Gonzalo Anti New World Order


Estados Unidos, líder financiador del terrorismo

Por Thierry Meyssan

Muchas sorpresas marcaron la primera semana de la conferencia de paz Ginebra 2. Desgraciadamente, la censura impuesta a los grandes medios de difusión no permitió que el público occidental fuese informado sobre esos acontecimientos.

En eso reside la principal paradoja de la guerra contra Siria: se divulgan imágenes que ofrecen un panorama contrario a la realidad. Según los medios de prensa internacionales, en este conflicto un grupo de Estados, reunidos alrededor de Washington y de Riad, que supuestamente defienden la democracia y encabezan la lucha mundial contra el terrorismo, se enfrentan a Siria y a sus aliados rusos, presentados a su vez como dictaduras que manipulan el terrorismo.

Si bien todo el mundo está perfectamente consciente de que Arabia Saudita no es una democracia sino una monarquía absolutista, la tiranía de una familia y una secta sobre todo un pueblo, EEUU tiene la reputación de ser una democracia y hasta se le considera como «el país de la libertad».

Sin embargo, la información más importante de toda la semana fue censurada en el conjunto de los países miembros de la OTAN: el Congreso de EEUU se reunió en secreto para votar financiamiento y armamento destinados a los «rebeldes en Siria» hasta el 30 de septiembre de 2014.

Sí, querido lector, ¡usted ha leído bien! En EEUU, el Congreso realiza reuniones secretas que la prensa ni siquiera tiene derecho a mencionar. Es por esa razón que la información, originalmente transmitida por la agencia británica Reuters [1], ha sido cuidadosamente ignorada por toda la prensa escrita y audiovisual, tanto en EEUU como en la mayoría de los medios de difusión de Europa occidental, al igual que en los llamados países del Golfo. Esa verdad sólo tienen derecho a conocerla los habitantes del «resto del mundo».

La libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a la información son –al menos eso se supone– condiciones sine qua non de la democracia. Y resulta que son más respetadas en Siria y en Rusia que en Occidente.

Como nadie ha leído la ley que adoptó el Congreso estadounidense, ni siquiera se sabe exactamente lo que en ella se estipula. Lo que sí ya se hace evidente es que los mencionados «rebeldes» ya no están tratando de derrocar el Estado sirio –han tenido que renunciar a ello– y que su nuevo objetivo es «desangrarlo». Por eso es que no se comportan como soldados sino como terroristas.

De nuevo ha leído bien, estimado lector. EEUU, el país que supuestamente fue víctima de Al Qaida el 11 de septiembre de 2001 y que desde entonces encabeza la «guerra global contra el terrorismo», financia ahora el principal vivero del terrorismo internacional, donde actúan dos organizaciones oficialmente subordinadas Al Qaida: el Frente al-Nusra y el Emirato Islámico en Irak y el Levante. Y ya no se trata de una oscura maniobra de los servicios de inteligencia sino de una ley, plenamente asumida y legalizada, aunque haya sido adoptada a puertas cerradas para no entrar en contradicción con la propaganda oficial.

Por otro lado, ¿cómo podría la prensa –la prensa que afirma desde hace 13 años que Al Qaeda es el autor de los atentados del 11 de septiembre, la prensa que nunca ha mencionado el hecho que aquel 11 de septiembre el presidente George W. Bush fue destituido por los militares–, cómo explicaría esa prensa a su público esta decisión del Congreso? En EEUU hasta el procedimiento mismo de «Continuidad del Gobierno» (CoG) está protegido por la censura. Así que el público del mundo occidental nunca supo que el 11 de septiembre de 2001 se produjo en EEUU una transferencia del poder de manos de los civiles a manos de los militares a las 10 de la mañana y hasta bien entrada la noche, ni que durante todo aquel día EEUU estuvo gobernado por una autoridad secreta, en violación de las leyes y de la Constitución de ese país.

En tiempos de la guerra fría, la CIA financiaba al escritor George Orwell, cuando este autor concebía la dictadura del futuro. Washington creía que despertaría así las conciencias ante el peligro soviético. La realidad es que la URSS nunca llegó a parecerse a la pesadilla que describió Orwell en su novela 1984, mientras que EEUU se ha convertido en su encarnación misma.

Así que el discurso anual de Barack Obama sobre el Estado de la Unión se transformó en un ejercicio excepcional de la mentira. Ante los 538 miembros del Congreso que lo aplaudían de pie, el presidente declaró: «Hay algo que no cambiará: nuestra determinación de que los terroristas no lancen otros ataques contra nuestro país.» Y también dijo: «En Siria, apoyaremos a los grupos de oposición que rechazan los planes de las redes terroristas.»

Sin embargo, cuando la delegación siria que participa en Ginebra 2 propuso a la delegación que supuestamente debería representar a la «oposición» una moción basada única y exclusivamente en las resoluciones 1267 y 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU condenando el terrorismo, los «opositores» rechazaron ese documento, sin que Washington protestase en lo absoluto. Pero es normal que no hubiese tal protesta dado que es EEUU quien estimula el terrorismo… y que la delegación de la «oposición» recibe órdenes directamente del embajador estadounidense Robert S. Ford, incluso presente en Ginebra.

