

El 4 de Julio de 2002, el diario de Moon, editado en la capital de Estados Unidos, The Washington Times, dedicó una página completa a uno de los grupos que forma como coberturas publicitarias en las cuales el reverendo Moon es proclamado Mesías. El portavoz del grupo cita a Jesucristo, quien se supone que ha sido consultado por una médium coreana que sirve de intermediaria entre Moon y el más allá: «Reverendo Sun Myung Moon Tu manifestación es la Segunda Venida con que se completa la edad testamentaria. Las ciento veinte naciones que dieron luz a la historia del cristianismo ruegan por tomar parte en todo lo que los verdaderos padres realizan, para restaurar el paraíso original, donde no hay pecado original, a través de la guía del Testamento ahora integrado y del principio de unificación del salvador y Mesías, el Reverendo Sun Myung Moon«.

En el mismo tenor blasfemo, Dios es citado de esta manera: «Como tú, verdadero padre, has hasta hoy salido triunfantes de todas las dificultades y todo lo has sometido a su justo nivel te proclamo salvador, Mesías y Rey de reyes a lo largo y lo ancho del género humano«. Esto es: una verdadera aberración teológica que sin embargo era aceptada por el ya fallecido campeón del «anticomunismo mexicano» Mauricio Gómez Mayorga. ¿Con esta locura a la vista, el Congreso instituyó el Día Nacional de los Verdaderos Padres?

El antecedente criminal

Para alguien que se proclama el Mesías de la humanidad, el norcoreano Moon tiene un pasado bastante agitado. En la Segunda posguerra Moon emigró a Corea del Sur, donde se involucró con una secta mística denominada Israelí Suo-won, que practicaba un extraño rito de purificación, en el que las mujeres alcanzaban la pureza en la relación sexual con los ministros del grupo. Así en Corea del Norte como en la del Sur, el reverendo Moon fue sometido a diversos procedimientos penales por transgresiones a la moral, de acuerdo a un informe del FBI, que fue obtenido por el periodista Robert Parry bajo la Ley sobre libertad de información (FOIA). Moon aterrizó en una cárcel norcoreana en 1955 por su trabajo misionero de naturaleza sexual, testimonio que comparte con el público norteamericano Jeffrey Steinberg.

De Moon podría sólo hablarse como de un predicador dedicado a propalar su mensaje religioso a jóvenes campesinas, con quienes se unía en prácticas sexuales desenfrenadas, de no ser porque desde entonces ya estaban presentes en esta actividad sectaria dos de quienes serían fundadores de la CIA coreana, Kim Jong-Pil y Bo Hi Pak y con ellos sus patrones pertenecientes al ala derecha de la inteligencia anglosajona. Estas redes ultraderechistas de inteligencia giraban en torno de William F. Buckley, quien contribuyó a formar el vínculo del carlismo español bajo la cobertura de su revista National Review, y la asociación Jóvenes Americanos por la Libertad (YAF por sus siglas en inglés), un movimiento juvenil anticomunista.

La asociación con los carlistas españoles y derechistas irlandeses en aras del proyecto político de National Review la consiguió Mary Ball Martínez, corresponsal de NR en España e Italia y autora del libro incandescente Undermining the Catholic Church, que su autora publicó en México en una edición personal, un libro que desvela los secretos de la alianza de antiguos nazis y fascistas con los servicios de inteligencia anglosajones con la intermediación de ciertos jerarcas católicos. Un diseño incluyente que provocó el terror de los años setenta en Europa y el Medio Oriente, y promotor de la subversión de doble ideología diseñada por los autores de Gladio, una red de subversión y de especialistas de terrorismo de estado dirigida por la OTAN para hacer pasar atentados con explosivos como si fuesen obra de grupos izquierdistas.

Al reverendo Moon de seguro los anglosajones le clavaron la mirada para cooptarlo desde que fue «liberado» de un cómodo cautiverio japonés, siguiendo la ruta crítica de los italianos y alemanes cooptados por los servicios anglosajones para la contención «del comunismo«. De acuerdo a un informe de la CIA fechado el 26 de Febrero de 1963, Kim Jong-Pil organizó la Iglesia de la Unificación mientras era director de la Agencia Central de Inteligencia coreana y comenzó a utilizar a la Iglesia de la Unificación como trampolín político aprovechando que contaba con 27 mil miembros.

Kim Jong-Pil también tuvo a su cargo la tarea de reconstruir los lazos amistosos con Japón, como parte de un enorme esfuerzo anglosajón por crear un muro de contención anticomunista dispuesto de diversas maneras sobre Corea del Sur, Japón y Taiwán, echando mano de una red de organizaciones secretas dedicadas al crimen organizado pero ansiosas de combatir al comunismo, para corresponder al derecho que les fue reconocido por los anglosajones vencedores de la guerra de delinquir. Entre los contactos japoneses de Kim Jong-Pil se cuentan dos criminales de guerra japoneses Yoshio KodamaRyoichi Sasakawa.

La historia del alto espionaje comienza con el coronel Bo Hi Pak, uno de los fundadores de la agencia sudcoreana KCIA, que siendo agregado militar surcoreano en Washington entregó 10 millones de dólares a los moonies ya establecidos, para adquirir una parte de un inmueble comercial, pero llegó a manos del vendedor la cantidad incompleta del precio, dice Steinberg, director de Inteligencia de Executive Intelligence Review.

La agencia de noticias Notimex descubre «un mundo subterráneo entre México y EEUU»

Los moonies descubren el paso de «extremistas afganos e iraquíes por los conductos bajo tierra«. Lo sensacional es que la prensa del reverendo Moon (The Washington Times [2], descubre a «60 extremistas afganos e iraquíes» que serían introducidos a EEUU por México. No hay duda: la derecha cristiana está creando el entorno mediático de un nuevo plan completamente falso basándose sobre uno que si realmente existió en el pasado, aquel de Irán-Contras nicaragüenses, simplemente para seguir haciendo creer a la opinión pública la omnipresencia del «terrorismo internacional«.

Mientras, la agencia informativa Notimex del gobierno mexicano descubre «un mundo subterráneo entre México y Estados Unidos». ¿Serán de nuevo orquestados los católicos mexicanos en el nuevo plan Irán-Contras a pesar del carácter blasfemo y anticatólico de la iglesia de Moon?

La nota de Notimex sobre los mooniesExtremistas islámicos planeaban un ataque contra la mayor instalación militar en Estados Unidos, que ofrece entrenamiento en labores de inteligencia, mediante la ayuda de narcotraficantes mexicanos, reveló hoy The Washington Times.

Citando un reporte confidencial circulado entre agencias federales, el periódico estadounidense dijo que la revelación sobre estos planes, obligó a líderes militares a modificar las medidas de seguridad en el Fuerte Huachuca, ubicado en Arizona.

El fuerte se levanta en una amplia extensión, ubicado a unos 32 kilómetros de la frontera con México, y alberga a contingentes de las cuatro ramas de las fuerzas armadas estadounidenses que reciben entrenamiento en labores de inteligencia.

Según el diario, los informes apuntan a que unos 60 extremistas afganos e iraquíes serían introducidos a Estados Unidos a través de túneles cavados en la frontera con México, portando armas de alto poder, incluyendo mísiles anti-tanque.

El documento confidencial citado por el diario, que es una alerta emitida por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), indicó que «una porción de los operadores estaban en Estados Unidos» y el resto serian traídos al país.

La alerta fue circulada a la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa, la CIA, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y el Departamento de Justicia.

Según el rotativo, el documento está basado en fuentes de la Agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), incluyendo varios mexicanos con acceso a «fuentes secundarias en los carteles de las drogas«, que en el pasado han probado ser confiables con la información provista.

Una de dichas fuentes «secundarias«, precisó el cotidiano, sería un miembro de los Zetas, el grupo de sicarios formados en las fuerzas de elite de las fuerzas armadas, puestos al servicio del Cartel del Golfo, quien habría señalado al Cartel de Sinaloa como el grupo que daría asistencia a estos extremistas.

La alerta reveló que con el fin de no levantar sospechas, todos estos operadores se raparían la cabeza y sus barbas «para no parecer del Medio Oriente«.

Cada uno de ellos pagaría 20 mil dólares «o su equivalente en armas» a los carteles de las drogas por su asistencia para internar su armamento a través de túneles cavados en puntos de la frontera entre México y Arizona y Nuevo México.

Los extremistas serían internados a través de la frontera con Laredo, Texas, para después reclamar sus armas, aunque de acuerdo con la alerta difundida por el rotativo varios afganos estarían ya en una casa de seguridad en Texas, al igual que algunas de las armas.

El coronel Mathew Garner, vocero de Fuerte Huachuca dijo al Washington Times que «con esta amenaza específica cambiamos algunos aspectos de nuestra seguridad«, aunque no abundó en detalles.

El diario añadió que los lazos entre narcos mexicanos y organizaciones extremistas se han convertido en una seria preocupación para las agencias que monitorean cuestiones de inteligencia.

Fuente: Red Voltaire

(*) Periodista de la Universidad Nacional de México, Cofundador del diario Libération. Diplomado en Sorbonne VI. Doctor en Teología de la Iglesia Cristiana Ortodoxa. Corresponsal de la Red Voltaire en México.

El «mundo único»: La falsa guerra de la «izquierda» contra la «derecha»

Cambian los escenarios, cambian los contenidos ideológicos, cambian los objetivos estratégicos, cambian las metodologías de lucha, pero la dinámica de los procesos y los actores son los mismos. La «izquierda» y la «derecha» ya no  están en guerra permanente  por la resolución de un orden internacional  de bloques enfrentados como «sistemas» diferenciados (como en la guerra fría URSS-bloque occidental), sino que disputan por el control de los gobiernos del sistema capitalista vigente como «mundo único«.

En términos doctrinarios y estratégicos, la «nueva izquierda» ya no lucha contra la «derecha» para sustituir al Estado capitalista, sino que lucha  para «socializar» el sistema capitalista desde adentro sin tocar sus estructuras históricas de dominio y de poder.

Por Manuel Freytas (*)

1) La vieja guerra

Ya no se trata de una guerra excluyente por la eliminación del contrario (izquierda comunista vs. derecha capitalista), sino de una competencia política para imponer proyectos alternativos dentro del mismo sistema.

Ni la izquierda es «revolucionaria» ni la derecha es «contrarrevolucionaria«: Ambas son la expresión del mismo sistema capitalista sólo diferenciadas por el discurso.

Ya no se utiliza la calificación de «izquierda» entendida en los parámetros de la Guerra Fría entre el sistema capitalista y el sistema comunista,  sino en los términos de «reformar» el sistema controlado por la «derecha«.

De la misma manera se utilizan y califican las posiciones de izquierda (como expresión de «progresismo y democracia«) contra la derecha (como expresión de «retrógrado y fascista«), en los términos de la inserción de ambas como alternativas dentro del mismo sistema.

En el marco internacional, se trata de un reposicionamiento de la «Guerra Fría«, no ya entre dos sistemas opuestos (el capitalista y el comunista) sino entre potencias capitalistas que se disputan la hegemonía del poder mundial.