Robert S. Ford, trabajó como asistente de John Negroponte en Iraq. A principios de los años 1980, John Negroponte dirigió la guerra estadounidense contra la revolución sandinista en Nicaragua contratando para ello miles de mercenarios que, junto a algunos colaboradores locales, fueron rápidamente identificados por la población nicaragüense como «los Contras». La Corte Internacional de Justicia, o sea el tribunal interno de las Naciones Unidas, condenó a Washington por aquella injerencia, cuyo verdadero carácter se trataba de esconder. Más tarde, en los años 2000, Negroponte y Ford aplicaron el mismo escenario en Iraq. En aquel momento, el objetivo era acabar con la resistencia nacionalista iraquí utilizando contra ella a los hombres de Al Qaida.

Esta vez, en enero de 2014, mientras que los sirios y la delegación de la «oposición» discutían en Ginebra, en Washington el presidente Obama proseguía su ejercicio de hipocresía diciéndole al Congreso –cuyos miembros lo aplaudían mecánicamente– que «luchamos contra el terrorismo no sólo a través de las actividades de inteligencia y las operaciones militares sino también cuando permanecemos fieles a los ideales de nuestra Constitución y dando el ejemplo al mundo (…) y seguiremos trabajando con la comunidad internacional para dar nacimiento al futuro que merece el pueblo sirio, un futuro sin dictadura, sin terror ni miedo».

La guerra de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo contra Siria ya ha dejado un saldo de 130.000 muertos –según las cifras del MI6 divulgadas por el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH)–, muertos cuyos verdugos son los mismos que atribuyen la responsabilidad de sus muertes al pueblo que se atreve a oponerles resistencia y a su presidente, Bashar al Assad.

(Tomado de Al-Manar)

Fuente: Cubadebate

¿Quién podría estar espiando tu BlackBerry?

Las disputas sobre si varios países podrían interceptar de forma efectiva el servicio de mensajería de BlackBerry ha hecho que se preste atención a cómo las agencias de espionaje estatal acceden a las comunicaciones electrónicas.

Para los ejecutivos, la principal pregunta no es si los mensajes pueden ser leídos, sino si esa información será utilizada con fines comerciales.

En cualquier caso, no sorprende saber que la mayoría de los estados no quieren hacer comentarios sobre cómo es utilizada esta información.

Reuters ha hablado con una serie de analistas de la industria y antiguos agentes de los servicios de inteligencia sobre cómo utilizan la vigilancia electrónica varios países.

Rusia

Desde los días de la policía secreta del zar, las agencias de seguridad rusas han tenido la fama de monitorizar estrechamente a los extranjeros y sus comunicaciones. Los expertos en seguridad dicen que muchas habitaciones de hotel están equipadas con micrófonos y que las empresas extranjeras deberían ser muy cautelosas a la hora de elegir la información que llevan al país.

El lanzamiento de BlackBerry en Rusia fue retrasado dos años mientras el FSB, el servicio de seguridad del país, negociaba el acceso de seguridad.

«En Rusia, los periodistas son muy conscientes de que su correo electrónico es interceptado«, explica Ian Bremmer, presidente de la consultora de riesgo político Eurasia Group. «Dada la cantidad de dinero implicada, siempre habrá alguien espiando las empresas extranjeras. El FSB tiene los medios y los utiliza. No hay mucho que pueda hacer aparte de escribir los correos sabiendo que podrían ser interceptados«.

Además, algunos oligarcas parecen tener vínculos cercanos con el servicio secreto, y Rusia ha dejado claro que ve algunos sectores económicos -particularmente el energético- como sectores clave.

China

China restringe duramente el uso de algunas tecnologías de la comunicación y controla el acceso a Internet tras su ‘cortafuegos‘ en lo que los analistas consideran en parte como un intento de reprimir a los disidentes y la difusión de palabras, ideas e imágenes contrarias al Partido Comunista. Además, el país bloquea múltiples páginas web y herramientas de comunicación como Skype.

En parte debido a su relativamente sencillo ejército, en desequilibro al compararlo con el de Estados Unidos, China es vista como un país que se esfuerza en construir su departamento de ‘ciberguerra‘.

Además, también ha sido sospechosa en muchas ocasiones de ciberataques a compañías estadounidenses, un factor clave en la decisión de Google de abandonar el país asiático a principios de año.

El buscador no dijo si creía que el Gobierno chino estaba detrás del ataque, pero una comisión asesora perteneciente al Congreso de EEUU dijo en noviembre de 2009 que que el Gobierno del país penetraba en las redes gubernamentales y de defensa estadounidenses para recopilar información.

China, por su parte, ha negado en múltiples ocasiones que su Gobierno apoye a los ‘hackers‘.

«Los chinos tienen los recursos para asignar 100 agentes a un problema al que el MI6 o la CIA podrían asignar sólo cinco o seis«, explica el ex agente de contraterrorismo Fred Burton, ahora vice presidente de la compañía Stratfor. «Están particularmente interesados en atacar firmas emergentes de tecnologías de defensas, pues van tras su propiedad intelectual. Buscan llegar a los proyectos en una etapa temprana de su desarrollo«.