La antigua «Guerra Fría» de la URSS con EEUU (y el bloque aliado de naciones capitalistas) era principalmente por áreas de influencia militar y política: el sistema comunista vs. el sistema capitalista occidental.

Se trataba  de una «guerra entre sistemas«, económicos, políticos y militares, diferenciados que se disputaban el planeta dividido en áreas de influencia.

Como consecuencia irradiadora, en el mundo y en los cinco continentes confrontaban «dos sistemas«:  la «revolución socialista» por vías del poder armado, o del poder político (exportada por la URSS), y la «civilización capitalista de libre mercado»(exportada por EEUU y sus aliados).

El marco operativo y estratégico se definía por el objetivo buscado: La izquierda quería eliminar de raíz al sistema capitalista (o sea a la «derecha«) de la propiedad privada y sustituirlo por otro sistema de reparto social igualitario y sin explotación del hombre por el hombre. Y la «derecha» quería lo contrario: destruir a la izquierda para preservar al sistema capitalista.

Esta guerra de «sistemas«, de la «derecha«, -el sistema-  contra la «izquierda«, -el antisistema- donde se enfrentaban los que querían el «hombre nuevo» de la revolución y los que defendían el statu quo del «hombre viejo» del sistema capitalista, experimentó un cambio cualitativo,  un salto transformacional histórico, cuando el capitalismo terminó con el sistema socialista de la URSS en la década del 90.

Con la derrota y desaparición de la URSS (punto de referencia geopolítico y logístico de la «revolución socialista» y de sus movimientos armados) desaparece el sistema comunista, y el sistema capitalista occidental de «libre mercado» ingresa al nuevo «orden mundial» convertido en sistema hegemónico unipolar liderado por EEUU como potencia locomotora.

2) La nueva guerra

Colapsado el sistema socialista de la URSS y el esquema del orden mundial «bipolar«, el sistema capitalista se licuó en un orden internacional «unipolar» con EEUU como potencia regente. En el vértice del triángulo, terminó la «guerra entre sistemas«, y comenzó la era de la «guerra intersistema» con las potencias mundiales compitiendo entre sí por áreas de influencia (geopolítica, militar y económica) y sin romper el ordenamiento internacional del sistema capitalista.

En este nuevo escenario, emergente del fin de la «guerra entre sistemas«, la guerra de la «izquierda» contra la «derecha» también experimentó un salto cualitativo y transformacional.

El teatro de confrontación supervivió, pero su marco cambió de contenido doctrinario y de objetivo estratégico. La «nueva izquierda» y la «nueva derecha» ya no combaten militarmente desde polos diferenciados y excluyentes («sistema» y «antisistema«), sino que disputan una guerra político-ideológica conviviendo dentro de un mismo sistema.

En el nuevo marco de disputa, «izquierda» y «derecha» ya no son enemigos excluyentes (revolución vs. contrarrevolución), sino rivales políticos-ideológicos que conviven y compiten por el control del Estado capitalista.  El teatro de confrontación ya no es económico-político-militar, sino ideológico-político-electoral dentro de normas fijadas por la preservación del sistema dominante.

La polarización ideológica, ya no se define por una guerra por el exterminio de uno u de otro («sistema» vs. «antisistema«) sino por una competencia establecida dentro del ordenamiento (y las reglas) de la «gobernabilidad«, la «estabilidad» y la «paz social» del sistema capitalista.

La «izquierda» y la «derecha» ya no pelean su guerra en escenarios clandestinos asimétricos de la lucha armada, o en marcos sociales de huelgas y conflictos violentos, sino que lo hacen por medio de movilizaciones pacificas o de procesos electorales enmarcados dentro de la «legalidad» del sistema

Por lo tanto, a la contradicción fundamental de la «guerra intersistemas» (comunismo vs. capitalismo) por áreas de influencia y dominio geopolítico-militar, le sucedió la «guerra intercapitalista» por áreas de influencia y de control de recursos productivos y de mercados, dentro de un mismo sistema.

Como emergente, los conflictos sociopolíticos ya no se desarrollan en el radio de influencia de «sistemas diferentes» (comunismo vs. capitalismo) sino como contradicciones económicas, políticas y sociales de un «sistema único»: el capitalismo de libre mercado nivelado como «única civilización» para todo el planeta.

En consecuencia, y tras la caída de la URSS y de los movimientos revolucionarios armados, el mundo gira (o lo hacen girar) hacia la derecha del Imperio, o hacia la izquierda del Imperio.

La nueva «izquierda democrática» post-Guerra Fría ha subvertido el significado histórico y funcional de la palabra «revolución«: Hacer la revolución ya no es cambiar el sistema capitalista, sino adaptar el discurso revolucionario al sistema capitalista.

Su ideología es «reformista» (comprendida dentro del sistema capitalista) y no revolucionaria. No es anticapitalista, sino crítica al capitalismo de derecha al que quiere sustituir en el gerenciamiento de los Estados capitalistas. No lucha para derrocar al sistema capitalista, sino para derrotar a la «derecha» que administra el sistema capitalista.

La izquierda asimilada plantea una «guerra» no ya en los términos de la Guerra Fría, donde la izquierda se referenciada en la Unión Soviética y en Cuba y la derecha en EEUU y el bloque occidental, sino en los términos de la guerra entre un capitalismo «democrático» y un capitalismo «fascista» y militarista.

Asimilada dentro de la nueva estrategia de dominio «democrático« y del «Estado trasnacional» exportados por Washington, la «izquierda democrática«, sigue los parámetros de la lucha contra el «militarismo» y la «derecha» de la década del 70, sin los objetivos concretos de toma del poder que guiaban a la izquierda armada revolucionaria de entonces.

La nueva izquierda vive mentalmente en la «guerra fría«, en el escenario ideológico de los militares de la «doctrina de seguridad nacional«, mientras Washington (en un claro desfasaje histórico) ya no domina con los militares sino con elecciones, políticos y un orden blindado basado en el respeto al «orden constitucional«.

La izquierda (asimilada a la filosofía del «único mundo posible«) ya no piensa el mundo en función de la guerra a muerte para terminar con el sistema capitalista (el dueño del mundo), sino en función de terminar con la «derecha» dentro del marco del mismo sistema.

3) La integración de los opuestos

Vaciada de su contenido «antisistema«, hoy la izquierda sigue en guerra contra la «derecha«, no ya para destruir al Estado capitalista sino para gerenciarlo en su lugar. La «nueva izquierda» revirtió el marco ideológico-doctrinario: Ya no pelea estructuralmente contra la «derecha» para destruir al sistema capitalista, sino para «transformarlo» (reformarlo sin tocar la substancia esencial del sistema de la propiedad privada y de la dominación del hombre por el hombre).

En su tesis teórica liminar, la «nueva izquierda» (como expresa Chávez) plantea «socializar» el capitalismo sin guerra militar ni toma del poder, con la misma herramienta (el Estado) que utiliza el capitalismo para hacer lo contrario: Concentrar riqueza y propiedad privada en pocas manos y expulsar a las mayorías a la pobreza y a la exclusión social.

Esta teoría presupone que el sistema capitalista (cuya esencia histórica es la concentración de riqueza en pocas manos) podría de pronto reconvertirse en «socialista» con los multimillonarios renunciando pasivamente a sus fortunas y las corporaciones y bancos trasnacionales repartiendo sus activos y estructuras empresariales entre los que menos tienen.

Y esto implicaría también que EEUU renunciaría a la hegemonía del dólar, clausuraría el templo financiero de Wall Street y convertiría a sus arsenales, sus bases militares y flotas nucleares en santuarios pacifistas entregándoles el poder a los que  quieren transformar el capitalismo en socialismo sin disparar un solo tiro.

En términos doctrinarios y estratégicos, la «nueva izquierda» (en su expresión gubernamental) ya no lucha contra la «derecha» para sustituir al Estado capitalista, sino que lucha contra la «derecha» para «socializar» el sistema capitalista desde adentro sin tocar sus estructuras históricas de dominio y de poder.

En otras palabras, competir con la «derecha» por el gerenciamiento político sin destruir el «ordenamiento económico» (sistema económico-productivo controlado por el capital privado), el «ordenamiento político» (Estado capitalista controlado por los grupos y las corporaciones capitalistas) , y el «ordenamiento social» (valores basados en el individualismo y la sociedad de consumo).

Por lo tanto, la nueva izquierda y sus teóricos carecen de una visión  totalizada y actualizada de la estrategia de dominio (y del control de la «gobernabilidad«) que utiliza el Imperio capitalista para concretar sus objetivos de conquista de mercados y de apoderamiento de recursos vitales a escala global.

En un momento en que el sistema capitalista (exceptuando unos pocos países donde aplica la ocupación militar) controla el mundo con el «sistema democrático» (el control político), con la sociedad de consumo (la ideología y los valores consumistas impuestos como máxima creencia social), y con los medios de comunicación (los nuevos represores y controladores sociales sin uso de las armas), la izquierda asimilada al sistema sigue identificando al «viejo orden» (los militares y la «derecha militarista» de la Guerra Fría) como el principal enemigo estratégico a derrotar.

En resumen, la izquierda «antimilitarista» rechaza los movimientos«fascistas» como el golpe militar-institucional de Honduras (expresión modificada y actualizada de los golpes setentistas), pero acepta y apoya golpes «democrático-institucionales«, como el ejecutado en Ecuador contra Lucio Gutiérrez que finalmente culminó en el gobierno «izquierdista» de Rafael  Correa.

En lo substancial (y aunque se proponga «anticapitalista» en el discurso), la izquierda asimilada identifica como enemigo al imperialismo «político-militar» de la Guerra Fría, en un escenario en que el sistema capitalista ha girado hacia el dominio «politico-democrático«.

Las nuevas estrategias de control con el «poder blando» ya no están  dirigidas a la supresión o al control físico de sus enemigos, sino que utiliza técnicas psicológicas orientadas a controlar  los cerebros mediante la manipulación con el «pacifismo» y la «democracia» como factores integradores al sistema.

En consecuencia, los descendientes de la izquierda setentista «democratizada«, ya no pelean contra la depredación del sistema capitalista, no pelean contra las columnas vertebrales de la nueva dominación (políticos, medios de comunicación y sociedad de consumo) sino que pelean contra los que infringen o ponen en peligro el sistema de gobernabilidad democrático.

Como resultante, izquierda y derecha son complementarias (dentro de las estrategias de control del sistema capitalista)  y se articulan como una «alternativa» dentro de lo mismo.

Por lo tanto, la única diferencia existente entre un «gobierno de izquierda»  y otro de «derecha«, es el discurso cargado de «ideología» (desfasada de la realidad) y sin aplicación práctica en el presente.

4) La alternativa dentro de los mismo

Al abandonar sus postulados setentistas de «toma del poder» y adoptar los esquemas de la democracia burguesa y el parlamentarismo como única opción para acceder a posiciones de gobierno, la «nueva izquierda» se convirtió en una opción válida para gerenciar el «Estado trasnacional» del capitalismo en cualquier país de América Latina y del mundo.