Asimismo, en el país muchas empresas están ligadas de cerca al estado, pero esa cercanía no siempre se traduce en aceso a inteligencia comercial.

«No creo que las empresas en China deban asumir que todo lo que escriben es transmitido a directamente a sus rivales comerciales«, explica Bremmer. «No todas las compañías chinas tienen conexiones con los oficiales de seguridad que tienen acceso a ese tipo de información«.

India

India se convirtió el mes pasado en el último país en pedir al fabricante de BlackBerry, Research In Motion, que otorgase acceso a sus agencias de seguridad a los datos encriptados de los teléfonos. El movimiento, parte de un plan de seguridad electrónica más amplio, partió de las preocupaciones del país de que las comunicaciones de gran seguridad no moritorizadas podrían ayudar a los terroristas a planear ataques.

Sin embargo, muchos analistas ven el riesgo para las compañías occidentales de que material comercialmente sensible pudiera filtrarse a sus rivales mucho menor que en otros países.

«Veo a la India como un país fuertemente inclinado en la dirección del libre mercado«, asegura Ian Bremmer. «Es muy difícil tener capitalismo estatal en un sistema que ya es tan difuso y descentralizado, incluso aunque pueda ser una tentación para India ahora que empiezan a competir de una forma más directa con China«.

Oriente Medio

Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos tienen sus propios conflictos con Research In Motion por el sistema de mensajería de BlackBerry, pero han retirado sus amenazas de interrumpir el servicio de manera absoluta.

En general, los analistas creen que la mayor prioridad de los estados de Oriente Medio y el Golfo, cuando se trata de vigilancia electrónica, es enfrentarse al activismo, la disidencia política y el comportamiento ‘inmoral‘, más que el espionaje comercial.

El experto en seguridad de la información en el Golfo Ali Jahangeri cree que una solución potencial podría ser tener dos sistemas diferenciados de BlackBerry, uno para los usuarios locales, que pudiera ser monitorizado de forma sencilla, y uno más seguro para los clientes internacionales que valoran la confidencialidad.

África

Los servicios secretos africanos son de ‘baja tecnología‘ comparados con los de otras partes del mundo, aunque Fred Burton advierte que los ejecutivos occidentales podrían enfrentarse al espionaje procedente de servicios de inteligencia de países extranjeros con buenas relaciones con África.

Esto podría poner a las firmas occidentales en desventaja en comparación con sus rivales extranjeros de países como China. Por el momento, Nigeria ha dicho que no tiene planes de tratar de acceder a los dispositivos BlackBerry.

Los expertos explican que los países africanos que espían a las compañías extranjeras utilizan métodos más tradicionales como seguir a los directivos o comprar información a los conductores, limpiadores y trabajadores locales.

Organizaciones por la libertad de prensa de Sudáfrica han acusado a China de vender equipamiento de vigilancia electrónica a varios gobiernos autoritarios africanos entre los que se incluye Zimbabwe, donde aseguran que se utiliza para espiar a la prensa y los defensores de los derechos humanos.

Países occidentales

La mayoría de los países occidentales tienen poderosas agencias de espionaje capaces de leer casi todo el tráfico doméstico y parte de los mensajes del exterior. La forma de funcionar depende de la legislación, aunque ésta varía y es imposible decir hasta qué punto es seguida.

En cualquier caso, la intercepción de datos parece ser materia de intercambio frecuente y fluido entre las potencias anglosajonas dominantes –Reino Unido y EEUU, y también Australia, Canadá y Nueva Zelanda.

Un libro publicado este año, ‘El Estado secreto‘, del académico Peter Hennessy, dice que entre el 50% y el 80% de las materias de inteligencia discutidas en la reunión semanal del comité de inteligencia proviene de Estados Unidos.

Los estados europeos continentales frecuentemente sospechan que las potencias anglosajonas espían por con fines comerciales. Todo el tráfico europeo de BlackBerry pasa por servidores localizados en Reino Unido o Canadá, y por ello muchos gobiernos europeos son reacios a utilizarlo.

La mayoría de los expertos en seguridad creen que los poderes occidentales ocasionalmente utilizan los servicios de espionaje con fines comerciales, pero su principal objetivo es detectar amenazas y combatir el crimen económico.

Además, algunos expertos creen que la principal amenaza a la que se enfrentan las empresas occidentales, incluso en sus propios países, es la infiltración electrónica de potencias como Rusia y China.

«Las verdaderas joyas de la corona de América no son nuestros secretos gubernamentales, sino nuestra propiedad intelectual«, escribe Richard Clarke, antiguo consejero de cyberseguridad de la Casa Blanca, en su libro ‘Ciber Guerra‘.

«China roba resultados por muy poco dinero (…) y luego los lleva al mercado. El único margen económico del que disfrutaba EEUU (…) está desapareciendo como resultado del ciber espionaje«.

Fuente: El Mundo