Precisamente, ese «orden» establecido estaba  amenazado por  la «izquierda antisistema» militarizada de la «guerra fría«, y la respuesta a su accionar eran  los golpes militares de la «derecha» apoyados por EEUU.

En este nuevo marco de enfrentamiento (fijado por la guerra político-electoral), la «nueva izquierda» (a diferencia de la izquierda de la «guerra fría«) ya no lucha contra el Imperio capitalista como totalidad estratégica y funcional, sino que lucha para convertirse en alternativa a la «derecha» de ese mismo sistema.

En resumen, el sistema capitalista unipolar (con EEUU como potencia regente) no solamente terminó con el conflicto «entre sistemas» a nivel internacional, sino que también terminó con la «izquierda antisistema» integrándola como alternativa de gobierno a sus estructuras de dominación planetaria.

Y ya hay laboratorios experimentales de procesos sociales y políticos con experiencia de gestión de la «nueva izquierda» al frente del Estado capitalista.

Dentro de este nuevo esquema de polarización «izquierda» vs. «derecha«, la guerra ya no se define por la «destrucción mutua» asegurada, sino por la búsqueda de una posición dominante dentro del mismo orden económico, político, militar y social  establecido.

Terminada la guerra político-electoral, la «izquierda«, tanto como la «derecha«, defienden los mismos valores institucionales del sistema capitalista: «orden  democrático»«estado de derecho»«paz social», como sustentos básicos de la preservación del Estado y de la sociedad capitalista de la propiedad privada.

La asociación beneficiosa entre la «izquierda civilizada» y el establishment del poder capitalista es obvia: El sistema (por medio de la izquierda) crea una «alternativa de gobernabilidad» a la «derecha neoliberal«, y la izquierda (y los izquierdistas) pueden acceder al control administrativo del Estado burgués sin haber hecho ninguna revolución.

Y nació el distintivo axiomático que guía a los gobiernos «progresistas» en la región: hacer discursos con la izquierda y gobernar (con y) para los intereses de la derecha.

Cualquier «tercera posición» frente a esta alternativa dualista es descalificada inmediatamente como «conspirativa infantilista»: Fuera del espacio de la «izquierda» o de la «derecha» (la antitesis oficial aceptada)  sólo existe la crítica «sin propuestas y sin trinchera«, como califican los teóricos «progresistas» a la posición de los que definen a la izquierda y a la derecha como alternativas de lo mismo dentro del sistema capitalista.

En resumen, los que no toman partido por la «izquierda» o por la «derecha» (aunque combatan y denuncien al sistema capitalista) son «conspirativos» y están (como los marginales y expulsados del sistema capitalista) excluidos del mercado de las ideas y creencias aceptadas.

¿Es malo ser de «izquierda» y proponer un capitalismo asistencialista de rostro más «humanizado«?.

Para nada: Lo malo es pertenecer a la izquierda asimilada al capitalismo (el «progresismo» democrático capitalista), y simular una pertenencia a la  izquierda anticapitalista revolucionaria (enemiga excluyente del sistema capitalista).

Lo alienante (y más allá de las posibilidades de existencia que hoy tendría) es hablar de una «revolución de izquierda«, cuando claramente la izquierda (salvo excepciones minoritarias) se ha convertido en la más férrea defensora de la «democracia», la «paz»y  el «orden constitucional»,  los pilares esenciales de la «gobernabilidad» del sistema capitalista.

Lo alienante (y engañoso), es hablar con el discurso de izquierda, y ejecutar a rajatabla los programas operativos (económicos, políticos, militares y sociales) del Imperio capitalista como hace la «izquierda gubernamental» en América Latina y en el resto del mundo.

5) El «enemigo de paja»

¿Y para qué le sirve a Washington esta izquierda asimilada en América Latina?

Reorientemos la pregunta: ¿Porqué el Imperio capitalista estadounidense (no obstante la inserción probada de la izquierda dentro del «sistema«) sigue considerando a la izquierda como el «enemigo número uno» de su sistema de dominio en América Latina?.

Hay un precepto estratégico (de naturaleza maquiavélica) que sostiene que para evitar que surja un enemigo real que ponga en peligro el sistema de poder vigente, es preciso inventar un «enemigo de paja«, controlable e inofensivo, al que se presentará como si fuese el enemigo real, o la «principal amenaza« al sistema.

En el actual sistema de poder capitalista imperialista controlado por Washington, la estrategia con el «enemigo de paja» tiene como objetivo principal el de «desactivar» los conflictos sociales y las luchas populares (naturalmente violentos y «antisistema«) y encauzarlos por caminos «pacíficos» y meramente «reclamativos«, a través de su inserción en el «sistema democrático» controlado por Washington y el establishment económico en la región.

Ese es el rol concreto que cumplen los gobiernos «revolucionarios» integrados al capitalismo, cuya función principal es la de ajustar a las reglas «democráticas» los conflictos sociales que, de otra manera, romperían el orden vigente y pondrían en peligro los negocios (hoy en «paz«) de las transnacionales y bancos capitalistas en América Latina.

Con el axioma de la izquierda «políticamente correcta» el Imperio alienta  un enemigo falso, inofensivo y controlable, para que opaque y reste protagonismo al enemigo real que puede presentarse en cualquier momento.

Lavar a la izquierda de su cara anticapitalista y revolucionaria, desviar las luchas y conflictos sociales por caminos pacíficos y «reclamativos«, integrar los reclamos del dominado al «sistema democrático«, y evitar que grupos de resistencia revolucionaria (el enemigo real) amenacen y pongan en peligro al sistema, es la misión esencial del «enemigo de paja« del Imperio en América Latina.

Y ésa es la función principal que cumple la «izquierda democrática«, en guerra permanente contra la «derecha fascista«, dentro de los marcos legitimados de la gobernabilidad capitalista.

Fuente: IAR Noticias

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

Rusos afirman que EEUU causo terremoto en Haiti ensayando Proyecto HAARP

Terremoto en Haití

Un reporte preparado por la Flota Rusa del Norte estaría indicando que el sismo que ha devastado a Haití fue el «claro resultado» de una prueba de la Marina Estadounidense por medio de una de sus «armas de terremotos».

La Flota del Norte ha estado monitoreando los movimientos y las actividades navales estadounidenses en el Caribe desde 2008 cuando los estadounidenses anunciaron su intención de restablecer la Cuarta Flota que había sido disuelta en 1950, a lo que Rusia respondió un año después con una flota rusa encabezada por el crucero nuclear «Pedro el Grande«, comenzando sus primeros ejercicios en esta región desde finales de la Guerra Fría.

Desde finales de la década de 1970, los Estados Unidos han «avanzado enormemente» el estado de sus armas de terremotos y, según estos informes, ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético Tesla junto con «bombas de ondas de choque«.

El informe compara además la experimentación de la Marina Estadounidense de dos de estas armas de terremotos la semana pasada, cuando la prueba en el Pacífico causó un terremoto de magnitud 6.5 azotando el área alrededor de la ciudad de Eureka, en California sin causar muertes, pero con su prueba en el Caribe que causó ya, la muerte de al menos 140.000 inocentes.

Según lo indica el reporte, es «más que probable» que la Marina Estadounidense haya tenido «conocimiento total» del catastrófico daño que esta prueba de terremoto podría tener potencialmente sobre Haití y que había pre-posicionado a su Comandante Delegado del Comando del Sur, el General P.K. Keen, en la isla para supervisar las labores de ayuda si fuesen necesarias.

En cuanto al resultado final de las pruebas de estas armas por parte de los Estados Unidos, advierte el reporte, está el plan de los Estados Unidos de la destrucción de Irán a través de una serie de terremotos diseñados para derrocar a su actual Régimen Islámico. Según el informe mencionado, el sistema experimentado por los Estados Unidos (Proyecto HAARP) permitiría además crear anomalías climatológicas para provocar inundaciones, sequías y huracanes.

De acuerdo a otro informe coincidente, se tienen datos para establecer que el terremoto en Sichuan, China, el 12 de Mayo de 2008 con una magnitud de 7.8 Richter, fue creado también por la radiofrecuencia del HAARP.

Al existir una correlación entre la actividad sísmica y la ionosfera, mediante el control de la radiofrecuencia inducida por hipocampos, en el marco de HAARP, se concluye que:

  • Los terremotos en los que la profundidad es linealmente idéntica en la misma falla, se producen por proyección lineal de frecuencias inducidas.
  • La configuración de satélites permite generar proyecciones concentradas de frecuencias en puntos determinados (hipocampos).
  • Se han elaborado un diagrama de sucesión lineal respecto de los terremotos denunciados en que casualmente se produjeron todos a la misma profundidad:  en Venezuela el 8 de Enero 2010 , profundidad 10 kms Honduras el 11 de Enero 2010, profundidad 10 kms. Haití el 12 de Enero 2010, profundidad 10 kms. El resto de las réplicas tuvieron profundidades de alrededor de 10 kms luego del terremoto.

 

El Pentágono dijo que el buque hospital USNS Comfort, que se encontraba anclado en Baltimore, comenzó a llamar a su tripulación para partir hacia Haití, aunque podrían transcurrir varios días hasta la llegada del buque. El almirante de la Armada Mike Mullen, jefe de Estado Mayor Conjunto, dijo que el Ejército de Estados Unidos trabajaba preparando la respuesta de emergencia a este desastre. Fraser, del Comando Sur (SOUTHCOM), dijo que barcos cúter de la Guardia Costera de Estados Unidos y buques de la Armada en la región se enviaron también para ofrecer ayuda aunque tienen suministros de alivio y de helicópteros limitados. El super portaviones USS Carl Vinson será enviado de la base naval de Norfolk, Virginia, con una dotación completa de aviones y helicópteros llegó a Haití a primeras horas de la tarde del 14 de Enero, añadió Fraser. Otros grupos adicionales de helicópteros se unirían al Vinson, declaró.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ya operaba en Haití antes del sismo. El presidente Obama fue informado del terremoto a las 5:52 de la tarde del 12 de Enero y solicitó a su personal que se asegure de que los empleados de la embajada estén a salvo y que comiencen los preparativos para proporcionar la ayuda humanitaria que sea necesaria.

De acuerdo al reporte ruso, el Departamento de Estado, USAID y el Comando Sur de los Estados Unidos comenzaron su trabajo de «invasión humanitaria» al enviar al menos 10.000 soldados y contratistas, para controlar, ahora en lugar de la ONU, el territorio haitiano luego del devastador «terremoto experimental«.

EEUU tiene la tecnología militar provocar desastres, por eso no suscribieron el tratado de KIOTO.

Antenas del proyecto HAARP, que algunos afirman que puede utilizarse para modificar el clima.

Por Chevige González Marcó/ Patria Grande

Apenas 48 horas después de que el mundo empezara a conocer sobre las terribles consecuencias generadas por el terremoto de 7,3 grados en la escala de Ritcher, registrado en Haití, ya Barack Obama anunciaba que 3 mil 500 soldados estadounidenses partirían de inmediato a Haití a brindar «solidaridad«.

La tragedia de Haití generó expresiones inmediatas de cooperación por parte de decenas de países. El pequeño aeropuerto de Puerto Príncipe colapsó, ya Estados Unidos tiene control directo del aeropuerto.

Según Roger Searle, profesor de geofísica en la Universidad de Dirham (Reino Unido), el terremoto de Haití fue 35 veces más potente que la bomba de Hiroshima. El catedrático también comparó la energía liberada por el terremoto en el país caribeño con la explosión de medio millón de toneladas de TNT.

Sin embrago, según la tesis de Searle, la energía liberada en el terremoto de Haití es una centésima de la que estalló durante el devastador tsunami en la denominada Banda Aceh, al sur de Asia. Sin duda ese tsunami y su poder destructor causó una terrible impresión en la humanidad.

Algunos lectores dirán: esos fenómenos son la consecuencia de la contaminación y la destrucción del planeta; otros dirán: los terremotos siempre han existido y forman parte de la forma como está constituído nuestro planeta; y otros se preguntarán ¿estos fenómenos tendrán únicamente causas naturales o alguna potencia interesada en seguir ocupando espacios estratégicos está detrás de un plan militar imperial de proporciones inimaginables?

La Fuerza Aérea Estadounidense desarrolla un peligroso proyecto, que parece sacado de una película de ficción, pero no lo es, y que la comunidad internacional no sabe si ya está en ejecución. Se trata del Proyecto HAARP, un sistema que puede generar violentos e inesperados cambios en el clima.

La traducción al castellano de las siglas HAARP es: Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia. Funciona a partir del ataque a la ionósfera con ondas de alta frecuencia con la potencia de 1GW, lanzadas a partir de un complejo de antenas ubicadas en Alaska. Los estadounidenses habrían logrado reproducir artificialmente una aurora boreal. Mediante este sistema pueden utilizar la energía que está presente fuera del espacio terrestre y reconducirla a los fines de generar bruscos cambios de clima. De esa forma se podrían utilizar al HAARP como un arma de guerra.

¿Será el HAARP mito o paranoia antiestadounidense? No, en su resolución de 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999), el Parlamento Europeo señalaba que el programa HAARP manipulaba el medio ambiente con fines militares y solicitaba que HAARP y el organismo europeo, lejano de sospechas de ser antiimperialista, pidió que se estableciera un convenio internacional que prohibiera el desarrollo de la máquina del clima.

De acuerdo con investigaciones científicas precedentes y relacionadas con la manipulación de frecuencias en la ionósfera, se conoce que mediante satélites u otros instrumentos de reconducción se puede utilizar los llamados hipocampos que generan los HAARP para otros usos distintos al cambio climático, incluso para aspectos que no necesariamente son dañinos a la humanidad, como generar capa de ozono.

Los HAARP potencialmente tendrían también la capacidad, de desintegrar objetos, generar combustiones espontáneas e inducidas, e incluso cambiar patrones cerebrales, inducir conductas y producir enfermedades biológicas. Investigaciones sobre el Proyecto HAARP han surgido desde universidades estadounidenses y centros europeos.

Uno de los pioneros en la investigación sobre HAARP es Nick Begich, un investigador científico de Anchorage, Alaska, la región donde se ubican las antenas del proyecto. La investigación de Begich no fue sólo científica, sino también política. Descubrió las conexiones entre patentes reservadas y de carácter secreto del gobierno estadounidense, y luego de las empresas conexas que se iban haciendo cargo de patentes relacionadas. Entre ella denunció el investigador, habían algunas que se referían a «cómo hacer explosiones de tipo nuclear sin radiación, sistemas radiantes de energía, el radar de sobre-horizonte, sistemas de detección para misiles que lleven cabezas nucleares, pulsos electromagnéticos antes producidos por armas termonucleares y otros recursos de la Guerra Espacial«.

Entre quienes han escrito sobre proyectos relacionados con los HAARP, se encuentra Zbigniew Brzezinski, quien fuera asesor de seguridad del ex presidente Jimmy Carter, y a quien relacionan con la tendencia política dentro del sistema de poder estadounidense que representa Barack Obama. Brzezinski se refirió a las alternativas existentes para lograr cambios en el pensamiento de los seres humanos y en la guerra ecológica. Dijo que a pesar de las incomodidades que podría generar eso en ciertos sectores, el uso de tecnologías como los HAARP era inevitable.

¿Representaba una amenaza Haití para los intereses estadounidenses? Evidentemente no, tampoco es una nación que a simple vista posea recursos naturales indispensables para Washington. Lo que si representa Haití es una posición geográfica clave en el Caribe, en el contexto de una Latinoamérica que está librando los procesos de recuperación de soberanía más importantes desde la Guerra de Independencia.

Es además Haití, uno de los países más pobres del mundo, tratado tanto por EEUU como por algunas potencias europeas como un campo de experimentación. Del Imperio pocas cosas se pueden dudar.

Hubo sospecha de que se utilizo esa tecnología contra Bolivia y otros paises

Un programa ultra-secreto de las fuerzas militares de Estados Unidos en fase de explotación está al descubierto. Con el nombre clave de HAARP especialistas del Pentágono han estado desarrollando el High Frequency Active Auroral Research Program, destinado al estudio de la modificación de la ionosfera para manipular el clima con fines militares.

«La modificación del clima formará parte de la seguridad doméstica e internacional y podrá ser usada unilateralmente. La habilidad para generar precipitaciones, nieve, tormentas o modificar el espacio exterior… o la producción de climas artificiales, todo eso constituye parte de un conjunto de tecnologías que pueden incrementar el conocimiento tecnológico, la riqueza y el poder de los Estados Unidos para degradar a sus adversarios» (US Air Force, énfasis added. Air University of the Use Air Force, AF 2025 final report.)

El Departamento de Defensa podría provocar fenómenos como inundaciones, huracanes, sequías y terremotos. Incluso los seres humanos pudieran ver afectadas sus ondas cerebrales por las emisiones de baja frecuencia (entre 3 y 30 herzt) que conseguirían modificar sus patrones de conducta. Resulta muy curioso que países clasificados por Estados Unidos como miembros del «eje del mal«, hayan tenido una historia similar de alteraciones climáticas. Corea del Norte, por ejemplo, se ha caracterizado desde mediados de los 90 por una sucesión de sequías, seguidas por inundaciones. Mientras que en Irak, Irán y Siria devastadoras sequías ocurrieron en 1999, y en Afganistán, en los cuatro años anteriores a la invasión de 2001, la ausencia de precipitaciones destruyó la economía agrícola.

Un calentamiento en la alta atmósfera es impredecible, porque estaría provocando desde una alteración local del clima hasta alterar las propiedades de ‘filtro‘ que tiene la atmósfera. Con ello, los rayos cósmicos que vienen del espacio dejarían de filtrarse en la ionosfera, y harían llegar su radiación a la superficie de la tierra. Para muchos científicos, las pruebas del HAARP serían responsables del cambio climático de El Niño, los aerolitos o incluso la ola de calor que hizo subir en Melilla la temperatura de 20 a 40 grados en cinco minutos.

La manipulación del clima, de las comunicaciones, y de los sistemas eléctricos es un arma de guerra global que capacita a Estados Unidos para dominar regiones enteras del mundo.

La cantidad de tragedias vinculadas con el clima han aumentado y parecen separarse de los patrones establecidos por años. El clima ha variado «coincidencialmente» en Sudamérica. Otros ejemplos han sido los huracanes que han devastado a Cuba y las terribles inundaciones, nunca vistas, que está viviendo Bolivia.

También contra Cuba

El pueblo, el Partido Comunista, las organizaciones sociales y los organismos del Estado cubano  libran hoy una batalla crucial contra los efectos devastadores del huracán Ike y de los destructivos fenómenos naturales que le precedieron.
Cargados de dignidad y abnegación sufren y contrarrestan, con profundo sentido humano y solidario, las nuevas calamidades provocadas por al furia de una naturaleza agredida y alterada, no solo por un orden mundial depredador, por un capitalismo genocida y ecocida, sino también por un uso perverso de la tecnologías y de la ciencia, que incluye, como se ha develado recientemente, el uso por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos de los cambios climáticos como arma de guerra.

No puede ser solo «mala suerte«.

No puede ser encono de una naturaleza o «supra-naturaleza» a lo que la revolución cubana no le ha hecho nada malo.
Un programa ultra-secreto de las fuerzas militares de Estados Unidos en fase de explotación esta al descubierto.
Con el nombre clave de HAARP, el Pentágono ha estado desarrollando el «High Frequency Active Auroral Research Program«, destinado al estudio de la modificación de la ionosfera para manipular el clima con fines militares.

«Las modificaciones del clima -se explica en una de las partes de ese estudio- formarán parte de la seguridad doméstica internacional y podría ser usada unilateralmente. La habilidad para generar precipitaciones, nieve, tormentas o modificar el espacio exterior, la producción de climas artificiales, todo eso constituye parte de un conjunto de tecnologías que pueden incrementar el conocimiento tecnológico y el poder de Estados Unidos para degradar a sus adversarios» US Air Force, énfasis Added. Air Universsity of the US Air Froce, AF 2025 final report).

Con esa tecnología en sus manos, el Departamento de Defensa de los EEUU y su fuerza aérea están en capacidad de producir un calentamiento artificial que altera sensiblemente no solo las trasmisiones radiales, sino también el equilibrio de la ionosfera y las condiciones climáticas del lugar al cual se dirijan estas señales.

Nada puede dudarse del Estado más terrorista y del imperialismo más perverso y depredador que haya existido a lo largo de la historia.

¡Cuba también ha sido víctima de la guerra bacteriológica!

¡Son demasiadas las coincidencias y enorme es el odio imperialista contra el ejemplo de dignidad antiimperialista del pueblo cubano y de sus líderes históricos y actuales!

Ese informe es tenebroso y de él se derivan grandes sospechas sobre las desgracias supuestamente naturales escenificadas en los últimos tiempos en Corea del Norte, Bolivia, Cuba, Ecuador, Venezuela, Irak, Irán y Afganistán.
Pero además de sentirnos en el deber de denunciar esa maquinación hasta convertirla en clamor acusatorio contra la incontrovertible  existencia de ese programa destinado a emplear los cambios climáticos como armas de guerra, se impone  la necesidad de promover al máximo la solidaridad material con el pueblo de Cuba, hoy gravemente afectado por el huracán Ike y las tormentas que le precedieron.

Los envíos de medicina, alimentos, ropas, útiles escolares, colchones, ayuda en monedas fuertes, combustibles, líneas de transmisión, brigadas y material sanitarios, deben volcarse sobre esa la isla de la dignidad, junto a todo el amor del mundo.

Cuba siempre ha sido inmensamente solidaria con la humanidad y ahora les toca a los pueblos de América y el mundo ser solidarios en grande con Cuba.

Con espíritu bolivariano, guevarista, martiano… los pueblos de nuestra América habrán de decir presente en la necesaria solidaridad política, moral y material con la Cuba de Martí, Maceo, Gómez y Fidel.

Fuente 1: Primicias

Fuente 2: Zass7